Por
Gerald B. Bryan
De
todos los milagros que mencionan los Ballard, el relacionado con la Ascensión
es quizás el más atractivo, es el más grande de todos y se encuentra en lo más
alto que todos los demás en su lista de milagros.
Es
la respuesta de Ballard al siempre presente problema de la muerte, porque
cuando uno hace la ascensión, ¡ya no muere!
Su
cuerpo físico se carga de Luz y asciende para liberarse para siempre de las
limitaciones del nacimiento y la muerte. Entonces se convierte, según la idea
de los Ballard, en un “Maestro Ascendido”, capaz de recorrer los mundos
corpóreo e incorpóreo a voluntad.
Por
supuesto, la idea no es nueva, ha sido y es parte de muchas filosofías
religiosas, variando sólo en los detalles.
Pero
en el caso de los Ballard, todo lo que sus estudiantes tienen que hacer, al
parecer, es obedecer a los “Mensajeros Acreditados”, pasar una imaginaria
“Llama Violeta Consumidora” por sus cuerpos mañana, tarde y noche para la
purificación necesaria, y luego invocar con la mayor vehemencia su ascensión.
¡Los Ballard
prácticamente han garantizado a sus fieles y obedientes estudiantes su
ascensión en esta vida!
Pero
este asunto de la ascensión no es más que otro señuelo para obtener más
seguidores, y creemos que la evidencia de esta creencia quedará ampliamente
justificada en este capítulo.
En
su libro “Misterios Revelados” Guy
Ballard relata cómo él personalmente ayudó a un “anciano de cabello y barba
blancos” a ascender desde la ladera del monte Shasta en California.
Acababa
de darle de beber al anciano cansado y desanimado de una “copa de cristal” que
se formó milagrosamente en la mano de Guy cuando de repente y sin previo aviso,
el hombre comenzó a levantarse del suelo todo vestido con una “vestidura de
blanco resplandeciente” y luego “¡desapareció en un camino radiante de luz!”
(p.242, UM)
Naturalmente,
la experiencia causó una profunda impresión en Guy Ballard quien desde entonces
ha estado pensando y actuando en este fenómeno de la Ascensión.
En
el siguiente libro de Guy “La Mágica Presencia”
describe un par de ascensiones más, pero en lugar de utilizar la potente bebida
en la misma “Copa de Cristal”, introdujo la idea de un dispositivo mecánico
conocido como el “Acelerador Atómico”, una maravillosa silla dorada que de
alguna manera con solo sentarse en ella, ayuda al cansado neófito a realizar el
viaje final a los cielos.
Hubo
un tiempo en que el proceso iniciático era arduo, pero en el sistema de los Ballard
uno simplemente se sienta en una silla dorada. ¡Es así de fácil!
Se
dice que un dispositivo de este tipo se encuentra en el retiro secreto de Saint
Germain en las Montañas Rocosas de Wyoming, la “Cueva de los Símbolos”. Y allí
un día Ballard y su grupo llegaron para observar la Ascensión de un “anciano
caballero de cabello blanco” llamado David, quien por alguna razón u otra tuvo
el privilegio de sentarse en el Acelerador Atómico dorado.
Bueno,
como era de esperar, no pasó mucho tiempo antes de que David “volviera a su
color original, marrón oscuro, las líneas desaparecieran de su rostro, su piel
se volviera del rosa de la salud perfecta y su barba desapareciera” (p.84, MP).
Pero
lo más maravilloso de todo es que pronto el propio David desapareció en un
“deslumbrante resplandor” de Luz. Así se describe la ascensión nº 2 que narró
Guy Ballard.
La
ascensión número 3 fue la de su amigo y compañero de viaje, Rayborn, el rico
propietario del rancho, quien pronto iba a decir adiós a todo su ganado y minas
de oro y sentarse en el dorado Acelerador Atómico.
Ballard
y su grupo llegan según lo previsto, al igual que los “Maestros Ascendidos” y
algunas encantadoras “Maestras”, entre las que se encuentra la Flama Gemela de
Rayborn.
Todo
está listo. Los espectadores toman sus posiciones y el rey del ganado
occidental se sienta en el acelerador dorado.
En
unos instantes, todo ha terminado. Rayborn asciende a través del techo de la
cueva y desaparece con Flama Gemela, mientras que “como un relámpago, un
círculo de la más intensa, deslumbrante y blanca Luz” abarca todo el lugar. (p.288,
MP) Así hizo el rey del ganado su Ascensión.
El
señor Ballard ya ha afirmado que él tuvo esa oportunidad, pero por razones que
solo él conoce no eligió ascender. Sin embargo dice que se sentó en el
Acelerador Atómico dorado y eso le hizo “querer saltar fuera de su cuerpo”.
La
razón por la que el señor Ballard no decidió ascender a la gloria es la
siguiente, citamos sus comentarios hechos en Los Ángeles la tarde del 25 de
agosto de 1935:
“Saint Germain insiste en que mencione algo
que nunca he mencionado ni siquiera a mi bendita familia. Antes de que la Sra.
Ballard comience a leer sobre la ascensión del Sr. Rayborn, de la que he
hablado, quiero decir esto:
En el momento de la ascensión del Sr.
Rayborn, se me dio la oportunidad de hacer la ascensión, pero la Poderosa
Presencia YO SOY dijo: ‘¡No! Vuelve al mundo y sirve.’
En esa hora terminó mi peregrinación
terrenal. Desde entonces estoy aquí en esta estructura atómica en un tiempo
extendido... Nada de lo que esta forma humana pueda hacer puede quedar
registrado en mi corriente de Vida. Sé que habrá quienes saldrán y dirán,
posiblemente, 'Eso es sólo un poco de drama'. Amados, me retirarían de esta
encarnación si dijera una palabra que no fuera cierta.”
Sin
duda, uno de los poderes mágicos de la vida de este hombre es su capacidad de
hacer que la gente crea en él. En contra de la lógica y el sentido común, a
pesar de las contradicciones y las afirmaciones erróneas, y ante un absurdo
tras otro, sus seguidores creen en las afirmaciones que hace.
En
otra ocasión, mientras supuestamente estaba en la India, en el Retiro Secreto
de Chananda en los Himalayas, dijo que tuvo la oportunidad de hacer su
ascensión, pero nuevamente, su “YO SOY” le dijo que regresara al mundo y
sirviera.
Edna
Ballard también tuvo su oportunidad, pero al igual que su abnegado esposo, ella
también rechazó su ascensión. Citamos la declaración de Saint Germain hecha en
Filadelfia el 9 de mayo de 1937:
“Los Amados Mensajeros que están aquí, cuando
regresaron de Honolulu, podrían haberse despedido de ustedes y haber continuado
su camino, ¡pero no lo hicieron! Su Amor fue lo suficientemente grande como
para continuar y continuar, enfrentando y conquistando la maldad que se les
había proyectado.” (p.8, AML)
¿Pero Los Ballard no
habrían podido servir mejor si hubieran hecho sus “Ascensiones”?
Tenemos
la suficiente curiosidad como para preguntarnos si los Ballard utilizarán la
“Copa de Cristal” y ascenderán desde la ladera del Monte Shasta, o si utilizarán
el “Acelerador Atómico” y ascenderán a través del techo de la Cueva de los
Símbolos en Wyoming. Solo el tiempo lo dirá.
La
Ascensión que promueven los Ballard ha atraído a miles de ancianos a su culto,
pero después de cuatro años de promesas sin una sola ascensión, incluso los
estudiantes más asiduos comenzaron a preguntarse si alguno de ellos alguna vez
lograría su ascensión.
Por
lo tanto, los ingeniosos Mensajeros decidieron evidentemente que en lugar de
hacer más promesas, sería mejor que produjeran algunas ascensiones. Así que en
un cielo despejado, una tarde de los idus de marzo, en Cleveland, anunciaron a
una audiencia emocionada:
-
“¡El
próximo domingo habrá diez Ascensiones!” (p. 3, abril de 1938, V.)
¡Pero
ay!, los habitantes de Cleveland pronto se enteraron de que estas ascensiones
no debían realizarse en su bella ciudad, sino en los retiros privados y
absolutamente inaccesibles de Saint Germain en las montañas: “Cinco desde la
Cueva de los Símbolos” y “Cinco desde el Retiro en Arabia”.
Imaginemos
la consternación de aquellos que no pudieron dejar sus negocios para ir a
Wyoming o a la lejana Arabia.
Se
les había dicho que la Ascensión tenía que hacerse en un cuerpo físico real y
que tenía que ser un cuerpo vivo, no muerto. Pero ninguno de estos estudiantes
sabía cómo llevar sus cuerpos a la Cueva de los Símbolos en Wyoming, y
ciertamente no al retiro en las fortalezas de las montañas árabes.
Por
cierto, otros dos supuestos retiros secretos, el del monte Shasta, en
California, y el Royal Teton en Wyoming, han sido la ocasión de numerosas
peregrinaciones absurdas de estudiantes.
Hay
historias auténticas de estudiantes que han abandonado a sus familias, sus
puestos, su dinero, y han acampado fuera de los portales rocosos del monte Shasta
en California y el Grand Teton en Wyoming, esperando a que la montaña
respectiva se abriera y les dejara entrar. Pero si a Guy Ballard si le
permitieron, ¿entonces por qué no a ellos?
Un
amigo escribe desde el Parque Nacional Grand Teton que había hablado con las directoras
de correos de Moose, Wyoming, en la base del Grand Teton; con la directora de
correos de Jenny Lake; también con guardabosques y otros; y encontró la misma
vieja historia:
-
“Sí,
muchos de ellos suben aquí pero se van desilusionados. Uno fue asesinado cuando
regresaba a casa después de esperar un año a que se abriera la montaña. Otro
fue internado en el manicomio estatal, etc.”
Volviendo
al anuncio en Cleveland, aunque a los estudiantes nunca se les dijo quiénes
eran los diez afortunados que hicieron su ascensión, tuvo el efecto de
despertar esperanza y renovar esfuerzos entre los estudiantes fieles, y los
hizo aún más obedientes que antes a los Ballard y sus “Maestros Ascendidos”.
Pero
con el tiempo, después de unas cuantas Ascensiones colectivas más de este
orden, la idea de la ascensión privada comenzó a desarrollarse, y los Ballard por
esa y otras razones también se vieron obligados a instituir un tipo de
ascensión totalmente diferente al descripto previamente en sus libros.
Una
de estas razones es la más obvia: los propios Ballard estaban envejeciendo y la
tensión de su trabajo los estaba afectando. Por lo tanto tuvieron que adaptar sus
promesas de ascensión a cualquier eventualidad que pudiera ocurrir en sus
propias vidas.
Luego,
nuevamente durante años, sus estudiantes habían estado muriendo, dejando atrás
su cuerpo mortal: ¡una prueba clara de que la ascensión prometida no había
tenido lugar!
Por
lo que de alguna manera esta constatación tenía que ocultarse o quitarle
importancia, y a continuación se describe cómo los Ballard intentaron hacerlo:
A
pesar de que anteriormente habían declarado con mucho énfasis que la ascensión
sólo podía hacerse elevando el cuerpo físico real, y sólo antes de que
ocurriera la muerte, ahora contaban con el ingenioso pero no demasiado
consecuente Saint Germain que les hizo llegar un mensaje sorprendente y sin
precedentes, un mensaje que cambió por completo el efecto y la intención de su
inviolable Ley de Ascensión original:
“Amados Hijos de la Luz”, dijo Saint Germain
el 8 de noviembre de 1938, en Washington, DC, “quiero que veáis y sintáis la
Recompensa que la Vida ha elegido dar a ciertos individuos. En todas las épocas
pasadas, la Ascensión sólo podía efectuarse llevando el cuerpo físico
purificado al Cuerpo Mental Superior, como os lo ha explicado el Mensajero” (p.5,
diciembre de 1938, V.)
¡Pero
luego Saint Germain contó cómo se había organizado una “Nueva Dispensación”
para los estudiantes fieles!
Parece
que dos bellos miembros de la jerarquía de los “Maestros Ascendidos” —la “Diosa
de la Luz” y la “Diosa de la Libertad”—
fueron personalmente a un gran Ser, “Sanat Kumara”, sentado en algún
lugar de los cielos, para interceder en nombre de los estudiantes de Ballard.
Parece
además que este gran Ser, Sanat Kumara, cediendo a las súplicas de las dos
hermosas diosas, aceptó tener especial compasión por la difícil situación de
los estudiantes de Ballard, quienes en lugar de hacer sus ascensiones como se
les había prometido, estaban muriendo y dejando sus cuerpos atrás.
El
resultado del cónclave celestial fue (como lo explica tan claramente Saint
Germain) que ahora habrá “cientos entre los estudiantes a quienes se les
permitirá hacer la Ascensión mientras la estructura externa, la discordia de la
forma humana, permanezca aquí”.
Y
ahora que este problemático asunto de los “restos físicos” se ha resuelto de
esta manera celestial, parece razonable sospechar que este nuevo tipo de
ascensión ocurrirá en forma generalizada.
Y
efectivamente en el segundo número de su revista después de este estupendo
anuncio de la “Nueva Dispensación” autorizada por un solo individuo sentado en
su alto cielo, vemos en letra morada que los molinos de la ascensión de Ballard
¡ya están empezando a moler!
Como
evidencia de esto citamos las observaciones del “Gran Director Divino” hechas
en la Clase del Santuario en Los Ángeles el 8 de enero de 1939:
“Ya en tres casos diferentes, aquellos que
han hecho el cambio, que otros no entendían que era la llamada muerte, han
hecho la Ascensión. En cada caso no ha quedado una partícula de Vida en las
células o la estructura de la carne que quedó atrás, lo cual es evidencia mecánica
de la Verdad de que han hecho la Ascensión. Hay un buen número de personas que
harán ese cambio en unos pocos meses... se puede hacer fácil y rápidamente.” (p.19-20,
febrero de 1939, V.)
Esta
clase de ascensión “tan fácil y prontamente lograda” sin duda está bien para
cualquiera de los Mensajeros no Acreditados, líderes de clase y estudiantes
obedientes, pero para los tres y únicos “Mensajeros Acreditados”, seguramente
se requiere la ascensión más difícil bajo la antigua dispensación.
Por
lo tanto esperamos que los Ballard realicen al menos una, si no es que tres
buenas ascensiones a la antigua usanza como las descritas en sus libros, y
asciendan al cielo física y corporalmente, ya sea por medio de la “Copa de
Cristal” o del “Acelerador Atómico”.
Y
cuando lo hagan, nosotros y los demás escépticos del país entonces creeremos en
los “Milagros de la Ascensión” mencionado por los Ballard.
(Libro
Dictadura Psíquica en América, capítulo 9)
OBSERVACIONES
Los verdaderos
maestros explicaron que la ascensión si es un fenómeno real, pero que no
requiere de ninguna tecnología sino de un desarrollo espiritual muy elevado, y
entonces el cuerpo físico se transforma en un cuerpo de luz. Muy pocos humanos
lo han logrado, incluso la mayoría de los maestros siguen reencarnando, y lo
que los Ballard dijeron sobre la ascensión fueron puras falsedades que
inventaron para engatusar a la gente.
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