Arthur Powell fue un estudioso de la neo-teosofía de Leadbeater y Besant, y en su libro "El Doble Etérico" él escribió lo siguiente acerca de los chakras del cuerpo etérico (y en morado añadí mis comentarios):
Su ubicación
Los chakras etéricos están situados en la superficie del doble etérico, como a un cuarto de pulgada (0.63 cm) sobre la piel del cuerpo.
(Cuando yo sentía los chakras, los sentía como entre 2 a 3 cm de la piel.
Y el doble etérico es una deformación que Leadbeater hizo del cuerpo pránico, y además los éteres no existen porque fueron una mentira que se le ocurrió a Leadbeater para alardear su inexistente clarividencia.)
Su apariencia
Para el clarividente los chakras etéricos aparecen como vórtices o como platillos de materia en rápida rotación.
Las fuerzas que fluyen por los chakras son indispensables para la vida del doble etérico, y por lo tanto cada individuo posee tales centros de fuerza, aunque el grado de desenvolvimiento de los mismos varía considerablemente.
Cuando no están desarrollados su brillo es apagado y las partículas etéricas se mueven con lentitud, formando el vórtice meramente indispensable para la transmisión de la fuerza y nada más.
Mientras que en cambio en personas desarrolladas los chakras brillan y palpitan, resplandeciendo con enceguecedora luz, como soles en miniatura.
Su tamaño va desde unas dos pulgadas (5 cm) hasta unas seis pulgadas (15 cm) de diámetro.
En un niño recién nacido son pequeños círculos del tamaño de una moneda de tres peniques, pequeños discos que apenas se mueven y de los que se desprende un débil resplandor.
Absorben prana
Los chakras etéricos tienen dos funciones distintas. La primera es absorber y distribuir el prana (que es la energía de vitalidad) al cuerpo etérico y de éste al cuerpo físico, manteniéndolos así activos.
(En la teosofía original se explica que el cuerpo pránico también mantiene activos al cuerpo astral y al cuerpo kámico que es el de los deseos y la pasiones.)
Hemos visto en el capítulo 2 que existen siete variedades de prana, todas las cuales están presentes en todos los chakras; pero en cada uno predomina una de las variedades sobre las otras.
(Esto tal vez pudiera ser cierto.)
Recuerdan la actividad astral
La segunda función es traer a la conciencia física la cualidad, cualquiera que ella sea, inherente al centro astral correspondiente. Y la falta de desenvolvimiento de los centros etéricos explica por qué no se puede traer a la memoria del cerebro físico las experiencias astrales.
Muchas personas están plenamente despiertas y vívidamente conscientes en el plano astral y tienen vidas activas en sus cuerpos astrales; sin embargo, al volver a sus durmientes cuerpos físicos, apenas se filtra en sus cerebros físicos memoria de la vida astral, simplemente porque no está construido el puente etérico necesario.
En cambio cuando los centros etéricos están desarrollados, entonces ahí si hay plena y continua memoria en el cerebro de las experiencias astrales.
(Sospecho que esta segunda función no es cierta.)
Parece no haber relación entre la actividad o desenvolvimiento de los chakras etéricos con las cualidades morales; estos dos desenvolvimientos son completamente distintos.
Los principales chakras
Los chakras corresponden con los órganos físicos que están más cerca, y la lista de los chakras y los nombres de los mismos son como sigue:
1 - Chakra de la base de la columna vertebral
2 - Chakra del ombligo.
3 - Chakra del bazo.
4 - Chakra cardíaco.
5 - Chakra laríngeo.
6 - Chakra entre cejas.
7 - Chakra coronario.
(Posteriormente en su libro Arthur Powell detalló sobre esos chakras, pero Blavatsky señaló que en realidad existen más chakras.)
OBSERVACIÓN
Les recomiendo que sean cautelosos con lo que Arthur Powell escribió acerca de los chakras debido a qué él se basó en las explicaciones que dio Charles Leadbeater, pero ese individuo resultó ser un charlatán que dijo muchas mentiras.
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