Cuando
Blavatsky y el coronel Olcott pasaron seis semanas en la ciudad de Simla (de
inicios de septiembre a mediados de octubre de 1880) habiendo sido invitados
por el señor y la señora Sinnett, quienes residían ahí durante el verano, Blavatsky
efectuó numerosos fenómenos.
En
los primeros días fueron fenómenos pequeños:
- ella produjo golpes
sonoros sin efectuarlos físicamente,
- y también produjo
sonidos de campanillas,
- e hizo desaparecer y
materializar varias notas y cartas.
Luego
ella produjo un fenómeno más relevante:
- duplicó un pañuelo
con el nombre del señor Sinnett en letras bordadas.
Pero
fue el domingo 3 de octubre que ella efectuó (con la ayuda del maestro Kuthumi)
una serie de fenómenos muy impresionantes, de los cuales se hablaron extensamente
en esa época en la India:
- duplicó una antigua
taza de té con su plato.
- materializó un
diploma de la Sociedad Teosófica y una carta de bienvenida con la letra del
coronel Olcott (aunque éste no la había escrito).
- materializó agua
dentro de una botella.
- materializó un
antiguo broche que la señora Hume había perdido.
Y
el coronel Olcott quedó tan impresionado por los fenómenos que Blavatsky
produjo ese día, que al día siguiente le escribió una carta a Damodar relatando
esos acontecimientos, y un resumen de esa carta posteriormente se publicó en la
revista The Theosophist, y a
continuación se las transcribo:
«
LA HISTORIA TEMPRANA DE LA SOCIEDAD TEOSÓFICA
CON ANOTACIONES DE C.
JINARAJADASA
(Continuado del vol.
XL VI, núm. 12, pág. 752)
XVIII
EL FENÓMENO DE LA TAZA
Y EL PLATO
Uno
de los objetos más llamativos que se encuentra guardado en el "gabinete
conmemorativo de H.P.B.", en Adyar, siempre ha sido la famosa taza y su
platillo que fueron materializados en Simla y relatados por el Sr. Sinnett en
su libro “El Mundo Oculto”, y a
continuación reproduzco fotos de esos objetos tomadas especialmente para la
revista The Theosophist.
Evidentemente
no es una taza ordinaria, sino una taza de fabricación especial con su tapa. Su
patrón es azul turquesa (no verde como dice el Coronel Olcott) con flor de lis
estampada en oro. La altura de la taza con todo y la tapa y el platillo es de
6.5 pulgadas, y el diámetro del platillo es de 6.875 pulgadas. Las anotaciones
de la taza y el plato están inscritos en letras rojas y dicen: “París. Ernie Fils y Patoneille, Rue Paradis 20. Exposition Universelle 1878.
Médaille d'Argent”.
(La
inscripción está en francés e indica el nombre y la dirección de quien fabricó
esa vajilla y precisa que ganaron la medalla de plata en la exposición
universal de 1878, o sea que se trata de una colección especial.
Y
abajo les pongo una foto que he encontrado a color de la taza y su platillo, y detrás aparece el gabinete conmemorativo de
Blavatsky con varios de los objetos que ella materializó.)
La
descripción del fenómeno que a continuación les publico, la he copiado de un
folleto de cuatro páginas que Damodar imprimió e hizo circular en la Sociedad
Teosófica, y que posteriormente el coronel Olcott pegó en su diario de 1880, en
la entrada de la página del 3 de octubre. Y esta descripción es un resumen de
lo que él le escribió con mayor extensión.
Por
lo tanto a continuación se presentan los extractos de una carta privada del
Coronel Olcott para Damodar K. Mavalankar, Secretario asistente corresponsal,
fechada del 4 de octubre de 1880, en Simla.
C.
Jinarajadasa.
~ * ~
(Impreso
para circulación privada para informar y alentar a nuestros compañeros teósofos,
quienes estarán encantados de saber la profunda impresión que se ha creado en
los círculos oficiales por la visita actual de Madame Blavatsky y el Coronel
Olcott en Simla.
El
abajo firmante también felicita a sus hermanos miembros por el hecho de que el
Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de la India, bajo la fecha del 2
de octubre, dirigió una carta muy amigable al Presidente Olcott, asegurándole
que el trabajo de la Sociedad Teosófica puede proceder en la India sin la
interferencia mínima de las autoridades, ya que su organización no se entromete
en la política ni en la India ni en ningún otro lugar. Por lo que en general,
las perspectivas de nuestra Sociedad nunca fueron más brillantes que en la
actualidad. – D.K.M.)
_ _ _
Gran
día ayer para los fenómenos de Madame Blavatsky. Por la mañana, ella, con el
señor y la señora Sinnett, el Mayor Henderson, el señor Syed Mahmood (juez de
distrito en Rai-Bareilly), la señora Reed de Ajmere y yo fuimos de picnic.
Y
aunque nunca antes Blavatsky había estado en Simla, ella nos indicó a dónde ir,
describiendo un pequeño molino que los Sinnett, el Mayor Henderson e incluso
los jampanis (palki-wallahs) [los sirvientes] afirmaron que no existía. Y
también ella mencionó que un pequeño templo tibetano se encontraba cerca.
Llegamos
al lugar que ella había descrito y encontramos el molino, aproximadamente a las
10 a.m. y nos sentamos a la sombra y se hizo que los sirvientes extendieran una
colación. Pero el Sr. Mahmood se había unido a nuestra fiesta después de que
las canastas estaban empacadas, por lo que cuando queríamos tomar el té
descubrimos que nos faltaban una taza y un plato.
Alguien
le pidió a Madame Blavatsky que produjera una taza por arte de magia y ella
consintió, y mirando alrededor del suelo aquí y allá, finalmente llamó al Mayor
Henderson para que trajera un cuchillo y cavara en un lugar que ella señaló.
El
Mayor encontró el suelo duro y lleno de pequeñas raíces de un joven cedro que
se encontraba al lado. Las cortó y escavó a una profundidad de aproximadamente seis
pulgadas, cuando se precibió algo blanco en la tierra negra; el Mayor siguió
excavado y ¡era una taza decorada en verde y oro, exactamente igual a las otras
que los sirvientes de la señora Sinnett habían traído!
Madame
Blavatsky le dijo al Mayor que cavara más; y así lo hizo, ¡y finalmente
encontró un platillo para combinar con la taza!
Los
dos objetos estaban incrustados en el suelo como piedras naturales que hubieran
yacido desde hace mucho tiempo allí, y las raíces de cedro crecían a su
alrededor como una red, y una raíz tan grande como un dedo meñique tuvo que ser
cortada para llegar al platillo.
Entonces
el Mayor Henderson le pidió a Blavatsky que explicara la técnica que ella había
utilizado para lograr eso, pero ella dijo que no podía decírselo porque él
todavía no era un teósofo. Entonces el Mayor dijo que pretendía volverse un
miembro de la Sociedad Teosófica.
- "¿Cuando?" preguntó
ella.
- "Mañana",
respondió el Mayor.
- La Sra. Sinnett
comentó: "¿Por qué no hoy?"
- "Así lo
haré", dijo el Mayor, "¡pero entonces que Madame Blavatsky me
produzca el diploma ahora mismo!"
- "Si lo hago,
¿realmente se unirá a nosotros?" mencionó Blavatsky.
- "Así lo haré",
respondió el Mayor.
- "Entonces lo
tendrá", respondió Blavatsky.
Ella
miró aquí y allá, y caminó cerca de nosotros por unos momentos, y luego se
sentó en el borde de un pequeño banco y le dijo al Mayor:
- "Si quiere el
diploma, debe buscarlo usted mismo; el Hermano que me está ayudando dice que
está enrollado con unos 50 pies de hilo azul y cubierto de enredaderas
trepadoras."
Todo
el grupo se puso a buscarlo y el Mayor Henderson levantando las ramas bajas de
un arbusto y separando la hierba que se encontraba abajo exclamó:
- "¡Lo
tengo!"
Y
realmente lo tenía, uno de nuestros diplomas, correctamente llenado y a nombre
del Mayor Philip D. Henderson como nuevo miembro teósofo, y además también
encontró una carta oficial de cuyo papel solo yo tengo en mi escritorio que se
encuentra en el Cuartel General, y escrito con mi propia caligrafía y firmado:
"Fielmente suyo
(más el nombre en caracteres tibetanos) de H.S. Olcott, presidente de la
Sociedad Teosófica."
¡Te imaginas mi
asombro!
La
carta tenía fecha del 2/3 de octubre, es decir, en el punto (o la noche) entre
los dos días, y se refería a una conversación que tuvo lugar entre el Mayor
Henderson y Madame Blavatsky la noche anterior.
Como
el Sr. Mahmood y la Sra. Reed estuvieron con nosotros en la casa de los Sinnett
hasta la medianoche, y a las 3 a.m. Blavatsky envió a su sirviente Babula para
preguntar por qué el Sr. Sinnett estaba llamando a un sirviente y la despertó.
Estos acontecimientos impiden que ni siquiera alguno de nuestros enemigos pueda
alegar que ella haya cometido algún fraude.
Y
tanto más que fue el Mayor quien solicitó el diploma en el bosque salvaje, a 3
o 4 millas de la casa, y lo consiguió él mismo debajo de un pequeño árbol al
que Madame Blavatsky ni siquiera se había acercado.
Más
tarde ese mismo día, paramos durante el camino de regreso, en el templo
tibetano (que por cierto, verás la imagen misma en una pintura de color sobre
seda que yace en mi escritorio en mi cuarto, y que fue producida mágicamente
por Blavatsky para mí en Nueva York hace tiempo atrás), y deseando una taza de
té descubrimos que ya estábamos sin agua.
Entonces
se enviaron a los sirvientes en varias direcciones pero ninguno pudo obtener
agua. Y mientras Babula estaba en una segunda búsqueda, Madame Blavatsky fue
tranquilamente a las canastas del almuerzo, tomó una botella de agua vacía, la
puso en la manga suelta de su vestido y fue directamente a donde estábamos
sentados en la hierba. Y cuando sacó la botella, ¡ésta se encontraba llena de
agua! Pero era más clara y más suave de
la que hay en Simla y de la cual todos bebimos.
Y
además, ayer a las 8 p.m., nosotros, con los Sinnett y otras damas y
caballeros cenamos en la casa del Sr. Hume como de costumbre. Y mientras Madame
Blavatsky estaba en la mesa, ella preguntó si alguien deseaba algo. La señora
Hume dijo que sí.
Madame
Blavatsky le dijo que fijara en su mente una imagen muy clara y definida de la
cosa que ella deseaba, y la señora Hume dijo que ella quería un broche con
perlas que había perdido y que tenía una idea perfectamente clara.
- "¡Me ha llegado
como un relámpago!" dijo ella.
Madame
Blavatsky la miró fijamente, tomó un papel en blanco y un lápiz, y dibujó la
representación de un alfiler redondo con piedras de algún tipo. Y ella dijo
después de reflexionar un rato:
- "El objeto no
será traído a esta casa sino al jardín, me lo acaba de informar un hermano."
Y
después de una pausa, le preguntó al Sr. Hume si en su jardín había en algún
lugar un conjunto de flores con forma de una estrella. El Sr. Hume dijo que
había varios.
Madame
Blavatsky señaló en cierta dirección y dijo que el broche se encontraba allí.
El Sr. Hume dijo que allí había dos conjuntos de ese tipo. Entonces Madame Blavatsky
nos dijo que la acompañáramos para buscarlo.
El
Sr. Hume y todos los demás acompañamos a Blavatsky al jardín (un lugar en el
que ella nunca había estado o visto antes, ya que siempre había visitado la
casa del Sr. Hume por la noche, para cenar a las 8 en punto, y siempre se había
hallado dentro de la residencia.
Buscando
aquí y allá con linternas encontramos el grupo de flores en forma de estrella
que ella mencionó, y después de que todos hubiésemos arrancado una gran
cantidad de enredaderas y plantas de capuchina y dalia que formaban un perfecto
tapiz de verdor allí, la Sra. Sinnett y el Capitán Maitland (quien es el
Subdirector General Adjunto) en el mismo momento vieron un pequeño paquete
blanco.
La
Sra. Sinnett lo tomó, el Sr. Hume lo abrió, y luego fue identificado por la
Sra. Hume como efectivamente el broche que ella había perdido y que no había vuelto
a ver desde hacía mucho tiempo, y antes de haber escuchado sobre la existencia
de Madame Blavatsky.
Todos
los presentes estaban tan sorprendidos y encantados que el Sr. Sinnett y el Sr.
Hume, después de consultarlo juntos, decidieron que todos los presentes
deberían redactar y firmar de inmediato un informe del asunto (excepto, por
supuesto, Madame Blavatsky y yo) y publicarlo en el periódico Pionner.
Así
que esos dos caballeros se retiraron a otra habitación, redactaron el artículo
y lo podrán leer en breve en el Pioneer.
Un
ornitólogo científico presente, el Sr. Davidson, y un joven oficial de la XIva
Caballería de Bengala, el Sr. Beatson, solicitaron admisión de inmediato, ya
que ellos dijeron que la revista Theosophist
si conocía la ciencia de la naturaleza y los poderes del hombre. »
(Revista
The Theosophist de octubre de 1925, p.69-74)
(Nota:
los sonidos de golpes y campanas que producía Blavatsky, los detallaré
posteriormente en el blog, y estos fenómenos que el coronel Olcott relató, los
detallo más profundamente en los dos artículos anteriores a éste. Y las razones
que dio el maestro Kuthumi luego las pongo.)
Hola Cid, que opinas del libro
ResponderBorrarDeity, Cosmos and Man by Geoffrey A. Farthing?
Me parece un buen libro
BorrarHola Cid tengo una duda y espero me puedas ayudar. En la doctrina secreta concretamente en la estancia 6 del libro de Dzyan habla de siete puntos layas, busque la definición de dicha palabra y dice que son siete puntos de fuerza en donde se ha detenido la diferenciación, pero que en cuyos centros layas hay vida de igual como existen en el hombre. Me dio la impresión que se tratan de los planos sutiles pero no estoy seguro. Ya que en una parte dice en la estancia cinco: "el primer mundo divino está dispuesto (osea creado creo yo), el primero, el segundo. Entonces el" Divino Arûpa" (el mundo sin forma) se refleja en Chhâyâ-loka, la primera vestidura de Anuoâdaka. Me puedes ayudar gracias.
ResponderBorrarMe disculpo Dante pero los centros layas todavía no los comprendo bien. En algunas partes de la enseñanza me da la impresión que designan la frontera que existe entre dos planos de existencia, pero en otras partes de la enseñanza me da la impresión que representan otra cosa que todavía no tengo claro.
BorrarGracias CID y si por ejemplo los siete centros Layas son depronto los siete Rayos de la Creación de por sí los rayos están dotados de conciencia. Porque digo esto por algo curioso que me pasó tiempo después de hacerte la pregunta estaba meditando y yo prácticamente medito todo el día si se puede decir y de un momento a otro se me vino a la mente los Siete Rayos y de ahí me acorde de los centros Layas. No estoy por supuesto afirmando nada solo comento lo que me paso.
BorrarNo creo que sean los siete rayos, pero seguramente están relacionados, sin embargo necesito estudiarlos más apara poderte hablar al respecto.
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