EL ASPECTO SECRETO DE LA CONFESIÓN RELIGIOSA

Hoy se deja por completo de lado la confesión, porque se cree que solo se trata de ir a la iglesia a contar sus pecados. Sin embargo, la confesión tiene un significado espiritual y psicológico muy importante que los hombres han olvidado.

¿Cuál fue el propósito inicial de la confesión?

Originalmente el propósito de la confesión NO era de ir a confesar todos sus pecados. No se trataba de un juego malsano entre el devoto y Dios, que si el devoto reconoce su pecado, entonces el sacerdote puede absolverlo y Dios se hace de la vista gorda.

¡Eso es una creencia tonta!

Poco a poco la noción original habiéndose perdido, solo se concibe así ahora. Sin embargo, la confesión era algo que se practicaba de una forma totalmente diferente, con un propósito completamente diferente. El sacerdote recibía en confesión a las almas que estaban en pena. Recibir a las almas sufrientes y obligar a los devotos a confesar sus pecados es completamente diferente. Inevitablemente, con el tiempo, con la progresiva degradación de la iglesia y la formación de sacerdotes cada vez menos iluminados, el propósito original fue distorsionado.

Los nuevos sacerdotes exigieron que las personas confesaran sus pecados, porque consideraron que si el alma estaba atormentada, era necesariamente porque había pecado, pero el detalle es que aquel que confiesa, no necesariamente siente remordimiento por haber pecado. En cambio los primeros sacerdotes no buscaban recibir la confesión de la gente de esa manera, simplemente eran un apoyo para que las almas atormentadas pudieran aliviarse.

Y es por eso que la absolución funcionaba y que fue instaurada, porque a partir del momento en que un alma sufría, al grado de sentir la necesidad de irse a confesar, eso significaba que esa alma debía ser aliviada de aquello que la atormentaba. Y en ese momento el sacerdote con fórmulas consagradas tenía el poder para liberar la memoria de ese cliché, liberar al alma de ese tormento que a pesar de toda su buena voluntad la seguía persiguiendo, afligiendo su vida y estancando su destino. Ahora bien NO puede haber progreso sin purificación. 

La confesión era por lo tanto para los sacerdotes, una manera de purificar el plexus solar de la persona, puesto que ahí reside la memoria presente y pasada de la persona. De este modo habiendo dado su lote de pecados al sacerdote, en forma de vibraciones, el sacerdote a través de su oración lograba quemar el karma de la persona. Y es por eso que en compensación la persona debía rezar un cierto número de Aves Marías y Padres Nuestros. Porque dado que el karma es una ley de retribución, siempre hay que dar algo en compensación y en el caso de la religión católica era el rezo.

La absolución es entonces el medio por el cual el sacerdote puede eliminar un karma que ha siso suficientemente vivido (ya que el principal objetivo del karma a nivel individual es enseñar, ver el karma en la vida humana) y que ha sido comprendido por el individuo, pero cuya impresión todavía sigue en forma de cliché en la menoría psicológica. Y ese cliché NO siempre el hombre tiene la capacidad, la fuerza para poderlo retirar el solo. Esto debido a que la memoria es una película muy sensible, muy frágil, e incluso si el hombre tiene la buena voluntad y hace enormes esfuerzos, la memoria siendo muy frágil, a veces no logra cicatrizar después de un traumatismo, y es ahí en donde el sacerdote, el culto intervienen y permiten la sanación. Es solo a partir de ese momento que el individuo es verdaderamente liberado.

Ustedes seguramente han experimentado esos clichés. Donde han hecho verdaderos y grandes esfuerzos para liberarse de algún trauma o algún complejo. Por ejemplo, de un miedo, o de una forma de pensar, o de una extrema timidez, etc. Después de varios años sienten que ya lo han sobrepasado, pero resulta que si simplemente se quedaron a un nivel de esfuerzo personal, se darán cuenta que a veces (sobre todo en los momentos de debilidad) todavía aparece ese fantasma. Y que incluso si consideraban que ya se habían completamente curado de la timidez, cuando menos se lo esperen, hay una tremenda timidez que resurge en ustedes. Y no comprenderán porque pensaban ya haber eliminado tal aspecto de vuestro carácter.

Hoy en día ya casi nadie se confiesa, y de todas maneras la confesión ya no es vivida como fue instaurada originalmente, o sea que no serviría. Incluso los sacerdotes ya  no saben para qué practican la absolución, porque no conocen esa fuerza original que fue depositada en su iglesia.

Hoy en día, la gente acude con los psicólogos, con los sofrólogos y en general sirven, pero para poder eliminar esos clichés de la memoria, se requiere que el terapeuta disponga de un cierto poder vibratorio, lo cual es todavía raro, o ciertas claves que son simplemente las palabras instituidas por los primeros maestros de una orden espiritual o religiosa, para poder eximir a la persona y borrar de su memoria los clichés que la atormentan.

Si se encuentran en ese estado, vayan a ver al sacerdote y aunque no le digan nada, simplemente pídanle la absolución. Y ustedes por un acto consciente dirijan la energía ahí donde necesita ir.

Pastor (maestro de sabiduría, 06-11-88)

¡Y sino, pueden buscar otro provecho como Pepito!

-        Padre, confieso que he pecado con una compañera de la escuela.

-        ¿Y quién es esa joven?

-        ¡No, Padre! Se dice el pecado, más no al pecador.

-        Mira Pepito, tarde o temprano me voy a enterar, así que más vale que lo digas ahora. ¿Fue Paty Sánchez?

-        Un caballero no tiene memoria Padre.

-        ¿Tal vez fue Teresita González?

-        Mis labios están sellados Padre.

-        ¿A menos que haya sido María Rodríguez?

-        No insista Padre.

El cura chasquea los dedos de exasperación y dice:

-        Admiro tu discreción Pepito, pero aun así has pecado y debes tener tu penitencia: veinte Padres Nuestros y diez Aves Marías. Ve con Dios, hijo mío.

Pepito sale de la iglesia. Entonces su amigo Pascual se le acerca y le pregunta:

-        ¿Qué pasó Pepito, resultó?

-        ¡Si, ya tengo tres buenas recomendaciones!

(es broma)