Arnold
Krumm-Heller en resumen les dice a sus seguidores masculinos que deben de tener
relaciones sexuales pero sin eyacular.
Pero
hacer únicamente eso es nocivo porque el esoterismo explica que la energía es
como el agua: si circula es benéfica, pero si se mantiene estancada entonces se
vuelve perjudicial.
Entonces
cuando un hombre tiene relaciones sexuales produce energía sexual, pero si esa
energía sexual no circula y solo se mantiene estancándose dentro de los órganos
sexuales, si la actividad sexual se efectúa muchas veces de esa forma, eso va a
provocar trastornos emocionales o psicológicos en ese hombre, y en los casos más
graves puede incluso provocar enfermedades como por ejemplo el cáncer.
Y
es por eso que aunque los instructores que saben sobre este tema aconsejan no
eyacular para así conservar y nutrir la energía sexual, también advierten que
si no se hace todo un trabajo energético interior, entonces es mejor eyacular.
Por
ejemplo los practicantes taoístas aparte de no eyacular, también limpian y abren
el principal canal energético que tenemos y que ellos denominan “la órbita microcósmica”.
Y
por medio de diversas técnicas ellos hacen circular la energía sexual a través de
la órbita microcósmica para depositarla en el vientre que es una zona del
cuerpo que si está diseñada para poder conservar ahí grandes cantidades de
energía; y esa energía luego se va a ir distribuyendo hacia las diferentes
partes del cuerpo que la requieran.
Krumm-Heller
pretende poder elevar la energía sexual recitando ciertos mantras y rezando,
pero eso no va a servir porque si ustedes tienen vuestra órbita microcósmica
sucia y tapada, la energía no va a poder avanzar.
Para
darles una analogía es como si ustedes apretaran el pedal del acelerador de vuestro
coche en una autopista que está saturada de vehículos. Pues bien, por mucho que aceleren
los obstáculos les van a impedir poder avanzar.
Y
es por eso que los taoístas primero limpian ese canal. Pero es que además si
solo elevan la energía, esta se va a acumular en el cerebro el cual no está
apto para acumular grandes cantidades de energía, lo que les va a provocar tremendas
jaquecas (se los digo por experiencia propia) y el daño ahora se va a trasladar
a la cabeza.
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Entonces como ustedes
mismos lo pueden constatar, la alquimia sexual es un trabajo más complicado que
solo evitar eyacular, y es por eso que la enseñanza de Arnold Krumm-Heller es dañina,
porque es muy incompleta y termina haciendo más mal que bien.
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