EL CUERPO ASTRAL EXPLICADO POR WILLIAM JUDGE


(Este es el final del capítulo 5 del libro "El Océano de la Teosofía" de William Judge, y añadí subtítulos para facilitar su lectura.)



Existen muchos nombres para el Cuerpo Astral. Algunos de ellos son: Linga Sarira (sánscrito que significa 'cuerpo de diseño' y es el nombre más apropiado), doble etéreo, fantasma, espectro, aparición, doppelgänger, hombre personal, periespíritu, alma irracional, alma animal, bhuta, elemental, espectro, diablo, demonio.

Algunos de estos se aplican solo al cuerpo astral cuando está desprovisto del cuerpo después de la muerte. Bhuta, diablo y elemental son casi sinónimos; el primero en sánscrito, el otro en inglés. Para los hindúes, Bhuta es el Cuerpo Astral cuando, por la muerte, se libera del cuerpo y la mente; y al estar así separado de la conciencia, es un diablo en su opinión.

No se equivocan mucho si abolimos la vieja noción de que un diablo es un ángel caído del cielo, pues este diablo corporal es algo que se eleva desde la tierra.

Se podría objetar que el término Cuerpo Astral no es el adecuado para este propósito. Esta objeción surge de la naturaleza y génesis del idioma inglés, pues, al haber surgido en conflicto con la naturaleza y entre un pueblo comerciante, aún no se han acuñado los términos necesarios para designar la gran variedad de facultades y órganos del hombre invisible.

Y como sus filósofos no han admitido la existencia de estos órganos internos, no existen los términos adecuados en el idioma. Así pues, al buscar palabras para describir el cuerpo interno, las únicas que se encontraron en inglés fueron «cuerpo astral».

Este término se acerca a la realidad, ya que la sustancia de esta forma deriva de la materia cósmica o materia estelar, en términos generales. Pero la antigua palabra sánscrita lo describe con exactitud —Linga Sarira, el cuerpo de diseño— porque es el diseño o modelo del cuerpo físico.

Esto es mejor que «cuerpo etéreo», ya que este último podría decirse que es posterior al físico, mientras que, de hecho, el cuerpo astral precede al material.




Características del cuerpo astral

El cuerpo astral está hecho de materia de textura muy fina en comparación con el cuerpo visible, y posee una gran resistencia a la tensión, de modo que cambia muy poco durante la vida, mientras que el físico se altera a cada instante.

Y no solo posee esta inmensa fuerza, sino que al mismo tiempo posee una elasticidad que le permite extenderse a una distancia considerable. Es flexible, plástico, extensible y fuerte.

La materia que lo compone es eléctrica y magnética en su esencia, y es justo la que componía el mundo entero en un pasado remoto, cuando los procesos de evolución aún no habían llegado al punto de producir el cuerpo material para el hombre.

Pero no es materia bruta ni tosca. Tras haber atravesado un vasto período de evolución y sometido a incontables procesos de purificación, su naturaleza se ha refinado a un grado muy superior al de los elementos físicos burdos que vemos y percibimos con el ojo y la mano.




El cuerpo astral moldea el cuerpo físico

El cuerpo astral es el modelo que guía al físico, y todos los demás reinos tienen el mismo modelo astral.

Los vegetales, minerales y animales tienen el doble etéreo, y esta teoría es la única que responderá a la pregunta de cómo la semilla produce su propia especie y todos los seres sintientes producen su equivalente.

Los biólogos solo pueden decir que los hechos son tal como los conocemos, pero no pueden dar ninguna razón por la que de la bellota nunca crecerá nada más que en un roble, salvo que ningún hombre jamás supo que fuera de otra manera. Pero en las antiguas escuelas del pasado se conocía la verdadera doctrina, y ha sido divulgada nuevamente en Occidente gracias a los esfuerzos de H.P. Blavatsky y de quienes se han inspirado en sus obras.




Inicialmente los humanos eran astrales

Esta doctrina sostiene que en los primeros tiempos de la evolución de este globo, los diversos reinos de la naturaleza se delinean primero en un plan o forma ideal, y luego la materia astral comienza a trabajar en este plan con la ayuda del principio de la Vida, hasta que tras largas eras, la forma astral humana evoluciona y se perfecciona.

Esta es, pues, la primera forma que tuvo la raza humana y se corresponde en cierto modo con la alegoría del estado del hombre en el jardín del Edén.

Tras otro largo período, durante el cual avanza el ciclo de descenso hacia la materia, la forma astral finalmente se reviste con una "capa de piel", y la forma física actual aparece en escena. Esta es la explicación del versículo del libro del Génesis que describe la entrega de las capas de piel a Adán y Eva.

Es la caída final en la materia, pues a partir de ese momento, el hombre interior se esfuerza por elevar toda la masa de sustancia física a un nivel superior e impregnarla con una mayor medida de influencia espiritual, para que esté lista para avanzar aún más durante el siguiente gran período de evolución, una vez finalizado el actual.




El cuerpo astral en la etapa embrionaria

Así pues, actualmente, el modelo para el niño en crecimiento en el útero es el cuerpo astral, ya en su forma perfecta antes de nacer. Sobre él se organizan las moléculas hasta que el niño está completo, y la presencia del cuerpo de diseño etéreo explicará cómo la forma adquiere su forma, cómo los ojos emergen desde el interior hacia la superficie del rostro, y muchos otros misterios de la embriología que los médicos pasan por alto con una descripción, pero sin explicación.

Esto también explicará, como ninguna otra cosa, los casos de marcación del niño en el útero, a veces negados por los médicos, pero bien conocidos por quienes se preocupan por observar, como un hecho frecuente.

La forma física en crecimiento está sujeta al modelo astral; está conectada con la imaginación de la madre mediante órganos físicos y psíquicos; la madre crea una imagen intensa por horror, miedo u otras causas, y el modelo astral se ve afectado de forma similar.

En el caso de la marcación por haber nacido sin piernas, las ideas y la intensa imaginación de la madre actúan de tal manera que cortan o arrugan la pierna astral, y el resultado es que las moléculas, al no tener un modelo de pierna sobre el cual trabajar, no crean ninguna pierna física; y lo mismo ocurre en todos los casos similares.

Pero cuando encontramos a un hombre que aún siente la pierna que el cirujano le cortó, o percibe los dedos que le fueron amputados, entonces el miembro astral no ha sido tocado, y por lo tanto, el hombre siente como si aún lo tuviera. Pues ni el bisturí ni el ácido dañan el modelo astral, pero en las primeras etapas de su desarrollo, las ideas y la imaginación tienen el poder del ácido y el acero afilado.




El desdoblamiento astral

En el hombre común, sin formación en ocultismo práctico o sin la facultad innata, el cuerpo astral no puede alejarse más que unos pocos pies del físico. Forma parte de este, lo sustenta y está integrado en él, como las fibras del mango lo están en toda su extensión.

Pero hay quienes, debido a prácticas realizadas en vidas anteriores en la tierra, poseen el poder innato de enviar inconscientemente el cuerpo astral. Estos son los médiums, algunos videntes y muchas personas histéricas, catalépticas y escrofulosas.

Quienes se han entrenado mediante un largo curso de disciplina excesivamente rigurosa, que alcanza la naturaleza moral y mental y supera con creces el poder del hombre común de hoy en día, pueden usar la forma astral a voluntad, pues han superado por completo la ilusión de que el cuerpo físico es una parte permanente de ellos, y además han aprendido las leyes químicas y eléctricas que rigen esta materia.

En su caso, actúan con conocimiento y de forma consciente. en los demás casos el acto se realiza sin poder para impedirlo, o para llevarlo a cabo a voluntad, o para evitar los riesgos que conlleva tal uso de potencias de la naturaleza de carácter elevado.




Los sentidos sensoriales

El cuerpo astral alberga los verdaderos órganos sensoriales externos. En él se encuentran la vista, el oído, el olfato y el tacto. Posee un sistema completo de nervios y arterias [astrales] para transportar el fluido astral, que es para ese cuerpo como nuestra sangre para el físico. Es el verdadero ser humano.

Allí se encuentran la percepción subconsciente y la memoria latente, con las que los hipnotizadores actuales lidian y se ven desconcertados.




Después de la muerte física

Así, cuando el cuerpo muere, el ser humano astral se libera, y como al morir el ser inmortal —la Tríada— se aleja a otro estado, el ser humano astral se convierte en una cáscara del ser humano y requiere tiempo para disiparse.

Conserva todos los recuerdos de la vida vivida por el ser humano, y así, de forma refleja y automática, puede repetir lo que el difunto supo, dijo, pensó y vio.

Permanece cerca del cuerpo físico abandonado casi todo el tiempo hasta que este se disipa por completo, pues debe pasar por su propio proceso de muerte. Puede hacerse visible bajo ciertas condiciones.




En las sesiones espiritistas

Es el espectro de las sesiones espiritistas, y allí se le hace pasar por el espíritu real de tal o cual individuo. Atraído por los pensamientos del médium y los asistentes, revolotea vagamente donde ellos se encuentran, y luego es impulsado a una vida artificial por una multitud de fuerzas elementales y por el cuerpo astral activo del médium que realiza la sesión o de cualquier otro médium del público.

Desde él (como desde una fotografía) se reflejan entonces en el cerebro del médium todas las evidencias que los espiritistas afirman que sirven para probar la identidad del amigo o familiar fallecido. Estas evidencias se aceptan como prueba de la presencia del espíritu del difunto, porque ni los médiums ni los asistentes conocen las leyes que rigen su propia naturaleza, ni la constitución, el poder y la función de la materia astral y del hombre astral.

La filosofía teosófica no niega los hechos comprobados en las sesiones espiritistas, pero ofrece una explicación totalmente opuesta a la de los espiritistas. Y sin duda, la absoluta ausencia de una explicación científica lógica por parte de estos supuestos espíritus de los fenómenos que supuestamente producen respalda la afirmación de que carecen de conocimiento que impartir.

Simplemente pueden causar ciertos fenómenos; su análisis y las deducciones derivadas solo pueden ser realizadas adecuadamente por un cerebro entrenado, guiado por una trinidad viviente de espíritu, alma y mente. Y aquí, otra clase de fenómeno espiritista requiere una breve mención: la aparición de lo que se denomina un "espíritu materializado".

Se ofrecen tres explicaciones:

Primero, que el cuerpo astral del médium viviente se desprende de su cuerpo y asume la apariencia del llamado espíritu; pues una de las propiedades de la materia astral es la capacidad de reflejar una imagen invisible en el éter.

Segundo, que la envoltura astral real del difunto —completamente desprovista de su espíritu y conciencia— se hace visible y tangible cuando la condición del aire y el éter altera la vibración de las moléculas de la envoltura astral hasta el punto de hacerse visible. Los fenómenos de densidad y peso aparente se explican mediante otras leyes.

Tercero, que se acumula una masa invisible de materia eléctrica y magnética, y sobre ella se refleja, desde la luz astral, la imagen de cualquier persona deseada, ya sea viva o muerta. Esto se considera el "espíritu" de dichas personas, pero no lo es, y H.P. Blavatsky lo ha calificado con razón de "fraude psicológico", porque finge ser lo que no es. Y, por extraño que parezca, esta misma explicación de las materializaciones ha sido dada por un "espíritu" en una sesión espiritista regular, pero nunca ha sido aceptada por los espiritistas simplemente porque trastorna su noción del regreso de los espíritus de las personas fallecidas.




Los fenómenos psíquicos

Finalmente, el cuerpo astral explica casi todos los fenómenos psíquicos extraños que ocurren en la vida cotidiana y en el trato con médiums auténticos.

1. Muestra qué puede ser una aparición y la posibilidad de que se vea, y así evita que el escéptico científico viole el buen sentido al afirmar que no vio lo que sabe que ha visto; elimina la superstición al mostrar la verdadera naturaleza de estos fenómenos y destruye el miedo irracional a lo desconocido que hace que una persona tema ver un "fantasma".


2. Mediante el cuerpo astral también podemos explicar la distribución de objetos sin contacto físico, ya que la mano astral puede extenderse y sujetar un objeto, atrayéndolo hacia el cuerpo.

Cuando se demuestre que esto es posible, no se reirán los viajeros que cuentan haber visto al yogui hindú hacer volar tazas de café por los aires y objetos distantes acercarse aparentemente por sí solos, sin ser tocados por él ni por nadie más.


3. Todos los casos de clarividencia y clariaudiencia también se explican mediante el cuerpo astral y la luz astral. Los órganos astrales —que son los verdaderos— son los que permiten la vista y la audición, y como todos los objetos materiales se mueven constantemente entre sus propios átomos, la vista y la audición astrales no se ven obstaculizadas, sino que actúan a una distancia tan grande como la extensión de la luz astral o la materia que rodea la Tierra.

Así fue como el gran vidente Swedenborg vio casas en llamas en Estocolmo cuando se encontraba en otra ciudad a muchos kilómetros de distancia, y por el mismo medio cualquier clarividente de la actualidad ve y oye a distancia











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