JESÚS ¿HOMBRE o DIOS?

Para comprender hay que saber que Jesucristo es en realidad la unión de dos seres, como su nombre lo indica: Jesús y el Cristo.

¿Es el Cristo un ser superior que tomó posesión del cuerpo de Jesús a una cierta edad, o ya era ese ser superior desde su concepción?

Siempre hay enigmas alrededor de los grandes seres, alrededor de lo que parece insondable. ¿Quién era Jesús y quién es el Cristo?

Jesús fue un iniciado de gran envergadura, lo que ustedes llaman Maestro, pudiendo aumentar a voluntad la potencia de su vibración, y por lo tanto adaptarse a los grandes Seres Cósmicos (Divinos) que podían servirse de su forma para efectuar un servicio. Todo está en la resonancia vibratoria.

Cuando decimos que Jesús fue el vehículo del Cristo, hay que imaginar dos energías pudiendo encontrarse, porque vibrando con la misma intensidad lo que permite la ósmosis. Por lo tanto, es correcto considerar que Jesús era realmente el Cristo, como también es correcto considerar que Jesús y el Cristo son dos entidades diferentes.
Ambas teorías están en lo cierto, porque cuando un individuo llega a hacer osmosis a ese grado con una Entidad Cósmica, es porque ha tenido la revelación de la naturaleza que vibra en él.

Hay dos maneras de imaginar al Cristo: por la religión o por ciertas definiciones del ocultismo, imaginar que es un iniciado muy antiguo, habiendo adquirido el máximo de iniciaciones que ofrece la Jerarquía Planetaria. En cambio, lo que nosotros llamamos el Cristo es la sustancia de todo lo que existe.

Como ven, todo depende a qué nivel cósmico se están refiriendo. Es un poco como si dos amigos situados en los dos extremos de un lago mirarán el mismo barco. El primero dice: "Veo un barco que va a la izquierda". Su amigo responde: "No, el barco va a la derecha". Y así, los dos amigos terminan discutiendo porque ven el mismo barco, pero desde dos diferentes direcciones.

Lo mismo sucede con la espiritualidad. No sirve de nada hacer guerras religiosas, o disputas entre grupos esotéricos o ocultistas, porque todo el mundo tiene razón sin realmente tenerla. Esto es debido al hecho que cada grupo observa un aspecto en particular. Algunos se centran más en la forma y otros en la esencia.

Entonces. ¡Basta de pleitos! Observen todo el conjunto y así habrá unidad. Y juntos se vislumbrará la misma verdad. Dejen de hablar únicamente de la forma y busquen la esencia. Mientras que los grupos y las religiones discutan sobre las formas, habrá desacuerdo con las manifestaciones de la Verdad. Algunos dirán que Jesús es el verdadero Dios, otros dirán que es Alá, etc. Sólo cuando la esencia del Universo sea tomada en cuenta, será verdaderamente la universalidad de la concepción, antes de ello no será posible.

Cuando ustedes me preguntan quién es el Cristo. Si su conciencia alcanza hasta tal grado espiritual, verán un cierto personaje con una cierta función. Si se fijan en otra dirección del horizonte espiritual, verán otro personaje, en otra dimensión, con otra función.

¿Es qué todos ellos son la misma entidad?

SI y NO

• Sí, porque la esencia, desde el punto inicial de la manifestación del Cristo, hasta su última manifestación a través de un hombre, como Jesús, es la misma. 
• No, porque si buscan al Cristo en la persona de Jesús, no lo encontrarán.

Entonces, todo depende con qué concepto abordan el asunto. Si buscan en Jesús la presencia del Cristo, la hallaran y desde esa perspectiva pueden decir que encontraron al Cristo, pero si se arrodillan frente a una estatua de Jesús, creyendo venerar al Cristo es falso, porque ustedes se enfocan en la forma en vez de dirigirse hacia la esencia.

Es cuando se ubican en la esencia que todo se vuelve accesible. Desde que hay forma, la cosa ya no es accesible. La forma es simplemente el testimonio (Jesús). Sin duda un muy alto testimonio que es un ejemplo a seguir, pero no es la esencia (el Cristo). Y es ahí todo el problema de la deificación y de todos los falsos conceptos que hacen los hombres.

El problema viene de que los hombres en lugar de tratar de evolucionar, de purificarse, de hacer el bien, para que ellos mismos se vuelvan otro testimonio del Cristo. En lugar de eso, se ponen a idolatrar el testimonio que es Jesús. Si por lo menos siguieran sus palabras de amar al prójimo, pero no, en vez de eso se disputan con otros hombres por no tener la misma creencia, y así vemos una proliferación de diferentes iglesias. Todas idolatrando al testimonio a su manera.

Ahora bien, la deificación es dar una forma a lo que no tiene, dar una forma a lo que es esencia. Es lo que ha sucedido con el Cristo, debido al acontecimiento de Jesús. Hace mucho tiempo ya que Jesús no escucha los rezos de los cristianos. Él ha seguido con su evolución, en cambio el Cristo sigue a la escucha, porque su omnipresencia se lo permite. Sin embargo,

¿Quién piensa en enviar sus oraciones a la conciencia del Cristo?

No mucha gente. En cambio son numerosos aquellos que van a los lugares de peregrinación, a encender velas a los pies de la estatua de Jesús.  ¡Error!

_  _  _

Quisiera hacer entrar en sus mentes la noción de universalidad, de omnipresencia, o el Cristo está en todas partes, o el Cristo no está en ninguna parte, o el Cristo está en Jesús, en Buda, etc., o no está en nadie. No se puede dar un límite a lo que no tiene. Buscar al Cristo, idolatrando a su forma, es alejarse del lugar donde se encuentra. Entonces,

¿Cómo concebimos nosotros al Cristo? 

(Lo describo en La naturaleza oculta del Cristo)

Pastor (maestro de sabiduría, 24-06-87)

Nota: Jesús se refería al Cristo con el nombre de “Padre” que los católicos definen como Dios, y están en lo correcto, pero no visualicen al Cristo como un dios antropomórfico, sino como la sustancia divina dotada de consciencia e inteligencia, que da origen a todo lo que existe. Dios no tiene forma, ya que es el Espíritu del Universo.