Actualmente hay un grave problema con el uso de las substancias químicas, particularmente en los alimentos, ya que estos productos generan cáncer. Esto en gran medida la ciencia ya lo ha descubierto y con ello ha desencadenado toda una serie de cambios de pensamiento en la población, en donde la gente toma cada vez más conciencia de la importancia de disponer de alimentos libres de productos químicos (que son los pesticidas, los conservadores, los colorante, etc.).
Y
esta revolución social todavía no ha terminado y de hecho va a requerir de
varias generaciones para terminar de concretizarse, porque hay poderes
económicos establecidos en el mundo que no quieren ceder aunque eso implique afectar la salud de los humanos.
El
problema es que la creación de esas substancias químicas está en las manos de individuos
que se ha generado una riqueza colosal gracias a ello (me refiero a las
industrias químicas). Y estas enormes fortunas sirven al mismo tiempo al mantenimiento
de varias sociedades (gracias por ejemplo a los impuestos que pagan).
Lo
que implica que un gobierno no puede de repente y de un solo golpe, ordenar a
toda una cadena industrial, de dejar de producir tal pesticida o tal colorante,
aunque sepa que es dañino para la salud, y aunque sepa que este producto se
encuentra al interior de vuestra lata de conserva, de vuestro guisado e incluso
de vuestro pan. Y así ya no son alimentos nutritivos lo que comen, sino venenos
disfrazados de comida.
No
quiero arruinarles el apetito la próxima vez que vayan a comer, pero tengo que
hacerles tomar conciencia que ustedes son el lugar en donde todo un grupo de
hombres ambiciosos toman su riqueza. Y por lo tanto si no quieren seguir siendo sometidos
por esos individuos, ustedes mismos tienen que buscar cambiar el estilo de vida que impera en
la sociedad (ya que nadie más lo va a hacer).
De lo contrario, el cáncer seguramente va a perdurar todavía durante bastantes
generaciones, debido a que ni las empresas, ni los gobiernos están dispuestos a hacer
los cambios que se requiere y que consisten en eliminar todo rastro químico de
los alimentos.
¿Pero quién es capaz
de efectuar tales cambios?
Es
muy difícil para los políticos llevar a cabo esas reformas, porque eso
significaría no sólo atacar a todo un grupo poderoso de industriales, sino
también significaría empobrecer a la sociedad, ya que hay personas que viven de
esas industrias, empleados que trabajan en ellas.
¿Y cómo compensar esa
pérdida de puestos de trabajo?
¿A dónde poner a esa
gente desempleada?
¿Y cómo alimentar a
esas familias mientras tanto?
Es
un verdadero dolor de cabeza.
Y es por eso que el
desarrollo de la humanidad, se efectúa muy paulatinamente.
Seguido
nos reclaman de por qué los Maestros no hacemos cambios contundentes para que
todo vaya mejor. Pues bien, aquí está la razón: porque la sociedad está
estructurada de tal manera que no se pueden efectuar cambios bruscos sin que
eso ocasione caos.
A menos que…
A menos que sean
ustedes mismos quienes se agrupen y decidan hacer el cambio.
Como lo vimos, los
políticos no pueden tomar la decisión. En cambio el pueblo puede decir por
ellos.
¿Y de qué manera?
De
una manera muy simple. Hagan valer su derecho de consumidor. Y rechacen comprar
alimentos en donde haya colorantes, conservadores y todas esas substancias
químicas. Y escríbanle a quien los fabrica:
«
Estimado fabricante,
Ya
no compro más tu salchicha porque tiene colorantes, saborizantes, sodificantes.
Y todos esos “antes” NO son buenos para mi salud, y no me importa que me
muestres certificados que digan que son inofensivos, porque esas mismas
organizaciones que dicen eso, se la pasaron durante más de
cincuenta años diciendo lo mismo con el plomo arguyendo que no era dañino (obviamente influenciadas por los consorcios químicos) hasta que finalmente tuvieron que reconocer que el plomo sí es muy nocivo y prohibieran su uso.
Sabes, cuando
era mi abuela quien me preparaba la salchicha, de lo único que me preocupaba
era de que me fuera a engordar, porque estaba deliciosa, pero le ponía mucha
grasa. Pero la tuya, aunque sea “baja en grasas” ya no la quiero más mientras
que le sigas poniendo todas esas substancias químicas. Dame una salchicha que
sea 100% natural y te la volveré a comprar. Pero tu cosa química disfrazada de
salchicha ya no la quiero más. »
Y
si así son cientos, miles, millones. Verán que los empresarios serán obligados
a cambiar. Y el cambio se efectuará sin grandes desastres de desempleo, porque
los industriales químicos van a buscar nuevas zonas para sus actividades, lo que
evitará perdidas de trabajo.
Y
es que el poder y la gestión de un país y de su avenir, es algo que se
encuentra a mitad entre las manos de los políticos y a mitad entre las manos
del pueblo (cuando éste se encuentra mentalmente despierto).
Y
es así que hay una multitud de decisiones que su presidente, sus ministros, sus
industriales, sus banqueros y sus financieros no pueden tomar. Porque aunque
sean decisiones buenas para las personas, estas generarían desequilibrios en la
sociedad que causarían caos. En cambio, si ustedes mismos como pueblo, como
ciudadanos hacen los cambios por ustedes mismos. Entonces la transformación
puede efectuarse sin trastorno y a los dirigentes no les quedará más remedio
que aceptarlo y seguirlos.
Y eso es lo que se
puede verdaderamente llamar:
EL PODER DEL PUEBLO
Verán,
lo que más teme un dirigente, frente al futuro, frente a la historia, frente a
su pueblo y también frente a su responsabilidad: es la destrucción de la
sociedad.
¡Y Dios sabe que la
sociedad es fácil de preservar y fácil de destruir!
El
verdadero político sabe por lo tanto (porque tiene la visión exacta a causa de
su intuición, a causa de su talento político y también a causa del dominio que tiene
de esa actividad). Él sabe por lo tanto lo que debe de evitar para preservar el estado de
una sociedad. Y por consiguiente, no se atreverá a tomar decisiones aunque
estas sean buenas para la salud del pueblo, si eso genera desempleo.
Es tan simple como
eso.
Porque
una masa de gente que se encuentra sin empleo, es una masa desesperada, es una
masa que entra en pánico, es una masa que tiene problemas, es una masa que es cortada
de sus medios de creatividad. Y es una sociedad que se va desintegrando paulatinamente, y no
solamente por el riesgo de que estallen revueltas, sino principalmente por una pérdida de
creatividad en las personas (lo que hace que la gente se rebaje a hacer cosas
cada vez más desdeñables). Y en los libros de historia, el político supo muy
bien leer entre líneas y comprender que lo que provocó la decadencia de tal o
tal civilización, no fue solamente el estado de guerra en el que vivía esa
nación constantemente, pero fue sobre todo la falta de productividad que generó
a su vez una falta de creatividad en ese pueblo.
Entonces
la etapa actual que el mundo conoce (puesto que se habla mucho del desempleo)
es una etapa delicada. Oh, tranquilícense, ya que se los aseguro, en este nuevo
periodo no hay un riesgo de derrumbe de la sociedad. Sin embargo, hay que saber
que debido a este declive de la civilización actual, los niños que van a ser
engendrados, de manera general, van a disponer de una vibración física, astral e
intelectual menor, ya que ese efecto siempre sucede.
(La
razón la explico en reencarnación vs sobrepoblación)
Esto
significa que este declive de la sociedad va a atraer a la Tierra a almas más jóvenes,
más inmaduras, que producirán más problemas. Ahora bien, si hay suficientes
personas responsables para guiarlas, educarlas y mantenerlas supervisadas. El
problema puede ser limitado. Pero como nos dirigimos cada vez más hacia menos y menos de
altruismo, y al contrario hacia cada vez más y más de egoísmo. Por lo tanto la
sociedad se ocupará cada vez menos de los jóvenes, y por consiguiente un estado
de crisis será inevitable.
Y en el futuro se generará una especie de crisis
moral que vendrá de esta crisis social. No tanto de la filosofía o del esoterismo,
sino que será una crisis moral en donde las personas querrán redimensionar su
identidad como ciudadanos, y
es que las personas ya no saben qué pensar a propósito de su ciudadanía.
Antes
las cosas estaban claras y tranquilizaban: Dios estaba en la iglesia, el
presidente en su puesto y el ciudadano en su hogar. El ciudadano iba a
trabajar, el ciudadano iba a rezar y el mundo giraba normal. Pero he aquí que
ahora el presidente ya no es quien dirige a la sociedad debido a que se
encuentra superado por fuerzas más poderosas que él, me refiero a los consorcios
industriales, a los consorcios comerciales, a los consorcios financieros, y
también a los carteles criminales. En resumen, a todas las diversas mafias que imperan en la Tierra.
Así
que las personas ya no saben qué pensar de su ciudadanía, ya que si después de
todo, hay un presidente que ya no dispone verdaderamente de un poder real (puesto que es sometido por esos grupos de poder y esto es válido para todos los
presidentes de la Tierra). Entonces,
¿No sería más
adecuado que fuera él mismo, como ciudadano y humano que es, quien debería de poder administrar
su ciudad, su nación y su planeta?
Y
las próximas décadas van a ser muy delicadas en ese aspecto, y es a causa de
ello que habrá zonas de sublevación e incluso algunas revoluciones que no podré
calificar de sangrantes, ya que ese no será el deseo de la gente (debido a que
no estarán animados por el deseo de matar) pero aún así habrá derramamientos de
sangre. Simplemente porque en una multitud que se mueve y está enojada, siempre
hay accidentes, siempre hay individuos que van a querer agredir y pelear, pero
no será una guerra civil, sino que será un estado de crisis: el hombre frente a los
poderes que lo tienen oprimido: el poder industrial, el poder financiero, el
poder criminal…
Y
poco a poco los humanos van a querer deshacerse de todo eso, para crear una
especie de poder del pueblo. Un poco como lo idealizaba el pensamiento
comunista, aunque para nada los humanos van a querer regresar a los sistemas
comunistas ni revivirlos de sus cenizas.
(Esto
debido a que los gobiernos comunistas pretendían ser democracias comunitarias,
pero en realidad fueron dictaduras en donde el poder lo detenía, no un solo
individuo sino un grupo de personas. Y es que para que haya verdaderamente democracia,
se requiere que la mayoría de los ciudadanos se hagan responsables de la administración
de su país y no simplemente releguen el asunto a los políticos. Por lo tanto se
requiere de seres más maduros que estén dispuestos a asumir los sacrificios de
tiempo y esfuerzo que requiere ese compromiso.)
Y
así, a medida que sociedad por sociedad, nación por nación, esta crisis será
vivida, el verdadero presidente podrá emerger con su función natural. Ya que
el pueblo, por su rebelión, podrá derribar a estos poderes de su posición.
(Aunque
me temo que antes de que eso ocurra, primero habrá una concentración mayor de esos
poderes a través de la globalización y el neoliberalismo.)
La
mafia es muy fuerte en el mundo. Y no me refiero solamente a la mafia creada por los maleantes. También existe la otra mafia de cuello blanco, la cual no
necesariamente se ejerce utilizando el crimen, pero que comete daños igual de
nocivos para la sociedad a través de la corrupción que genera y a través de la especulación
abusiva que espolia a los ciudadanos.
Esa
mafia se oculta bajo muchos velos y muchas caras. Y por el momento la justicia
humana no puede hacer nada contra esos bandidos de cuello blanco, porque las leyes no consideran que
esos individuos cometen un acto criminal. Y por consiguiente se requiere de leyes que determinen a partir de qué momento un industrial, un
banquero o un financiero se vuelven criminales, cuando toman tal o tal
decisión.
¿Pero existen
actualmente leyes así?
No o muy pocas y
ambiguas.
Porque
los empresarios quieren conservar la libertad de comercio y de decisión. Y todo
eso es bueno en sí. No se podría considerar que el pueblo a partir de mañana, vaya
a dirigir, decidir y controlar absolutamente todo con los industriales, los
patrones y los financieros. Eso no es conveniente. Eso sí terminaría por arruinar a una sociedad.
(Como sucedió con los
países comunistas)
Entonces
hay que esperar. Esperar a que los hombres maduren, a que los hombres
despierten, a que los hombres evolucionen. Para que puedan entonces destituir a
esos poderes, pero sin destruirlos. Sino simplemente cambiando la fórmula para que
la ética y la responsabilidad se integren plenamente en la ecuación. Pero es cierto que
para lograr eso se necesita de mucho tiempo, y mientras tanto, se genera bastante sufrimiento.
Lo reconozco. Sin embargo, los verdaderos creadores en la Tierra:
¡SON LOS PROPIOS
HUMANOS!
Ustedes
son quienes tienen un contacto directo con la materia y con su planeta. Ustedes
son quienes generan esos sistemas y que incluso se vuelven los piones de eso
sistemas, por vuestro letargo y por vuestra falta de responsabilidad hacia la
sociedad.
Entonces,
¿Quién mejor que ustedes
para transformarlos y regenerarlos esos sistemas?
¡Así que dejen de estarle exigiendo al Cielo de resolver ese asunto!
¿Cómo quieren que los ángeles resuelvan problemas que ustedes ocasionan en el plano físico, cuando ellos no pueden descender más
allá del plano etérico?
¿Para qué pedirle a
un ángel que no sabe lo que es levantarse a las siete de la mañana para ir a trabajar, que no tiene que lidiar con el tráfico y que no comprende por qué es tan difícil
abrir una lata de sardinas?
(Risas
del público)
¡No es su mundo!
Justamente por eso el reino humano descendió hasta la materia. Porque los humanos son el enlace entre el mundo sutil y el mundo físico. Por lo tanto, tienen que dejar de actuar como niños berrinchudos y asumir vuestras responsabilidades, ya que son ustedes mismos quienes tienen el contacto directo con vuestra materia y vuestro planeta.
El ángel en cambio, como el ser divino que es, les va a proponer un sistema más
elevado. Y de hecho eso es lo que hace cada vez que lo invocan. El ángel trata
de inspirarlos para que sepan cómo generar ese sistema más armonioso. Pero en
cuanto a la acción, eso depende de ustedes.
Y
es que como se los digo: el poder de acción en la Tierra depende de los propios humanos. Del
hombre y de su madurez. Del hombre y de su valor. Del hombre y del amor que es
capaz por los suyos, ya sea simplemente hacia su familia o hacia toda la
humanidad y su planeta.
¡El
poder de un pueblo es magnífico!
Y yo no
quisiera de un pueblo que de repente se enfurece, sale a gritar a las calles y
se pone a derribar todo. Se pone a derribar al gobierno, se pone a derribar a los empresarios y se pone a derribar todo lo que
encuentra en su camino.
No
Esa no sería la
solución
(Ya
que la historia nos ha mostrado que el pueblo al comportarse así, solamente hace que
cambie la organización que detiene el poder y que los mantiene sometidos.)
En
cambio, los animo mucho a que de manera pacífica pero decidida le digan NO a
esos poderes.
Y
así por ejemplo, en el caso de los consorcios industriales, díganle no al
fabricante y escríbanle:
« Me propones una
lata de conserva donde hay más productos químicos que nutrientes para digerir. Te
digo no y te lo digo. Tú el industrial químico y tú el fabricante: coman
ustedes mismos su producto generador de cáncer. »
(Risas)
Y
a medida que más y más de ustedes vayan tomando posición y manifiesten su
posición. A los industriales no les quedará otra opción que cambiar de actitud.
« Bueno, ya no les complace
más mis guisos llenos de productos químicos. Pues entonces ahora les voy a hacer
guisos que sean verdaderamente nutritivos. »
Y
así habrán cambiado el sistema sin violentar a persona, sin romper ningún poste
de señalización o quemado algún coche en las calles. Y he ahí que un buen día comen algo saludable
y en un gran estado de armonía.
Aunque por
supuesto, en este tipo de transformaciones, no se puede evitar algunos
destrozos porque siempre habrá gente bélica que querrá expresar su
inconformidad, manifestándose en la calle y peleándose contra los policías que
vigilan. E incluso irán a agredir a los políticos. Eso es lo que sucederá.
Ya
que los políticos, viendo que cada vez pierden más y más, no tanto su
autoridad, sino sus medios de comunicación con el pueblo. Y viendo que ya no
logran convencer a las personas, van a tratar de ir más a su encuentro.
Actualmente se conocen los congresos, las reuniones públicas y los informes del
gobierno, pero buscarán hacer encuentros más cercanos: tendrán conversaciones en
las calles, visitaran a los hogares, harán pasajes en las fábricas, y cada vez
más los políticos serán agredidos. Y no será raro que un trabajador aproveche
la ocasión de tener de cerca a un político para darle de coscorrones.
Mi héroe en esa
categoría es Muntazer al Zaidi
Solo que debió de entrenar
más su tino antes :D
Y desde
entonces se instauraron nuevas reglas para antes de ir a visitar al presidente:
“Favor de dejar sus zapatos antes de entrar en la Casa Blanca”
(Bromeo)
Entonces,
a medida que un estado de crisis se va a ir instalando, aquellos que todavía
estaban en amodorramiento, van a comenzar a despertar su ira por los abusos que
también en ese momento los habrán afectado. Pero al mismo tiempo, una masa de gente
enojada que desciende a las calles es algo difícil de manejar.
Si
ustedes sienten esa ira subir en su interior, vívanla como la quieran
experimentar. Yo no voy a dirigirlos ni a juzgarlos. Pero si ustedes no sienten
esa ira, entonces no se junten a la masa colerizada, pero tampoco sean pasivos.
Manifiesten vuestra inconformidad a vuestra manera. Demuestren que son la parte
del pueblo pacifista, pero también la parte del pueblo inconforme que no
desiste.
(Y
de hecho cuando se une la gente de manera inteligente para decirle NO a los poderes que dominan el mundo,
su influencia es mucho más imponente que cuando salen sólo a manifestar. Así por
ejemplo, hubo muchas manifestaciones en todo el mundo en contra de la intención de Estados
Unidos de atacar a Irak, miles de personas salieron a las calles pero de nada
sirvió todo ese tumulto.
En
cambio, si los pueblos del mundo hubieran boicoteado a las empresas
estadounidenses durante una semana, les puedo asegurar que el Imperio americano
habría renunciado a su proyecto de invasión. Sólo que para lograr eso, se
requiere que los humanos se unan y sean activos de manera más perspicaz.)
Pero
para llegar a ese nivel, tienen que volverse adultos y ya no pensar que hay que
relegar las soluciones a los demás y pasársela repitiendo:
« Pero ellos deberían
de hacer esto y no eso, y también deberían de hacer aquello, y no deberían de hacerme esto, pero en cambio sí deberían de darme aquello, etc, etc. »
Tienen
que entender una vez por todas que cuando se encuentran en la Tierra,
inevitablemente hay hombres egoístas que terminan incluso siendo malos, que también
hay muchos humanos letárgicos y perezosos, y que aquellos seres que se
encuentran más despiertos, por anhelo de armonía y bienestar, deben de ser
activos para hacer progresar a todo ese mundo.
Y es que cuando
ustedes comprenden que el mal cósmico NO existe, pero que en cambio SÍ existen los
hombres malos. Entonces, se vuelven al mismo tiempo mucho más fuertes y capaces
para tomar las decisiones correctas. Ya que mientras que ustedes piensen que el
mal cósmico existe, entonces se la pasan pidiéndoles a los ángeles y a Dios que
resuelvan el asunto. Y mientras tanto no ven la malicia que hay en los hombres.
Así
ustedes llegan completamente ingenuos frente al otro y lo reciben con los brazos
abiertos pensando que de esa manera son muy cristianos, pero sin observar a ese individuo con más
atención. Sólo miran la linda forma en que sonríe, el bello color de su traje y
le entregan vuestra confianza aceptando como cierto todo lo que les dice. Hasta
el día en que descubren que fueron traicionados, porque el hombre que estaba en
frente de ustedes en realidad era un tipo egoísta que buscó como engatusarlos para dañarlos y todo arrebatarles.
En
cambio, si ustedes piensan no en el “mal cósmico” (o sea que Dios tiene que
hacerse cargo). Sino que al contrario, comprenden que hay hombres malos, porque
estos se vuelven así debido a las elecciones que toman en sus vidas, debido a sus
fracasos, y también debido a los sufrimientos que han endurado. Entonces en ese momento, dejan
de pasársela suplicando a Dios que venga a salvarlos, y eso los vuelve por
consiguiente más despiertos para saber cómo actuar para no ser lastimados.
Y
es que es el hombre el quien fracasa, es el hombre el quien termina por volverse ruin
y malo. La sociedad es por lo tanto una historia de hombre a hombre y no una historia de
hombre a Dios.
Y
los humanos que no han comprendido eso se la pasan reclamando:
«
Oh Dios, ¿pero por qué no me protegiste de ese hombre que resultó ser un ruin bandido
y que se robó todo en mi casa?
Se
llevó hasta los juguetes de los niños.
¿Por qué no consideró
ese hombre aunque sea a los niños?
¡Es
que tú no puedes Dios tan siquiera considerar y proteger aunque sea a los niños! »
Esa
no es la forma correcta de pensar, porque el mal no es un problema generado por
Dios, sino generado por los hombres. Y la Jerarquía divina no tiene el derecho
de ir en contra del libre albedrio del que disponen los humanos.
En
cambio lo que sí puede hacer la Jerarquía divina y que de hecho lo hace constantemente sin cesar,
es de ofrecerles, ya sea en forma de vibraciones, ya sea en forma de enseñanzas:
todas las formas posibles para que se conviertan en seres humanos despiertos, alertas
y conscientes. Para que así puedan identificar el mal y derribarlo.
Algo
que lograrán por cierto de manera mucho más eficiente y eficaz que cuando se la pasaban rogándole
al Cielo suplicándole para que los viniera a salvar del mal que impera en la Tierra.
¡Así que la solución está en ustedes mismos para eliminar ese mal!
(Maestro
Pastor, 27-09-92)