NO TE SUICIDES Y MEJOR EGOCIDATE


(Este artículo fue escrito por Alsibar quien ha estudiado mucho a los guías espirituales, y el texto original en portugués lo pueden leer en este link.)



¿Quién no ha pensado en el suicidio? ¿En arrancar por fin ese dolor insoportable del pecho mediante un acto impensable  que acabaría con todo sufrimiento?

Pero ¿y si la muerte no es el fin? ¿Y si, como dicen los espiritualistas, el dolor continúa con mayor intensidad en el otro lado? ¿Y si además del cuerpo, la mente sigue atormentada por todos sus recuerdos y angustias? ¿Vale la pena arriesgarse a perder el preciado don de la vida sin ninguna garantía de alcanzar el objetivo de simplemente borrar, desvanecer, desaparecer?

¿Hay otra salida al sufrimiento?


Sí, la hay, y es el egocidio. Si tienes el coraje de matar el cuerpo, incluso con todo el dolor y el miedo que eso conlleva, te daré un consejo: en lugar de matar el cuerpo, mata el ego.

Con la muerte del primero no tienes certeza de nada, pero con la muerte del segundo te aseguro que podrás reducir o incluso exterminar por completo tu dolor interior.

Pero, increíblemente, destruir el ego puede ser incluso más difícil que matar el cuerpo. ¿Y sabes por qué?

Porque el ego eres tú. Cuando alguien piensa en morir, generalmente es solo un intento desesperado de escapar del sufrimiento o de algo que no puede soportar. Esa es precisamente la actitud extrema de un ego poderoso, tan fuerte que se niega a sufrir y quiere que las cosas sucedan exactamente como él quiere.

Sin embargo para quienes buscan escapar del dolor de la manera equivocada, les advierto que estoy 99.9% seguro de que la vida continúa. Pero peor aún, vuestra mente moldeará su próximo cuerpo según vuestro estado mental y sus actitudes.

No soy espiritualista, ni creo en la visión espiritualista del más allá. Simplemente lo veo como una cuestión de lógica: existen leyes en todo el universo. Los seres humanos, como todo lo demás, estamos sujetos a ellas. Matar o suicidarse constituye  un grave error con consecuencias muy graves debido a la gravedad de la ofensa.

Así que en lugar de embarcarte en una empresa tan arriesgada con resultados tan impredecibles, ¿por qué no mejor buscas la muerte de la raíz de todos los problemas, que es el ego?

Pero es importante destacar que el ego no es una entidad que pueda eliminarse por completo. Tampoco es necesario, ya que el ego no es más que un ser necesario para la supervivencia. Sin embargo puedes eliminar aquello que te causa sufrimiento en el ego, que es precisamente su   fuerza y ​​centralidad.

El dolor no proviene del ego en sí, sino de su deseo de dominar todo tu ser. Cuando no hay sabiduría ni luz interior, el ego usurpa el trono y comienza a controlar todo el reino interior. Entonces, dominado por la ignorancia, la arrogancia y  la presunción egoica, te ves llevado a buscar el placer, la fama o el poder, a toda costa, sin aceptar la derrota, las limitaciones ni los reveses de la vida.

¿Y el resultado de todo esto?

Mucho sufrimiento que puede llevar a la desesperación.

~ * ~


Así que mejor comete egocidio. Mata la vitalidad del ego. Déjalo sin poderte contralar más y así tu vida será ligera como una pluma, llevada tranquilamente por la brisa divina. Solo entonces terminarán tus días de angustia, dolor y sufrimiento interior. Y entonces mirarás al ego y estará ahí, listo para servirte, y ya no para atormentarte.

Y solo entonces habrá libertad y felicidad, tanto dentro como fuera de ti. ¿No lo crees? Inténtalo, porque a diferencia del suicidio, puedes cometer egocidio tantas veces como quieras a lo largo de tu vida. Y lo mejor es que permanecerás vivo para experimentar sus resultados y disfrutar de la paz inconmensurable del verdadero cielo interior.

Haz esto y verás los resultados por ti mismo.










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