(Jorge Angel Livraga fue cofundador de Nueva Acrópolis, y el siguiente texto es el primer capítulo del libro “El Gran Engaño” escrito por Juliano.)
Los honores
Una experiencia común en Nueva Acrópolis es el olor del incienso y el sonido de
la campanilla que anuncia el final de una lección y el inicio de otra.
Si es de mañana, ocupan un sitio importante en las emociones, la luz por las
ventanas, la sensación de un sábado que inició temprano, las voces de los
compañeros, la certeza de estar haciendo una labor importante, grande, que
responde a una necesidad mística interior.
Mientras dabas clase oíste la campanilla y podías haber estado tan interesado
que el tiempo se fue rápido. Lo lamentas, pero también piensas que tienes
muchas más cosas qué hacer.
En el salón o fuera de él, pasas al lado de un muro donde hay dos fotos. Una es
de Helena Petrovna Blavatsky. La otra es de quien se conoce como la Maestra,
Lidia Pérez López.
Otra foto de las que ve, es de Jorge Ángel Livraga Rizzi, adulto joven, sentado
cerca de una bandera de España, al lado de un busto de estilo griego.
El fundador de Nueva Acrópolis fue él, Jorge Ángel Livraga Rizzi, quien se
preciaba de haber sido asesor de Augusto Pinochet.
Miembros de Acrópolis en México que conocieron a Livraga, como los que tienen
grado de secretarios o son del grupo más interno conocido como el primer
círculo, las Fuerzas Vivas, lo recuerdan en el decenio de 1980, en el Distrito
Federal, narrando con deleite haber hecho con Pinochet, la ceremonia de
recepción de los Caballeros Cubicularios de la Real Orden de San Ildefonso y
San Atilano.
Livraga narraba que la ceremonia consistía en recibir un baño de la sangre de
un toro. Extraño que en esa clase de cofradía se efectúe un taurobolio, pero
Livraga en la ceremonia vio a Pinochet, muy jóvenes ambos, recargados en un
pozo, con las manos contra una pared, con el toro arriba alistado para el
sacrificio.
Livraga dijo a Pinochet, en voz baja: “no sé qué estoy haciendo aquí”, a lo que
Pinochet le respondió en susurros: “¡ yo tampoco!”
Livraga reía con la anécdota. También sus escuchas.
Puede ser criticable la filiación de Livraga con Pinochet o no verse sometida a
críticas, no importa. Lo importante es encontrar la mentalidad detrás de esas
anécdotas.
Una forma de identificar esa mentalidad, es la presencia de otras afirmaciones
de Livraga, sobre sus cargos honoríficos y académicos.
Livraga, dentro de Acrópolis y afuera, hoy en la página del grupo y en lo que
Acrópolis insertó en Wikipedia, afirmaba ser miembro académico de la
Universidad y Academia Filo-Bizantina Internacional. En esa institución,
llamada en inglés International Philo-Byzantine Academy & University,
Walter Mercado es Doctor en Divinidad, como se ve en sus Credenciales
Espirituales.
Livraga también se presentaba como miembro de la Academia Burckhardt
Internacional, de Roma, que aparte de organizar exposiciones de pintura y
editar algunos libros, tiene como mención más importante haber dado
reconocimientos a dos jardines de niños.
Livraga también decía ser graduado en Historia del Arte en la Facultad de
Filosofía y Letras de la Universidad Bonaerense. También se decía médico,
aunque sólo cursó la mitad de la carrera. También se mostraba como arqueólogo y
Doctor en Filosofía por la Academia Azteca de Arte. Esa Academia no existe.
Esta mención ya no se hace, pero se encuentra en publicaciones previas a 1991.
Livraga refiere un doctorado Honoris Causa del Museo “Rodrigo Caro”, que no
debe confundirse con el Museo Arqueológico de Sevilla, en la calle Rodrigo
Caro. El primero está en Madrid, al cual Livraga donó su colección, pero no se
dice que ese museo pertenece a Acrópolis, conformado por piezas donadas por
miembros de Acrópolis, sin facultad para conferir Honoris causa.
El énfasis en que los objetos el museo fueran de épocas “no contaminadas por el
cristianismo”, como Livraga decía, es dicho extraño para un miembro de la Real
Orden de San Ildefonso y San Atilano.
Su Cruz de Plata de la Sociedad Académica Artes Ciencias Letras, de París,
también es de una institución opaca y de dudosa seriedad. El nombre se puede
confundir con el de la Academia Francesa de Ciencias, Artes y Letras.
Del libro “Lotos”, se presentaba como único autor de esos poemas, siendo que
aparecen como sus coautoras Olga Albrecht y Ada Albrecht. La segunda de ellas
es la mujer con la que se casó, en sus tiempos de miembro de la Sociedad
Teosófica y de la cual hablaremos más adelante.
Lo que se sabe de Livraga es que perteneció a la Sociedad Teosófica Argentina,
a donde ingresó el 30 de mayo de 1950.
La Sociedad Teosófica
Esta organización fundada por Helena Petrovna Blavatsky ha sido un parteaguas
en el pensamiento que podemos llamar alternativo. Sin hacer juicio o historia
de la Sociedad Teosófica, la figura de Blavatsky es recurrida en Acrópolis,
donde se le reconoce como Maestra y modelo. La forma de referirse a ella en la
Sociedad Teosófica es HPB, como se hacía con otros de sus responsables, forma
usada en Acrópolis para referirse a Livraga, al cual se la llamaba JAL, por las
siglas de Jorge Ángel Livraga.
Livraga copiando la postura de Helena P. Blavatsky para mostrarse igual a ella.
Livraga afirmaba que, como parte de la Sociedad Teosófica, después de pasar por
pruebas físicas y mentales impuestas por Sri Ram, había recibido de éste la
orden de fundar Nueva Acrópolis.
Livraga en la Sociedad Teosófica
Para quien no sepa quién es Sri Ram, éste era presidente de la Sociedad
Teosófica a finales del decenio de 1960. Livraga contaba que Sri Ram le
encomendó fundar otro grupo esotérico, pues la Sociedad Teosófica decaía. Ése
fue el nacimiento de Nueva Acrópolis, decía.
Si Sri Ram hubiera concluido que la Sociedad Teosófica había dejado de cumplir
con sus objetivos o que se había vuelto caduca, no habría continuado trabajando
tranquilamente en su cargo de presidente de la misma, hasta su fallecimiento en
1973.
Una misión de esa naturaleza podía haberla pactado con su hija Radha Burnier,
que ha sido presidenta internacional de la Sociedad Teosófica o le habría
ordenado ingresar a Nueva Acrópolis.
La realidad, es que Livraga fue a ver a Sri Ram una vez cuando éste viajó a
Sudamérica. La supuesta relación de Livraga con Sri Ram se avala materialmente
por una foto donde Sri Ram está en un auto, en el asiento de atrás, viendo al
frente y Livraga a su lado, mirando hacia la calle, por encima del hombro. Se
creía que Livraga iba en el auto con Sri Ram como prueba de su cercanía, pero
si la foto no se recorta, se ve a Livraga apoyado en la puerta por fuera. Sri
Ram lo ignora.
La realidad es que Livraga no dejó un grupo caduco como afirma era la Sociedad
Teosófica, sino que generó unilateralmente problemas que lo llevaron a ser
expulsado de la Sociedad Teosófica.
La expulsión de Livraga no se debió a que su carácter innovador superara a la
Sociedad. Hay documentos que tratan el tema. Estos son dos comunicados, en los
archivos de la organización.
EXPULSIÓN DE LA SOCIEDAD DE TEOSÓFICA DEL
Sr. Jorge Ángel Livraga
DE ACUERDO A LA LISTA DE MIEMBROS DE LA SECCIÓN DE ARGENTINA
Cuaderno n º 6 - N º 3451
Nombre: Jorge Ángel Livraga
NACIONALIDAD: Argentina
Fecha de nacimiento: 3/9/30
FECHA DE ENTRADA EN LA S.T.: 30/5/50
Entró a la Rama Dharma, a continuación a la Rama Paz Armonía, después se cambió
a la Rama Lautaro. Por fin, se convirtió en un "miembro suelto".
FIN DE AFILIACIÓN
Un Congreso Nacional lo expulsó de la Sociedad Teosófica.
MOTIVO DE LA CANCELACIÓN
Debido a que puso una información engañosa en contra de la Sociedad Teosófica
ante la Procuraduría General de la Provincia de Santa Fe.
COMENTARIOS
El Consejo Nacional de la Sociedad Teosófica en la Argentina decidió detener la
entrada de los "miembros sueltos" el 6/8/61 hasta que el Reglamento
se modificó (Véanse las páginas 214, 215, 217, 219, y 222 en los documentos del
Consejo Nacional para el año 1961.)
Como miembro suelto, el Sr. J.A. Livraga organizó y estableció un grupo con el
nombre de “Grupo de Jóvenes Teosófico Argentino”, que no tenía nada que ver con
la Sociedad Teosófica en Argentina (sin totalmente ningún tipo de vínculo con
la real "Juventud Teosófica Argentina”, dirigida legalmente por el Sr.
Luis Spairani). Esa "organización privada" del Sr. Livraga tenía sus
reuniones en Amenábar 863 (Buenos Aires).
Desde 1959 hasta 1962 el Sr. Livraga, atacó constantemente a la Sociedad
Teosófica Argentina y a sus autoridades establecidas. La última sentencia de la
Fiscalía de Estado fue totalmente favorable a la Sociedad Teosófica; debido a
que la información que puso (Livraga) contra la Sociedad Teosófica fue falta de
razón, el Sr. Livraga tuvo que pagar todos los costos de la demanda.
El Presidente Mundial Sr. Sri Ram fue informado sobre el caso y él respondió al
Secretario General hermano Nazareno Rimini.
Para el nuevo Reglamento de la Sociedad Teosófica que fue aprobado de acuerdo
con Decreto Nº 01355 de 26/11/64 por el Superior Gobierno de Santa Fe, se
establece que la Sociedad Teosófica Argentina no permite celebrar reuniones de
"miembros sueltos", salvo en casos particulares.
De todos los componentes del grupo del Sr. Livraga, siete lo dejaron y
volvieron a la Rama Fraternidad de la Sociedad Teosófica.
Siempre estamos a su entera disposición. Esperamos que esta información sea
útil para usted. En oportunidad de la visita de nuestro Presidente
Internacional hemos de darle una copia de esta carta.
Sírvase recibir nuestro cordial saludo.
(Firmado) Pauline de Palmeri, Secretario
(Firmado) Juan Carlos Palmer, Secretario General
El documento nos dice que Livraga fue expulsado por actitudes faltas de ética.
Intentó aprovecharse de la estructura de la Sociedad Teosófica Argentina para
crear un grupo para jóvenes, de nombre que llevaba a confundirlo con el del
legítimo grupo juvenil de la Sociedad. Usaba a “miembros sueltos”, como él,
condición favorable a sus planes pues no pertenecían a ninguna rama de la
Sociedad. Cuando se le descubrió e impidió seguir, Livraga todavía demandó a la
Sociedad Teosófica, pero perdió el juicio y tuvo qué pagar sus costos. Al final
se le expulsó de la Sociedad.
A Livraga no se le habría expulsado de la Sociedad Teosófica, pues no hubiera
habido necesidad, si Sri Ram y él hubieran tenido algún proyecto conjunto de
que Livraga dejara la Sociedad y fundara una escuela.
Tenido claro que debía fundar una escuela, lejos de la supuestamente agotada
Sociedad Teosófica, ¿para qué aprovecharse de la estructura de la misma, usando
su nombre si era tan caduca? Trató de hacerlo organizando reuniones en su
domicilio en Buenos Aires, a nombre de la Sociedad Teosófica, en Amenábar 83,
que después fue el “cuartel general” de Nueva Acrópolis.
Sri Ram se enteró de la expulsión de Livraga, por carta. Esto fue en 1950.
¿Cómo es posible esto, si Livraga contaba que por entonces casi vivía con Sri
Ram, preparándose para la fundación de Acrópolis en 1957?
En 1982, debido a las continuas denuncias contra Acrópolis, el Consejo Europeo
pidió información sobre Livraga a la Sociedad Teosófica Argentina.
La Sociedad respondió al cabo de la visita de su presidenta internacional, la
Sra. Radha Burnier, hija de Sri Ram, que no se había ido a Nueva Acrópolis, la
escuela que su padre había ordenado fundar, según Livraga.
LA SOCIEDAD TEOSÓFICA
ADYAR, MADRAS 20
INDIA
SOCIEDAD TEOSOFICA
EN ARGENTINA
SANTIAGO 320 - 2000 ROSARIO
SECRETARIO GENERAL
Para el Vicepresidente del Consejo Europeo
Dr. H. Van Der Hecht
166 Rue de la Cambre
B-1200 Bruselas
BÉLGICA
Estimado Dr. Van Der Hecht:
Por medio de la presente carta estamos respondiendo a su envío de 2-2-82, que
nos ha llegado justo a tiempo, cuando tenemos nuestro tiempo de vacaciones en
las actividades, después que recibimos la visita de nuestra Presidenta
Internacional, señora Radha Burnier. Esperamos que perdonen el retraso en la
respuesta a su amable carta.
Enviamos ahora la información requerida:
El Sr. Livraga se unió a la Sociedad Teosófica en Argentina hace muchos años,
cuando era un joven estudiante de la Teosofía. Él se casó con una joven
estudiante, Ada Albrecht, quien más tarde fundó la Nueva Acrópolis, junto con
él.
Desde el principio mostró indudables cualidades de líder, atrayendo a muchos
muchachos y muchachas. Era obvio que él estaba de acuerdo con un punto de vista
muy particular de la Teosofía, muy diferente de lo general en aquellos días.
Sus métodos de enseñanza de la Teosofía no eran los habituales en las ramas de
la Sociedad Teosófica.
La pareja Livraga-Albrecht mantuvieron sus actividades desde hace algunos años,
y todos nos dicen claramente que este fenómeno se extendió y aumentó como un
movimiento dentro del gran movimiento de la Sociedad Teosófica.
Entonces empezaron a traer a un número cada vez mayor de muchachos y muchachas
a la Sociedad Teosófica como "miembros sueltos", es decir, no pertenecientes
a ninguna Rama. Las autoridades seccionales, alarmadas por ese incremento y
fuerza diarios, lo vieron como una tentativa de apropiación de la Sociedad
Teosófica en Argentina. Esta circunstancia obligó a las autoridades de la
Sección a hacer un cambio en nuestros Estatutos en función de que estos nuevos
miembros tenían que pertenecer a alguna Rama de la Ciudad de Buenos Aires,
lugar de los eventos y lugar donde vivían los miembros influenciados. El
ingreso controlado de los nuevos miembros cesó y Livraga entró en un período
conflictivo en su relación con las Autoridades Seccionales. Este período fue
relativamente corto, que estalló en un juicio contra la Sociedad en Argentina
promovido por el Sr. Livraga por violaciones hipotéticas de las leyes nacionales.
El juicio fue breve, una vez presentada la defensa, por la que la Sección se
declaró inocente de los cargos, correctamente y exonerada.
Cuando el veredicto de la Justicia se conoció, el Sr. Livraga fue expulsado de
la Sociedad Teosófica en Argentina.
Nunca fue Secretario General de la Sección Argentina NI DE NINGUNA OTRA.
A continuación detallamos algunos trazos de sus disposiciones particulares en
las que se hizo hincapié después de su expulsión de la Sociedad:
1. La Devoción teosófica de Livraga fue un fuerte apego expresamente a H.P.B.
con exclusión de los líderes que siguieron en ella.
2. Nueva Acrópolis se estableció como una academia teosófica y de estudios
filosóficos con materia definida y grados.
3. Él y su esposa adquirieron desde el principio un carácter de
"instructores", asumiendo una fuerte "autoridad
espiritual".
4. Hay muchas evidencias sobre la verdadera naturaleza de esa institución que
se conecta internamente con el extremismo de la ultraderecha y el nazismo.
5. Estas y muchas otras evidencias que omitimos mostrar, no eran adecuadas para
la estructura de la Sociedad Teosófica, que nunca podría apoyar tal
disposición.
El Sr. Livraga dejó el país hace seis o siete años para conseguir establecerse
en España, sospechoso de abandonar el país por motivos políticos o
seudo-políticos y de prisa.
Por otra parte, la pareja Livraga-Albrecht se rompió. Separados, la Sra.
Livraga estableció un movimiento de similares características a Nueva Acrópolis
llamada Hastinapura, al parecer sin connotaciones o extremismo político.
Nueva Acrópolis creció más en los países iberoamericanos, que ofrece atracción
para los jóvenes debido a sus planes de enseñanza y estructuras dinámicas. Hay
casi ningún adulto en esos dos movimientos. Repetimos que Livraga-Albrecht son
líderes y poseen una atracción magnética muy fuerte.
Ellos han tratado de infiltrarse en la Sociedad Teosófica en tal vez varios
lugares para hacer uso de su estructura y de sus fines, tal vez para destruir a
la Sociedad Teosófica, sin embargo ésta es una suposición.
En resumen, dice el comunicado de la Sociedad Teosófica Argentina, Livraga dejó
su país junto con su esposa, Ada Albrecht, después de fracasar en su intento de
robarse la Sociedad Teosófica de Buenos Aires. Su prisa y razones políticas o
seudopolíticas que menciona el documento, tienen un enlace en las palabras de
Livraga dichas en su visita a Acrópolis Italia, donde dijo haber “trabajado
para el Servicio Secreto argentino”, exigiendo a los traductores que lo dijeran
así a los miembros presentes.
Al fundar Acrópolis, Livraga de nuevo usó ideas de la Sociedad Teosófica, como
plagiar sus Tres Principios, con leves modificaciones, haciendo caso omiso de
dicha Sociedad, que le indicó no los utilizara.
El siguiente paso fue un fenómeno que ocurre en todos los que fundan estos
grupos, que es tener el aval de un origen misterioso.
El origen misterioso
La mentalidad de mentir fácilmente se ve en Livraga, de quien si es falsa
su afirmación de que recibió misión de un Sri Ram, que no lo conocía excepto
por verlo una vez y más parte por avalar su expulsión de la Sociedad Teosófica,
también miente con relación a los orígenes de Nueva Acrópolis, utilizando los
mecanismos de quienes han fundado “organizaciones esotéricas”.
1. Una base que legitime la acción –el renombre de la Sociedad Teosófica y de
Sri Ram, más el plagio de los Tres Principios, que la organización denunció–.
2. Un origen misterioso que dote de un tinte espiritual al nuevo grupo,
enlazado con un Maestro o Inteligencia atemporal. Livraga dijo haber sido
inspirado y tener contacto con los Maestros de la Jerarquía Blanca, dogma
dentro de Nueva Acrópolis, con Kutumi, por ejemplo, Maestros de quienes Livraga
dijo haber recibido por revelación los símbolos del grupo y de las Fuerzas
Vivas. Ejemplos existen muchos, como el supuesto hallazgo de los libros
“revelados” a Rosenkrantz, creador del rosacrucianismo.
En comunicado desde la Sociedad Teosófica en Adyar, al respecto de Nueva
Acrópolis, se aclara que Livraga nunca prestó atención a no utilizar los Tres
Principios.
Añaden: Siguiendo la política de libertad de pensamiento, uno de los principios
de la Sociedad Teosófica que él nunca aceptó, fue no crear un círculo élite de
discípulos. Por lo tanto, el nombre del Sr. Sri Ram no debe utilizarse como una
especie de autoridad. En una declaración oficial aprobada por el Consejo
General de la Sociedad Teosófica, se puede leer: "Ningún profesor, o
escritor, de H. P. Blavatsky en adelante, tiene autoridad para imponer sus enseñanzas
u opiniones a los miembros".
En su primera visita a México, en su discurso antes de dar el lema que daba
nombre al año (que fue el de la Consolidación), Livraga dijo al auditorio que
la primera Reunión Internacional de Acrópolis había sido en México, pero,
añadió con una sonrisa, “no éramos más que dos”, refiriéndose a Sri Ram y a él.
¿Sri Ram viajó a México con un expulsado de la Sociedad para fundar otro grupo,
engañando a la Sociedad Teosófica y después volviendo a ella? Si era tan
importante como para hacer necesario actuar en forma tan complicada y engañosa,
¿por qué no fundó el grupo el mismo Sri Ram? ¿Por qué Sri Ram no abandonó la
Sociedad Teosófica para mostrar que era obsoleta? Al contrario, Sri Ram trabajó
en ella hasta su deceso.
En uno de los Bastiones, publicaciones para miembros de Acrópolis, Livraga
narraba que esa primera Reunión Internacional fue en la pirámide de Cuicuilco
(hoy, aclaramos nosotros, cerca del centro comercial Perisur), donde Sri Ram
dio un último mensaje y dejó ahí a Livraga.
Esas afirmaciones no se sustentan en la realidad.
Ada Albrecht
Livraga, después de casarse con Ada Albrecht, encontró la oposición de ésta al
tinte autoritario que Livraga daba a Acrópolis. Sostuvieron muy fuertes
discusiones, motivo por el cual él la expulsó antes de la Reunión Internacional
de 1981 y anunció la expulsión durante dicha reunión.
En los inicios de Acrópolis, Ada Albrecht era más apreciada que Livraga por los
integrantes. Con los miembros que rechazaron el énfasis de Livraga en un extremismo
derechista cada vez más patente, Albrecht se marchó, seguida por varios
miembros.
Ella fundó Hastinapura, “La ciudad de la sabiduría”, sin paramilitarismo, sin
utilizar los Tres Principios de la Teosofía, que trabaja principalmente en
Uruguay.
Hoy Fundación Hastinapura, su sitio es http://site.hastinapura.org.ar
Ada Albrecht es autora de varios libros, entre ellos, El Evangelio del Maestro.
Aparece como coautora del Manual del Dirigente de Acrópolis. Esa organización
también ha recibido críticas muy fuertes.
Quienes permanecieron en Acrópolis fueron los más cercanos a la postura
política de Livraga, aceptando el acelerador que éste dio al autoritarismo.
Entre sus disposiciones como Mando Mundial estaba la eliminación de la figura
de los mandos conjuntos, esto es, que matrimonios como lo había hecho el suyo,
tuvieran cargos compartidos de dirección en Acrópolis. Desde entonces fueron
posiciones que no se conllevaban, añadiendo que quienes dirigieran Acrópolis
deberían dedicarse a ella por entero.
Muy importante: declaró que Acrópolis estaba en alerta máxima. Éste es un
recurso al que se recurre para cohesionar a los miembros. La sensación de tener
un enemigo sirve para unir, lo que significa aumentar la represión interna.
Afinidad por lo autoritario
Para continuar delineando su mentalidad, demos un voto de credibilidad a la
afirmación de Livraga de haber conocido a Pinochet, ya que él dijo públicamente
en Italia haber colaborado con el Servicio Secreto Argentino y también afirmó
tener, posteriormente, cercanía con el general que derrocó a Salvador Allende.
Luego entonces también es cierta la anécdota que Livraga contó en México, de
haberse sentado a la mesa de asesores de Pinochet, donde en una junta, un
general tomó la cabecera de la mesa por no haber visto a Livraga, corrigiéndose
al descubrirlo: “Discúlpeme, doctor”, dijo, levantándose.
Livraga respondió, sin moverse de su asiento: “no se preocupe, general, donde
yo me siento, ahí está la cabecera”.
Con ese predominio sobre los demás asesores, sus opiniones serían de peso.
Entonces es verdad también lo que Livraga refería en su primera visita a
México, de haber asesorado a Pinochet en sus maniobras de desaparición de
contrarios al régimen.
Ciertas o falsas sus palabras, lo valioso es identificar en Livraga una
simpatía
por la ideología política de extrema derecha, que va más allá del pinochetismo.
Nueva Acrópolis, una vez expulsada Ada Albrecht, aumentó esa filiación,
inspirándose en el autoritarismo para las prácticas del grupo.
Llegados a este punto, la disciplina paramilitar era necesaria, pues Acrópolis
fue fundada como “una célula de supervivencia ante la próxima Edad Media”, en
palabras de Livraga. Al día de hoy, esa Edad Media ya llegó, según Nueva
Acrópolis.
El peso de la Guerra Fría
Existe una línea argumental entre los postulados de Livraga: Decadencia de
Occidente (Spengler, 1918) y destrucción de Occidente (peligro del choque
EU-URSS, 1945-1991).
Estos son los ejes doctrinarios donde Nueva Acrópolis tiene su origen. Es la
paranoia de la Guerra Fría.
Se le añade la idea de una cercana Edad Media (Grupo de Turín, 1972).
Parte de eso es el terror del tradicionalismo amenazado por la revolución
cubana, la Teología de la Liberación, la crisis de los misiles de Cuba, las
revueltas estudiantiles internacionales de 1968 y la lucha por los derechos
civiles en EU. Livraga fue contemporáneo de eso y vivió en la Argentina de la
contrarrevolución.
Livraga transportó esos miedos, más las soluciones del momento como las
dictaduras latinoamericanas y las soluciones del pasado, a Nueva Acrópolis.
Como otros grupos radicales, Nueva Acrópolis adoptó ideas de corte esotérico y
filosófico para dar a su impulso autoritario, un aire de trascendencia
supraterrena.
Al igual que el nazismo hizo con la Sociedad Thule y con las ideas de Guido von
List o Nietzsche, Nueva Acrópolis tomó ideas de la Sociedad Teosófica, usó los
capítulos de Antropogénesis y Cosmogénesis de La Doctrina Secreta, Razas,
Rondas, Cadenas Planetarias, Globos, los Cuatro Cuerpos del Ser Humano. Tomó
pasajes de La República de Platón, de Kant y de los Veda. Les añadió el tono
apocalíptico.
Para superar la Edad Media, se recurrió a expresiones de los nacionalismos de
derechas, de la “gente de orden” como dirían en la España de Franco.
Livraga creó con eso el grupo interno basado en los autoritarismos históricos,
copiando el sentido de belicismo nacionalista de los mismos. Se llaman Fuerzas
Vivas o por sus siglas, FFVV.
Copiando al nazismo
Este es el punto que los miembros nuevos de Acrópolis no entienden. La
insistencia de varias fuentes en relacionar a Acrópolis con el nazismo,
identificando en la organización, una filiación que se llama filo-nazismo. No
lo entienden por falta de cultura general, además del hecho de que varios usos
han desparecido, pero no se percatan de que el fondo es el mismo. Usos han
desparecido, pero otros se mantienen.
Livraga escribió en el Bastión que el futuro deseado por Acrópolis era
“Paraísos custodiados por ángeles con espadas verticales de fuego” o “Paraísos
verticales”, imagen repetida por Francisco Franco, pero creada por José Antonio
Primo de Rivera, fundador del grupo de derecha extrema, Falange Española de las
Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista.
La raigambre derechista de Livraga así mismo se ve en su Manual del Dirigente,
el cual es un conjunto de instrucciones y descripciones operativas. El Manual
se publicó en Internet desde hace varios años. Dentro de Acrópolis México no se
puede fotocopiar y sólo se ve en cursos de formación para mandos medios.
Uno de los símbolos de inspiración nazi es el “estandarte personal” de Livraga.
Para visualizarlo, se debe ver el “estandarte personal” de Hitler:
En el “estandarte personal” de Livraga, se suplen las águilas nazis en los
ángulos por el águila de Nueva Acrópolis y la esvástica del centro, por el
Anubis con que se identificaba a Livraga. Ada Albrecht usaba a Bastet. Delia
Steinberg a la diosa rana Ki. Lidia Pérez no tiene estandarte, pero usa el búho
de Atenea.
Águila de Acrópolis y águila nazi. Ambas posadas sobre un disco de laurel. En
el águila de Acrópolis, la antorcha del centro forma una línea vertical con un
orificio en la cabeza del águila, del que se explica es la Columna de Fuego o
Kundalini. En el águila nazi el ángulo superior de la esvástica está alineado
con la cabeza del águila. Hay un mismo eje vertical en el diseño. La
explicación dada en Acrópolis es que las alas del águila de Acrópolis apuntan a
lo espiritual y las del águila nazi son de plasmación de un ideal en el mundo.
Lo que Acrópolis dice pretender. El mensaje de ambas no es distinto.
Las Fuerzas Vivas
La relación con el nazismo es patente en el grupo interno llamado Fuerzas
Vivas, que se componen de dos cuerpos masculinos (Brigadas Masculinas y Cuerpo
de Seguridad) y uno femenino (Brigadas Femeninas).
Luis Alcoriza dirigió la película mexicana “las Fuerzas Vivas”. Por ese nombre
se conoce tradicionalmente a personas e instituciones de poder dentro de la
sociedad.
Los cuerpos de Fuerzas Vivas son como hemos dicho, tres:
1. Cuerpo de Seguridad, relacionado con el Primer Logos, Voluntad-Ley o letra
A. son llamados camisas negras igual a los fascistas de Mussolini, hoy
solamente “negros”.
2. Brigadas Femeninas, relacionadas con el Segundo Logos, Amor-Sabiduría y
Energía-Vida o U. Su relación de color es con la Falange Española de las
J.O.N.S
3. Brigadas Masculinas o de Trabajo, llamados camisas pardas igual a los
miembros del partido nazi, hoy solamente “pardos”, relacionados con el Tercer
Logos, Inteligencia-Forma o letra M
La idea es que los tres forman la palabra AUM, el comúnmente llamado OM. El
lector verá dónde quedan estas pretensiones.
Los nombres se escriben con doble inicial para significar el plural. Fuerzas
Vivas, Brigadas Masculinas, Brigadas Femeninas son FFVV, BBMM, BBFF. El Cuerpo
de Seguridad debería ser CS, pero se usa doble inicial para ocultar más el
significado, CCSS.
Las dobles iniciales se usaban en el fascismo, donde camisas negras o camichie
nere se escribía CCNN.
Para pertenecer a estos grupos se hace un juramento, ante un fuego. En los
inicios de Acrópolis, como se hizo en México, era hincando la rodilla derecha
en el suelo se si era hombre o la izquierda si se era mujer, alzando el brazo
derecho hacia un fuego en una columna. Lidia Pérez López estaba presente en los
juramentos, con las Fuerzas Vivas y sus jefes, más los estandartes que todavía
se usan y que mostraremos en seguida. El juramento es:
Ante el ave solar,
Ante el estandarte del cuerpo de ______.
Ante el fuego sagrado (o agua sagrada, si es Brigadas Femeninas)
Yo, conocido en el mundo actualmente como________.
Me comprometo a servir con lealtad y eficacia como miembro integrante del
cuerpo de ________ y si así no lo hiciere que mi alma, el destino, mis jefes de
Fuerzas Vivas y mi Mando Nacional así me lo demanden.
¡Ave!
Lidia Pérez tomaba el brazalete que cada Fuerza Viva había bordado,
pasándolo sobre el fuego. Al final, todos y ella saludaban alzando el brazo
derecho, gritando ¡Ave!
Los estandartes
Cada cuerpo de las Fuerzas Vivas tiene un estandarte con símbolo
distintivo. Éstos se mandan bordar y cuelgan de mástiles, guardados en los
templos de la sede central de Acrópolis en México, Guadalajara, así como en la
filial Amado Nervo para la zona conurbada.
Las insignias de los estandartes se reproducen en los brazaletes, hoy ya no tan
usados, sino como los uniformes, reemplazados por chamarras para los
campamentos, pero con las mismas insignias. Cada una está dentro de lo conocido
como un “cartucho egipcio”.
Los brazaletes de cada Fuerza Viva están en Guadalajara, ciudad donde tienen el
talentoso grupo Stoa dedicado al arte, donde guardan estas imágenes de
inspiración fascista.
Cada grupo tiene un templo donde se venera a un dios. Brigadas Femeninas a Isis,
Seguridad a Marte y Trabajo a Hefestos. Solamente Brigadas Femeninas utiliza el
uniforme en público, el que cualquier asistente a conferencias puede verlas
vestir.
Nadie usa el brazalete en público. Hasta hace unos años cada quien guardaba su
brazalete en su templo.
Livraga pertenecía al Cuerpo de Seguridad, narrando en su segunda visita a
México que en una de sus pruebas para entrar al grupo, establecido por sus
supuestos grandes Maestros, se vio envuelto en una luz roja, que dio el otro
color que aparece en el brazalete. El relámpago que aparece sobre el símbolo
egipcio de las Aguas en la insignia del Cuerpo de Seguridad es:
Ahora bien, aunque el nombre coloquial del Cuerpo de Seguridad es el de camisas
negras, igual el de los fascistas, el símbolo del relámpago se relaciona con
las runas de la SS. El mismo diseño de rectángulo en la insignia de seguridad.
Su triángulo inferior es la mitad del rectángulo inferior en la insignia de las
SS. En la insignia de la SA o Tropas de Asalto nazis, donde se ve más la figura
de relámpago:
La insignia de Brigadas de Trabajo o Masculinas tiene menos dientes que la
insignia nazi, pero es el mismo diseño y en el centro posee una figura
semejante a la esvástica, formada por cuatro brazos humanos en cruz, que se
sujetan con las manos entre los dientes de la rueda. La idea de Brigadas
Masculinas es que los brazos son la energía individual que va armando una rueda
y cuando está armada, se echa a andar por rotación con las manos, lo que
significa su poder de cambiar su entorno. La insignia de Brigadas de Trabajo es
copia de la insignia del Servicio de Trabajo, nazi.
Las mujeres están en Brigadas Femeninas, de quien se tiene como referente
histórico a la BDM, la Liga de Muchachas Alemanas.
En los regímenes autoritarios, las mujeres están para dar belleza, apoyar y
procrear. En Acrópolis las mujeres hacen guardias de cafetería y de recepción,
atienden mesas en cenas, dan clases y reciben consejos de belleza. Es parte del
rol autoritario, aunque en los últimos años quienes hicieron crecer a Acrópolis
fueron las mujeres. Los hombres ocupan un papel muy secundario. Las mujeres son
las que más trabajan.
El postulado más importante de las Brigadas Femeninas, que está en su código,
es ser “encarnaciones vivas de la dama”, “repudiar a la mujer objeto”,
“encarnar los ideales de belleza”, etc. En la realidad se proponen como canales
de la energía de lo femenino en servicio al sistema, lo que no es otra cosa que
lo mismo que decía Hitler.
El “hacer iguales”
El nazismo empleaba el término Gleichschaltung (sincronización o hacer
iguales), para la acción de establecer un control absoluto sobre los
individuos, así como una coordinación sobre todos los aspectos de la sociedad.
El objetivo era hacer que se adhirieran a una doctrina y forma de pensar
predeterminados. Esto es lo que hacen las Fuerzas Vivas. Los nazis, además de
la obligatoriedad, inducían a acciones. Por ejemplo, en carteles: “Hermano
nacional socialista, ¿sabes que el Führer está en contra de fumar y considera
que todo alemán es responsable ante todo el pueblo por todos sus actos y
misiones, y que no tiene el derecho de dañar su cuerpo con drogas?” Es el mismo
tipo de inducción que se hace en Acrópolis. Si alguno de los lectores se cree
radical y comulga con esas ideas, pareciéndole llamativo, tenga presente que es
una fachada.
Tenga presente también que cuando ve imágenes como las siguientes, detrás se
encuentra esa ideología pro-nazi. Todos ellos lo saben, los de las fotos son
Fuerzas Vivas, en las fotos se cuidan de mostrar las insignias:
“Olimpiada acropolitana” donde de Colaborando con UNICEF en el forma
“inocente”, vemos a niños programa Adopta una Muñeca. Así con los mismos
códigos de ropa. buscan dar una cara altruista.
Aunque las menciones de uniformes e insignias llaman más la atención, estas
formas no fueron primero, ni deseo de teatralidad. Se adoptan desde la base de
una filiación con doctrinas autoritarias. El cambio de los tiempos con el mayor
consenso social a favor de la democracia, llevó a Acrópolis a modificar formas,
pero no todas. Lo relevante es que conserva las doctrinas y su ejecución en la
realidad.
Grupo Ecología Abierta, GEA. Labor social como medio de captación de personas
altruistas por medio del “voluntariado”.
Hachados
En la Alemania nazi se invitaba a pertenecer a las SS a personas de
diferentes filiaciones, no nazis necesariamente, como profesores universitarios
o miembros de la aristocracia, permitiéndoles usar el uniforme.
En otros países donde hay Acrópolis, como España y Francia, se hace igual,
ingresándolos a las Fuerzas Vivas o dándoles un nivel conocido como Hachados.
Los Hachados usan un distintivo discreto que se lleva en la solapa, con forma
de hacha romana. El Hacha es el fasce, símbolo de los fascistas de Mussolini.
Fascistas en español se traduce como Hachados. Este fasce es el diseño base del
hacha que llevan en Acrópolis, en el emblema del Partido Nacional Fascista, de
Mussolini.
Los Hachados generalmente son Fuerzas Vivas de larga trayectoria, secretarios o
directores nacionales, llamados internamente mandos nacionales, pero también,
en países como Francia, personas ligadas con posiciones de gobierno o con
grandes empresas.
El amarre del fasce, en Acrópolis lo suplen con cadenas, emulando las Cadenas
Planetarias de que habla la Teosofía, de una a cuatro cadenas.
La idea romana, donde las varas representan a la comunidad unida por los
listones, unidad que da la fuerza al Estado representado por el hacha, se
empareja en Acrópolis con el Estado propuesto por Platón.
Cada cadena se relaciona metafóricamente (se supone que realmente) con el
dominio de un componente del ser humano: el físico, el energético, las
emociones y la mente.
¿Cuál es el problema con el autoritarismo?, se puede pensar. Un partido
político, el Ejército, tienen rasgos autoritarios.
El problema es que no te lo dicen.
Acrópolis dice ser algo muy distinto a eso, incluso afirmando que rechazan todo
autoritarismo y aman la libertad. Se termina aceptando el autoritarismo como
resultado de un adoctrinamiento.
Muchos se preguntan, ¿cómo Acrópolis va a ser nazi, dicen, si su directora
internacional y más cercana a Livraga es judía? La pregunta correcta es como
una persona judía puede ser parte de un grupo filo-nazi. En Israel se evitó el
saludo con el brazo en alto y las referencias tergiversadas de la Teosofía con
respecto a las Razas. En la Reunión Internacional de Turquía, también se evitó
saludar “brazo en alto”. La mala fama de Acrópolis hace que en Turquía no
exista sino como grupo GEA y en la reunión internacional de ese país no se haya
saludado a la nazi.
Manípulos
La organización básica de las Fuerzas Vivas parte de los manípulos.
Relacionado con la mano, un manípulo se conforma de 5 Fuerzas Vivas de un mismo
cuerpo. Brigadas Femeninas es el único cuerpo que se divide en manípulos: Isis,
Deméter y Afrodita.
La división en manípulos está copiada de la organización del fascismo italiano,
calcada del ejército romano:
1. Zona = división
2. Legione = legión, regimiento
3. Coorte = cohorte
4. Centuria = compañía
5. Manípulo = pelotón
6. Squadra = escuadra
En Europa el nazismo es visto con mayor gravedad que en América, donde no se
vivió de cerca. No por ignorancia es disculpable, pero con las salvedades de la
ignorancia de quienes disculpan eso, queremos que entiendan que Nueva
Acrópolis, con imagen nazi o no (pero conservan los símbolos), existe como un
grupo de naturaleza autoritaria, donde más importante que las formas es la
doctrina. Acrópolis fue fundada en la corriente política de la extrema derecha,
donde al interior no existen los derechos humanos y que aunque haya suavizado
su imagen con fachadas culturales, su tendencia es el autoritarismo. Es una
seudoescuela porque se basa en conceptos filosóficos o en supuestos esotéricos
para justificar sus métodos de coerción.
Por eso tampoco debe asustar que en sus inicios en México, al comenzar las
clases dadas en Nueva Acrópolis, en ellas en ropa civil o en reuniones de
Fuerzas Vivas, en éstas uniformados con brazalete y botas, las Fuerzas Vivas
alzaban el brazo derecho y gritaban: “¡Ave!”, grito fascista equivalente al
Heil! nazi.
Tampoco debe asombrar que en Acrópolis, Hitler sea visto como “un error de la
Teosofía”, pues, afirman, él había sido preparado para ser el Mesías de la
Sexta Raza. Los campos de exterminio fueron la forma de hacer que los judíos,
pertenecientes a la Cuarta Raza, desencarnaran para permitir la llegada del
Hombre Nuevo. Blavatsky nunca dijo eso. Esto se enseña a los jóvenes en
Acrópolis.
Livraga decía que por haber fallado Hitler, no se repetiría la experiencia del
crecimiento del nazismo, en ondas, sino que el crecimiento de la fuerza que
diera nacimiento al Mundo Nuevo, esto es Acrópolis, debería ser de persona a
persona. De ahí su afirmación “dímelo con miembros”. Hay qué hacer labor.
Detalles del discurso
Cuando Livraga en su libro “Los mitos del siglo XX” incluye a la democracia, no
es una elección al azar. Es un mensaje basado en sus convicciones políticas.
Al decir que la democracia es un mito, quiere decir por mito una idea sobrevalorada,
compartida como beneficiosa por la sociedad, pero errónea. Mito como decir
mentira.
Como el fascismo, nazismo y falangismo que inspiran a las Fuerzas Vivas,
Livraga afirma que Acrópolis es un sistema dirigido por una élite, donde todos
los demás, el grueso de la pirámide, deben obedecer, no pensar, no criticar, no
ser individuos, pues lo que importa es la colectividad.
Deben ser individuos en la medida en que son indivisos, es decir, bloques, al
servicio de la comunidad.
“A la larga no puede haber Estados democráticos, pues el Estado es el vivo
contraste de la democracia. Y una de dos: o vence la democracia, en cuyo caso
se hunde el Estado, o la democracia tendrá que hundirse si los Estados
pretenden subsistir.” Estas palabras con que estarán de acuerdo los seguidores
de Livraga, podrán ver que no son palabras de él, son palabras de Hitler.
“¡En nuestro Imperio nunca se pone el Sol!” es una repetida afirmación de
Livraga, así mismo aparecida en el Bastión, la cual es la expresión de tiempos
del Imperio español antes de la independencia de América.
“¡Un Maestro, un Ideal, un Imperio!”, es un eslogan interno de Acrópolis, copia
del “¡Un pueblo, un Imperio, un Führer!”, de la Alemania nazi o de la España
“Una, Grande y Libre” del franquismo.
Las copias de método se observan en la afirmación de Livraga sobre su nexo con
Sri Ram y con Maestros invisibles, para “demostrar” su pertenencia a una línea
que llaman “Cadena Discipular”.
Es una búsqueda de legitimación basada en terceros anteriores. Es necesaria
cuando el grupo no posee raigambre verdadera.
La legitimación basada en terceros anteriores es copia de lo que hizo
Mussolini, afirmando ser heredero del Imperio Romano. También de Hitler,
fundando el Tercer Reich para colocarlo en la línea del Primer y Segundo Reich.
De Franco mostrando identidad con Primo de Rivera, vistiendo la camisa azul de
la Falange en el sepelio de aquel, aunque en realidad, Franco lo detestaba.
Livraga diciéndose Discípulo de Kutumi, como dice en su página de Wikipedia, claramente
escrita por alguien de Acrópolis.
La inspiración autoritaria y seudoesotérica de Livraga, así mismo se ve en el
estilo del discurso primordial de Acrópolis.
A continuación un ejemplo de cómo se hablaba en Acrópolis México antes de 1995.
Esto no aparece en documentos, pero se puede remedar. El inicio está tomado de
un boletín de Fuerzas Vivas donde decía: “En esta encarnación como Jefe de
Seguridad…”El intermedio sobre la “Sexta Raza” toma expresiones sobre el
comentario de la quiebra que sufrió un periódico que atacó a Acrópolis Perú. El
final “Victoria o muerte” es un grito que daba Lidia Pérez alzando el brazo
derecho.
EN ESTA REENCARNACIÓN COMO FUERZA VIVA, AL CABO DE DESPERTAR DEL SUEÑO DEL
MUNDO MATERIAL, HAGO EL COMPROMISO ANTE MIS HERMANOS DE CONSOLIDAR LA GLORIA
DEL IDEAL ACROPOLITANO.
EL MUNDO, QUIERA O NO QUIERA, NOS TIENE EN EL.
¡LA DERROTA CAERÁ SOBRE LOS QUE DESAFÍEN A LA SEXTA RAZA, A LA CADENA DE
DISCIPULADO PROVENIENTE DE LOS GRANDES MAESTROS! ¡EL FUEGO DEL ATANOR ARDE EN
NOSOTROS!
¡VICTORIA O MUERTE!
¡CON EL BRAZO EN ALTO!
¡¡AVE!!
Cuando Livraga salía de una reunión, las Fuerzas Vivas alzaban el brazo
derecho y le gritaban al salir él: “¡JAL, JAL, JAL!, que suena como ¡Heil, Hei,
Heil (Jáil)!
Hoy dirán que eso desapareció prácticamente. Como veremos desaparecieron
ciertos usos, pero queda lo vital, la esencia.
La sede internacional
Aunque hoy está en Bélgica, en sus inicios España se constituyó en la central
de Nueva Acrópolis, después que el “cuartel general” estuvo en Amenábar 83,
donde Livraga trató de hacer miembros usando la estructura de la Teosófica.
¿Por qué no Argentina, de donde era Livraga o México, donde fue el nacimiento
de Acrópolis?
En sus visitas a México, Livraga sostuvo varias reuniones con miembros. En una
de ellas, una miembro le preguntó: “Maestro, ¿por qué España es la capital de
Nueva Acrópolis?”
Livraga, quien en ese momento se limpiaba la nariz con un pañuelo blanco,
respondió con tono casual: “no sé”.
Agregó haber elegido España para ser la “capital” de Acrópolis, por haber
hallado que la idea sentaba raíces fuertes en ese país, por la psicología de
sus habitantes. La razón precisa de eso, lo ignoraba.
Livraga debía saberlo, pues si recordamos los tiempos de la entrada de
Acrópolis en España, en 1972, a donde la evidencia indica que Livraga huyó,
vemos que ese país todavía estaba gobernado por Francisco Franco.
Debido a la larga dictadura, España era el país de Europa menos abierto al
mundo, donde la extrema derecha no había sido erradicada como en el resto de
Europa.
España era el más atrasado en cuanto a la apertura a la democracia.
España estaba cerrada el mundo, por lo cual era un campo fértil para que
arraigara un grupo de corte fascista, Nueva Acrópolis, lo que sucedió.
La posesión de armas
Cuando en 1989 apareció en México el libro de Pepe Rodríguez, El poder de las
sectas, Lidia Pérez, entonces Mando Nacional de Nueva Acrópolis, comentaba que
la imagen de Acrópolis presentada por el libro, no estaba tan mal.
Neonazis en posesión de armas, fanáticos, decía, eran una imagen de fuerza
espiritual que podía atraer a otras personas de convicciones. En el libro, las
otras sectas, palabras de Lidia Pérez (me disculpo por repetirlas), se veían
“mariconas”.
José (Pepe) Rodríguez, es Dr. en Periodismo por la Universidad de Barcelona.
Ingresó a Nueva Acrópolis España, se hizo miembro, dirigente y Fuerza Viva,
para ver el funcionamiento del grupo por dentro. Por lo que vio, realizó una
denuncia pública que fue el capítulo dedicado a Acrópolis dentro de su libro.
Llevó a Livraga ante un tribunal por posesión ilícita de armas, donde negó el
cargo responsabilizando a uno de sus guardaespaldas, pero se le encontró
culpable del delito y se realizó un cateo en la sede de Madrid, hallando
pistolas de varios calibres.
No se debe ir tan lejos. Nueva Acrópolis México también tuvo armas, una
pistola, en la sede central, en la calle de Guanajuato, colonia Roma. Un
revólver calibre 38 que fue de las Fuerzas Vivas.
Nueva Acrópolis México tuvo esa pistola sin permiso, que guardias de Seguridad
y Trabajo llevaron a ratos al cinto, bajo el saco, en la primera Reunión
Internacional en el país, en el hotel Camino Real de Reforma.
En el terreno de Tlazala, Estado de México, usado por Acrópolis, se portaba esa
pistola al hacer guardias nocturnas, con la que ocasionalmente se lanzaban
tiros al aire en festejos. Lidia Pérez sabía de la pistola, claro que sí.
Las pistolas que aparecieron en foto en el libro de Pepe Rodríguez le parecían
a Nueva Acrópolis gratas revelaciones, pues eran vistas como demostración de la
fuerza que motivaba.
Es más, las acusaciones de solamente posesión de pistolas parecía ridícula. El
fundador de Acrópolis tiraba con metralleta junto con el Prof. de la
Universidad de París, Fernando Schwartz, esto contado por Livraga en México.
Acrópolis no pretende ser guerrilla o grupo terrorista. Con armas o sin ellas,
Nueva Acrópolis es un grupo de naturaleza autoritaria. Las armas no se pensaban
como medios para tomar el poder sino, como Lidia Pérez manifestó indirectamente
al decir que las otras sectas parecían “mariconas”, eran una afirmación de
principios.
Así también se entiende el dicho del Mando Nacional de México, Lidia Pérez, de
que Hitler era un Maestro de Sabiduría y que ella “canalizaba un rayo de la fuerza
de Hitler”. Quienes la oyeron, algunos que dejaron Acrópolis, pero también
otros que continúan en ella, no me dejarán mentir, porque todo lo que se dice
en estas páginas puede ser corroborado por quienes pasaron o están en Nueva
Acrópolis.
La radicalidad puede ser interesante para personalidades borderline, pero en
los hechos las frases son reveladoras de la mentalidad de las seudoescuelas,
pues Lidia Pérez hablaba de lo aprendido: las leyes las implantamos nosotros,
en Acrópolis. No nos importa la legalidad del mundo, porque es un mundo enfermo
que desaparecerá.
Pueden hacerlo, es más, deben estar por encima de las leyes. Las normas del
mundo son un estorbo. Ya estamos en la Edad Media, ¿recuerdan?
Los homosexuales
Pese a la apertura actual, Acrópolis continúa viendo mal a los gays. Los
aceptan pero con la aclaración de la Sra. Delia Steinberg Guzmán de que “deben
respetar”.
Aunque algunos no tienen problema en declararlo (como debe ser si es verdad que
asumen sus vidas), otros lo esconden, pues se muestran como Caballeros pensando
que un gay no puede ser Guerrero o porque si admiten ser gays, su mundo, donde
se tienen por viriles caballeros, se vendría abajo.
En Nueva Acrópolis nadie debe saber si eres gay o lesbiana. Si lo eres no debes
declararlo, como tampoco debes revelar si tienes un amorío con algún dirigente
casado, aunque todos lo sepan. A muchos que dejaron Nueva Acrópolis se les
acusó falsamente, digo acusó pues era visto como grave, de ser gays.
La intolerancia de los miembros podría ser episódica, pero más trascendente es
que su origen se encuentra en la intolerancia de Livraga hacia los
homosexuales.
En el Bastión decía, después de argumentar que el ideal de Acrópolis era viril:
“En Nueva Acrópolis no tenemos homosexuales, ¿verdad?”, como dijo Hitler en un
discurso: “En el Partido no tenemos dirigentes mujeres, ¿verdad?”
Livraga clasificaba a los gays como “impedidos de tener una experiencia
espiritual”. La explicación se basaba en que no encajaban en ningún rol natural
encarnado en los Tres Logos. Los gays eran desviaciones de la naturaleza.
Aberraciones, era la palabra de Livraga. No podían ser Fuerzas Vivas.
¿Una nueva cara?
Nueva Acrópolis hoy se muestra tolerante, pero no lleguemos a eso tan
rápido. Si Livraga, como Maestro que recibió revelaciones, implantaba formas
atemporales, ¿por qué han cambiado los requisitos de pertenencia a Fuerzas
Vivas y hoy tienen grupo GEA?
Nosotros estamos en contra del filo-nazismo. No somos homófobos. Lo que hacemos
es preguntamos ¿por qué se han eliminado los usos abiertos de los códigos
fascistas, como el brazo en alto, el águila de su insignia, uniformes, botas y
brazaletes, si se afirmaba que fueron dados por los Grandes Maestros de la
Jerarquía Blanca?
¿Las nuevas formas son lo correcto? Entonces, ¿por qué no lo ordenaron desde el
inicio los Maestros de Sabiduría? Hoy hay homosexuales en las Fuerzas Vivas,
abiertos o de clóset.
Respóndase el lector.
El lector que ya se había percatado de que no hay lazos con nada espiritual
podría avanzar en el argumento y preguntarse por qué si Acrópolis consideraba
la atención a las necesidades sociales como pérdida de tiempo, hoy tiene grupos
de ayuda a damnificados y hace labor social. Como todo régimen autoritario,
Acrópolis invocaba la preponderancia del más fuerte. ¿Para qué gastar esfuerzos
en los débiles, condenados a reencarnar en formas bajas de evolución, como lo
decían?
Porque para Acrópolis esas subestructuras, como GEA, Grupo de Ecología Abierta,
son medios de hacerse propaganda.
Nadie debe caer en la mentira de suponer que Acrópolis apoya la cultura o el
arte cuando ven a sus jóvenes artistas y a los llamados voluntarios. Es un
recurso para dar una cara normal. Estos jóvenes tampoco son truhanes, sino que
son utilizados.
Si Acrópolis, por ejemplo, hubiera aceptado a los colectivos alternativos,
habría sido pionera de la democracia. Habría dado la prueba fehaciente de que
tenía visión de futuro y sabía por dónde iría la Historia. Sucedió lo
contrario. Toda la “apertura” vino desde la muerte de Livraga.
Sin embargo, Acrópolis está en contra de la democracia. Ellos quieren una élite
que controle masas. Su modelo en pequeño de eso son las Fuerzas Vivas, a donde
eventualmente se busca que ingresen todos los miembros de Acrópolis. Sin
embargo, cuando el mundo cambió con la caída de la URSS, Acrópolis se vio
forzada a adoptar el rostro suave que rechazaba. También por los señalamientos
internacionales. A la muerte de Livraga en 1991, para arreglar su reloj
atrasado, Acrópolis se volvió colectora de toneladas de ayuda. Livraga iba en
otra tónica, menos “mundana”, por eso ordenó la creación de los comités
Pro-Revaloración Giordano Bruno.
Cambio de algunas formas
Desde la caída de la Unión Soviética, con el final de la Guerra Fría,
desapareció el mundo amenazante que vio Livraga.
Como parte del mundo, no de un Mundo Nuevo, Acrópolis cambió con él, pero para
adaptarse, sosteniendo su naturaleza fascista como se verá en el siguiente
capítulo, donde se muestra como alguien que puedes ser tú, termina por perder
el control de su vida.
Para los cambios sobre el filo-nazismo abierto, “el mundo no tuvo qué ver,
cambiamos nosotros”, se defienden. Eso no debería haber sucedido pues de nuevo,
sus formas estrictas fueron dadas por los Maestros de Sabiduría, dotados de
juicio intemporal, inamovibles como las pirámides de Egipto.
Consideran a la democracia como un error, un mito, según la obra de Livraga
“Los mitos del siglo XX”, título copiado de “Los fundamentos del siglo XX” de
Rosenberg, seudo-filósofo nazi. A su vez copia de “Los fundamentos del siglo
XIX” de H. S. Chamberlain, amigo de Hitler. Títulos de los cuales encontramos
similitud en el libro de Livraga “Fundamentos del ideal acropolitano”-
Nueva Acrópolis simula porque utilizando máximas filosóficas, arte, cultura,
actividades altruistas, alimentan un poder intolerante.
La asociación cultural Nueva Acrópolis organiza concursos de teatro. Su
directora nacional, Brigada Femenina y Hachada de cuatro cadenas junto con la
representación del Ayuntamiento de Guadalajara. Esto no es apoyo al arte. Es un
medio para alcanzar un fin: dar impresión cultural para captar miembros.
También por eso apoyan a PNUMA, el Programa de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente.
Hoy Nueva Acrópolis justifica los dichos radicales de Livraga, viéndolos como
producto de su época. Recurren además al método de no hablar del tema.
Muchos textos de Livraga se esconden, para cuidarse de las palabras, pero la
doctrina es la misma. A Livraga lo tienen en un altar, pero sin sacarlo mucho.
Conservan el Manual del Dirigente, pero censuraron escritos derechistas de
quien un día fue alabado como Emperador, El Errante, Mando Mundial, Maestro y
Padre, quien si volviera de su tumba se horrorizaría del grado de cesión de sus
posiciones. Livraga diría que Acrópolis ha transado con el mundo o aprobaría
todo mostrando ser acomodaticio a lo “mundano”.
Las formas cambian, pero se mantiene la esencia autoritaria. Hoy hay pocas
formas nazis y fascistas abiertas, pero para disimular. Lo hacen, pero más en
secreto.
Ya no saludan brazo en alto, excepto cuando llega visita de una de las
presidentas internacionales. Se mantienen las imágenes y su doctrina, así como
los métodos de látigo, porque eso es la identidad profunda de Acrópolis. No
pueden cambiar su autoritarismo, porque de cambiar, dejarían de ser.
El papel de los ideales No todos los integrantes de Acrópolis saben lo
descrito, pues muchos por falta de cultura general, no tienen posibilidad de
reconocer los indicios.
Menos, pueden identificar las contradicciones entre los argumentos de Nueva
Acrópolis y su realidad, ni pueden atar los cabos de la doctrina del grupo,
porque la vivencia de Nueva Acrópolis no da herramienta de conocimiento, al
contrario, elimina la capacidad de crítica en sus miembros. Se suple el
verdadero saber por lecturas superficiales de buenos libros, pero sólo
fragmentos, dándose con eso la etiqueta de ser “filósofos acropolitanos”.
Un elemento muy importante que sucede en estos grupos es la resistencia de sus
miembros a ver la verdad. Al haber incorporado al grupo en su vida de una forma
tan importante, toda crítica se percibe como un ataque al núcleo de la
personalidad. Es la razón de que cuando se le comenta a alguien, no digamos
esta información, sino cuando una persona cercana opina que se le dedica mucho
tiempo a Acrópolis, el aludido inmediatamente se enfurece y se pone a la
defensiva. Aun cuando sospechen, no quieren saber. Han sido enajenados.
Menos entonces, los miembros, tampoco los dirigentes, son capaces de entender
los escritos de Livraga donde dijo que el entorno heroico de Nueva Acrópolis
había sido elegido por él, para atraer a jóvenes, mejor que a adultos, pues los
jóvenes eran moldeables. No habló de una convicción, sino de un gancho. Afirmó
que la necesidad de lo heroico era característica del ser humano en la etapa
joven de la vida.
Livraga no habla de creer en esos ideales, ni mucho menos. Lo escribe dándote
la receta, haciéndote cómplice de un secreto que te acerca al poder verdadero,
el cual tocas porque eres un dirigente.
El habla de utilizar los ideales de la gente para captar miembros.
Los ideales para él son un medio, para alcanzar un fin, por ejemplo, el Ideal
Caballeresco.
Delia Steinberg, Livraga y el Mando Nacional de Organización Internacional Nueva
Acrópolis Croacia (OINACRO). Internamente, México es Organización Internacional
Nueva Acrópolis México (OINAM). Asociación Cultural Nueva Acrópolis es el
nombre de fachada.
El “Ideal acropolitano”
Acrópolis carece de ideología, lo que tiene son doctrinas.
Lo más semejante a una ideología en Nueva Acrópolis, además del “Manual de
Cortesía Acropolitana”, es el centro de todo, “el Ideal”, palabra que engloba
las aspiraciones que el grupo tiene para la formación de un mundo nuevo.
Es clave, pero nadie sabe explicar qué es el Ideal. Las explicaciones tampoco
son las mismas entre uno y otro miembros. En sus artículos, Livraga mencionan
que él tampoco puede definir el Ideal.
Los teólogos pueden definir las características de Dios. Todo escéptico puede
explicar sus construcciones filosóficas. Livraga no lo hacía con su ideal, ¿no
podía, un catedrático Burckhardt, honoris causa Rodrigo Caro, Cruz de Plata
Sociedad Ciencias Letras Artes? No lo hacía, deliberadamente. Era por no tener
deseo de definición.
Fue una acción deliberada para usar una vaguedad y con ello no asumir los
compromisos que implican las definiciones, porque las definiciones marcan
límites.
Hitler decía que no era necesario establecer detallados programas políticos,
pues era contraproducente, ya que estrechaba el margen de movimiento. Eso
aplica al “Ideal”. Los miembros usan frases “es por el Ideal”, “hacerlo por el
Ideal”, pero no pueden explicarlo, ya que fueron acondicionados para no
explicarlo. No deben marcarse límites para poder acoplarse a las circunstancias
del momento.
Los dirigentes de Acrópolis como mandos nacionales tienen el título de maestros
y se les debe hablar en esa calidad. La mayor parte de los miembros de la
pirámide son Discípulos que obedecen a un Maestro, su Mando Nacional El fin
justifica los medios
La frase de Livraga que ningún miembro de Acrópolis puede desconocer es: “el
fin justifica los medios”. El fin justifica los medios es la total falta de
ética.
El fin justifica los medios es una creencia que se pueden atribuir Hitler,
Mussolini, Franco, Pinochet, Idi Amin, el Khmer Rouge, el Apartheid, Saddam
Hussein. El fin justifica los medios quiere decir todo es válido: engañar,
embaucar, defraudar, mentir, asesinar. Así piensa un seudofilósofo, el producto
de una seudoescuela.
¿Quién era Livraga?
No es posible definir exactamente a la persona. Sin embargo, por sus actos
podemos obtener información importante.
Podemos concluir que Livraga era un hombre de convicciones políticas de de
extrema derecha, admirador del fascismo y del nazismo, influido completamente
por la paranoia apocalíptica de la Guerra Fría, capaz de mentir sin resabios,
principalmente con las dignidades para darse “empaque”, quien utilizó ideas de
Blavatsky, hacia la que manifestaba tener una gran devoción, pero sin respetar
su obra, que como otros líderes de ultraderecha, usó lo que le convenía para
dar un tinte de trascendencia a sus prejuicios, quien creó un grupo
autoritario, tomando como modelo a los regímenes totalitarios, dándole a su
grupo un ambiente heroico para cohesionarlo, no como finalidad, sino como
medio, pues sabía que atraería a personalidades dadas a la entrega en
compromisos poco usuales, si se pulsaban sus resortes fundamentales.
Acrópolis es el reflejo de Livraga, pero no buscamos decir que Livraga fuera un
monstruo. Era un ser humano, sin contacto con mundos espirituales. No tenía una
misión encomendada por entidades superiores. Con tal de llegar a su meta era
capaz de cualquier cosa, así fuera inmoral. El fin justifica los medios.
También tenía virtudes. Livraga tenía aptitudes de líder o no habría creado el
grupo haciéndose seguir por un catedrático de la Universidad de París.
Livraga tenía presencia, además de que era muy culto. Tenía mundo. Pilotaba
aviones. Se dedicó a su obra de tiempo completo, sacrificando su vida personal,
también su salud. No se sabe que se haya enriquecido mediante Acrópolis o que
usara a sus integrantes para hacerse de propiedades o estatus.
Así mismo tenía buen sentido del humor. Carecía de reparos en confesar
públicamente que usaba corbatas preanudadas, quitándosela en su segunda visita
a México para que todos la vieran y con eso decir que la imagen le importaba
poco. Se divertía escribiendo que al viajar en avión, mientras los ejecutivos a
su lado sacaban “Playboy” para leer, él sacaba “Mortadelo y Filemón”. Compró un
perro de raza Alaska para la sede de la calle de Guanajuato al que, cuando le
pidieron le diera nombre, se encogió de hombros y dijo “Alaska”.
En una reunión de miembros contó que al ir por la calle con un integrante, en
Argentina, éste veía a toda mujer que se les cruzaba por la acera. Livraga,
pasado un rato, un poco apenado le comentó: “hijo, si puedes evitar esa
actitud, te lo agradecería”. Más adelante, cruzaron frente a un escaparate
donde se mostraban modelos pequeños de avión. Livraga los miró sin dejar de
andar. Su acompañante respondió, en tono imitado por Livraga. “Este muchacho me
dijo: señor, lo que pasa, es que a usted le gustan los aviones”.
Cuando Livraga fue a ver la película Amadeus, al final, cuando Salieri es
empujado en silla de ruedas y dice “bendigo a los mediocres del mundo”, Livraga
lloró discretamente en la sala, de lo cual los demás no se dieron cuenta hasta
que le dijeron que era hora de salir. Yendo por la calle con la Sra. Delia
Steinberg, Livraga le dijo que esa parte de la película lo conmovió, pues el
mayor miedo de su vida era ser mediocre. Esto aparece en un artículo de ella.
A Livraga no se le veía sed de protagonismo a ultranza, donde fuera, cuidando de
ser retratado en su mejor ángulo. En la conferencia que dio en el Poliforum
Cultural
Siqueiros, extrañado porque le dieron dos micrófonos y llevaba uno en cada
mano, los sopesó con cara de no hallarles el sentido. Cuando los técnicos le
dijeron que uno era para la grabación, lo devolvió diciendo: “mis palabras no
son tan importantes”.
En otra reunión de miembros, dijo que él no deseaba ser grande, sino ser sabio
en su pequeñez. Juntó las palmas y se meció de atrás adelante como si rezara,
diciendo “gracias, gracias, doy gracias por seguir en mi bote de basura, aquí
estoy, esforzándome en mi bote de basura”. Ante eso, Lidia Pérez puso cara de
repugnancia.
No era difícil que Livraga despertara tu simpatía, pues en su trato era amable,
por más que tuviera el aura de ser el fundador. A los guardias que tuvo todo el
tiempo afuera de su cuarto en el Camino Real, en la primera Reunión
Internacional en México, él les pasaba el periódico después de pedirles que
fueran a descansar. Al final de la reunión, Livraga agradeció públicamente su
presencia. La respuesta de ambos a las peticiones de Livraga de irse fue: “aquí
estamos bien, señor”. Los dos se han ido de Acrópolis, no porque dejaran de ser
personas generosas.
En la primera Reunión Internacional en México, el vocero que anunciaba la
entrada de los directores a la sala, tenía tan potente voz que Livraga la oyó a
cinco metros de distancia. Livraga era el último en la fila de los mandos que
entraban. Livraga sonrió con asombro, haciendo una expresión de niño divertido.
“¡Qué voz! ¿Oís qué voz? ¿Qué voz, eh?” Se acercó a la entrada de la sala, a
saltitos, viendo desde la puerta y llamando a que lo siguieran con un gesto de
la mano, indicando: “Vengan, vengan”.
Veámoslo como humano. Livraga nunca insultaba a nadie, ni lo menospreciaba, ni
lo humillaba. No usaba palabras altisonantes con nadie.
Tenía la falla de la megalomanía, error de graves repercusiones, pues sentó
precedentes, sin embargo, Livraga sonreía desde su ventanilla a los miembros
que seguían su auto en otros.
Livraga no tenía exabruptos, ni hablaba con desprecio, aunque fuera sumamente
estricto como quienes creen en los extremismos políticos. En Madrid, exasperado
porque en una reunión los miembros no terminaban de hacer funcionar un
micrófono, lanzó el aparato al suelo y salió de la sala diciendo: “si no saben
conectar un micrófono, cómo quieren hacer un imperio”.
Latinoamericano a fin de cuentas, en México dijo a Lidia Pérez con acento
argentino ante una pregunta, donde ambos hablaron al mismo tiempo: “dilo tú,
mamá, dilo tú”, colocándole una mano brevemente en un hombro, sin enojarse por
la notoria expresión de fastidio de Lidia Pérez por ese título de “mamá” que,
dijo ella minutos antes de la llegada de Livraga, le parecía insultante. La
expresión facial de ella provocó mala impresión en los miembros, que se
preguntaron: “¿así respeta a su Maestro?”
En esa reunión, dos miembros que hicieron preguntas a Livraga tenían nombres de
personajes históricos. Livraga manifestó en broma por un rato, su gusto por
hablar con esos personajes, como si hubieran revivido.
En su última visita a México, en la ronda de preguntas, nadie hizo una sola,
porque no se tenía información sobre Acrópolis ni se sabía bien qué preguntar.
Lidia Pérez no le explicaba nada a nadie. Livraga esperó minutos, hasta que dio
un suave golpe en la mesa con ambas, diciendo sonriente: “bien, si se me
hubiera hecho preguntas, habría tenido cosas interesantes qué contar”, se
levantó tranquilamente y se fue.
Livraga daba las gracias por todo, también cuando le lavaban la ropa. “Te la
entrega como si te diera flores”, decían, así como cuando le servían los
alimentos en las
comidas en Acrópolis, siempre la misma, pasta sin sal porque le sentaba mal
cambiar de forma de comer en cada país. No se quejaba ni gritaba si los
alimentos no eran de su agrado. Si no le gustaba, no lo mostraba. Nunca
adjudicó esas situaciones a fallas espirituales de alguien.
Sobre el famoso refresco de cola, dijo en una comida en México, “la evito,
porque me gusta mucho. Cuando empecé a probarla decía, “pero esto no sabe a
nada, es una porquería”, y ahora no puedo estar sin la coca”.
Como orador, Livraga poseía la capacidad de despertar emociones.
En una visita a México, alguien le compuso un poema y cuando se lo leyeron,
Livraga sonrió, aprobándolo. Asintiendo, lo guardó consigo, después de
preguntar si podía llevárselo.
Como persona era muy, muy sencillo, muy amable.
A los actuales miembros de Acrópolis nadie les ha contado esto. Ellos podrían
comparar esas anécdotas de Livraga o el brindis romano de la Sra. Steinberg a
Vesta en la sede de Amado Nervo, con la experiencia en México. Comparen las
actitudes de amabilidad y los rasgos que dejaban una impresión duradera, muy
diferente a las actitudes agrias y llenas de prepotencia que han visto en sus
dirigentes.
Tampoco se trata de afirmar que Livraga fuera lo que decía ser, un emperador.
Él tenía un problema con la vanidad. Sin embargo, Livraga tenía virtudes, claro
que sí.
Lamentablemente, las virtudes no son justificación cuando hablamos de crear un
grupo donde a la gente se le esconde la verdad para que asuma compromisos,
hasta controlarla.
Livraga pudo creer en la bondad de lo que hacía, pudo desear un redil donde
entrara la masa, pudo planear el germen de un Estado, crear esclavos en serie
como base de un mundo dominado por una élite, pudo tener el sueño honesto de
crear el Estado de Platón o nada de eso. Livraga pudo haber tenido una buena
intención y en sitios como México se destruyó. Lo que hizo fue que tomó elementos
de regímenes autoritarios y de diferentes filosofías, no sólo como forma, sino
como modo de ser. Con esas bases, tomó elementos dispares, unidos por el hilo
de amoldarlos a su ventaja, de manera que tuviera la base justificativa de un
sistema donde a las personas se les induce a obedecer sin más, inmiscuyéndose
en sus vidas hasta arrebatárselas.
Prácticamente nadie sabe que la canción que cantamos a Livraga, él ya extinto,
en la segunda Reunión Internacional en México, frente a los directores
nacionales y miembros en el Camino Real, “Non nobis Domine, non nobis sed
Nomine, tuo ad gloriam”
“No para mí, Señor, no es para mí, Señor, tuya es la Gloria” es el lema de los
Templarios, que aparece en textos de la Sociedad Teosófica, de 1930. Es un
canto dirigido a Dios, que se cantaba a Livraga. Livraga lo permitía, así como
que se arrodillaran ante él. Se veía como émulo de los dictadores que admiraba
desde su juventud.
El análisis final dice que Livraga mezcló las buenas acciones con acciones
carentes de ética, deliberadamente. No era un Maestro.
Como “el fin justifica los medios”, Acrópolis puede mantener en lugares de
poder a personas con problemas de personalidad que abusan de la estructura, con
tal de que hagan marchar al grupo. Colocando además en las direcciones como
élite moral, a personas sin talla, pero que al no estar sujetas a valoraciones
por ser “Maestros”, son intocables.
Peor todavía, por su tergiversación de las ideas blavatskianas sobre las Razas,
es posible que la explotación de integrantes les importe menos en América
Latina que en Europa.
Eso fue obra de Livraga, quien rechazaba las ideas de tolerancia, libre
albedrío, voluntad propia, democracia. También pudo tener problemas para
distinguir la realidad de sus fantasías megalómanas e incluso padecer
alucinaciones auditivas, ya que Lidia Pérez hablaba de cierta dificultad de
Livraga por estar en el mundo, por tender a escuchar “las voces de los
Maestros”, misma situación que adjudicaba a la Sra. Delia Steinberg.
La pregunta sobre la verdad y la mentira existe en varios temas porque Livraga
así lo quiso, al crear una estructura donde no hay comunicación, sino órdenes
de arriba abajo de su pirámide, por lo cual, el grueso no tiene modo de saber
lo que sucede arriba, mucho menos modo de comunicarse hacia otros niveles de
Acrópolis. Cuando se comunican, descubren que no hay oídos. Parte muy grave de
eso, es la participación cómplice de los integrantes. Te enseñan que todo debe
ser comunicado a tu dirigente o instructor, que la línea es así. Tú no te
quejas con el que está como tú o debajo de ti, sino con el de arriba, porque
“nadie mejor que él para ayudarte”. Esta copia de la cadena de mando militar,
provoca que en el grupo te aísles.
El paso del tiempo no acrecienta la figura de Livraga. Puede acrecentarse para
aquellos que lo trataron y lo amaron. Mas no crece para el mundo exterior a
Acrópolis, donde se le señala desde foros verdaderamente humanistas. La figura
de Livraga tampoco crece dentro de Acrópolis, donde lo censuran y prefieren
dejarlo en las alturas inaccesibles de la veneración.
Livraga, aunque se presentaba en las reuniones envuelto en una capa púrpura de
emperador romano o negra con forro rojo como uniforme de Seguridad, a los
compases de Tristán e Isolda o con casaca blanca o negra, en el fondo Livraga
era un hombre a quien le daba miedo que el mundo dejara de ser cómo él lo había
conocido.
Al contrario de lo que Livraga afirmó en esa reunión del año que proclamó de la
Consolidación: haber encontrado la Afrodita de Oro, la eterna juventud del
espíritu, a Livraga le ha sucedido lo que a todo ser humano, que el tiempo lo
devoró. Como todo individuo con miedo, él se aferró al momento que no podía
retener. Mintió con filiaciones y títulos, salvando el momento, ignorando que
el tiempo todo lo deja al descubierto. Él, que se decía atemporal.
Livraga nos hablaba de ser constructores de historia, sin poder discernir que
la historia se mueve independientemente de los voluntarismos. Livraga deseaba
crear un mundo a base de ideologías que al momento de fundar Acrópolis estaban
liquidadas: los totalitarismos europeos del primer cuarto del siglo XX.
Para Livraga, ese traer el pasado como base de un mundo nuevo no era una
contradicción flagrante, sino cuestión posible de ser hecha realidad por una
voluntad que suponía al margen de la historia y que terminaba por ir en contra
de la historia, por suponerse ajeno a ella. Ser constructores de historia,
decía, repitiendo la frase de Hitler.
La última Reunión Internacional a la que asistió Livraga fue en México. Alguien
tuvo la idea de despedir a Livraga el último día, haciendo un aullido de lobo
junto con
otros Fuerzas Vivas. En México son tan incultos, que desconocen los protocolos
que deberían cumplir.
Livraga detuvo el aullido al iniciar éste, diciendo que ése no era un voceo
festivo, sino fúnebre, lo cual era verdad de acuerdo con las normas del grupo,
pues formaba parte de una ceremonia de Seguridad, que se hacía marchando en
círculo y cargando una simulación de féretro.
“Si alguien duda que estoy vivo, que venga”, remató en un regaño con dosis de
humor al sobreactuar su señalar al suelo, de pie. Yo tuve la sensación de que
aquello era un presagio.
Hoy a esa ceremonia se le conoce como ceremonia del sol invicto, efectuada el
día más largo del año. Se leen los nombres de miembros de Acrópolis fallecidos,
iniciando el listado con Livraga. Cuando se dice su nombre todos gritan
¡presente! y callan. Siguen leyendo los demás nombres, se termina y las
Brigadas Femeninas se van. Ellas suben a su recinto y lloran cuando se oye el
aullido. Las supuestas sacerdotisas cumplen la simple función de plañideras,
las mujeres contratadas en la Antigüedad sin relación con nada sagrado,
solamente para rendir honores a los reyes y en las rememoraciones de los
semidioses muertos.
Presagio o coincidencia, Livraga falleció meses después de esa Reunión
Internacional, un 7 de octubre a las 7:00 am.
En ese entonces, como ahora en el grupo, el deceso de Livraga se sintió
profundamente.
Aunque en México no se informó nada aparte de que había fallecido, porque
preguntar detalles era un atrevimiento (y nadie se daba cuenta de que era una
discriminación), su deceso se sintió por la generosidad de cada uno.
Es obvio. Al irse, el referente que era Livraga pareció llevarse parte del
momento en el cual muchos dieron el paso de buscar más allá de las
circunstancias de lo material. Eso sucede siempre con quienes dejan Acrópolis.
No es por Acrópolis. Es la gente. Por lo que haya sido, como se haya hecho, en
un capítulo de nuestras vidas compartimos búsquedas de lo trascendental con
otras personas que fueron importantes para nosotros y con quienes dimos juntos
muchos pasos, como ser independientes, como crecer, como creer juntos que la
vida era más que la apariencia de las cosas y actuar en consecuencia. Todo eso,
aunque lo demás fuera una ridícula patraña.
Sin embargo, no se debe caer en el engaño de ningún sentimentalismo, ni de
afecto, ni de odio, sino mantenerse en la objetividad. Ver las cosas
desapasionadamente y aprender. Livraga creó un error pactando con la mentira.
Error que implantado en México, sirvió para que personas sin escrúpulos
aprovecharan la estructura del grupo, para beneficiarse. Manipulación de
aspiraciones válidas pisoteando las dignidades de individuos que cometen el
error de creer, por ser jóvenes, por ser ingenuos o por ser ambos.
No piense el lector que hablamos sólo de Acrópolis. Si en esta página en buena
medida lee la expresión de quien pasó por una seudoescuela, puede ver en ella
lo que también podría acontecerle.
El lector decidirá si las personas irresponsables que lo conforman, pueden
continuar teniendo en sus manos a niños de 10 años.
Tampoco se piense que pretendemos hacer escarnio de la persona, pero el respeto
que todo ser merece, no es obstáculo para hacer notar que el doble siete en
fecha y hora del fallecimiento de Livraga es falso, para deliberadamente
imprimirle un aire “cabalístico”. Mostrarlo como un enviado de los dioses. La
sugerencia de un significado oculto que por su profundidad nunca emerge a la
luz, pero que genera buenos ecos en las emociones, hace mencionarlo a los
miembros de Acrópolis con susurro reverencial. Hoy ya se dice que Livraga es un
Discípulo Aceptado, el camino para en una vida futura, ser un Mesías. Alimento
a la fogata del autoritarismo a través del mito.
Un año después de final de la dictadura de Pinochet, el mismo año que terminó
la Guerra Fría, Livraga dejó el mundo.
Fórmense una opinión, pero pongan la mayor atención no en la fachada de la
obra, sino en el resultado de la obra de Livraga, que solamente para los
absorbidos por Acrópolis es encomiable, siendo la tentativa de un imperio
filosófico, sin marcos aurelios que deseen ser parte de él.
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