¿EXISTE EL DIABLO?





Al igual que con Dios, la respuesta es SI y NO, todo depende que entienden con esa palabra:
  • existe como el lado oscuro de la materia, 
  • existe como Jerarca del inframundo, 
  • lo confunden mucho con Lucifer,
  • no existe como un personaje luchando contra Dios.

 ¿Por qué existe?

Porque para crear la materia se necesita condensar las energías y al condensarlas se crean fuerzas contrarias, son el yin y el yang de la filosofía oriental, las dos formando un TODO.


Estas dos fuerzas mientras no sean dirigidas por la conciencia de un hombre iluminado o de un ángel estarán en conflicto. Por eso el mundo de la materia también se le llama el mundo de la dualidad.

El diablo entonces no nació de Dios, sino de la materia; es el espíritu, pero no del mal sino del lado oscuro de la materia. Es la zona vibratoria de la materia demasiado dormida, ya que a medida que la energía se densifica, hay oscurecimiento de la conciencia. Es así como la conciencia de un hombre está más dormida que la conciencia de un ángel, y la conciencia de una planta está más dormida que la conciencia de un hombre, etc. Incluso la conciencia de un hombre está más dormida cuando se encuentra en el plano físico, que cuando se encuentra en los planos sutiles. (ver planos)


Para comprender como el diablo puede ser un espíritu impersonal, o sea un principio pasivo que dirige seres activos, vamos a compararlo con la Naturaleza. Cuando están en un bosque sienten que hay una armonía que no puede ser fruto del azar. “Algo” mantiene el equilibrio. Esotéricamente a ese “algo” se le llama  “Espíritu de la Naturaleza”, es una conciencia impersonal que va a generar una jerarquía o reino de seres sutiles conocidos como hadas, gnomos, etc, quienes van a trabajar para que se dé ese equilibrio en la Naturaleza. 



Soberano de la jerarquía demoníaca

Al igual que cualquier entidad cósmica
cuando se vuelve manifestada en el mundo de la forma, el diablo va a generar una jerarquía de seres sutiles (demonios, gárgolas, etc) conocida popularmente como el reino infernal y cuya función es la de formar y mantener la materia. Sin ellos esta regresaría a su estado sutil y no podría existir el mundo físico que conocemos.

Desafortunadamente, el precio a pagar es el oscurecimiento temporal de su conciencia, de su luz, de su divinidad. Es por eso que esa jerarquía de individuos está hundida en las tinieblas. No se puede crear la materia de otra manera. En cada Ronda un grupo de Monadas (Egos divinos) serán afectadas a esa tarea necesaria, pero no son ellos los que crean el mal, es cierto que tiran un poco hacia abajo ya que necesitan generar vibraciones muy densas para mantener la energía como materia, pero quien decide generar el bien o el mal es el hombre. (ver inframundo).


No existe como un personaje

En la imaginación popular el diablo es el enemigo de Dios. No puede existir ese diablo, porque entonces por correspondencia tendría que existir un dios personal.
(Después lo explicare) 




¿EXISTE EL INFIERNO?




Si existe pero no como la gente lo imagina. La descripción popular que se da del infierno (lugar tenebroso subterráneo rodeado de lava) corresponde a una descripción alterada de un Reino de la Creación (ver inframundo). Sin embargo no es ahí donde van las almas pecadoras.

Entre las reencarnaciones hay un periodo de asimilación de lo que se vivió y experimentó durante la vida física. Ese periodo será de gratificación o de castigo dependiendo las acciones que hayamos tenido.

Ese paraíso (devachan*) o infierno (avitchi*) no es eterno, pero la noción del tiempo desaparece.

« Nosotros mismos nos creamos nuestro devachan lo mismo que nuestro avitchi cuando aún estamos en la Tierra y en su mayor parte durante los últimos días e incluso momentos de nuestras vidas intelectuales y conscientes. »
(Maestro Kuthumi, Carta Mahatma 20, p127)

Hay innumerables grados, y el más denso de devachan se encuentra con el más tenue de avitchi.


No es una localidad, sino un estado de conciencia que se vivirá en diferentes regiones (lokas*) de los planos sutiles, según el desarrollo adquirido por la persona. Incluso el avitchi puede vivirse encarnado sobre la Tierra.

Avitchi también se usa para designar ciertas regiones esotéricas lúgubres del Universo.

Para ciertos ocultistas la Tierra es considerada como un infierno y en periodos de oscurecimiento parece que están en lo cierto.

Sinónimos
Avitchi: avitcha, avichi.

* en sanskrito

¿EXISTEN LOS DEMONIOS?




Si existen pero no como la gente los imagina. Describo los principales tipos, aunque hay más:


Las criaturas del Reino Subterráneo
Son los más conocidos y popularizados en la imaginación colectiva, sin embargo los menos dañinos si se les deja en paz (ver inframundo).


Los desalmados
Personas que por exceso de maldad, depravación, o vicio terminan separándose de su triada superior en vida (ver características cuerpos). Esta no soportando más la vibración de la personalidad.
Van a seguir reencarnando cada vez en un ser mas abyecto (aunque por fuera sean humanos) hasta que el impulso de vida se agote.



Personas malas o depravadas que mueren antes de tiempo
Se convierten en sombras que vagan en las mediaciones de la Tierra (a nivel sutil) hasta que llegue la hora de lo que habría sido su muerte natural (los buenos caen en sueño). Interrumpida súbitamente su vida en pleno apogeo de las pasiones terrestres, van a intentar satisfacerse a través de personas vivas que van a manipular y vampirizar. Así por ejemplo  quien era lujurioso va a atizar la libido (estos son conocidos como íncubos y súcubos).

Por eso la teosofía se opone a la pena de muerte, para evitar que personas degeneradas una vez muertas (antes de tiempo) vayan a influenciar a personas débiles y predispuestas a cometer crímenes.     


Los cascarones elementarios
Es el desecho sutil que queda de la personalidad cuando esta se unió a su triada superior. Normalmente se va desintegrando, pero por magia, mediumnidad, u otras circunstancias puede ser revivificado y entonces va a buscar vampirizar energéticamente a los humanos para sobrevivir. (ver kama-manas)
Será atraído a lugares afines a sus impulsos. Por ejemplo el elementario de un borracho ira a tabernas, bares, antros, etc.
Los confunden con los fantasmas, estos siendo mucho más rudimentarios (ver fenómenos paranormales).


Los hechiceros o magos negros 
"Hombres que han alcanzado la cúspide del conocimiento en el arte prohibido. Vivos o muertos, han engañado por así decirlo a la naturaleza; pero esto es solamente temporalmente – hasta que nuestro planeta entre en el obscurecimiento, después del cual ellos, nolens volens [lo quieran o no; de grado o por fuerza] tendrán que ser aniquilados.” 
(Carta Mahatma16, p107)




Sinónimos:
elementario, reliquia elementaria, cascaron, cascaron astral, espíritu maligno, sombra; en sánscrito: kama-rupa, mara-rupa, asura, bhuta, pisacha.

Se les llama también íncubos y súcubos a las entidades astrales que se forman por la imaginación erótica de los humanos.  

Los términos para designar los diferentes tipos de demonios se mezclan mucho. De ahí que para no confundirse hay que interpretar en el contexto donde se utilizan.


EL REINO DE LAS TINIEBLAS





El esoterismo explica que los diferentes reinos que componen a la Creación se interrelacionan entre ellos y dependen mutuamente para la sobrevivencia del conjunto, cada reino teniendo una función específica que desempeñar. Y para darles una analogía es algo parecido a los sistemas del cuerpo humano (el sistema sanguíneo, el sistema nervioso, el sistema respiratorio, etc.).

Y de manera esquemática estos reinos se pueden representar como los anillos de una cadena.



En la parte más elevada está el Espíritu Supremo y en la parte más baja está el reino mineral.

Y esta cadena se puede dividir en dos partes:

1) El arco ascendente que es en donde las chispas divinas van evolucionado en reinos cada vez más elevados (reino vegetal, reino animal, reino humano, reino angelical, etc.) hasta que finalmente las chispas divinas vuelven a unirse con el Espíritu Supremo.

2) Y el arco descendente que es en donde las chispas divinas van involucionado en reinos cada vez más densos (los reinos de los elementales solares, luego los reinos de los espíritus de la naturaleza, etc.) hasta finalmente llegar al reino mineral, para así luego iniciar con el trayecto inverso por el arco ascendente.




Pues bien, el reino más denso de los elementales, y por lo tanto el más oscuro y que ya solo se encuentra a un paso del reino mineral, es justamente el inframundo. Y este reino se encuentra ubicado en el bajo astral y corresponde a lo que los humanos conciben como “los demonios que habitan el infierno”.

Pero hay que precisar que contrario a lo que preconiza la religión occidental, los humanos malos no pasan la eternidad sufriendo en ese mundo, sino que vuelven a reencarnar y es en el plano físico en donde los humanos malos tendrán que lidiar con el karma negativo que ellos se hayan generado.

Y el maestro Pastor explicó que la misión de ese "reino de las tinieblas" es de concebir y mantener la materia, ya que sin esa labor, la materia regresaría a su estado sutil, y no podría existir el mundo físico que conocemos.

Desafortunadamente, el precio a pagar para cumplir ese trabajo es el oscurecimiento temporal de su conciencia, de su luz, de su divinidad. Y es por eso que esa jerarquía de individuos se encuentra momentáneamente sumergida en las tinieblas.

Porque no se puede crear la materia de otra manera, ya que a fuerza se necesita de un polo muy denso, que como un imán atraiga la energía hacia “abajo”, densifique la energía en materia y mantenga la materia densificada para que así no se vuelva a transformar de nuevo en energía.

Y en cada ciclo cósmico un grupo de chispas divinas serán encargadas de esa tarea. Y las chispas que hayan pertenecido a ese reino, en el siguiente ciclo cósmico pasarán a evolucionar en el reino mineral.


Por lo tanto, estas entidades no son las "creaturas maléficas" de la creencia popular, pero tampoco hay que acercarse a ellas porque su entendimiento es muy limitado y oscuro, por ser demasiado denso. Y para que me lo comprendan mejor, ustedes perciben muy bien la diferencia que existe cuando hablan con alguien muy espiritual y cuando hablan con alguien muy materialista.

El entendimiento que muestran y la actitud que tienen esas dos personas son totalmente diferentes. Pues bien, esas creaturas son mucho más materialistas que el más materialista de todos los hombres.

Entonces no hay que temerles, pero tampoco hay que relacionarse con esas entidades porque ustedes serán vibratoriamente densificados, oscurecidos y sobre todo vampirizados.

La naturaleza les provee la suficiente energía para subsistir, pero como todas las creaturas, ellas están ávidas de más energía, y si pueden vampirizar a los humanos, con gusto lo harán.



Y es así que hay muchos humanos que son chupados de su vitalidad por estas creaturas. Y en los casos más graves, incluso son vaciados hasta de la vitalidad de sus células, convirtiéndose así esos individuos en vegetales humanos, en desechos vivientes incapaces ni siquiera de pensar adecuadamente debido a que la energía es la que da existencia a la inteligencia.

Por lo tanto, lo idóneo sería alejarse de esas creaturas y dejar que ellas efectúen su labor y permanezcan en el bajo astral, pero el problema es que los hombres a través de sus comportamientos, continuamente las están atrayendo hacia el mundo físico.

¿Y que sucede cuando se deja libre a un predador en medio de la ciudad?


Pues que ese predador comienza a hacer destrozos por donde pasa, y lo mismo sucede con esas entidades.


¿Y cómo se entra en contacto con esas creaturas del inframundo?

  • Invocándolas.
  • Frecuentando lugares de perdición donde las energías son muy pesadas y donde los clarividentes pueden verlas alimentándose de esas energías bajas.
  • Estando demasiado tiempo negativo, porque entonces ustedes se sintonizan con esa zona del bajo astral donde ellas habitan.

Así que si no quieren ser vampirizados energéticamente por esas creaturas, eviten todo eso.





Sinónimos: el inframundo, el reino subterráneo, la zona infernal, el mundo de las tinieblas.


Y para más información les recomiendo que también lean:











COMPARACIÓN ENTRE EL INFIERNO CRISTIANO Y ESOTÉRICO



Para la religión cristiana:
  • El infierno es el lugar donde después de la muerte son torturadas eternamente las almas de los pecadores, 
  • Habitado por los demonios, espíritus sobrenaturales y malévolos, 
  • Gobernado por Lucifer, enemigo de Dios.

Estudiando esoterismo, concluimos que es una mezcla alterada de varios conceptos que voy a esclarecer


Lucifer no es el diablo

El “ángel caído” (Lucifer, Luzbel, etc.) y el “Príncipe de las tinieblas” (Diablo, Satanás, etc.) son dos entidades completamente distintas:
  • Lucifer es un Ser elevado que por amor a la Humanidad hizo un experimento que no funcionó.
  • El Diablo no es un ser personal; es el espíritu, pero no del mal sino del lado oscuro de la materia.
Para comprenderlo, vamos a compararlo con la Naturaleza. Cuando están en un bosque sienten que hay una armonía que no puede ser fruto del azar. “Algo” mantiene el equilibrio. Esotéricamente a ese “algo” se le llama  “Espíritu de la Naturaleza”, es una conciencia impersonal que va a generar una jerarquía o reino de seres sutiles conocidos como hadas, gnomos, etc., quienes van a trabajar para que se dé ese equilibrio en la Naturaleza.


Misión del reino de las tinieblas

El diablo va a generar una jerarquía de seres sutiles conocidos como demonios, gárgolas, etc., cuya función es la de formar y mantener la materia. Actualmente la ciencia sabe que la materia está compuesta de energía, pero no sabe porque no se dispersa en energía. La respuesta es porque ese reino (ver inframundo) genera una fuerza que presiona la energía a densificarse (así como la gravedad atrae a la Tierra). El problema es que para generar esa fuerza, esas criaturas tienen que caer en las tinieblas. Son tan divinos como los demás seres de la creación, pero por su actividad, su conciencia está muy oscurecida.

No hay que temerles; no son “seres malévolos”, pero tampoco hay que relacionarse con ellos porque serán vampirizados energéticamente y jalados hacia abajo, hacia la materia.

La descripción que la iglesia hace de ese lugar y de sus habitantes probablemente está basada en visiones clarividentes, deformadas por la imaginación. Sin embargo no es a donde van las almas de los pecadores después de morir, y los verdaderos demonios no están ahí (ver infierno y demonios).


¿Qué hay de las posesiones demoníacas?

Para que haya posesión se requiere un acto de magia, o sea que es implicación y responsabilidad del hombre que ocurran. Si el conjurador no buscara hacer daño o someterlos a su voluntad no tendría luego esos problemas. No hay riesgo para las personas que mantienen una vibración positiva.


¿Qué hay de la mala influencia del diablo?

Esta fuerza que jala hacia abajo influye también en el hombre. Es la dualidad entre su naturaleza animal que lo impulsa a gravitar hacia una vibración más densa y material, y su naturaleza virtuosa que lo impulsa a elevarse hacia una vibración más sutil y espiritual. (ver kama y kama-manas).
     

¿Si se puede vender el alma al diablo?

El alma (buddhi) no la pueden vender porque no tienen la posesión, es la parte espiritual de su ser. Por así decirlo, le pertenece a Dios. Lo que si pueden es perder la conexión con ella.

Cuidado con estar haciendo pactos con el diablo o otra entidad, aunque sea de broma. La palabra es creadora y lo que dicen tiene implicaciones energéticas. Aparentemente no pasara nada en el mundo físico, pero en el mundo sutil tendrán que responder por sus declaraciones.


El infierno para los pecadores es en la Tierra

Sobre el tema Blavatsky dice en La Clave de la Teosofía (p137):

La he escuchado decir que al Ego, cualquiera que haya sido la vida de la persona que encarnó en la Tierra, nunca se le impone un castigo post-mortem.

Nunca, salvo en casos muy excepcionales y raros de los cuales no hablaremos aquí, dado que la naturaleza del “castigo” de ninguna manera se aproxima a ninguno de tus conceptos teológicos de condenación.

Pero sí es castigado en esta vida por las fechorías cometidas en una anterior, entonces es este Ego el que también debería de ser recompensado, ya sea aquí, o cuando esté desencarnado.

Y así es. Si nosotros no admitimos castigo alguno fuera de esta tierra, es porque el único estado que el Sí Espiritual [el Ego personal en unión con su parte divina] conoce, en el más allá, es el de beatitud pura. (Ver ¿Cómo es la vida en Devachan (el “Paraiso”)?)

¿Qué es lo que quiere decir?

Simplemente esto: que los crímenes y pecados cometidos en un plano de objetividad y en un mundo de materia, no pueden recibir su castigo en un mundo de pura subjetividad.

[Los crímenes y pecados se pagan en el mundo físico, ya sea en esta vida o en la siguiente reencarnación. Por ello, todos aquellos que no se hayan dejado caer en el fango del pecado irremisible y de la bestialidad van a Devachan (el “cielo”). El karma malo que hayan generado durante su vida terrenal se hace a un lado, por el momento para posteriormente seguirlos en su futura reencarnación. Ellos solo llevan consigo a su Devachan el karma positivo de sus buenas acciones, palabras y pensamientos. Posteriormente ellos tendrán que pagar por sus pecados quieran o no. Mientras tanto son recompensados por su altruismo y esfuerzo por desarrollarse durante su vida terrestre. (Carta Mahatma 16, p100-103)]

Nosotros no creemos en ningún cielo o paraíso como localidades; en ningún fuego y gusanos objetivos que nunca mueren, ni tampoco en ninguna Jerusalén con calles pavimentadas con zafiros y diamantes. [Haciendo alusión a las descripciones del infiero y del paraíso por la iglesia católica]. En lo que creemos es en un estado post-mortem o condición mental, como en la que estamos durante un sueño de gran viveza. (Ver ¿Cómo es la vida en el más allá?)