EL REINO MINERAL VISTO ESOTÉRICAMENTE





Características del reino mineral

Imaginen los diferentes reinos como los anillos de una cadena: el reino más elevado es Ātman (que es el Espíritu Cósmico Supremo) y el reino más bajo es el reino mineral.

Los reinos se diferencian por el nivel de conciencia y energía que manejan. En el reino espiritual supremo la conciencia es total y la energía está en estado latente.

A medida que los reinos van descendiendo, la conciencia se va restringiendo a favor de la energía, hasta que en el reino mineral se invierte la situación, ahí la energía está concentrada al máximo y la conciencia está dormida.




Esto se percibe a nivel terrestre porque en los minerales se encuentra la mayor cantidad de átomos por centímetro cuadrado, pero también los minerales son las entidades más inertes de la creación, al grado que los científicos consideran que los minerales no tienen vida, pero los maestros explicaron que los minerales si tienen vida nada más que es extremadamente rudimentaria y se encuentra muy dormida.






Los minerales están hechos de Dios

Los minerales (y todo lo que existe) están hechos a partir de la esencia divina, eso lo han afirmado diversos maestros, y eso lo afirmó también el maestro Kuthumi de la siguiente manera:

« Toma el árbol genealógico de la vida de Darwin, de la raza humana y de otros seres, y teniendo siempre presente el sabio adagio: "Como es abajo, es arriba" —ese es el sistema universal de correspondencias—, intenta comprenderlo por analogía.

Así verás que hoy, en esta Tierra actual, en cada mineral existe ese Espíritu divino. Y diré más, que cada grano de arena, cada roca o peñasco de granito, es ese espíritu cristalizado o petrificado.

Dudas. Toma un poco de geología y observa lo que la ciencia afirma sobre la formación y el crecimiento de los minerales. ¿Cuál es el origen de todas las rocas, ya sean sedimentarias o ígneas?

Toma un trozo de granito o arenisca y encontrarás uno compuesto de cristales, el otro de granos de diversas piedras (las rocas orgánicas o piedras formadas a partir de restos de plantas y animales que alguna vez vivieron no nos servirán para este propósito: son reliquias de evoluciones posteriores, mientras que nosotros solo nos ocupamos de las primordiales).

Ahora bien, las rocas sedimentarias se componen de arena, grava y lodo; mientras que las rocas ígneas se componen de lava. Solo nos queda rastrear el origen de ambas. ¿Qué encontramos?

Descubrimos que una se compuso de tres elementos, o más exactamente, tres manifestaciones distintas de un solo elemento: tierra, agua y fuego; y que la otra se compuso de forma similar (aunque en condiciones físicas diferentes) a partir de materia cósmica: la materia prima sutil, una de las manifestaciones (sexto principio) de un solo elemento.

¿Cómo podemos entonces dudar de que un mineral contenga una chispa del Uno como todo lo demás en esta naturaleza objetiva? »
(CM 15, p.92-93)







La evolución del reino mineral

Las chispas divinas salen del reino espiritual supremos para involucionar en los reinos de los elementales (que son los seres que mantienen funcionando los diversos planos de existencia) existiendo en entidades sutiles cada vez más inferiores (desde lo más divino hasta lo más material) hasta finalmente llegar al reino mineral.

Después de eso van a evolucionar en reinos cada vez más superiores (primero a nivel planetario a través de los reinos: vegetal, animal y humano).

Para luego evolucionar en los reinos Dhyāni-Chohánicos (que son los seres sutiles divinos que dirigen el universo) cada vez a niveles más superiores (primero dirigirán un planeta, luego un sistema solar, posteriormente toda una galaxia) hasta finalmente volverse a integrar con Ātman.



Por consiguiente, las chispas divinas que actualmente se encuentran en el reino elemental más inferior, posteriormente van a evolucionar como minerales; y las chispas divinas que actualmente se encuentran en el reino mineral, posteriormente van a evolucionar como plantas.







¿Cuánto dura la evolución en el reino mineral?

No lo sabemos, los instructores teosóficos revelaron que la evolución de los humanos requiere de todo un ciclo cósmico planetario, el cual se compone de siete rondas.

Y da la impresión que para el reino mineral se ha de requerir del mismo periodo, aunque tal vez pueda ser menor.

Cuando termina ese ciclo de siete rondas, entonces las chispas divinas que se desarrollaron como minerales habrán alcanzado el máximo nivel que se puede alcanzar en el reino mineral, luego ascenderán al Nirvana correspondiente al nivel de desarrollo que han alcanzado, y cuando surja una nueva Tierra, regresarán a la manifestación para esta vez evolucionar en el reino vegetal.







Los minerales también "reencarnan"

Dado que los otros reinos de la naturaleza (vegetal, animal y humano) nacen, viven, mueren, y vuelven a repetir ese ciclo a lo largo de su desarrollo; lo más probable es que los minerales hagan lo mismo.

No se ha revelado como se efectúa ese proceso, lo único que se ha revelado es que mientras los humanos ascienden hasta el plano mental, en cambio los animales solo permanecen durante un tiempo en el plano astral, antes de volver a reencarnar ya sea en la misma especie o en una especie superior.

Por lo que uno puede suponer que con los minerales ha de suceder algo semejante, pero de una manera mucho más básica; y cuando esa chispa divina vuelve a manifestarse en el plano físico, lo hará en un nuevo cuerpo mineral que se formará.







¿Cómo mueren los minerales?

De la misma manera que los vegetales, los animales y los humanos. Cuando su actividad en la Tierra llega a su fin, el "alma" del mineral deja su cuerpo físico en el plano físico, y su naturaleza sutil asciende al plano astral.

Al respecto el maestro Kuthumi informó que:

« Esto sucede por osmosis oculta. La planta y el animal abandonan sus armazones [cuerpos físicos] cuando la vida se extingue. Así también lo hace el mineral, solo que a intervalos más largos, ya que su cuerpo rocoso [“su armazón”] es mucho más duradero. »
(CM 14, p.80)

Es parecido al coral, que aunque los seres vivos que lo crearon ya no estén ahí, las estructuras calcáreas vacías siguen presentes.

De igual manera lo hacen las "almas" de los minerales, nada mas que como no tienen actividad, no lo percibimos, y su "cadáver" dura muchísimo más tiempo.

Por ejemplo, los instructores teosóficos explicaron que la Luna es un astro casi muerto, lo que se ve es el cadáver de los minerales que anteriormente la habitaron.







Los minerales vistos clarividentemente

El instructor de esoterismo Carlos de León comentó:

« En el mundo mineral encontramos una emanación muy simple y determinada, usualmente solo se observa un aura que varía de color dependiendo del mineral; esta aura es por lo general muy estable y sufre pocos cambios.

Podemos decir que en el mundo de los minerales, los cristales  representan la escala más elevada, estando las gemas en la cúspide; la energía de estas es fuerte y brillante, y tiene una mayor capacidad de interactuar con la energía humana. »
(Tiempo de despertar, p.165)







La clasificación teosófica de los minerales

Sobre este tema el maestro Kuthumi especificó que:

« Vuestros geólogos dividen, creo, las piedras en tres grandes grupos: arenisca, granito y creta; o los sedimentarios, orgánicos e ígneos, según sus características físicas.

En cambio nuestro método es totalmente diferente. Nosotros [los Maestros] dividimos los minerales (y los demás reinos) según sus propiedades ocultas, es decir, según la proporción relativa de los siete principios universales que contienen.

No me está permitido detallar, sin embargo para facilitar una cuestión de nomenclatura simple, aconsejaría que estudien a fondo los siete principios del hombre, y correlacionándolo dividan las siete grandes clases de minerales correspondientemente.

Por ejemplo, el grupo de los sedimentarios correspondería al cuerpo compuesto (químicamente hablando) del hombre o su primer principio; los orgánicos al segundo (algunos lo llaman tercer) principio o jiva, etc.

Deben ejercitar vuestra propia intuición en esto. Así también podrían intuir ciertas verdades, incluso en cuanto a sus propiedades. »
(CM 14, p.79-80)













LOS SIETE ELEMENTOS EXPLICADOS POR GEOFFREY BARBORKA



A continuación les voy a transcribir lo que el teósofo Geoffrey Barborka puso en el capítulo 6 de su libro "El Plan Divino" acerca de los siete principales elementos de la naturaleza:



EN LA ANTIGUA ENSEÑANZA ORIENTAL

En Oriente se les conoce como Tattvas, Tanmātras y Mahābhūtas o Prakritis.

Cada uno de estos términos, como son utilizados en la Filosofía Esotérica, transmiten un significado específico.

Las ideas asociadas con esta tríada generalmente son referidas en La Doctrina Secreta bajo el simple término de “Elementos” porque la palabra “elemento” se usa para traducir cada una de las palabras sánscritas.

Obviamente ningún término occidental único puede traducir el significado de las tres palabras sánscritas y no hay términos precisos disponibles en los idiomas modernos para traducir estas ideas.

Para sugerir que no hay otro significado propuesto que el generalmente asociado con la palabra, se usa el término separado con el guión “Principio-Elemento”.

A continuación les detallo los significados etimológicos de esas palabras, y les doy una descripción de las ideas asociadas con esos términos:



Tattva

Tattva es una palabra sánscrita que generalmente se traduce como “realidad”, aunque el significado literal de la palabra es “aquello”, puesto que deriva de la partícula pronominal tat con el sufijo tva.

Puede también traducirse como “elemento”, en el sentido de la realidad implícita detrás de la apariencia externa o manifestación física. Esto está bien expresado en una exposición de los Tattvas:

"El Universo está formado por el Tattva, mantenido por el Tattva y desaparecerá en el Tattva." (DS V, p.469; VI, p.130 en la edición Kier).

Los Tattvas son simplemente el substratum de las siete fuerzas de la Naturaleza…Hay siete formas de Prakriti, según nos enseñan el Sānkhya de Kapila, el Vishnu Purāna y otras obras.

"Prakriti es la Naturaleza, la Materia (primordial y elemental); y por lo tanto es lógico que haya también siete Tattvas…Son ellos la Fuerza (Purusha) y la Materia (Prakriti)." (DS V, p.469; VI, p.130 en la edición Kier).


Tattva transmite la idea de que hay un “aspecto-energía” o “aspecto-espíritu” en los elementos o Principios-Elementos, que se enumeran como siete, aunque obras exotéricas enumeran solo cinco. Es la energía o “aspecto-espíritu” de un elemento que le permite “cambiar”, es decir desarrollarse o desenvolverse a medida que avanzan los periodos cíclicos, puesto que cada era requiere un aspecto diferente (a causa de los varios planos) en que el Principio-Elemento debe manifestarse para llevar a cabo su adelanto o desenvolvimiento evolutivo.

En otras palabras, el Principio-Elemento que se manifiesta primero en el Globo A en la Primera Ronda se transforma considerablemente cuando este Principio-Elemento se manifiesta en la Cuarta Ronda en el Globo D.




Tanmātra

Tanmātra es una palabra sánscrita que está compuesta de tat que significa aquello, y de la palabra mātra que significa menudencia, y también una unidad de medida.

La palabra Tanmātra generalmente se traduce como “elemento sutil”, aunque elemento rudimentario o elemento original expresa mejor ese término.

"Los Tanmātras son literalmente el tipo o rudimento de un elemento desprovisto de cualidades; pero esotéricamente son el Noúmeno primitivo de lo que se convierte en un Elemento Cósmico en el progreso de la evolución, en el sentido que se le daba al término en la antigüedad, no en el de la Física. Son los Logoi, las siete emanaciones o rayos del Logos." (DS I, p.572)

Su primera manifestación emanacional (en la Primera Ronda en el Globo A) en su aspecto vehicular o “aspecto-materia” está representado por el término Tanmātra, que significa el Elemento Rudimentario o de Origen. De aquí que a menudo el Tanmātra se traduzca como Elemento Rudimentario, y también como Elemento Sutil.




Mahābhūta

Cuando pasan los ciclos, el desarrollo evolutivo del Tanmātra (Principio-Elemento Rudimentario) prosigue paso a paso con la condición cambiante del mundo, y esta etapa de desenvolvimiento o de desarrollo es llamada el Mahābhūta (Principio-Elemento Denso). En otras palabras, el aspecto vehicular de “aspecto-materia” del Principio-Elemento original (el Tanmātra) se ha desarrollado o llegado a ser el Principio-Elemento denso (Mahābhūta) que está presente en el Globo D (nuestra Tierra) en la Cuarta Ronda.

Continuando la idea hasta su conclusión lógica: cuando avanzan los ciclos, cada Principio-Elemento continuará su desarrollo evolutivo y desenvolvimiento en un aspecto, Mahābhūta más evolucionado, a causa del poder inherente del aspecto Tattva.

Sin embargo, tiene que observarse que la etapa “más densa”, o el aspecto más material de los Mahābhūtas ya ha ocurrido, puesto que el punto más denso sucedió en la culminación del Arco Descendente, o en el punto más inferior del Arco Descendente. Esto tuvo lugar durante el ciclo de la Cuarta Raza [la atlante] en esta Cuarta Ronda.

Las etapas de desenvolvimiento de los Mahābhūtas continuarán junto a las líneas etéreas más bien que a las materiales, que también será el caso de la misma Tierra, y también para la humanidad, puesto que la Ola de Vida Humana está ahora en la Quinta Raza y en el Arco Ascendente.


Mahābhūta es una palabra sásncrita compuesta por mahā que significa grande y bhūta que es el participio pasado de la raíz verbal bhū que significa ser; traducido como “elemento denso”.

En algunas escuelas de filosofía hindúes los Prakritis (cuando se usa la palabra así en su forma plural) son equivalentes a los Mahābhūtas, y considerados como los ocho productores o esencias primarias que desarrollan la totalidad del mundo visible. Estos ocho se enumeran como: Avyakta, Buddhi o Mahat, Ahamkāra, y los cinco Tanmātras.

El significado de estos tres términos sánscritos, tal como se usan en la filosofía Sānkhya, es el siguiente:

1) Avyakta, literalmente “no evolucionado”, el elemento primordial o principio productivo de donde se desarrollan todos los fenómenos del mundo material.

2) Mahat, literalmente “el grande”, el principio intelectual y la fuente de Ahamkāra.

3) Ahamkāra, literalmente, “la facultad de crear el yo”, la idea de la individualidad, la idea del yo.

Debería agregarse que cuando se usa la palabra Prakriti en su forma singular, tiene el significado de la substancia original o primaria. y los Prakritis surgen de esta Substancia Original, o Prakriti.


Los Mahābhūtas o “elementos densos” o principios-elementos (como los ya explicados) son los resultantes de los Tanmātras desarrollados o evolucionados (Principios-Elementos Rudimentarios): Éter, Fuego, Aire, Agua, Tierra.






CORRELACIÓN ENTRE LOS ELEMENTOS Y LOS SENTIDOS

En uno de sus aspectos los cinco Tanmātras se igualan a los cinco sentidos, que están correlacionados con los Principios-Elementos de la siguiente manera:

TANMĀTRASENTIDO
DE
:
DESARROLLÓ EN:IGUALADO AL ELEMENTO:
      Śabda
      Sparśa
      Rūpa
      Rasa
      Gandh
a
       Sonido
       Tacto
       Visión
       Gusto
       Olfato
La primera Raza
La segunda Raza
La tercera Raza
La cuarta Raza
La quinta Raza
        Éter
        Aire
        Fuego
        Agua
        Tierr
a







CORRELACIÓN ENTRE LOS ELEMENTOS Y LOS TATTVAS

Los cuatro inferiores de los siete Tattvas son conocidos como los elementos: fuego, aire, agua, tierra. Debería entenderse claramente, sin embargo, que en la Filosofía Esotérica los elementos recién nombrados son más bien la “expresión materializada” de la que los elementos han llegado a ser en la manifestación en el plano inferior más bien que los elementos esenciales de los cuales se originaron las manifestaciones externas.

La enumeración de los Tattvas proporciona tres Elementos más que todavía son desconocidos y que se desarrollarán en su plenitud en épocas futuras, puesto que la Filosofía Esotérica sostiene que se requiere una Ronda para el desenvolvimiento y desarrollo completo de un Principio-Elemento (Tattva).

Como la humanidad está avanzando en la Cuarta Ronda, el Principio-Elemento que se está desarrollando en completo desenvolvimiento es aquél del Tattva “inferior” o más denso, correspondiente a la Cuarta Ronda, la de la Tierra.

Asimismo cada Tattva tiene una correspondencia predominante a cada uno de los “siete” siguientes: con las Siete Rondas, con las Siete Razas-Raíces, con los Siete Globos (de la cadena planetaria), con los Siete Principios Cósmicos, con los Siete Principios Humanos, y con los siete sentidos del hombre.

Pero esta correspondencia se aplica al Tattva básico o Principio-Elemento Original más bien que al producto familiar desarrollado en este plano.

Otro punto que observar: cada Tattva se desenvuelve, o tiene su origen en el Principio-Elemento Primordial, Ādi-Tattva, en un desenvolvimiento emanacional.

El segundo, Anupādaka-Tattva, surge del primer Tattva.
El tercero, Ākasa-Tattva, surge del segundo Tattva.
El cuarto, Taijasa-Tattva, surge del tercero Tattva. 
El quinto, Vāyu-Tattva, emana del cuarto Tattva.
El sexto, Āpas-Tattva, se origina del quinto Tattva.
El séptimo, Prithivī-Tattva, surge del sexto Tattva, 

Todo esto en secuencia emanacional, como se describe en la emanación del Sephirot.

En la siguiente tabla están numerados en secuencia emanacional descendente, con equivalentes en español:


Tattva

Elementos

1

2

3

4

5

6

7

 Ādi

 Anupādaka

 Ākasa

 Taijasa

 Vāyu

 Āpas

 Prithivī

Fuerza Primordial Universal

Espíritu

Éter

Fuego

Aire

Agua

Tierra



En la Filosofía Esotérica, Ādi-Tattva se considera como la fuerza que procede del Primer Logos o Logos Inmanifestado, y proporciona aquello que circunda a Brahma en su Huevo - el Sarva-mandala, también conocido como el Hiranyagarbha (“Huevo de Oro”).

El segundo Tattva se llama Anupādaka, un término compuesto que significa “sin padres”, no desde el punto de vista de la emanación, sino respecto a la individualización, puesto que esta es la primera manifestación externa de un Principio-Elemento.

El Anupādaka-Tattva es considerado como procediendo del Segundo Logos; mientras que Ākāśa-Tattva, la Fuerza Creativa que aparece en un universo ya manifestado, es la Fuerza del Tercer Logos (DS V, p.476; Vol. VI, p.134 en la edición Kier) .






OBSERVACIÓN DE CID

Me da la impresión que lo que Geoffrey Barborka escribió arriba es correcto, pero como es un tema que todavía no domino, no se los puedo asegurar.










¿QUÉ HACER CUANDO LA MEDITACIÓN NO FLUYE?


(Este artículo fue escrito por Alsibar quien ha estudiado mucho a los guías espirituales, y el texto original en portugués lo pueden leer en este link.)



En el siguiente texto, explicaremos brevemente la esencia de la meditación y la contribución de maestros modernos como Ramana y Krishnamurti a su comprensión y profundización.

A continuación analizaremos algunos factores que la dificultan o la facilitan, y también presentaremos algunas sugerencias y consejos que pueden ayudar al meditador en momentos difíciles. Finalmente, presentaremos una técnica premeditativa llamada el "Ejercicio de inmovilización", enseñada por Gurdjieff. ¡Disfrute de la lectura!



¿Qué es la meditación?

La meditación puede definirse como un estado de relajación profunda y descanso mental, en el que el EGO-PENSAMIENTO permanece temporalmente "inactivo". No es necesariamente un estado de NO PENSAR, sino un estado de completa consciencia y atención donde no hay un centro (ego) que traduzca, juzgue, interprete o nombre lo que ve.

Todos los grandes maestros del pasado enseñaron el valor y la importancia de la meditación. Buda y Jesús, por ejemplo, siempre hablaron de la importancia de la VIGILANCIA.

Estar vigilante es estar alerta, atento a todo, tanto interno como externo. Pero no es solo eso. Esta es solo una parte del proceso meditativo. Durante siglos, muchas personas meditaron incorrectamente. Esto resultó en tormento, conflicto y sufrimiento.

Fueron maestros modernos como Krishnamurti, Ramana Maharshi y Lahiri Mahasaya quienes ampliaron nuestro conocimiento de la meditación, señalando errores cometidos a lo largo de los siglos.

Krishnamurti y Ramana hicieron quizás la mayor contribución a la comprensión de la meditación. Según ellos, en la meditación no hay ego. De forma muy sencilla esto se puede explicar así: donde hay ego (inconsciencia) no hay meditación (consciencia), y donde hay meditación, no hay ego. Por lo tanto la ausencia de este último (el ego) es esencial para que se produzca la meditación.

En otras palabras, el ego-pensamiento impide la meditación. Sin embargo, en el momento en que tomamos conciencia de él (como deseos, impulsos y pensamientos) se debilita y su acción se limita.

Ramana deja muy claro que el ego es una ilusión. Solo existe en el estado mental de inconsciencia e ignorancia. Cuando nos volvemos plenamente conscientes, nos damos cuenta de que no hay ego allí. Lo que vimos fue una especie de engaño, resultado de nuestra inconsciencia.

Buda también enseñó lo mismo mediante el famoso ejemplo de la cuerda y la serpiente: el ego es similar al hombre que, en su engaño, confunde una cuerda con una serpiente.

De igual manera, Krishnamurti afirma en otras palabras: la meditación solo ocurre cuando no hay "observador" (ego), ni objeto observado, sino solo observación.

En resumen, la meditación se resume en una sola palabra: CONCIENCIA.





La dificultad para meditar

El problema que examinaremos ahora es qué hacer cuando la meditación no fluye. Es decir, ¿cuál es la mejor actitud cuando nos damos cuenta de que no somos capaces de tomar consciencia de nosotros mismos? Cuando tomamos consciencia de nuestra total inconsciencia y automatismo.

Aunque sabemos que no existen métodos fijos de meditación —lo cual es cierto—, esto no significa que no haya maneras de facilitar su nacimiento o surgimiento. La relajación es uno de estos caminos. Por eso, la mayoría de los métodos de meditación comienzan con ejercicios de relajación. Y de hecho, estos son preliminares, preparativos para que la meditación pueda "suceder".

En otras palabras, no todos los que se sientan a meditar están meditando realmente. A menudo, la meditación no fluye porque no puede ser controlada por el deseo, la voluntad o el pensamiento. Lo máximo que se puede hacer es sentarse en quietud (zazen). Pero incluso eso es difícil porque, incluso cuando el cuerpo físico está quieto, la mente permanece completamente activa.

¿Y qué sucede cuando la mente está muy activa? No podemos observar los pensamientos ni nada más porque nos dejamos llevar por el torbellino de imágenes, recuerdos, impresiones, ansiedad y estrés.

Ahora bien, si la meditación es un estado de plena consciencia, etonces cuanto mayor se encuentre la agitación de los pensamientos, más difícil será entrar en meditación. Por eso es absolutamente necesario un cierto nivel de relajación y descanso. Pero ¿cómo podemos lograr este nivel de tranquilidad en medio del ritmo caótico de la vida moderna?

Quienes han meditado durante muchos años probablemente hayan notado que la intensidad de la meditación está directamente relacionada con varios factores, a menudo difíciles de determinar e identificar.

Los estados internos, los cambios repentinos, las pérdidas, los niveles de energía, la fatiga, el estrés, la dieta, el entorno, etc., pueden influir en la meditación, induciéndola, intensificándola, debilitándola o incluso impidiéndola.

A menudo tenemos la impresión de que la meditación es un estado que no se puede controlar con la fuerza de voluntad. Y esto lo confirman todos los grandes maestros. Krishnamurti dijo que el medio es el fin; no están separados.

Nadie medita para alcanzar lo Desconocido. Meditar es adentrarse en lo Desconocido. Por lo tanto, no cabe duda de la naturaleza "incontrolable" de la meditación, ya que es un estado, una energía o un movimiento que no se somete a la voluntad ni a los caprichos de nadie.

Entonces, ¿cuál es la solución para quien quiere meditar pero no puede?

Primero, no se deben tener expectativas ni deseos de lograr "algo". La persona debe permanecer completamente desapegada, libre y relajada, minimizando la influencia del ego. Es en ese estado de silencio mental donde la meditación realmente comienza a fluir. Es desde ese silencio y tranquilidad que la energía de la meditación comienza a actuar. Pero alcanzar ese estado es muy difícil.

En resumen, no podemos controlar la meditación, pero sí podemos controlar el estado que crea las condiciones necesarias para su surgimiento. Es decir, el estado premeditativo. El que prepara el terreno para su florecimiento.

Existen varios consejos y sugerencias seguros, utilizados durante milenios por meditadores experimentados. Buda enseñó uno muy simple: tomar consciencia de la respiración. Consiste simplemente en ser consciente, prestando atención al aire que entra y sale por la nariz y la boca.

En yoga, se enseña una variante de este mismo ejercicio que tiene un efecto más poderoso e inmediato: la retención momentánea del aire inhalado en los pulmones durante unos instantes. Luego, exhala gradualmente por la boca, generalmente con la ayuda de un mantra, como "Sou-hum". Sou: inhalación. Hum: exhalación. Hazlo todo con naturalidad y sin exagerar. Recuerda: estos ejercicios son preliminares. No constituyen meditación en sí.





Técnica de Gurdjieff

Sin embargo, una de las técnicas más efectivas es el ejercicio "Alto" enseñado por Gurdjieff. En el sistema de Gurdjieff, este ejercicio debe ser coordinado por un instructor. Aunque puedes intentar este ejercicio solo, siempre que seas completamente serio y obedezcas sus reglas; de lo contrario, no funcionará.

El ejercicio es extremadamente simple, pero muy poderoso. Logra romper o reducir significativamente la cadena que nos ata al automatismo diario porque actúa simultáneamente sobre todos los centros: el motor, el intelectual y el emocional.

Los antiguos sabios sabían que somos un sistema integrado y que todo está directamente conectado: pensamiento, respiración, sentimientos y postura. Si cambiamos nuestros pensamientos, nuestra respiración, sentimientos y postura también cambiarán automáticamente.

De igual manera, si cambiamos el ritmo de nuestra respiración o nuestros sentimientos, esto alterará nuestros pensamientos y postura. Y si cambiamos nuestra postura, los otros tres también experimentarán cambios significativos.

El ejercicio "Alto" trabaja principalmente en posturas y movimientos automáticos, pero afecta a todos los demás centros, ya que puede actuar sobre las emociones, los pensamientos y el ritmo respiratorio de forma integrada e inmediata. Es como un tratamiento de choque para el ego. Puede utilizarse en momentos críticos de gran estrés, cuando necesitamos meditar o relajarnos, pero no podemos.

El ejercicio original es muy similar al juego de la "estatua". Cuando el maestro grita "¡Alto!", debes permanecer en la misma posición sin moverte hasta que de una segunda orden. En ese momento, debes tomar plena consciencia de ti mismo, de tu postura, pensamientos, sentimientos, sensaciones, sonidos, olores, etc.

Para realizarlo solo, debes hacer del recordatorio del ejercicio tu maestro. Así, cada vez que lo recuerdes, date la orden: "¡Alto!", y luego debes "detenerlo todo" y volverte completamente consciente o alerta.

Obviamente si estás conduciendo o haciendo algo que sea peligroso para tu integridad física, no puedes detener la actividad, solo permanece consciente de tus pensamientos, sentimientos, sensaciones, etc., en el momento exacto del recordatorio, durante el mayor tiempo posible.

A continuación se presenta el ejercicio original, tomado del libro escrito por P.D. Ouspensky, considerado uno de los discípulos más importantes de Gurdjieff:

« El ejercicio "Stop"

Los centros motor, intelectual y emocional

El hombre es incapaz de cambiar la forma de sus pensamientos y sentimientos hasta que haya modificado su repertorio de posturas y movimientos de pensamiento y sentimiento, y cada persona tiene un número determinado de ellos. Todas las posturas motoras, intelectuales y emocionales están interconectadas.

Es una ilusión creer que nuestros movimientos son voluntarios. Todos nuestros movimientos son automáticos. Y nuestros pensamientos y sentimientos también. El automatismo de nuestros pensamientos y sentimientos se corresponde precisamente con el automatismo de nuestros movimientos. Uno no puede cambiarse sin el otro.

Así, si la atención de una persona se centra por ejemplo, en transformar sus pensamientos automáticos, los movimientos y actitudes habituales intervendrán inmediatamente en el nuevo curso de pensamiento, imponiéndole las antiguas asociaciones habituales.

En circunstancias normales no podemos imaginar cuánto dependen mutuamente nuestras funciones intelectuales, emocionales y motoras, sin embargo somos conscientes de cuánto nuestros estados de ánimo y emocionales pueden depender de los movimientos y las posturas.

Si una persona adopta una postura que corresponde a un sentimiento de tristeza o desánimo, puede estar seguro de que pronto se sentirá triste o desanimada. Un cambio de postura deliberado puede provocar miedo, aversión, nerviosismo, o por el contrario puede provocar calma.

Pero como todas las funciones humanas —intelectuales, emocionales y motoras— tienen su propio repertorio bien definido y reaccionan constantemente entre sí, el hombre nunca puede escapar del círculo mágico de sus posturas.

Para contrarrestar este automatismo y controlar las posturas y movimientos de los diferentes centros, existe un ejercicio especial. Consiste en lo siguiente: ante una palabra o señal del maestro, previamente acordada, todos los estudiantes que la escuchen y vean deben suspender instantáneamente sus gestos, cualesquiera que sean, inmovilizándose en el mismo lugar y la misma posición en la que la señal los sorprendió.

Además, no solo deben dejar de moverse, sino también mantener la mirada fija en el mismo punto que miraban en el momento de la señal, mantener la boca abierta si estaban hablando, mantener la expresión facial, y si estaban sonriendo, mantener la sonrisa.

En ese estado de "parada", cada uno debe también suspender el flujo de pensamientos y concentrar toda su atención, manteniendo la tensión de los músculos de las diferentes partes del cuerpo al mismo nivel que antes, y controlándola en todo momento, por así decirlo, desviando la atención de una parte del cuerpo a otra.

Y deben permanecer en ese estado y posición hasta que otra señal acordada les permita retomar una actitud normal, o hasta que se desplomen por agotamiento. Hasta el punto de no poder mantener la actitud inicial por más tiempo. Pero no tiene derecho a cambiar nada, ni su mirada ni sus puntos de apoyo; nada.

Si no puede soportarlo, que caiga; incluso entonces, debe caer como un saco, sin intentar protegerse del impacto. De igual manera, si tenía un objeto en las manos, debe retenerlo el mayor tiempo posible; y si sus manos se niegan a obedecer y el objeto se resbala, esto no se considera una falta grave. »


Este es el ejercicio. Es muy sencillo, pero, paradójicamente, muy difícil de realizar. Sin embargo, todos los candidatos al despertar pueden y deben intentarlo para comprobar su eficacia.

¡Buena suerte!

Alsibar










LAS CASAS DONDE VIVIÓ BLAVATSKY






SU CASA NATAL

La casa donde Blavatsky nació el 12 de agosto de 1831 todavía existe y se encuentra en el centro este de Ucrania.

    ·        Información sobre su casa natal






SUS VIAJES

De 1849 a 1873 Blavatsky estuvo viajando por todo el mundo; hay poca información sobre ese periodo, pero les comparto este video donde se resumen sus viajes:








EN ESTADOS UNIDOS

Blavatsky por solicitud de su maestro se fue a vivir a los Estados Unidos, ella llegó a Nueva York el 7 de julio de 1873.

Blavatsky vivió en los Estados Unidos en varios inmuebles pero solo el último fue relevante.



1) Madison Street

Primero se instaló en una casa compartida por varias mujeres ubicada en el número 222 de Madison Street

La Sra. Elizabeth Holt, quien conoció a Blavatsky cuando ella llegó a Nueva York, narró lo siguiente sobre esa casa:

« Probablemente fue esta dificultad de encontrar un alojamiento adecuado lo que llevó a HPB a la casa en la que la conocí. Siempre me he preguntado cómo ella, una extraña recién llegada a Nueva York, había descubierto la existencia de esa casa.
 
La casa en sí era única y producto de esa época en particular. En aquellos días era difícil para las trabajadoras respetables y de escasos recursos encontrar un lugar adecuado donde vivir, por lo que unas cuarenta de ellas lanzaron un pequeño experimento de vida cooperativa.
 
Alquilaron una nueva casa de vecinos, en el número 222 de Madison Street, creo que fue una de las primeras construidas en Nueva York, y sin duda uno de un grupo de tres viviendas que fueron las primeras construidas en Madison Street.
 
Era una calle de pequeñas casas de dos plantas ocupadas por sus dueños, quienes estaban orgullosos de sus árboles de sombra y mantenían en orden sus jardines delanteros y traseros.
 
Aunque debo de precisar que el experimento cooperativo, al no contar con capital ni eficiencia empresarial, fracasó y duró sólo unos meses; las pequeñas casas fueron vendidas por sus propietarios que vieron la sombra del barrio marginal que se avecinaba, y fueron desalojadas y muchas de ellas fueron derribadas para dar cabida a viviendas, incluso antes de que desaparecieran las cooperativas.
 
 
Mi madre y yo pasamos el verano de 1873 en Saratoga. Para estar listas para la escuela cuando se abriera, en agosto me enviaron a casa, a la casa de Madison Street, donde teníamos una amiga que me tomaría bajo su amistosa protección, y allí encontré a Madame Blavatsky.
 
Hasta donde yo sé, ésta fue su primera parada en Nueva York. Ella tenía una habitación en el segundo piso y mi amiga tenía una habitación duplicada al lado de ella, por lo que se convirtieron en vecinas muy amigables.
 
Al ser una familia cooperativa, todos nos conocíamos familiarmente y manteníamos una habitación junto a la puerta de calle como sala de estar u oficina común, lugar de reunión de los socios y lugar donde se atendía el correo y los mensajes.
 
 
 
Recuerdos sobre Blavatsky

Mi pequeño apartamento estaba justo enfrente, de modo que veía mucho a Madame Blavatsky, que se sentaba en la oficina gran parte de su tiempo, pero rara vez estaba sola; era como un imán lo suficientemente poderoso como para atraer a su alrededor a todos los que pudieran venir.
 
La veía, día a día, sentada allí, liando sus cigarrillos y fumando sin cesar; llevaba una llamativa bolsa de tabaco, la cabeza de algún animal con pieles que llevaba colgada del cuello. Sin duda era una figura inusual.
 
Creo que debía ser más alta de lo que parecía, era ancha, tenía una cara ancha y hombros anchos, su cabello era de un castaño muy claro y arrugado como el de algunos negros. Toda su apariencia transmitía la idea de poder.
 
Últimamente leí en alguna parte el relato de una entrevista con Stalin; el escritor dijo que cuando entrabas a la habitación sentías como si hubiera un poderoso dinamo funcionando. Sentías algo así cuando estabas cerca de HPB, estoy seguro de que no analicé estas cosas entonces, pero mirando hacia atrás puedo constatar que había una especie de excitación reprimida en la casa debido a su presencia, una excitación totalmente agradable pero algo teñida de asombro.
 
El señor Leadbeater ha hablado de cómo Madame Blavatsky contaba extrañas historias sobre lo sobrenatural a sus compañeros de viaje durante sus viajes por mar, y que sus oyentes invariablemente pasaban por debajo y a través de los pasajeros del barco en grupos, nunca solos. Puedo dar testimonio de algo similar.
 
Mi amiga, la señorita Parker, era una dama escocesa-irlandesa, de poco más de treinta años, lógica, sensata, y según recuerdo, no dada a imaginar cosas; pero después de conocer bien a Madame Blavatsky, y probablemente escuchó algunas de estas experiencias (yo nunca escuché ninguna de ellas), cuando regresó a casa de sus negocios a última hora de la noche, prefirió subir los dos tramos de escaleras oscuras hasta su propia habitación, y ella se quedó toda la noche conmigo, ella admitió con toda franqueza que tenía miedo.
 
Me gustaría decir aquí que HPB a quien el coronel Olcott describió en sus “Viejas Hojas de un Diario” me parece una imagen perfectamente exacta de la HPB que yo conocí.
 
Madame Blavatsky se refería a menudo a su vida en París. Por un lado ella nos dijo que había decorado los aposentos privados de la emperatriz Eugenia; la imaginé vestida con blusa y pantalón, subida a una escalera y haciendo el trabajo real, y creo que esto es lo que nos contó, pero no puedo estar seguro de si dijo que ella misma hizo la pintura, los frescos, etc., o si simplemente los diseñó.
 
Posteriormente dio una demostración práctica de que tenía habilidad en las artes. Yo tenía un piano y Madame Blavatsky a veces lo tocaba, generalmente porque alguien se le acercaba para solicitárselo.
 
Ella describió a la gente que le pidió que lo hiciera, su vida pasada, y estos relatos deben de haber sido precisos ya que causaron una impresión muy profunda. Nunca escuché que ella les dijera su futuro, pero es posible que lo haya hecho sin que yo lo supiera.
 
Mi amiga, la señorita Parker, se sorprendió mucho cuando Madame Blavatsky le contó incidentes de su vida, que según mi amiga, sólo conocían ella y los muertos. Se la consideraba una espiritista, aunque nunca la escuché decir que lo era, pero las cosas que decía que tocaban esos temas eran más teosóficas que espiritistas.
 
La señorita Parker había perdido a su madre muchos años antes, y cuando le pidió a Madame Blavatsky que la pusiera en comunicación con su madre, la señora Blavatsky le dijo que le era imposible hacerlo, ya que su madre estaba absorta en cosas más elevadas y había alcanzado un estado en donde ya no podía enfocarse en el mundo físico.
 
Los espíritus de los que Madame Blavatsky hablaba continuamente eran los diaki, pequeños seres astutos equivalentes a las hadas del folclore irlandés, y ciertamente no humanos según la descripción que ella hacía de ellos y de sus actividades.
 
Madame Blavatsky continuamente se describía a sí misma como si estuviera bajo la autoridad de poderes invisibles. Había una gran moda del espiritismo en ese momento y la gente que la rodeaba pensaba que estos poderes invisibles eran sus "guías espirituales". Esta fue la conclusión más natural a la que llegaron las personas que nunca habían oído hablar de poderes directores invisibles fuera de la Iglesia o entre los espiritistas.
 
Nunca consideré a Madame Blavatsky una maestra ética. Por un lado era demasiado excitable cuando las cosas le parecían mal, y ella podía expresar su opinión con un vigor que resultaba muy inquietante. Aquí diría que nunca la vi enojada con ninguna persona o cosa a corta distancia. Sus objeciones tenían una cierta impersonalidad; incluso si se dirigía a alguien, esa persona generalmente era distante y la causa de la culpa era bastante evidente.
 
Por otro lado, cuando tenías un dilema mental o físico, instintivamente apelarías a ella, porque sentías su valentía, su falta de convencionalismo, su gran sabiduría y amplia experiencia, y su sincera buena voluntad, su simpatía por los desvalidos.
 
Me viene a la mente un ejemplo de este tipo: las dos viviendas cercanas a nosotros se estaban llenando, gente indeseable comenzaba a salir a la calle y el barrio cambiaba rápidamente. Una noche, una de nuestras jóvenes que regresaba tarde del trabajo, fue seguida por un hombre, y muy asustada finalmente se arrojó sin aliento sobre una silla de la oficina.
 
Madame Blavatsky se interesó en ella y sacó de algún pliegue de su vestido un cuchillo (creo que lo usaba para cortar tabaco, pero era lo suficientemente grande como para ser un arma de defensa formidable) y dijo que lo tenía para defenderse por si cualquier hombre tratara de abusar sexualmente.
 
 
 
Falta de dinero

En aquella época Madame Blavatsky estaba muy preocupada por el dinero debido a que los ingresos que recibía regularmente de su padre en Rusia habían cesado y ella se encontraba casi sin un centavo.
 
Tenía alguna idea de que esta condición era causada por las maquinaciones de alguna persona o personas en contacto con su padre, y se expresó sobre estas personas con el vigor habitual.
 
Algunas de las personas más conservadoras de nuestra casa sugirieron que, después de todo, dado que Madame Blavatsky era una aventurera, lo único que se podía esperar era que estuviera falta de dinero.
 
Pero mi amiga, la señorita Parker, a quien Blavatsky llevó con ella ante el cónsul ruso, me aseguró que en realidad Madame Blavatsky era una condesa rusa, y que el cónsul conocía a su familia y había prometido hacer todo lo posible para ponerse en contacto con ellos y averiguar cuál era la dificultad.
 
Y puedo decir aquí que la retención de sus ingresos fue causada por la muerte de su padre y el consiguiente tiempo requerido para arreglar sus asuntos, y que esta demora continuó hasta que Madame Blavatsky abandonó el 222 de Madison Street.
 
 
El dueño de nuestra casa era el señor Rinaldo, quien personalmente cobraba sus alquileres y así conoció a nuestra gente. Como todos los demás, él se interesó por HPB y le presentó a dos jóvenes amigos suyos.
 
Ellos venían muy a menudo a verla y le eran de ayuda práctica, sugiriéndole y ofreciéndole trabajo. Le hicieron diseñar tarjetas publicitarias con imágenes para ellos y para otros. Creo que estos señores tenían una fábrica de cuellos y camisas, pues la tarjeta que mejor recuerdo era de figuritas vestidas con los cuellos y camisas de su manufactura. Creo que éstas fueron las primeras tarjetas publicitarias con imágenes utilizadas en Nueva York.
 
Madame Blavatsky también intentó realizar trabajos ornamentales en cuero y produjo algunos ejemplos muy finos e intrincados, pero no se vendieron y abandonó el trabajo en cuero.
 
 
Por esta época ella completó la novela inacabada “Edwin Drood” que Charles Dickens no había terminado cuando murió en 1870. Tengo la impresión de que estos amigos judíos de Madame Blavatsky eran espiritistas y que la instaron a completar el libro con ayuda espiritual.
 
Ella tenía una mesa larga en su habitación privada y la vi durante días, tal vez semanas, escribiendo constantemente página tras página de un manuscrito. Me dijeron que ella estaba terminando “Edwin Drood” y que los espíritus la estaban ayudando.
 
Más tarde, la señorita Parker me prestó una copia del libro, un libro forrado en papel de 9 x 5,5 pulgadas.
 
Tanto Harper como Appleton publicaron series similares de libros populares, y no puedo decir qué editorial publicó el libro de Madame Blavatsky.
 
La señorita Parker quería que yo señalara la línea en la que Madame Blavatsky retomaba la historia, y me la señaló cuando no pude hacerlo.
 
En los últimos años, leí en The New York Times Book Review un relato de una secuela de “Edwin Drood” escrito en 1873 por un tal Sr. James de Brattleboro, Vermont, bajo influencia mediúmnica. Creo que este debe ser el volumen que vi escribir a Madame Blavatsky, aunque el autor del artículo afirmó haber conocido al Sr. James. »
(Theosophist, diciembre de 1931, p.257-266)



El coronel Olcott relató:

« La señorita Ballard quien conoció a Blavatsky cuando acababa de desembarcar en Nueva York, me contó que Blavatsky vivía en una miserable casa de obreros en una calle pobre de Nueva York [222 Madison Street] ganándose honradamente la vida haciendo corbatas. Esto era en julio de 1873.

En octubre de ese año, su querido padre, que siempre se había mostrado paciente e indulgente hacia H.P.B., murió, y el 29 del mismo mes H.P.B. recibió un telegrama fechado en Stavropol en el que su hermana Elisa le daba la noticia y le informaba del importe de su herencia, anunciándole el envío de un cheque de mil rublos.

H.P.B. recibió el dinero por correo y dejó su alojamiento por otro mejor en la City, Unión Square, calle 60 East, Irving Place, etc. En este último domicilio es donde la encontré al volver de la granja de los Eddy. »
(Hojas de un Viejo Diario I, cap. 2)


Pero antes de irse a vivir a Irving Place, Blavatsky vivió en otros inmuebles.





2) Henry Street

Blavatsky se hospedó brevemente en la casa de una viuda francesa en Henry Street.

La Sra. Holt relató:

« Poco después de esto, y mientras Blavatsky todavía tenía dificultades financieras, conoció y trabó amistad con una dama francesa, una viuda, cuyo nombre no he encontrado. Juntas [el 14 de octubre de 1874] viajaron a la granja de los Eddy donde en ese momento se encontraba el coronel Olcott.

Esa viuda vivía a poca distancia, en Henry Street y se ofreció a compartir su casa con Blavatsky hasta que pasaran las dificultades económicas; Blavatsky aceptó»
(Theosophist, diciembre de 1931, p.257-266)
  



3) 14th Northeast Street

Poco después, Blavatsky recibió dinero de Rusia y se mudó a la esquina de la calle 14 noreste y la Cuarta Avenida. La casa era muy sencilla, con una licorería en el piso de la calle y los dos pisos superiores alquilados como habitaciones amuebladas.

La Sra. Holt relató que:

« A esta casa me llevó la señorita Parker para visitar a Madame Blavatsky, y aunque yo era un pequeña victoriana, recuerdo que me pregunté si sería bastante respetable aventurarme en una casa encima de un salón, pero debo añadir para mi crédito que me alegré muchísimo ir.
 
Allí encontré a Madame Blavatsky en una habitación mal amueblada del último piso, su cama era un catre de hierro, y al lado de su cama, sobre una mesa, había un pequeño armario con tres cajones.
 
Blavatsky estaba muy excitada porque ese mismo día su habitación había estado en llamas; Dijo que le habían prendido fuego deliberadamente para robarle. Después de que el incendio se extinguió y los bomberos y los extraños curiosos se fueron, descubrió que le habían robado su valioso reloj y su cadena.
 
Cuando se quejó ante el propietario de la taberna, que era su casero, éste le dio a entender que nunca había tenido un reloj que perder. Nos dijo que les pidió a “Ellos” que le dieran alguna prueba que pudiera mostrarle a su arrendador y convencerlo de que realmente había perdido su propiedad, como ella lo afirmaba.
 
Inmediatamente apareció ante ella una hoja de papel del tamaño habitual de las máquinas de escribir, toda gris de humo salvo manchas blancas, del tamaño y forma de un reloj y una cadena e indicando que después de que el fuego había oscurecido el papel, el reloj y la cadena habían sido levantados, dejando al descubierto las manchas blancas que habían cubierto.
 
Continuó contándonos que cuando necesitaba dinero, sólo tenía que pedírselo a “Ellos” y encontraba lo que necesitaba en uno de los cajones del pequeño armario que había sobre su mesa.
 
No pude entender esto. Siempre había escuchado el “Ellos” explicados por las personas que estaban a su alrededor como refiriéndose a sus “Espíritus Guías”; naturalmente pensé que hablaba de ellos. Sabía cuán urgentemente necesitaba dinero y no podía comprender cómo esa afirmación podía ser cierta. No sabía nada del Ocultismo, sus promesas ni el altruismo que exige de sus seguidores.
 
Algún tiempo después de esto, supe que Madame Blavatsky fue a Ithaca, para entregarle al profesor Corson, de la Universidad de Cornell, un anillo que le confió uno de sus misteriosos directores, que la identificaría como una auténtica mensajera de ellos.
 
Pero mi visita a HPB fue la última vez que la vi. A partir de ese momento su vida ha sido bien conocida y descrita por otros. »
(Theosophist, diciembre de 1931, p.257-266)





4) 16th East Street

La dirección número 124 de la calle 16th East Street aparece en una carta de Blavatsky fechada el 27 de octubre de 1874. No he encontrado más información al respecto.





5) Filadelfia

En abril de 1875, Blavatsky se casó sin deseo (ella dijo que por motivos kármicos) con un importador georgiano llamado Michael Betanelly y vivió durante unos meses en la casa que él tenía en Filadelfia, ubicada en el número 3420 de Sansom Street.

En junio Blavatsky cayó gravemente enferma lo que provocó una violenta inflamación del periostio y la gangrena de una parte de la pierna.

Blavatsky abandonó definitivamente a su marido inmediatamente después de su curación milagrosa y regresó a Nueva York.





6) Irving Place

Blavatsky se instaló en un edifico situado en Irving Place, pero no tengo claro qué número porque el coronel Olcott escribió que era el número 60, el historiador teosófico W. Dallas TenBroeck escribió que era el número 46, y en una carta de Blavatsky fechada el 10 de noviembre de 1874, aparece el número 23 o 236.

William Judge relató:

« Mi primer contacto con H.P. Blavatsky comenzó en el invierno de 1875. Ella vivía entonces en unos apartamentos en Irving Place, Nueva York, Estados Unidos. Tenía varias habitaciones con baño privado. Las habitaciones delanteras daban a Irving Place y las traseras al jardín.

Mi primera visita fue al atardecer, y la vi allí entre un gran número de personas que siempre se sentían atraídas por su presencia. Se oían varios idiomas entre ellas, y la Sra. Blavatsky, mientras conversaba con soltura en ruso, aparentemente absorta, de repente se volvía e interrumpía con una observación en inglés una conversación entre otras personas sobre un tema distinto al que ella estaba tratando. Esto nunca la perturbaba, pues enseguida volvía a su conversación en ruso, retomándola justo donde la había dejado. ww
(Incidentes en la Vida de HPB, cap. 8)





7) 34th West Street

Luego Blavatsky se mudó a un edifico ubicado en el número 433 de la calle 34th West Street.

William Judge relató:

« Poco después de conocerla, ella se mudó a la calle 34, y mientras estuve allí la visitaba con frecuencia. En esas habitaciones solía oír los golpes en muebles, cristales, espejos, ventanas y paredes, que suelen acompañar a oscuras las sesiones espiritistas.

Pero con ella, ocurrían a la luz, y nunca excepto cuando ella lo ordenaba. Y tampoco se les podía inducir a continuar una vez que ella les ordenaba que pararan. Demostraban inteligencia, y a petición suya cambiaban de débiles a fuertes, o de muchos a pocos a la vez.

Permaneció en la calle 34 solo unos meses, y luego se mudó a la calle 47, donde permaneció hasta su partida a la India en diciembre de 1878»
(Incidentes en la Vida de HPB, cap. 8)


« HPB antes de mudarse al lugar desde donde luego partió hacia la India a finales de 1878, ella vivió un tiempo en la calle 34 cerca de la Novena avenida , en Nueva York, en un piso modesto.
 
Mientras vivía allí se llevó a cabo el funeral del barón de Palm, descrito completamente por el coronel Olcott en sus Hojas de un Viejo Diario, que atrajo gran atención y un sinfín de comentarios en los periódicos»
(Path, noviembre de 1893, p.237-239)





8) La Lamaseria

Y finalmente Blavatsky y Olcott se mudaron a la lamasería.

William Judge comentó:

« Los visitantes no cesaban de acudir a donde ella vivía, primero en Irving Place, luego en la calle 34, y por último en la calle 47 y la 8va Avenida»
(Boletín de la ST Española, enero de 1935, p.6-12)


Blavatsky y Olcott rentaron unos apartamentos en el edificio número 302 de 47th West Street, y que hace esquina con la Octava Avenue. Blavatsky en el primer piso y Olcott en el segundo piso. Y ahí vivieron desde junio de 1876 hasta diciembre de 1878, cuando partieron a la India.

Este edifico un periodista lo apodó "La lamasería" (nombre que se le da a los monasterios budistas tibetanos) debido a que Blavatsky y Olcott afirmaban que su religión era el budismo, algo que en ese entonces era muy inusual entre los occidentales.

Ahí es donde Blavatsky asistida por Olcott escribió su obra "Isis Develada", y también se produjeron muchos fenómenos.

    ·        Información sobre la lamasería


A petición del Chohan Serapis, Blavatsky y Olcott se fueron a vivir a la India; junto con dos otros miembros de la recién formada Sociedad Teosófica se embarcaron el 17 de diciembre de 1878 y partieron de Nueva York rumbo a Inglaterra.

Hicieron escala en Londres donde se hospedaron durante dos semanas en la casa del Dr. y la Sra. Billing, y luego prosiguieron su viaje rumbo a la India.







EN INDIA

En India Blavatsky vivió principalmente en tres casas: dos en Bombay y la tercera en Adyar.


Bombay

Desembarcaron en Bombay el 16 de febrero de 1879. Inicialmente se instalaron en uno de los barrios nativos de esa ciudad, pero no he encontrado información sobre esa casa lo que indica que no fue relevante.

En diciembre de 1880 se mudaron a un casa conocida como "El nido del cuervo" (Crow's Nest) que se convirtió en el primer cuartel general bien establecido de la Sociedad Teosófica.

    ·        Información sobre Crow's Nest



Adyar

A finales de 1883 trasladaron la sede central de la Sociedad Teosófica a Adyar que es un barrio en el sur de la ciudad Chennai, ubicada en el estado Tamil Nadu situado en el sur de India

El 17 de diciembre, Blavatsky y Olcott partieron en tren de Bombay hacia Adyar y llegando el día 19; en la comitiva iban los Coulomb y Damodar.

    ·        Información sobre la sede en Adyar


En febrero de 1884 Blavatsky y Olcott llevaron a cabo una larga gira por Europa y ellos regresaron a Adyar a finales de 1884 para lidiar con el ataque que efectuaron los misioneros con la complicidad de los Coulomb contra Blavatsky.

Pero el coronel Olcott y la junta directiva de Adyar le prohibieron a Blavatsky defenderse y consideraron que las cosas se calmarían si la alejaban de la india, por lo que la exiliaron a Europa.

El 1 de abril de 1885 Blavatsky partió de la India rumbo a Italia con el Dr. Franz Hartmann, la Sra. Mary Flynn y el indio Babaji (Blavatsky ya estaba muy débil para poder viajar sola).







EN EL CONTINENTE EUROPEO

En el continente europeo Blavatsky vivió principalmente en dos casas; una en Wurzburgo y otra en Ostende.

El 23 de abril de 1885 llegaron a Nápoles donde Blavatsky y Hartmann se hospedaron en un hotel que resultó ser muy abusivo, por lo que al poco tiempo se trasladaron a otro hotel más hospitalario (el Hotel Vesuvio) ubicado en el municipio Torre del Greco, donde permanecieron durante un mes.

Luego Hatmann se fue a Kempten, Baviera, Alemania, para visitar a sus familiares.


Wurzburgo

Blavatsky se fue a Wurzburgo, Alemania, donde ahí residió durante un año dedicándose a escribir "La Doctrina Secreta".

En mayo de 1886 ella partió de Wurzburgo para estar unas semanas en la residencia de la familia Gebhard, quienes la habían invitado y ellos vivían en Elberfeld, Alemania; y ahí Blavatsky se quedó hasta el 8 de julio de 1886.



Ostende

Luego ella se fue a vivir a Ostende, un puerto que está en Bélgica, en una casa ubicada en el número 10 de Villa Nova, Boulevard Van Isgham.

Casi no hay información de esas casas, pero la condesa Constance Wachtmeister quien cuidó a Blavatsky durante esos años habló un poco al respecto en sus Memorias:








EN INGLATERRA

En Inglaterra Blavatsky vivió en tres casas londinenses.

Blavatsky fue convencida por los teósofos ingleses de irse a vivir a Inglaterra y ella fue trasladada a Londres el 1 de mayo de 1887 (ya estaba muy enferma para poderse mover sola).


Primera casa

Primero vivió en una casa conocida como "Maycot" perteneciente a la escritora británica Mabel Collins, la cual está el número 77 de Elgin Crescent, Crownhill, Upper Norwood, al sur de Londres.

Allí Blavatsky permaneció un poco más de cuatro meses con algunos de sus seguidores. Ella continuó escribiendo "La Doctrina Secreta", sus alumnos Archibald y Bertram le ayudaron a estructurar y editar esa obra.

En mayo se fundaron la Logia Blavatsky y la editorial Theosophical Publishing Company.

    ·        Información sobre Maycot



Segunda casa

Pero esa casa quedaba lejos por lo que a inicios de septiembre de 1887 Blavatsky fue trasladada a una casa más céntrica ubicada en el número 17 de Lansdowne Road, en Holland Park, Notting Hill, en Londres.

Ahí se estableció la Logia Blavatsky, se fundó la Sección Esotérica, se inició la revista "Lucifer", se publicó "La Doctrina Secreta", Blavatsky dio sus explicaciones de esa obra que luego se transcribieron en un libro, y ella escribió la mayoría de sus últimos libros.

    ·        Información de esa casa


En el verano de 1889 Blavatsky fue invitada a Francia donde estuvo unas semanas en Fontainebleau, cerca de Paris, y en donde ella escribió "La Voz del Silencio".



Tercera casa

La casa de Lansdowne Road estaba quedando muy pequeña para recibir a las personas cada vez más numerosas que visitaban a Blavatsky, por lo que en julio de 1890 Blavatsky fue trasladada a una casa más grande situada en el número 19 de Avenue Road, St. John’s Wood, en Londres, para que se convirtiera en la nueva sede de la Logia Blavatsky.

Blavatsky vivió allí durante su último año y falleció el 8 de mayo de 1891.

    ·        Información de esa casa