La humanidad actualmente de manera general vibra en el astral, viviendo las experiencias de la vida de una forma emocional rudimentaria. Su siguiente paso evolutivo consistirá en elevar progresivamente la vibración de su consciencia al plano mental, en donde los seres humanos vivirán las experiencias de la vida en una forma de elevada comprensión.
Ahora, no porque se eleven al plano mental cambiará la forma de reproducirse. Seguirán siendo hombres, seguirán siendo mujeres y seguirá habiendo apareamiento, pero las sensaciones no serán para nada las mismas. La experiencia no será más vivida a nivel de los sentidos y de esa descarga de placer que los humanos conocen tan bien.
La experiencia será más bien como una fusión de dos energías, una fusión de dos almas, una fusión de dos vidas engendrando una tercera vida. Y esa fusión no tiene nada que ver con la noción de orgasmo, de placer carnal. Tiene que ver con el éxtasis y es muy diferente.
El placer sensual y el éxtasis son completamente diferentes, aunque se utilicen los mismos instrumentos que son los cuerpos. Sin embargo, este éxtasis experimentado durante la relación sexual sólo puede generarse en la medida en que los individuos tratan de posicionarse en un nivel mental. Entonces, las energías activadas por los chakras, que son a nivel de los diferentes órganos, se fusionan pero sobre el plano mental, mientras que si la persona tiene posicionada su conciencia en el plano astral, la energía activada por los chakras sólo se experimentará en el plano astral.
(Actualmente se puede alcanzar un cierto estado de éxtasis por medio de técnicas avanzadas del taoísmo sexual. El más famoso instructor es Mantak Chia.)
Cuando procrean posicionados en el astral, obtienen niños predominados por el plano astral. Si procrean posicionados en en el mental, obtienen niños predominados por el plano mental.
Afortunadamente esta ley no es inquebrantable, de lo contrario no podría haber evolución. Así que cuando se acerca el final de un ciclo, independientemente del nivel evolutivo de los padres, los niños llegan más avanzados, por ejemplo niños posicionados en el mental mientras que los padres siguen posicionados en el astral, pero esto solo ocurre en cada fin de ciclo, para que haya un desarrollo espiritual y un relevo vibratorio. Durante en el interior del ciclo, los hijos engendrados corresponden con el nivel vibratorio de la evolución de sus padres.
Otro aspecto que cambiará es que la procreación será planificada por los padres. En la actualidad la mayoría de los niños son engendrados por accidente o dejando que la naturaleza decida. En cambio cuando la humanidad haya en general elevado su consciencia al plano mental, la procreación será reflexionada, analizada, predeterminada y predestinada.
Actualmente podrá parecer aberrante que todo se controle y pensaran que se pierde el encanto de la espontaneidad que diferencia al humano del robot, sin embargo deben comprender que si se quiere hacer bien algo hay que planificarlo en avance. Intenten construir un rascacielos o un puente sin reflexión, análisis o control y verán el desastre que será.
Es por eso que la humanidad en su estado actual no permite a las almas adquirir verdaderamente el desarrollo supremo en la espiritualidad. Porque los humanos estando todavía apegados a la sensualidad, engendran con una descarga de placer asociado con lo sentimental, mientras que en el futuro, la explosión que generará la procreación será una explosión espiritual, en vez de ser una explosión emocional.
Ahora, tampoco hay que que pensar que los niños engendrados en el plano mental serán forzosamente mejor que los niños que hoy conocemos. Atención, no hay que mezclar todo. Esto no quiere decir que en la actualidad humanos muy avanzados no puedan surgir porque las personas engendran en el plano astral. Los seres humanos engendran actualmente a nivel astral, porque es en el nivel que han alcanzado y les toca.