Es
bien sabido que Helena Roerich repudiaba a la gente que fumaba, al grado que
ella declaró que aquellos que fuman no pueden seguir las enseñanzas espirituales
que ella impartía y que se conocen como Agni-Yoga:
En
una carta fechada el 28 de agosto de 1931, Helena Roerich afirmó:
“El Agni-Yoga no es accesible para los fumadores.”
Pero
el detalle es que Helena Roerich también afirmó que su Agni-Yoga es una
continuación de la Teosofía, y resulta que grandes teósofos como Damodar Mavalankar, William Judge, Henry Olcott,
o Robert Crosbie eran fumadores.
Y
para excusar a Blavatsky (quien era una fumadora compulsiva) Helena Roerich en
una carta que escribió el 14 de agosto de 1936, ella argumentó:
“Es cierto que H.P. Blavatsky fumaba, pero,
entonces, su condición era tan excepcional que uno no debería tratar de
compararse con ella.”
Y
para desacreditar la historia de que el maestro Morya también fumaba, Helena
Roerich declaró que eso era una falsedad:
“En realidad, ninguno de los Mahatmas fuman,
y la leyenda acerca de la pipa usada por uno de ellos esté basada en una
historia contada a la ligera por HPB en la cual ella mencionaba la pipa hindú
fumada por el Maestro M., pero ella omitió mencionar con qué se había llenado
la pipa. La razón era que el Maestro M., quien bajaba de sitios de gran
altitud, por supuesto que sintió toda la carga y presión de la atmósfera de los
valles; entonces para aliviar la presión Él fumó, o inhaló una preparación
especial de ozono. Y de ahí la leyenda acerca de la pipa y de la fumada.” (Carta
del 14 de agosto de 1936)
“El Gran Maestro M. mientras visitaba Sikkim
para encontrarse con H.P. Blavatsky, casi siempre fumaba una preparación
especial de ozono para protegerse. Y esto fue lo que empezó el mito de que el
Mahatma M. fumaba tabaco. HPB en su descripción de la reunión con el Maestro M.,
mencionaba una pipa hindú, pero olvidó mencionar que clase de pipa era y con
qué estaba llena. Y esta es la manera en que se crean los falsos mitos.” (Carta
del 21 de julio de 1934)
OBSERVACIONES
En
este otro capítulo ustedes mismos pueden constatar que aparte de Blavatsky,
también hay otros testigos que conocieron personalmente al maestro Morya, y que
también aseguraron (al igual que Blavatsky) que a Morya si le gustaba fumar (ver link).
Y
este es un ejemplo más que muestra la falta de ética que tenía Helena Roerich,
quien no le importaba mentir para cambiar la historia cada vez que los acontecimientos
no se correspondían con lo que ella quería.
Y
también esto es una prueba más que su Agni-Yoga no fue transmitido por el
maestro Morya (como ella lo afirmó).
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