Acerca
del yoga, Lobsang Rampa en su libro “El
Tercer Ojo” escribió lo siguiente:
« En
el Tíbet practicábamos mucho lo que en el mundo occidental se conoce por yoga.
Naturalmente, es una gran ciencia que puede hacer mejorar a una persona hasta
un punto casi increíble. Pero mi opinión es que el yoga no es adecuado para los
occidentales, a menos que se le introduzcan considerables modificaciones.
Nosotros
conocemos esa ciencia desde hace siglos; desde la infancia nos enseñan posturas.
Pero nosotros los tibetanos tenemos las piernas, los esqueletos, y los músculos
acostumbrados al yogui. Mientras que los occidentales, tal vez los de edad mediana,
que tratan de adoptar algunas de esas posturas, pueden dañarse definitivamente.
Es
sólo mi opinión de tibetano, pero creo que a menos que se practiquen una serie
de ejercicios modificados, habría que aconsejar a la gente contra ellos.
En
eso también se necesita de un buen maestro nativo que conozca perfectamente la
anatomía masculina y femenina, si se quieren evitar daños, porque no sólo las
posturas pueden hacer mal, sino también los ejercicios respiratorios.
Respirar
de acuerdo a un plan particular es el principal secreto de muchos fenómenos
tibetanos. Pero también en eso, a menos que se tenga un maestro inteligente y
de experiencia, esos ejercicios pueden ser extremadamente peligrosos, cuando no
fatales.
En
el mundo occidental se conocen apenas cinco ramas del yoga:
1.
El Hatha yoga que enseña a dominar el cuerpo puramente físico o "vehículo"
como lo llamamos nosotros.
2.
El Kundalini yoga que da poder físico, clarividencia y poderes similares.
3.
El Laya yoga que enseña a dominar la mente, y uno de sus sistemas es recordar
permanentemente lo leído u oído una vez.
4.
El Raja yoga que prepara para la conciencia trascendental y la sabiduría.
5.
El Samadhi yoga que conduce a la suprema iluminación y permite contemplar el
propósito y el plan más allá de la vida en la tierra. Esta es la rama que
permite en el instante de abandonar esta vida terrena, aferrar la Realidad Más
Grande y abandonar la Ronda del Renacimiento; a menos que se decida a retornar
a la tierra por un motivo social, tal como ayudar a los demás de un modo
particular.
No
es posible discutir las otras formas de yogui en un libro de esta naturaleza, y
por otra parte mi conocimiento de inglés no es adecuado para hacer justicia a
temas tan importantes. »
(Capítulo 16)
OBSERVACIONES
Es
falso lo que dijo Lobdsang Rampa que en el Tíbet se practica yoga, puesto que
el objetivo de los budistas es la iluminación y la práctica del yoga no la
consideran útil para alcanzar esa meta.
Además
que su “opinión de tibetano” resultó ser equivocada porque muchos occidentales
llevan décadas practicando las mismas posturas y respiraciones yóguicas que se
enseñan en la India y no han resultado dañados.
Esotéricamente se dice que una práctica incorrecta y prolongada de los ejercicios
respiratorios yóguicos puede ser energéticamente nociva, pero no fatal.
Y
sospecho que si Lobsang Rampa no mencionó otras ramas del yoga, no fue porque “no
era posible discutir eso en su libro”, sino porque en realidad no las
conocía.
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