Lobsang
Rampa a partir de su primer libro “El
Tercer Ojo” se pasó el resto de su vida (25 años) asegurando que todo lo
que él había escrito era verdadero. Lo cual muestra una inmensa hipocresía por
parte de ese individuo porque en el blog les he demostrado que en realidad ese escritor
fue muy mentiroso.
Y
a continuación les pongo algunos ejemplos de las declaraciones que Lobsang
Rampa puso en sus libros:
LIBRO “EL
TERCER OJO” (1956)
En
el prefacio Lobsang Rampa escribió:
« Soy
tibetano. Uno de los pocos que han llegado a este extraño mundo occidental. La
sintaxis y la gramática de este libro dejan mucho que desear, pues jamás recibí
una sola lección formal de inglés. Mi "Escuela de inglés" fue un campo
japonés de prisioneros, donde aprendí el idioma lo mejor que pude, de las
mujeres inglesas y americanas, a las que atendí como médico. Aprendí con muchos
trabajos y grandes errores a escribirlo.
.
. .
Me
dicen que algunas de mis declaraciones pueden no ser creídas. Ese es vuestro privilegio,
pero Tíbet es un país desconocido para el resto del mundo. El hombre que escribió,
refiriéndose á otro país, que "la gente cabalgaba en tortugas sobre el
mar", provocó risas de escarnio. Lo
mismo ocurrió con quienes habían visto peces que eran "fósiles vivos".
Sin embargo estos últimos fueron recientemente descubiertos y un espécimen fue
llevado en avión hasta los Estados Unidos, para su estudio. Nadie creyó en esos
hombres. Eventualmente se probó que eran veraces. Lo mismo ocurrirá conmigo. »
LIBRO “EL MÉDICO
DEL TÍBET” (1959)
En
el prólogo Lobsang Rampa escribió:
« Cuando
estaba en Inglaterra, escribí “El Tercer
Ojo”, libro verídico, pero que se ha discutido mucho. … Pero reitero que soy
un lama tibetano que llegó al mundo occidental prosiguiendo su destino. »
Y
en el prólogo para la edición hispana Lobsang Rampa añadió:
« Hace
unos años se produjo en Inglaterra un ataque contra mi integridad moral. Este
ataque fue movido en la prensa por una reducida pandilla que me tenía una gran
envidia.
.
. .
Pero
permítame decir del modo más tajante que todos mis libros son absolutamente
verídicos. Todo cuanto he escrito es cierto y recoge mi experiencia personal.
Poseo todos esos poderes que digo poseer. Y valdría la pena añadir que también
tengo varios poderes más de los que no he hablado y que son de gran utilidad.
Por
primera vez he podido afirmar en un libro que soy lo que digo ser y que mis libros
son la pura verdad. Quiero agradecerle a mi editor español esta cortesía y
comprensión al ofrecerme publicar estas palabras mías. Es posible que, como yo,
también él crea que «la verdad saldrá a relucir». Pues bien, aquí está la
verdad: todo lo que he escrito es cierto. »
LIBRO “LA
HISTORIA DE RAMPA” (1960)
En
el prólogo Lobsang Rampa escribió:
« Este
libro es continuación de “El Tercer Ojo”
y “El Médico de Tíbet”. Voy a
decirles, a manera de primicia, que todo esto es VERDAD, no fantasía. Todo lo
que he escrito en los dos libros anteriores es verdadero, y fruto de mi experiencia
personal. »
LIBRO “MI VIDA CON EL LAMA” (1964)
En
la introducción se señala que:
« El
jefe [Lobsang Rampa] es un genuino lama del Tíbet. Ahora es viejo, gordo, calvo
y barbudo, pero no es necesario anunciarle con trompeta. Lean El Tercer Ojo, El Médico de Lhasa y La Historia
de Rampa. Son libros verídicos. »
LIBRO "TÚ PARA SIEMPRE" (1965)
En
la nota introductoria Lobsang Rampa escribió:
« Todos
mis libros son veraces; todas mis pretensiones, fundadas. Hace años la prensa
de Inglaterra y Alemania inició una campaña en contra de mi persona, en días en
que no me podía defender a mí mismo, a causa de estar postrado, casi moribundo,
víctima de una trombosis coronaria. Fui perseguido sañuda y locamente.
Aun
ahora unas pocas personas me quieren mal, y por eso coleccionan “evidencias”;
aunque es significativo que ningún “colector de evidencias” haya intentado
verme personalmente. Es inusitado el no conceder a una persona acusada una oportunidad
de puntualizar su propia historia. Todo el mundo es inocente antes de que se
pruebe lo contrario. Nunca se ha probado mi culpabilidad; y jamás se me ha
permitido probar mi autenticidad.
La
prensa inglesa y alemana no me ha concedido el menor sitio en sus columnas; de
manera que me he visto en la desagradable posición de saberme inocente y veraz,
sin poder explicar a nadie mi historia, vista desde mi lado. Una gran cadena de
televisión me ofreció una entrevista; pero insistiendo en que yo tenía que
decir lo que ellos pensaban que yo tenía que contar — dicho de otro modo, un
montón de embustes. Yo, lo que necesito, es contar la verdad; visto lo cual,
ellos no me dejaron asomar a la pantalla.
Tuesday en inglés significa
martes. Cómo es posible que un lama tibetano declara su nombre en inglés y no
en su idioma nativo, hemos respetado su manera de hacer.
Déjeseme
repetir que todo cuanto escribí es veraz. Mis pretensiones son justificadas. Mi
razón específica, cuando insisto, se basa en que, en un futuro próximo, otras
personas como yo se presentarán, y no deseo que sufran todo lo que he tenido
que sufrir por culpa de la malicia y odio perverso de unos cuantos.
Un
gran número de personas han visto mis papeles, absolutamente auténticos,
probando que he sido un alto Lama de Potala, en Lhasa, Tíbet, y que poseo el
título de doctor en Medicina, graduado en China. Pero aunque la gente haya
visto dichos documentos, lo pone en olvido cuando la prensa anda embrollando
alrededor del asunto.
Leed,
pues, todos mis libros, bien seguros en vuestro fuero interno de que todo lo
que se escribe en ellos es verdad, y lo que pretendo ser es lo que realmente
soy. Leed mis libros y lo veréis. »
LIBRO “TAL
COMO FUE” (1976)
En
el prólogo Lobsang Rampa escribió:
« ¿Por
qué le habré puesto ese título tan tonto, si en mis otros libros afirmo que yo
siempre dije la verdad? Pues sí, por supuesto; pero ya lo voy a explicar. … Todos
mis libros son fidedignos, y eso lo he sostenido frente a implacables
persecuciones y calumnias.
.
. .
A
la prensa, en particular, le gusta lanzarse a la caza del brujo y perseguir a
las personas con el fin de causar sensación. Esos disminuidos mentales que son
los periodistas carecen de talento para pensar que, "después de todo, algo
puede haber en esas cosas".
.
. .
Después
de la publicación de “El Tercer Ojo”
— ¡Libro veraz! —, "extrañas criaturas salieron reptando del
maderamen", y con sus plumas impregnadas de veneno se pusieron a escribir
libros y artículos con el fin de atacarme.
Quienes
blasonaban de "peritos" declararon que aquello era falso, en tanto
que sus demás congéneres decían que esto era verdad, pero que aquello era
falso. No hubo dos "entendidos" que coincidieran.
Los
"investigadores" viajeros se echaron a andar entrevistando a personas
que jamás me habían visto y dándose a la tarea de pergeñar historias
enteramente imaginarias.
Tampoco
ellos, los "investigadores", me habían visto nunca: los periodistas,
ávidos de sensacionalismo, urdieron "entrevistas" que jamás se habían
llevado a cabo y hasta fraguaron una con la señora Rampa y citaron —falsamente,
claro está— palabras suyas, según las cuales declaraba que el libro era pura
ficción. Pero ella no dijo tal cosa; jamás lo hizo. Lo que afirmamos, tanto
ella como yo es que todos mis libros son veraces.
Con
todo, jamás la prensa, ni la radio, ni los publicistas me han concedido la
oportunidad de expresar mi punto de vista sobre el particular. ¡Jamás! Ni se me
ha invitado a concurrir a la televisión ni a la radio para decir la verdad.
(Nota
de Cid: eso es falso y Lobsang Rampa si fue varias veces entrevistado.)
Como
muchos de los que me precedieron, he sido perseguido por ser
"distinto" de la mayoría. De este modo el hombre aniquila a quienes
podrían prestar un servicio a la Humanidad con sus especiales conocimientos o
experiencias particulares. Porque nosotros, los Excepcionales, podríamos, si
nos dejaran, hacer retroceder las fronteras del conocimiento y permitir que
avanzara el saber humano acerca del hombre.
La
prensa me presenta enclenque y peludo, robusto y calvo, alto o bajo, delgado o
grueso. Además, según las "fidedignas" informaciones periodísticas,
ora soy inglés, ora ruso, un alemán a quien Hitler envió al Tíbet, hindú, etc.
¡Vaya con las "fidedignas" informaciones periodísticas! Nada, nada en
absoluto, excepto la Verdad. Y esa verdad está en mis libros.
Muchos
embustes se han dicho acerca de mí. Muchas son las fantasías absurdas que se
han urdido, mucho e sufrimiento ocasionado, mucho el dolor. Más, aquí, en este
libro, se halla la Verdad. Y la relato tal como fue. »
Y
al final de este libro Lobsang Rampa añadió:
« Hace
algunos años un hombre se puso en contacto conmigo: era el fundador de una tal
Ciencia Tibetana y me escribía para decirme que podíamos hacernos de bastante
dinero si yo me unía a él y le permitía usar mi nombre.
Pero
yo no hago semejantes cosas, no me dedico a esta tarea como recurso lucrativo.
Mis convicciones son convicciones cotidianas y yo vivo con arreglo a las normas
que se me han enseñado.
(Nota
de Cid: Lo que dice aquí Lobsang Rampa es falso porque él se pasó el resto de
su vida viviendo muy a gusto lucrando con la venta de sus libros los cuales están
llenos de mentiras.)
.
. .
Y
ésta es una buena oportunidad para decirles a ustedes una vez más —por si
comienzan por el final de la obra en lugar de empezar por el principio, como
mucha gente hace— que todos mis libros son absolutamente veraces. Todo cuanto
he escrito es real.
Todas
las experiencias metafísicas acerca de las cuales escribo las puedo realizar, y
mi más sincero deseo es que llegue el momento en que la gente admita la verdad
de mis afirmaciones, porque todavía es mucho lo que tengo que enseñar.
Hoy,
a causa de las depreciaciones difundidas por la prensa, se me trata como a un
leproso o como a un paria. Mucha gente "escarba" en mis libros y
después publica cosas como si fueran de su propia cosecha. Hace algún tiempo
escuché por onda corta, con gran satisfacción, un largo pasaje de uno de mis
libros, pero cuando concluyó la lectura me quedé aturdido al oír que se lo
adjudicaban a una mujer que apenas sabe firmar.
Créanme:
todos mis libros dicen la verdad, y yo creo que domino la manera por medio de
la cual la gente de este mundo puede visitar otros mundos sin peligro. »
LIBRO “TRES
VIDAS” (1977)
En
la nota introductoria Lobsang Rampa escribió:
« Este
libro NO se presenta a usted como ficción por une razón muy especial: ¡NO es
ficción!
Por
supuesto, podemos convenir fácilmente en que algunas de las expresiones sobre
la vida de este mundo son "licencias literarias", pero debe usted
aceptar mi afirmación de que TODO lo que se dice sobre la vida en "el otro
lado" es definitivamente verdadero.
.
. .
Puedo
hacer todo lo que escribo en cualquiera de mis libros. Tengo la facultad de
hacer viajes astrales, y debido a mis estudios, y según supongo a la peculiar
inclinación de mi carácter, soy capaz de viajar al astral y a otros planos de
existencia.
Los
personajes de este libro son seres que han vivido y muerto en este mundo y, en
razón de previsiones especiales, me ha sido dado seguir sus "Vuelos hacia
lo Desconocido". Insisto, todo lo expuesto en este libro sobre la Otra
Vida es absolutamente cierto, por lo cual no clasificaré mi libro como ficción. »
LIBRO “EL SABIO
TIBETANO” (1980)
En
el prólogo Lobsang Rampa escribió:
« Todas
mis obras son verídicas, y gradualmente se comprueba tal aseveración. Este
libro no es una novela, no es ciencia-ficción sino la verdad, absolutamente sin
adornos de lo que me sucedió, reitero que no existen mentiras del autor en la
obra.
Digo
que este libro es verídico, pero es posible que el lector desee considerarlo
como ciencia-ficción o algo por el estilo. Perfecto: está en libertad de lanzar
una buena carcajada, y tal vez antes de que haya terminado de leerlo se
producirá algún acontecimiento que pruebe que mis libros dicen la verdad.
.
. .
Aquí
está mi obra. Espero que les guste. Confío en que la encuentren creíble, si así
no fuera, tal vez esas personas no hayan alcanzado todavía la etapa evolutiva necesaria. »
Y
en el epilogo de este libro Lobsang Rampa añadió:
« De
este modo concluye otra historia verídica. Ahora sólo me queda esperar en mi
lecho de hospital que se corte mi Cordón de Plata y se destruya mi Cuerpo Dorado
para ir a mi Hogar Espiritual: Patra.
.
. .
Mis
libros son verídicos, absolutamente verídicos; si el lector cree que éste huele
a ciencia-ficción, está equivocado. »
(Nota
de Cid: Lobsang Rampa ya estaba muy enfermo y murió unos meses después, y es
desconcertante que incluso en su lecho de muerte él haya seguido insistiendo de
que todo lo que él escribió fue verídico.)
CONSTATACIÓN
Me da asco la manera
obsesiva en que Lobsang Rampa insistió una y otra vez durante toda su vida de que
todo lo que él había escrito era verdadero, cuando es evidente que en realidad fue
falso. Y esa persistencia enfermiza que muestra este individuo me hace
considerar que Lobsang Rampa no estaba bien de la cabeza.
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