Y
en otra carta el maestro Kuthumi dio más detalles al respecto de ese recorrido:
« Sin
embargo, y corrigiendo lo que hasta aquí has expresado, diré que — una vida en
cada una de las siete razas-raíz; y una vida en cada una de las 49 sub-razas, o 7
x 7 x 7 = 343, y agrega 7 más. Y luego una serie de vidas en razas ramales y
ramificaciones; todo eso haciendo un total de 777 encarnaciones del hombre en cada
estación o globo de la cadena planetaria.
Más
el hecho que el principio de aceleración y retardación se aplica de tal manera, que elimina
a todas las estirpes inferiores dejando solamente una superior para efectuar el
último anillo (Raza-Raíz).
Y entonces comprenderás que eso no es mucho para distribuirlo en
unos cuantos millones de años que el ser humano pasa en el planeta.
Tomemos
tan solo un millón de años (periodo sospechado y ahora aceptado por tu ciencia)
para representar el término completo de existencia del hombre sobre la Tierra
en esta cuarta Ronda.
Y
asignando un promedio de un siglo para cada reencarnación, entonces encontramos
que mientras la suma de todas sus vidas en nuestro planeta (en esta Ronda)
arroja la cifra de 777 x 100, o sea 77’700 años.
En
cambio en las esferas subjetivas el humano ha estado 1’000’000 - 77’700, o sea
922’300 años !!!
¡Lo cual es muy poco
estimulo para los extremados reencarnacionistas modernos que pretenden recordar
sus varias vidas anteriores!
Y
en caso de que quieras hacer algunos cálculos, no olvides que más arriba
solamente hemos computado un promedio de vidas completas efectuadas por el alma
con consciencia y responsabilidad.
Nada
se te ha dicho en cuantos a los fracasos que resultan a consecuencia de los
abortos, de los idiotas congénitos, de la muerte de niños en sus primeros
ciclos septenarios, etc. Ni tampoco se te ha mencionado de las excepciones de las
que por el momento no te puedo hablar.
Y
no debes de olvidar que el promedio de una vida humana varía muchísimo de
acuerdo a las Rondas.
Y
aunque yo esté obligado a rehusarte información sobre muchos aspectos. Si tú
llegas a desentrañar algunos de los problemas por ti mismo, será mi deber
decírtelo. Trata de resolver el problema de las 777 encarnaciones. »
(CM
14, p.83)
Y
en otra carta el maestro Kuthumi añadió:
« Toda
Individualidad Espiritual tiene que realizar un gigantesco viaje evolutivo, y
llevar a cabo un tremendo progreso giratorio. Primero, al comienzo mismo de la
gran rotación Mahamanvantárica, y desde el primero hasta el último de los
globos de la cadena terrestre, ya que en cada uno de ellos tiene que pasar a través
de siete razas-raíces sucesivas.
Y cada
una de estas siete razas-raíces emite siete ramificaciones procedentes de la Rama
Matriz, y a través de cada una de ellas, el humano tiene que evolucionar antes de
pasar a la etapa siguiente, y esto lo tiene que repetir siete veces.
Y
puedes por la sorpresa abrir mucho tus ojos, mi buen amigo que has sido instruido en la doctrina cristiana, y sentirte perplejo por lo que te estoy diciendo, pero esto
es así. Las ramificaciones tipifican variantes especímenes de humanidad (tanto física
como espiritualmente) y ninguno de nosotros puede pasar por alto un solo
peldaño de esa escala evolutiva.
Pero
con todo esto, la reencarnación no es de la manera como la enseña la vidente de
Londres — la Sra. Ana Kingsford, ya que los intervalos entre los renacimientos
son demasiado inmensurablemente largos para permitir las ideas fantásticas que
ella cuenta al respecto. »
(CM
18, p.119)
Tengan
en cuenta que esto que escribió el maestro Kuthumi no debe de tomarse de forma
literal porque para interpretarlo se requeriría de claves que el maestro no
reveló. Y es que como lo precisó Blavatsky:
« Los
datos exactos todavía no serán dados debido a que estos pertenecen a los
misterios de las iniciaciones y a los secretos de la influencia oculta de los
números. »
(CW
XIII, p.306)
Pero
a pesar de ello hay cuatro informaciones relevantes que podemos resaltar:
1)
Contrario a la creencia que se encuentra actualmente muy extendida en las religiones orientales y también en muchas
personas, de que los humanos vuelven rápidamente
a reencarnar (por lo general se considera de unos minutos a unas décadas).
En
realidad los humanos tardan muchísimo más para volver a reencarnar, y aquí el
maestro Kuthumi señaló un promedio de 1200 años.
2)
La segunda información relevante es que por regla general los humanos tenemos
que pasar por las diferentes razas ramales que se van formando a medida que va
procediendo el desarrollo de la humanidad.
Y
esto me recuerda que en otra carta el maestro Kuthumi también mencionó que las
mónadas animales reencarnan en especies cada vez más evolucionadas. O sea que
con los animales (y también los vegetales y los minerales) sucede un proceso parecido, nada más que cada mónada con su
reino respectivo.
El
objetivo de las mónadas animales al final de su ciclo de reencarnaciones es
volverse humanas, y el objetivo de las mónadas humanas al final de su ciclo de
reencarnaciones es volverse seres divinos.
3) La tercera información relevante es que la duración de la reencarnación varía mucho a lo largo de la evolución. Y así por ejemplo el maestro Pastor especificó que durante la civilización atlante los humanos vivían por mucho más tiempo debido a diversos factores.
Y yo sospecho que las largas vidas que aparecen en el Antiguo Testamento y que progresivamente se fueron acortando simbolizan ese reducimiento en la duración de sus reencarnaciones que los humanos han estado experimentando a lo largo de estos últimos milenios.
4)
Y la cuarta información relevante es que el número 777 si parece ser una cifra
importante ya que Blavatsky en otra carta le escribió al señor Sinnett:
« Había
inconsistencias aparentes precisamente porque todavía no se te había dado la
clave de las *777* y es porque en ese entonces no se te la podía dar. »
(CM135,
p.464)
¿SE PUEDE DEJAR DE
REENCARNAR?
El
maestro Kuthumi dice que no se puede:
« Nadie
puede librarse de la reencarnación. »
(CM
17, p.117)
Pero
en cambio lo que si se puede hacer es acelerar tu evolución para que así salgas
más rápidamente del ciclo de las reencarnaciones:
« Esta cansada sucesión de reencarnaciones, por lo siglos de
los siglos debe de recorrerse de un extremo al otro, hasta que el ser humano
alcance el final de la séptima ronda, o logre en el ínterin el nivel de
desarrollo de un Arhat, luego el de un Buddha, y quede así liberado por una
ronda o dos. »
(CM 25, p.196)
Pero
esto solo te permitirá dejar de reencarnar durante la actual cuarta ronda, y
cuando comience el inicio de la quinta ronda, tendrás que regresar a la Tierra para proseguir con tu evolución (al igual que toda la humanidad) y tendrás que reinciciar con un nuevo ciclo de reencarnaciones, solo que de un nivel más elevado.
Para
darles una analogía, es como si un niño se adelantara mucho en sus estudios al punto
de pasar los exámenes finales a mitad del año, y por consiguiente el resto del
año escolar él ya se la pasaría de vacaciones, mientras que sus demás
compañeros seguirían estudiando hasta el final del año.
Pero luego al inicio
del siguiente año escolar, ese niño tendría que regresar a la escuela para continuar
con sus estudios al igual que sus demás compañeros. La diferencia es que él tuvo mucho más vacaciones que el resto.
Y
Kuthumi precisó que el único que ha logrado adelantarse, pero no solamente una
sino dos rondas, ha sido el Señor Buda:
« Él logró el nivel de desarrollo que alcanzarán los humano
en la sexta ronda. Y al haber recorrido con tan buen éxito la carrera en sus
encarnaciones anteriores, sobrepasó incluso a sus predecesores. Sin embargo un
hombre como éste únicamente se encuentra en un billón de creaturas humanas.
Él difería de los otros hombres
tanto en su apariencia física como en su espiritualidad y conocimiento.
Sin embargo, incluso él, solamente
pudo interrumpir temporalmente su ciclo de encarnaciones en el planeta, y
cuando los hombres entren en el Nirvana después de haber alcanzado el nivel de
desarrollo de la sexta ronda, y luego regresen para comenzar el ciclo de
desarrollo de la séptima ronda. El gran Maestro Buddha tendrá que reunirse con
ellos.
Solamente que, y puesto que para
ayudar a la salvación de los humanos, él renunció a la bienaventuranza y el
descanso que procuran el Nirvana. Él renacerá en un grado mucho más
elevado. »
(CM 17, p.117)
¿EN CUÁNTO TIEMPO SE
VUELVE A REENCARNAR?
Los
instructores teosóficos especificaron que los humanos tardan usualmente de 1200
a 1500 años para volver a reencarnar, pero esto es solo un promedio que engloba
grandes diferencias.
Y
el maestro Kuthumi explicó que la duración en el mundo divino depende de varios
factores:
« La
estancia en el Devachan es proporcional a los impulsos psíquicos no agotados
originados durante la vida en la Tierra, y aquellas personas cuyas atracciones
hayan sido predominantemente materialistas, serán atraídas más pronto de vuelta
hacia el renacimiento por la fuerza de Tanha
(que es el deseo de tener experiencias terrenales). »
(CM
25, p.200)
Esto
significa que mientras más enriquecedora haya sido tu vida en la Tierra en
conocimientos, experiencias, desarrollo y espiritualidad, más tiempo
vas a permanecer en el mundo divino antes de volver a reencarnar.
Pero
el maestro Kuthumi también especificó que otro factor muy importante es el
karma:
« Lo
que serán las vidas en el Devachan y en la Tierra es en cada caso determinado
respectivamente por el karma. »
(CM
25, p.196)
« El
periodo en el Devachan dura en proporción al buen karma, después del cual la
mónada reencarnará de nuevo.
¿Y por cuánto tiempo
dura ese estado de beatitud?
Por
años, décadas, siglos y milenios, y frecuentemente multiplicados por algo más.
Todo depende de la duración del karma [y de los impulsos psíquicos que trajo
consigo la persona].
Llena
por ejemplo de aceite la tacita de un niño y los depósitos acuíferos de toda
una ciudad, y luego enciende una mecha en ambos y ve cual de las dos mechas
arderá por más tiempo. Indudablemente el segundo caso tardará mucho más.
Pues
bien, lo mismo sucede aquí. El humano es la mecha y el karma y los impulsos son
el aceite. Y la gran diferencia que hay entre los dos ejemplos que te acabo de mencionar
(la pequeña taza y el gran deposito) es para sugerirte la gran diferencia que
existe de “carburante” entre las diferentes personas y por consiguiente las
grandes diferencias de duración que van a tener en el Devachan.
Ya
que todo efecto debe de ser proporcional a su causa, y como los términos de
existencia encarnada del hombre representan solamente una pequeña proporción
respecto a sus periodos de existencia ínternatal en el ciclo manvantárico (o sea
el periodo que permanece es el mundo divino).
Eso implica que los buenos pensamientos, palabras y acciones de cada una de esas
reencarnaciones sobre el globo, son causativos de efectos en las esferas de
reposo, y cuyo agotamiento requiere de mucho más tiempo del que ocupó generarlos.
Por
lo tanto cuando leas en los Jats y
otras historias “fabulosas” de las
Escrituras budistas, que aquella o la otra buena acción fue recompensada por
Kalpas de varios dígitos de bienaventuranza, no sonrías ante lo que para los
Occidentales les parecerá una absurda exageración, sino que ten en mente lo que
te acabo de decir. »
(CM
16, p.106)
CASOS PARTICULARES
La
regla general estriba que después de fallecer, los humanos deben ascender al Cielo antes de poder volver a
reencarnar. Pero también los maestros especificaron que toda regla tiene sus
excepciones:
« Salvo
unos casos excepcionales como por ejemplo los Iniciados tales como nuestros
Teshu-Lamas, y los Bodhisatvas, y también unos cuantos otros casos particulares. Ninguna
mónada humana reencarna antes de su ciclo establecido. »
(CM
23B, p.176)
Y
en esos casos especiales el alma vuelve muy rápidamente a reencarnar sin ascender
al mundo divino y esperar los 1200 a 1500 años en promedio en donde usualmente
permanece en el Devachan.
LA ENCARNACIÓN DE LOS
GRANDES ADEPTOS
Como
vimos, todos los humanos tienen que seguir encarnando (incluyendo los grandes
adeptos) pero la diferencia entre estos y los humanos comunes, es que mientras
que la inmensa mayoría de los humanos pierden la conciencia cuando mueren y
solo la vuelven a recuperar cuando renacen.
En
cambio los grandes adeptos permanecen conscientes después de fallecer, y ellos han
adquirido un control tan inmenso en el proceso de reencarnar que eso les permite
lograr proezas increibles.
« Nuestros
“Byang-chubs” y “Tchang-chubs” son los Hermanos que pasan del cuerpo de un gran
Lama al de otro, como Lhas o Espíritus incorpóreos.
El
Tchang-chub es un adepto que por el poder de su conocimiento y de la iluminación
de su alma, ha llegado a estar exento de la tragedia de la transmigración
inconsciente.
Y
es por eso que en vez de reencarnarse solamente después de la muerte corporal, él
puede hacerlo, según su voluntad y deseo, repetidamente durante su vida si así
lo prefiere.
Él
tiene el poder de elegir para sí mismo nuevos cuerpos, ya sea en este o en
cualquier otro mundo, y esto lo puede hacer al mismo tiempo que él sigue en posesión de su
vieja forma que generalmente él preserva para sus propios propósitos.
Lee
el libro de Khiu-ti y en sus páginas
encontraras estas leyes. »
(CM
49, p.285)
O
sea que los grandes adeptos pueden incluso ocupar varios cuerpos a la vez !!!
¿PUEDEN LOS HUMANOS ENCARNAR
EN ANIMALES?
El maestro Kuthumi asegura que no:
« La
idea de la señora Kingsford de que el Ego humano reencarna en varios y
sucesivos cuerpos humanos, es la verdadera. Pero en cuanto a su aseveración de
que los Egos humanos puedan renacer en formas animales después de la
encarnación humana, esto es incorrecto y resulta de su modo descuidado de
expresar las ideas. »
(CM
9, p.46)
Y
lo que yo he leído es que esto no se puede hacer porque el cuerpo de un animal no
tiene la capacidad para recibir una mónada humana, debido a que la monada humana es mucho
más elaborada que una mónada animal.
Para darles una analogía, es como si ustedes quisieran instalar un sistema operativo muy moderno en una vieja computadora. Pues bien, aunque la vieja computadora y una nueva computadora en apariencia parezcan similares, esto no se puede porque en su estructura interna si hay grandes diferencias. Y lo mismo sucede entre los animales y los humanos.
Y es por eso que los animales requieren de todo un ciclo cósmico evolutivo para poder alcanzar el nivel que tienen los humanos.
DIFERENCIA ENTRE LA
TEOSOFÍA Y EL ESPIRITISMO
SOBRE LA REENCARNACIÓN
Los
espiritistas pertenecientes a la Escuela francesa fundada por Allan Kardec
también creen en la reencarnación, pero el maestro Kuthumi precisó que hay una
gran diferencia con la explicación que dan estos espiritistas y la explicación
que dan los maestros transhimaláyicos debido a que:
« El
verdadero Ego es inherente a los principios superiores y es por eso que es el
verdadero Ego el que reencarna periódicamente cada mil, dos mil, tres mil años
o más. Pero el Ego Inmortal, o sea la Mónada Individual no es la entidad a la
que se refieren los reencarnacionistas Occidentales, y especialmente a los
franceses quienes enseñan que lo que vuelve a reencarnar es el “moi fluidique”, o sea la mónada personal
o astral. »
(CM
24B, p.183)
En
otras palabras, mientras que los espiritistas de la línea de Kardec piensan que
la personalidad que existió en la vida anterior vuelve a reencarnar, los
teósofos aseguran que el humano es un ser mucho más complejo y que en realidad es
su “Yo inmortal” el que vuelve a reencarnar.
Para
darles una analogía, el “Yo inmortal” es el actor (o sea ustedes), y la
personalidad es el personaje que el actor interpreta cada vez que desciende a
la Tierra (Juan, María, Ana, etc).
O sea que no es Cleopatra la que luego vuelve a reencarnar, sino que eres tú quien en una vida nace como una reina egipcia, y en otra vida nace con otra personalidad, etc.
EVOLUCIÓN Y NÚMERO DE
REENCARNACIONES
Y
para terminar, cuando el señor Sinnett le preguntó al maestro Kuthumi:
¿Qué tiene que ver el
número de encarnaciones con la sagacidad, el talento, o la estupidez de un
individuo?
El
maestro le respondió:
« No
tiene que ver necesariamente, ya que un fuerte anhelo por la vida física puede
conducir a un humano a pasar por una gran cantidad de encarnaciones, y sin
embargo puede que estas encarnaciones no desarrollen sus capacidades superiores. »
(CM
86, p.404)
Para
darles una analogía, imaginen un alumno que le gusta mucho estar en la escuela
porque ahí se divierte con sus amigos, pero ese alumno no hace ningún esfuerzo por
estudiar. Pues bien, ese estudiante aunque haya asistido muchos días a clase,
no habrá avanzado mucho.
En
cambio imaginen otro alumno que solo ha ido pocos días a clase pero que ha
estudiado mucho, y el resultado será que este segundo estudiante si se encontrará
mucho más avanzado que el estudiante haragán.
Y lo mismo sucede con
las reencarnaciones.