LOS MÉDIUMS EXPLICADOS POR ARTHUR POWELL



Arthur Powell fue un estudioso de la neoteosofía de Charles Leadbeater, y sobre los médiums en su libro "El Doble Étérico" él escribió lo siguiente:



La mediumnidad

La mediumnidad en general es causa de mucha tensión y de perturbaciones nerviosas, afortunadamente es relativamente rara.

El médium es una persona anormalmente organizada, en quien la dislocación de los cuerpos etérico y físico se produce con facilidad.

(El cuerpo etérico es una deformación que Charles Leadbeater hizo del cuerpo pránico.)

No hay la menor duda de que salvo posiblemente en unos pocos casos, y cuando se toman todas las precauciones posibles, la práctica de la mediumnidad es perjudicial y puede llegar a ser muy peligrosa.

No obstante se ha de admitir que por medio de ella un gran número de personas han adquirido la creencia de la realidad del mundo invisible y de la continuación de la vida después de la muerte.

Por otra parte, se puede decir también que tal conocimiento o creencia se hubiera podido obtener por otros medios menos perjudiciales.

Un ocultista entrenado, por ejemplo, vinculado a cualquier escuela de magia blanca, nunca hubiera intervenido en el doble etérico de hombre alguno para producir una materialización; ni hubiera perturbado el propio si deseara hacerse visible a distancia.

Para esto, condensaría en y alrededor de su cuerpo astral una cantidad suficiente del éter ambiente para materializarlo, manteniéndolo en tal forma por un esfuerzo de voluntad todo el tiempo que lo necesitara.





Las materializaciones de espíritus

El doble etérico, una vez forzado afuera, proporciona, en gran medida la substancia para las "materializaciones".

(No es con su doble etérico sino con su doble astral que los médiums realizan las materializaciones.)

Tales formas materializadas están por lo común, estrictamente confinadas a la vecindad del médium, pues la materia de que están compuestas está sujeta a una atracción constante que tiende a hacerla volver al cuerpo del que salió; de manera que si se la mantiene alejada por mucho tiempo del médium la figura sufre un colapso, volviendo la materia que la compone instantáneamente a su fuente.

Tales formas sólo pueden mantenerse durante un momento en medio de las intensas vibraciones de una luz brillante.

Cuando el doble etérico es echado fuera, el mismo se divide en dos; no puede ser separado totalmente del cuerpo físico sin causar la muerte de éste, puesto que la fuerza vital o prana no puede circular sin la presencia de la materia etérica.

(El cuerpo pránico no es proyectado afuera del médium, mientras que en cambio el doble astral si puede hacerlo, y es compuesto a partir de la substancia del cuerpo astral.)





La proyección del doble

En una sesión espiritista, el clarividente puede ver el doble etérico saliendo ordinariamente por el lado izquierdo del médium; aunque algunas veces se desprende de toda la superficie del cuerpo; esto es lo que aparece como "espíritu materializado".

Aunque el médium es usualmente consciente todo el tiempo, en el trasfondo, cualquier intento de afirmar su individualidad o de pensar coordinadamente, debilita en seguida la forma materializada y la hace volver al cuerpo físico del médium.

(La mayoría de los médiums genuinos durante la sesión espiritista están inconscientes en un estado de trance.)

Una sacudida o perturbación repentina o cualquier intento de sujetar la "forma del espíritu" es peligroso en alto grado y hasta puede causar la muerte del médium.

(No sé si esto sea verdad.)





Fotos de fantasmas

El espíritu materializado es moldeado fácilmente en diversas formas por los pensamientos de los concurrentes y adquiere fuerza a medida que el médium cae en un trance profundo.

Este, como es natural, ocurre ordinariamente sin esfuerzo consciente de parte de los asistentes.

H.P. Blavatsky dijo que en los notables fenómenos de la granja de los Eddy, ella deliberadamente había moldeado la forma del "espíritu", al que se vio tomar varios parecidos, a la vista de los presentes.

La materia etérica, moldeada en tales formas de "espíritus", aunque invisible a la vista ordinaria, puede, no obstante, impresionar la placa fotográfica, pues ésta es sensible a ciertos anchos de onda de luz que no afectan al ojo humano. Esta es la razón de que en muchos casos conocidos de "espíritus-formas" hayan aparecido en la placa de retratos ordinarios.

(La materia etérica en realidad no existe porque fue una mentira inventada por Leadbeater, y lo que se materializa es la substancia astral más densa. Y hasta ahora todas las fotografías que he visto de fantasmas han resultado ser falsas.)





El agotamiento que experimentan los presentes

Hasta el retiro parcial del doble etérico produce letargo en el cuerpo denso y casi suspende las actividades vitales. Esta peligrosa condición va seguida ordinariamente de un extremo agotamiento.

El terrible escape de vitalidad, producido por el retiro del medio por el cual el prana circula, es la causa de que los médiums se encuentran en un estado de agotamiento después de una sesión espiritista, y también eso explica porque muchos médiums se dan a la bebida o toman estimulantes para satisfacer la terrible ansia de recuperar sus fuerzas perdidas.

(En realidad si los médiums se encuentran en ese estado de agotamiento es porque fueron vampirizados energéticamente por las entidades astrales.)

Sir William Crookes en su obra Researches escribió:

« Después de presenciar el doloroso estado de postración nerviosa y física en que algunos de los experimentos han dejado al Sr. Home, después de verlo tendido en el suelo casi desmayado, pálido y sin palabra, difícilmente podía dudar de que la evolución de la fuerza psíquica va acompañada del correspondiente escape de la fuerza vital. »
(p.41)


Ocurre también que además de la materia del doble etérico del médium, se toma materia etérica de los concurrentes a la sesión; y de esto proviene la lasitud que frecuentemente sienten los que concurren a tales sesiones.

(Las entidades astrales también vampirizan energéticamente a las personas que asisten a las sesiones espiritistas.)





Utilización de la materia física

Además de la materia etérica, en muchos casos se desprende del cuerpo del médium materia física, principalmente, líquidos y gases.

Sólo cuando la pasividad del médium es perfecta se puede obtener del cuerpo físico del mismo mucha materia, sin peligro para la vida.

Se conocen muchos casos en que, durante la materialización, el cuerpo del médium se encogió perceptiblemente, presentando el rostro arrugado y marchito, un aspecto lívido y muy desagradable.

Se comprobó, pesándolo, que el cuerpo del médium había disminuido hasta cuarenta libras de su peso normal, mientras el peso de la forma materializada resultó ser mas o menos el mismo que la disminución del médium y hasta más, debido a la extracción de alguna materia densa de los cuerpos de los concurrentes. En un caso bien conocido, la forma materializada cargó con el cuerpo disminuido del médium (El Sr. Egliton).

(Hasta  donde yo sé, en las materializaciones de espíritus no se utiliza materia física sino solo astral.)


Para una entidad astral que desee "manifestarse" o producir algún fenómeno en el plano físico, el médium le proporciona la materia etérica necesaria, la cual actúa como intermediaria para transmitir las fuerzas astrales a la materia física.

Un proceso algo similar ocurre cuando un borracho muerto se cierne sobre una taberna y atrae hacia sí un velo de materia etérica a fin de poder absorber el olor del alcohol, por el que siente ansia. Como no puede oler el alcohol como hacemos nosotros, trata de inducir a otros a emborracharse, a fin de poder entrar parcialmente en sus cuerpos físicos y obsesarlos, experimentando así más directamente el sabor y demás sensaciones que tan ardientemente desea.

A veces, sólo se extrae del médium la materia suficiente para producir una mano etérica, o nada más que los dedos para sostener el lápiz y escribir, o para dar golpes, tumbar o mover objetos, etc.

Corrientemente, se extrae del médium materia etérica así como física, la que se utiliza para cubrir una forma astral, sólo suficiente como para hacerla visible para los concurrentes; forma que no es maciza sino meramente una delgada película.

Las colgaduras espiritistas sin embargo tan corrientes en tales sesiones, se hacen frecuentemente de las ropas del médium o de uno de los asistentes. La textura puede ser tosca o fina; más fina en realidad que cualquier producto de los telares orientales.

Ocasionalmente, tales colgaduras pueden sacarse de la sala de sesiones, y a veces hasta durar varios años; otras veces se desvanecen dentro de una hora más o menos, y hasta en pocos minutos.

(No sé si esto sea verdad.)





Los espíritus guías

Muchos "guías espiritistas" se dan perfecta cuenta de los peligros a que están expuestos sus médiums y toman todas las precauciones que pueden para protegerlos.

(Por el contrario, la mayoría de los espíritus guías son en realidad entidades astrales embusteras que buscan embaucar a los médiums para poder seguir vampirizándolos energéticamente.)





Los riesgos

Hasta los mismos "espíritus" pueden sufrir ocasionalmente; como cuando, por ejemplo, se golpea o hiere a una forma materializada; ello se debe a la íntima conexión que se establece entre la materia etérica de la forma materializada y la materia del cuerpo astral del "espíritu".

Es cierto que ninguna arma física puede afectar a un cuerpo astral, pero el daño causado a una forma materializada se puede transmitir al cuerpo astral por el fenómeno conocido como "repercusión".

Como durante una materialización se puede tomar materia de los presentes, puede producirse una gran entremezcla de tal materia, de manera que las cualidades indeseables o vicios de alguno de los asistentes pueden repercutir en otros y más que todo sobre el médium, de quien más se toma y ciertamente es la persona más sensible de todos.

La nicotina y el alcohol parecen ser los más probables de producir tan desagradables efectos, de esa manera.

(No sé qué tan cierto sea todo eso.)

Médiums de bajo tipo inevitablemente atraen las entidades astrales más indeseables, las cuales pueden reforzar su propia vitalidad a expensas del médium y de los asistentes. Tales "fantasmas" pueden hasta adherirse a alguno de los presentes de bajo desenvolvimiento con resultados deplorables.

Se conocen también casos en que una entidad externa, encarnada o desencarnada, se ha apoderado del cuerpo de una persona durmiente y lo ha utilizado, quizás como sonámbulo, para sus propios fines. Esto puede ocurrir más probablemente a una persona de condición mediumnística.

(Capítulo 20)






OBSERVACIÓN

En morado les comenté las partes donde percibo que Arthur Powell está errado, y les recomiendo que sean cautos con el resto de sus afirmaciones porque él se basó principalmente en lo que escribió Charles Leadbeater, pero resulta que ese individuo fue un enorme charlatán que dijo muchas mentiras.











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