Alice
Bailey en su autobiografía ella misma se definió como:
« Una
activa y rabiosa cristiana ortodoxa. … Una cristiana de mente excesivamente
estrecha que se vanagloria con el nombre de cristiana. »
(Introducción)
« En
esa época yo era una fundamentalista intransigente. Había iniciado mi carrera
enteramente convencida de que ciertas doctrinas teológicas fundamentales, según
lo expresaban las autoridades eclesiásticas, constituían compendios de la
verdad divina. »
(Capítulo 2)
Y
Alice Bailey también señaló que ella fue muy influenciada por su tía, quien
también era una fanática cristiana:
« Le
debo mucho más a mi tía de lo que pude retribuirle. Ella me orientó
espiritualmente, y aunque su teología era muy estrecha, sin embargo ella era
muy amplia. Me enseñó ciertas claves de la vida espiritual que nunca me han
fallado, y ella tampoco me defraudó hasta su deceso.
Cuando
empecé a interesarme por los asuntos esotéricos y dejé de ser una cristiana
ortodoxa teológicamente orientada, ella me escribió que aunque no entendía esas
cosas, confiaba en mí sinceramente pues como conocía mi profundo amor hacia
Cristo, por lo que no importaba a qué doctrina pudiera renunciar, ella sabía
que nunca renunciaría a Él, y esa fue la pura verdad.
Cuando
tenía veintidós años era extremadamente religiosa, pero tenía que asistir a los
bailes para que mi hermana no fuera sola a esos lugares de perversión.
En
qué medida me toleraba la gente con quien me encontraba, no lo sé. Yo era tan
religiosa y permanecía tan embebida en mi conciencia mística, y mi conciencia
era tan morbosamente sensible, que no podía bailar con un hombre o sentarme
durante una cena junto a alguien sin antes haberme cerciorado de que esa
persona había sido "salvada". »
(Capítulo 1)
Y Alice Bailey hizo todo un drama cuando le robaron su biblia:
« En
1928, después de haber andado con mi Biblia por todo el mundo, me lo robaron. Esa
pérdida fue para mí la más grande de las pérdidas. Era un ejemplar excepcional que
estuvo en mi poder durante veinte años. Regalo de una amiga íntima de la
infancia, Catherine Rowan-Hamilton; mi Biblia estaba impresa en papel muy fino,
con un ancho margen para anotaciones, de casi dos pulgadas donde se hubiera
encontrado la historia espiritual de mi vida, escrita microscópicamente con una
pluma de grabar. »
(Capítulo 1)
OBSERVACIONES
Alice
Bailey era tan fanática que ella se volvió misionera y se casó con un pastor
anglicano. Y aunque posteriormente ella pretendió haberse convertido en una instructora
esotérica, los datos históricos muestran que en realidad ella siguió siendo una
fanática cristiana.
Por
ejemplo, Alice Bailey quería regresar a un gobierno teocrático, ya que en su
libro “La Reaparición de Cristo”, ella
escribió:
« El largo divorcio entre la religión y la
política debe de terminarse. »
(Capítulo 2)
Y
Alice Bailey estaba convencida que Jesús iba a regresar para tomar el control
de la Iglesia Católica, y esa iglesia volvería a dirigir a los países cristianos,
ya que en su libro “El Destino de las
Naciones”, ella escribió:
« Todo el campo de la religión volverá a
ser inspirado y reorientado desde Roma, porque el Maestro Jesús se hará cargo
nuevamente de la iglesia cristiana, en un intento de reespiritualizarla y
reorganizarla. Desde el trono del Papa en Roma el Maestro Jesús tratará de
llevar nuevamente esa gran rama de las creencias religiosas del mundo a una
posición de poder espiritual. »
(Sección 2)
Y
también Alice Bailey quería que este nuevo gobierno teocrático ya no fuera local
sino mundial, y que también tuviera el control de las bombas atómicas, ya que
en su libro “La
Exteriorización de la Jerarquía”, ella escribió:
« La
bomba atómica cambiará el modo de vida humano e inaugurará la Nueva Era en la
que no tendremos más civilizaciones (y sus culturas emergentes) sino una
cultura mundial y una civilización emergente, demostrando así la verdadera
síntesis que subyace en la humanidad.
.
. .
La
bomba atómica no pertenece a las tres naciones que la perfeccionaron y que
actualmente poseen sus secretos, y que son los Estados Unidos, Gran Bretaña y
Canadá. La bomba atómica pertenece a las Naciones Unidas para su uso (o más
bien, esperemos, simplemente para la amenaza de su uso) cuando una acción
agresiva por parte de cualquier nación asome su cara fea. »
(p.548-9)
No quiero imaginar el horror que sería tener un gobierno mundial
dirigido
por fanáticos religiosos que controlarían a todo el planeta y que dispondrían
de las bombas atómicas!!!
Y como ustedes mismos lo pueden constatar, Alice Bailey siguió
siendo una fanática cristiana y simplemente ella cambio el cristianismo
anglosajón por la pseudo-teosofía del embustero Charles Leadbeater, la cual
también está imbuida del cristianismo anglosajón ya que Leadbeater fue inicialmente
un sacerdote anglicano.
Y
también Alice Bailey simplemente remplazó el Cristo de los anglicanos por “El Señor
Cristo Maitreya Instructor de Mundo” de Leadbeater. Pero resulta que el Cristo de
Leadbeater es un personaje ficticio inventado por ese embustero para
promocionar a Krishnamurti como el próximo mesías.
Y aunque Krishnamurti posteriormente renunció a esa
farsa, Alice
Bailey continuó con ese cuento diciendo cosas cada vez más aberrantes.
Pero
yo me pregunto qué tanto Alice Bailey hubiera seguido alabando a los Maestros
transhimaláyicos, si ella hubiera sabido que esos maestros afirman que el Dios de
las religiones no existe.
Y
así por ejemplo el maestro Kuthumi sobre este asuntó declaró que:
« Ni
nuestra filosofía ni nosotros mismos [los Maestros transhimaláyicos] creemos en
un Dios, y menos en uno cuyo nombre necesite de una D mayúscula. Nuestra
filosofía cae dentro de la definición del filósofo Thomas Hobbes, ya que
nuestro conocimiento es preeminentemente el estudio de los efectos por sus
causas y de las causas por sus efectos.
.
. .
El
“Dios” que nosotros conocemos, no es un Dios
sino que es la Ley inmutable y absoluta, mientras que el Dios personal o impersonal que las religiones preconizan es
simplemente el efecto de Avidya y Maya, o sea de la ignorancia basada en
la ilusión.
.
. .
Te
aseguro que el Dios de los teólogos es simplemente una entidad imaginaria, y
nuestro principal propósito es enseñar al hombre a practicar la virtud por la
virtud misma en vez de someterse a una iglesia, esperanzado de ser salvado por
ella y su Dios.
Nuestro
propósito es liberar a los humanos de esa pesadilla y enseñarles a caminar en
la vida confiando en sí mismo, en lugar de apoyarse en una muleta teológica que
por innumerables edades ha sido la causa principal y directa de gran parte de
la miseria humana. »
(CM 10, p.52-53)
Y
esta es una prueba más que Alice Bailey no fue discípula del maestro Kuthumi como
ella tantas veces lo afirmó.
CONCLUSIÓN
El hecho que Alice
Bailey haya seguido siendo una fanática cristiana
desacredita que ella se haya vuelto una mensajera de los Maestros de Sabiduría
porque esa actitud es opuesta a lo que esos maestros enseñan.
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