RICHARD HODGSON DESCRITO POR WILLIAM BROWN


 
William Brown fue un joven hombre escocés que se interesó por la teosofía y él estuvo viviendo en la Sede Central de la Sociedad Teosófica, en Adyar, cuando el comisionado de la SPR (La Sociedad para las Investigaciones Psíquicas de Londres) fue a la India para investigar a Blavatsky y los fenómenos que allá se producían,
 
Y sobre este comisionado (o sea Richard Hodgson), el señor Brown señaló lo siguiente:
 
 
« En primer lugar, permítanme decir que estoy bien calificado para emitir un juicio sobre este asunto, ya que yo estoy familiarizado con todas las partes involucradas.
 
Habiendo sido atraído por la sabiduría y la belleza de las cartas de Koot Hoomi que se transcribieron en el “Mundo Oculto” y habiendo conocido al Sr. Sinnett en Londres, salí para la India a finales de 1883, con el propósito expreso de probar la verdad de la Filosofía Oculta y de los fenómenos paranormales.
 
Salí por mi cuenta y en gran medida contra los deseos de mis hermanos y amigos presbiterianos escoceses que deseaban que yo continuara con mi profesión que es la de abogacía. Pero aún así viajé a la India con un espíritu tranquilo e imparcial, ni predispuesto para apoyar a Madame Blavatsky, ni tampoco tener la satisfacción de demostrar que ella es un fraude.
 
Permanecí en la India durante quince meses: viajé por todo el país y vivía en la Sede Central con Madame Blavatsky y el Coronel Olcott; me hice amigo de Damodar y del resto de los discípulos; comparé notas de vez en cuando con mi compañero investigador, el Dr. Franz Hartmann de Alemania.
 
También conocí al Sr. Hodgson de la SPR cuando él fue a la India para investigar sobre los fenómenos que se producían en la Sociedad Teosófica, y yo intenté ayudarlo en sus investigaciones; y también fui miembro de la Junta de Control que destituyó a los Coulomb de la Sociedad Teosófica por fraude y corrupción.
 
En cuanto a la filosofía y el desarrollo de la moral, nadie la cuestiona. Es lo mismo ahora que cuando Jesús hizo sus "milagros"; porque las leyes naturales no cambian, sin embargo, por períodos de tiempo, pueden escapar de la percepción humana. Por lo tanto, la tarea que tengo ahora ante mí es deshacerme de las personalidades del caso, si puedo, de tal manera que demuestre que los principios no están afectados y absolver a las personalidades de acusaciones falsas e injustas.
 
Así es que a continuación menciono los hechos:
 
 
En base a su propia confesión y declaración, es un hecho que los Coulomb son unos engañadores fraudulentos. Y ellos fueron expulsados de la Sociedad Teosófica por esa razón.
 
El Sr. Hodgson de la SPR es un joven de mi edad (28), culto y amable, pero que no estaba preparado para emitir un juicio certero con respecto a los poderes psíquicos y los fenómenos ocultos, por la razón de que él, de antemano no aceptaba la existencia de tales posibilidades.
 
Es un hombre bien intencionado, como la mayoría del pensamiento materialista, pero que no encontraba otra explicación para el aspecto oculto de la naturaleza que no fuera catalogar a ese acontecimiento como inexistente o fraude.
 
El coronel Olcott cometió un gran error cuando él invitó a un miembro de una sociedad de principiantes a pronunciarse acerca de las verdades "milagrosas". Y él y la Sociedad Teosófica han tenido una buena causa para darse cuenta de su error de juicio y aprovechar la experiencia obtenida.
 
Pero tampoco nadie cuestiona la buena fe del coronel Olcott. Mi opinión sobre él es que es un hombre justo, elocuente y honorable.
 
Sin embargo, se supone que Damodar ha sido cómplice del engaño de Madame Blavatsky. Pero para alguien que conoce a Damodar, como yo, esto es simplemente absurdo. Damodar es vegetariano y casto por completo, y sus escritos muestran la gran sinceridad y seriedad de su propósito. Él tuvo que hacer grandes sacrificios renunciando a su casta y a su herencia para unirse a la Sociedad Teosófica.
 
¿Y para qué?
 
Para ninguna recompensa visible, ya que ningún colaborador de la Sociedad Teosófica recibe una fracción de salario, y Damodar trabajó siete horas al día como secretario del registro conjunto. Así que verdaderamente Damodar puede decir que la virtud es su única recompensa y que es algo real para él, hacer el bien por el puro bien. »
(The Religio-Philosophical Journal, 16 de octubre de 1886, p.2)
 
 
 
 
« Cuando el Dr. Richard Hodgson, de la Sociedad de Investigación Psíquica declaró que Madame Blavatsky era un impostora, y cuando en Madrás, en la India, el Sr. y la Sra. Coulomb me revelaron a mí y a los demás las trampillas y los paneles deslizantes, que ellos declararon que habían preparado para la producción de los "fenómenos" bajo las propias instrucciones de Madame Blavatsky; yo sentí y sabía que el asunto no era así de sencillo, ya que había fenómenos psíquicos que ni el Sr. Hodgson ni la Sra. ni el Sr. Coulomb podían explicar de ninguna manera. »
(The Religio-Philosophical Journal, 23 de julio de 1887, p.2)
 
 
 
 
« Y aunque el Coronel Olcott, la Señora Blavatsky y los Coulomb no se encontraban en el Cuartel General de Adyar, nosotros seguimos recibiendo cartas de los maestros.
 
Por ejemplo el 2 de agosto de 1884 se recibieron dos cartas con la letra bien conocida de Kuthumi, la primera era para el Dr. Hartmann y el Sr. Lane Fox conjuntamente, y la segunda era solo para el Sr. Lane Fox. Y copias de estas cartas efectuadas por mí en ese momento están en mis manos.
 
La carta para el Dr. Hartmann y el Sr. Lane Fox se refiere a una disputa que había surgido entre Damodar y yo, y lo que escribió el maestro fue lo siguiente:
 
« Damodar tiene indudablemente muchos defectos y debilidades como los demás. Pero él está desinteresadamente dedicado a nosotros y a la causa y se ha vuelto extremadamente útil para Upasika (Blavatsky).
 
Su presencia y asistencia son indispensablemente necesarias en el Cuartel General. Su yo interior no tiene el deseo de dominar, aunque el exterior actúa de vez en cuando por ese exceso de celo que ejerce indiscriminadamente sobre todo su entorno, ya sea pequeño o grande.
 
Sin embargo, debe recordarse que por inadecuados que sean nuestros "instrumentos" para nuestro propósito total, aún así son los mejores disponibles ya que no son más que las evoluciones de sus tiempos. Y aunque sería más deseable tener mejores "medios" para que actuemos, pero eso solo depende de los simpatizantes por la causa teosófica y de qué tan lejos estén dispuestos a trabajar desinteresadamente para ayudarla en su trabajo superior, y así acelerar el enfoque hacía un día lleno de acontecimientos.
 
Bendiciones a todos los trabajadores fieles en la Sede.
 
K.H. »
 
 
Y el siguiente pasaje es de la carta al Sr. Lane Fox:
 
« Sí, tienes razón en tu suposición. Dejamos que cada humano ejerza su propio juicio y gestione sus asuntos como lo considere conveniente. Cada humano es el creador de su propio karma y el maestro de su propio destino. Cada humano tiene que superar sus propias pruebas y sus propias dificultades en este mundo; y estas mismas pruebas y dificultades ayudan a su autodesarrollo al llamar sus energías hacia la acción, y finalmente es él mismo quien determina el curso de su evolución superior. »
 
 
Ahora bien, es interesante preguntar:
 
 
¿Dónde estaba Madame Blavatsky cuando se recibieron estas cartas?
 
Y la respuesta es que ella estaba en Europa.
 
 
¿Y dónde estaba el coronel Olcott?
 
Él también estaba en Europa
 
 
¿Y dónde estaban los Coulomb?
 
Los Coulomb ya habían sido expulsados.
 
 
¿Pudo Damodar haberlas escrito?
 
Damodar no es capaz de admitir que él tiene "fallas y debilidades".
 
 
Así es que todas esas acusaciones que se han hecho de que ellos escribieron las cartas de los maestros son falsas.
 
_ _ _
 
 
Permanecí en la India hasta enero de 1885, y junto con otros investigadores recibí la mayor satisfacción. Y sobre la existencia del Adepto Kuthumi obtuve todas las pruebas deseables, y estoy convencido de la solidez de la enseñanza teosófica.
 
Solo resta agregar que me fui de la India casi al mismo tiempo que el Sr. Hodgson, y pienso que el Sr. Hodgson cree sinceramente en el informe que él preparó sobre los fenómenos de la Sociedad Teosófica, pero debido a su incompetencia para tratar sobre temas ocultos y psíquicos (probablemente derivado de un entrenamiento materialista), me temo que va engañar a un muy importante grupo de pensadores. »
(The Religio-Philosophical Journal, 29 de enero de 1887, p.2)
 
 
 
 
 
 
DECLARACIONES POSTERIORES
 
Desafortunadamente el señor Brown posteriormente se adhirió a una congregación católica muy dogmática, e influenciado por sus nuevos mentores, él cambió totalmente su discurso. Pero contradiciéndose mucho con sus nuevas aseveraciones:
 
« Fue en el año 1884 que los "teósofos" se entristecieron. Ellos se establecieron durante este período a unas siete millas de la ciudad de Madrás en un bungalow, por el cual algunos teósofos habían pagado cuando Blavatsky y Olcott decidieron hacer un viaje a Europa. Dejaron el "relicario", como parece, a cargo de una ama de llaves, llamada Coulomb, quien, mientras sus empleadores estaban en Inglaterra, revelaron al público de Madrás ciertas "trampas" y "paneles deslizantes" conectados con el sagrado mueble.
 
(Aquí ya se le olvidó a Brown que él mismo en sus anteriores artículos atestiguó que la señora y el señor Coulomb fueron expulsados porque se descubrió que ellos estaban construyendo esas trampas para culpar a Blavatsky, y que a pesar que ni los Coulomb ni Blavatsky ni Olcott se encontraban en los siguientes días en la Sede de Adyar, aún así él y los demás miembros siguieron recibiendo las cartas de los maestros de manera paranormal.)
 
Tantas revelaciones relacionadas con el tema hicieron que los Mahatmas o los Magos se retirasen por completo al Tíbet, y desde entonces no se supo más de ellos. Madame aseguró de ese modo en Madrás que su regreso a esa ciudad probablemente daría lugar a investigaciones públicas que ningún teósofo de mente recta podría contemplar sin arrepentirse.
 
La Sociedad para la Investigación Psíquica es una asociación de damas y caballeros bien intencionados, algunos de ellos con reputación de aprender. Debe su existencia a la curiosidad excitada por la Teosofía y otros cultos de este tipo. El profesor Sidgwick de Cambridge, el profesor Barrett de Dublín y otros investigadores psíquicos, quedaron perplejos por las maravillas de la magia tibetana, y decidieron probar, lo mejor que pudieron, las pretensiones de los magos.
 
Para muchas personas, sus investigaciones concienzudas pueden haber parecido superfluas, un desperdicio de energía útil sobre un tema transparentemente inútil. Pero se merecen cualquier elogio debido a la exposición de un engaño, que engañó a nadie excepto a los completamente fatuos.
 
En el verano del año fatal de 1884, uno de los "psíquicos", el Dr. Hodgson, de la Universidad de Cambridge, por cuya honestidad y equidad de propósito podemos responder.
 
(Aquí Brown se está contradiciendo, porque en sus artículos anteriores, él precisó que Hodgson era muy incompetente para investigar estos fenómenos debido a que ese individuo era un acérrimo materialista que a todo lo paranormal lo catalogaba como fraude.)
 
El Dr. Hodgson salió de Inglaterra hacia la India, armado con un mandato de su Sociedad, para investigar las maravillas hindúes. Y se le indicó que se familiarizara con los neófitos hindúes, que escuchara a todos los testigos, que examinara en persona el "relicario" de Madrás, el depósito indio del fenómeno tibetano.
 
Él siguió sus investigaciones según las instrucciones, y obtuvo una variedad de testimonios, más o menos confiables, y examinó en persona el "relicario" con sus "paneles deslizantes". »
(El Lyceum católico de Dublín, noviembre de 1889, p.54-57)
 
 
 
Esto último que dice William Brown también es falso porque el relicario ya había desaparecido meses antes de que llegara el señor Hodgson, como lo señaló William Judge:
 
« En cuanto llegué a la India tomé cartas en el asunto: hice una inspección exhaustiva y al final quité el relicario, colocándolo en un cuarto adyacente, del cual esa noche desapareció. Y estoy hablando de meses antes de la llegada de Hodgson a la India.
 
Si él vio eso que pensaba ser una parte del relicario, es porque se trató de una broma que el doctor Hartmann organizó para atrapar a un investigador tan descabellado. Pero Hartmann no se quedó con nada del relicario.
 
Hodgson describe un agujero en la pared tras el relicario. Pero en realidad no había ninguno ya que él recibió su información de fuentes secundarias. En la segunda pared detrás del relicario se encontraba una abertura no terminada y rodeada de fragmentos de moldura, tal como el señor Coulomb lo había dejado cuando lo detuvimos. »
(El Index de Boston, 11 de Marzo de 1886)
 
 
 
 
 
 
OBSERVACIÓN
 
Las falsedades y contradicciones que dice William Brown en su último artículo, me hacen considerar que ahí él ya no está siendo sincero, como en cambio parece que si lo fue en sus primeras declaraciones, las cuales además coinciden con lo que afirmaron otros testigos que también estuvieron en Adyar durante ese periodo.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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