EL PURGATORIO EXPLICADO POR LA TEOSOFÍA

 

 

 

Los instructores teosóficos explicaron que si existe un infierno, un purgatorio y un paraíso, pero no son como los describe el cristianismo, y en este capítulo les voy a detallar cómo es el purgatorio.

 

 

Los teósofos llaman al purgatorio: kama-loka, que en sanscrito significa “la morada de los deseos”.

 

Blavatsky lo describe de la siguiente manera:

 

« El Kama-Loka es el Hades de los antiguos griegos y el Amenti de los antiguos egipcios, la tierra de las sombras silenciosas. »

(GT)

 

 

El Hades y el Amenti también se les conocen como el “mundo de los muertos”, y en las antiguas mitologías griegas y egipcias es el mundo que separa al mundo físico del mundo divino.

 

 

 

Los humanos cuando mueren tienen que recorrer este mundo de los muertos y superar con éxito las pruebas que hay en él, para así poder acceder al paraíso y disfrutar de una vida post-mortem en el mundo de los dioses, que los antiguos griegos llamaban Los Campos Elíseos, y los antiguos egipcios llamaban Los Campos de Aanrou.

 

Pues bien, la teosofía explica que esas antiguas mitologías (despojándolas de todas las fantasías que se les añadieron con el tiempo) están en lo cierto.

 

Y esta es la gran primera diferencia que existe con el cristianismo, ya que mientras que la doctrina cristiana profesa que después de morir:

 

-        las personas que fueron buenas van directo al paraíso,

-        las personas que fueron muy malas van directo al infierno,

-        y las personas que fueron malas van primero al purgatorio para después ir al paraíso.

 

En cambio la teosofía explica que todos los humanos sin importar si fueron buenos, malos, o muy malos; después de fallecer entran en el mundo de los muertos (o sea el purgatorio).

 

 

 

 

 

Las diferentes regiones del purgatorio

 

El maestro Kuthumi escribió:

 

« El Kama-Loka está dividido en innumerables regiones y sub-regiones correspondientes a los diversos estados mentales de los que llegan allí a la hora de su muerte. »

(CM 25, p.198)

 

 

« Estos lugares son llamados “del deseo” porque los seres que los habitan están sujetos a los deseos de gula, alcohol, lujuria y demás vicios. »

(CM 16, p.107)

 

 

Y Blavatsky añadió:

 

« Las regiones más elevadas de Kama-Loka (el purgatorio) se mezclan con las regiones más bajas del Devachan (el paraíso), mientras que las regiones más bajas de Kama-Loka (el purgatorio) se mezclan con las regiones más altas del Avichi (el infierno). »

(GT)

 

 

 

 

 

 

 

Estancia en el purgatorio

 

O sea que dependiendo de la naturaleza de cada persona, esta va a ir a alguna de las regiones que componen al purgatorio.

 

Mientras más la persona haya sido pura, virtuosa y espiritual, más irá a una región elevada cercana al paraíso.

 

E inversamente mientras más la persona haya sido depravada, inmoral y viciosa, más irá a una región baja cercana al infierno.

 

Y en cada una de esas regiones la persona va depurarse de las bajas pasiones que lleva en su interior, para así poder acceder al mundo divino. Y casi todos los humanos lo logran (sin importar que hayan sido buenos, malos, o muy malos).

 

La diferencia es que mientras más la persona haya sido pura, virtuosa y espiritual, más rápido recorrerá el purgatorio para poder entrar en el paraíso.

 

E inversamente mientras más la persona haya sido depravada, inmoral y viciosa, más tiempo le costará y más sufrimiento tendrá que experimentar para poderse liberar de toda esa carga negativa que lleva en su interior.

 

 

Y solo los individuos extremadamente negativos no van a lograr superar esta etapa y van a hundirse en las zonas más bajas del mundo de los muertos y que corresponden con el infierno.

 

Y es por eso que el maestro Kuthumi escribió:

 

« Desde Kama-Loka entonces, en el gran Kiliocosmo, una vez despertadas de su letargo post-mortem, las almas recién trasladadas van todas (excepto los cascarones) de acuerdo con sus atracciones, ya sea a Devachan (el paraíso) o a Avichi (el infierno). Y esos dos estados se diferencia a su vez ad infinitum. »

(CM 25, p.199)

 

 

Y es interesante constatar que en la mitología griega a esa zona tenebrosa del Hades lo llamaban el Tártaro.

 

Y en la mitología egipcia se decía que los humanos que no lograban pasar la prueba del mundo de los muertos (que era el juicio de Osiris) eran devorados por un monstruo llamado el Ammit.

 

Y como ustedes lo pueden corroborar, detrás de las doctrinas religiosas (incluyendo el cristianismo) hay rastros de lo que muy probablemente si sucede después de morir, pero las doctrinas religiosas han sido deformadas con el paso del tiempo.

 

 

 

 

 

 

¿Y qué sucede después?

 

Después las almas vuelven a reencarnar.

 

Y esta es otra gran diferencia que existe con el cristianismo, ya que mientras la doctrina cristiana asevera que las almas van a permanecer por la eternidad en el paraíso o en el infierno.

 

En cambio la teosofía explica que una vez que los humanos hayan terminado su periodo en esas regiones sutiles, entonces volverán a descender a la Tierra para proseguir con su evolución.

 

Y la explicación teosófica tiene mucho más sentido debido a que los humanos tienen que alternar su existencia entre el mundo físico y el mundo sutil a causa de que el cuerpo físico no es eterno, y uno no se vuelve un ser luminoso con una sola reencarnación, y es por eso que hay que estar efectuando numerosas reencarnaciones hasta alcanzar la iluminación y la ascensión.

 

Y en cambio no tiene sentido lo que dice el cristianismo porque sería extremadamente injusto e improductivo de que se decidiera el destino de los humanos por el resto de la eternidad solo en función de lo que hicieron durante su última vida física.