La
Logia Unida de Teósofos (LUT) es una de las agrupaciones teosóficas más
importantes, y ella escribió lo siguiente sobre este asunto:
¿Qué dice la Teosofía
sobre este tema cada vez relevante?
La opinión
de Blavatsky
Blavatsky
lo mencionó por escrito sólo en tres ocasiones.
1)
El más conocido es su artículo "¿La vacunación previene la viruela?"
publicado originalmente en la revista The
Theosophist de marzo de 1881. Sin embargo, en dicho ensayo ella no se
expresa ningún punto de vista, ni explicación o crítica sobre este tema, y así
el título de aquél artículo simplemente formula una pregunta abierta.
A
buen seguro no se puede decir que sea un manifiesto a favor de la vacunación,
pero tampoco está en contra. Probablemente el título del artículo se basa en
que a inicios del decenio de 1880, millones de personas en todo el mundo
contrajeron la viruela y murieron a pesar de haber sido vacunadas, bajo la
promesa de que serían inmunes.
2)
En septiembre de 1882 la revista The
Theosophist incluyó comentarios por parte de Blavatsky sobre la revista
mensual "The Vaccination Inquirer and Health Review" divulgada por The
London Society for the Abolition of Compulsory Vaccination.
Blavatsky
calificó la edición de "intrépida" y comentó con aprecio: "Hace
todo lo posible para incomodar las ilusiones de la medicina ortodoxa y exponer
la charlatanería legal de sus practicantes", y luego cuestionó sus métodos
agregando: "¡Ojalá nuestros grandes innovadores pudieran 'inocular'
algunas gotas de buen sentido común en ellos mismos, antes de proponer
'vacunar' en el sistema humano más enfermedades de la que ya es heredero!"
Aquí se hace evidente que la Mensajera y Representante de los Mahatmas no
apoyaba las vacunas.
3)
Y finalmente, en octubre de 1889 con "An Open Letter To The Readers of Lucifer
and All True Theosophists", aparecido en la revista homónima (clic aquí para una
explicación de lo que realmente significa el término "Lucifer" en
esoterismo), Blavatsky menciona muy brevemente “la inoculación de un virus, con
sus [???] efectos venenosos sobre las generaciones futuras”. Al no haber más
detalles, este extracto ambiguo podría significar que el virus como tal es
responsable, o bien que inyectar un patógeno es lo que realmente produce tales
consecuencias.
También
ella sostuvo lo que sigue respecto al uso médico del mercurio que todavía hoy
compone ciertas vacunas:
“Estamos
totalmente preparados para oponernos a las declaraciones (...) que es el mercurio
o azogue lo que usaban yoguis y alquimistas. (...) Pero Paracelso, los
alquimistas y otros místicos se referían al mercurius
vitae, o sea el espíritu viviente o aura de la plata, no el argent vive [concepto alquímico para ese
metal]; y esta aura ciertamente no es el mercurio conocido por nuestros médicos
y farmacéuticos. No cabe duda sobre el total error en imputar que Paracelso
introdujo mercurio en la praxis médica. Ningún mercurio puede restaurar el
cuerpo a una salud perfecta, ya sea preparado por un filósofo ígneo medieval o
un autoproclamado galeno contemporáneo. Sólo un charlatán absoluto consumirá
tal remedio." (Isis Develada II, p.621)
(Observación
de Cid: no estoy de acuerdo con Blavatsky en su rechazo hacia las vacunas, pero
también comprendo que la medicina del siglo XIX era mucho menos eficiente que
la actual. Y la prueba está en que los médicos de esa época utilizaban frecuentemente
el mercurio para curar, pero hacer eso es una aberración debido a que el
mercurio es un metal extremadamente tóxico.)
La opinión
de otros dirigentes teósofos
William
Judge y Robert Crosbie no escribieron nada al respecto.
La opinión
de los teósofos
Fue
en el siglo XX cuando con frecuencia los teósofos comenzaron a expresar fuertes
admoniciones sobre la inmunidad artificial (o sea la vacunación). Estas
críticas aparecieron principalmente en las revistas Theosophy y The Theosophical
Movement, dos revistas mensuales editadas por la Logia Unida de Teósofos en
Estados Unidos e India, respectivamente.
La
declaración de dicho colectivo siempre ha sido "difundir las Enseñanzas
(...) según lo registrado en los escritos de H.P. Blavatsky y William Q.
Judge", pero como hemos visto, éste último no enunció nada al respecto y
los únicos comentarios negativos de Blavatsky fueron algunas breves oraciones
en una reseña bibliográfica bastante oscura.
Con
todo lo anterior en mente y tomando las enseñanzas teosóficas en su conjunto
como base para pensamiento y obra, la L.U.T. divulgó numerosos textos contra la
vacunación por algunos de sus asociados. El tono y contenido de los mismos
dejaron en claro que los individuos más influyentes de este grupo se oponían a
toda vacuna y en toda circunstancia.
No
fue hasta finales de la década de los '60 que se adoptó más tolerancia en el
tema, pero el mensaje principal siguió siendo el mismo. Curiosamente, ese
trasfondo también expresa muchos puntos clave en los movimientos
anti-vacunación de hoy, y en efecto los documentales “Vaxxed” se hacen eco de ello.
Algunos
asociados de la L.U.T. han insistido a lo largo de los años que "todos los
verdaderos teósofos son contrarios a la inoculación" y pueden verse
indicios en algunas de las siguientes citas, pero esto es incorrecto e
injustificado, ya que no se espera que ningún teósofo crea o acepte cualquier
cosa, y mucho menos en un tópico respecto del cual los Mahatmas guardan
completo silencio.
Hay
algunos estudiantes serios y asociados en dicho grupo que son principalmente
pro-vacunas y eso debe de respetarse. Sin embargo, según nuestra experiencia
buena parte de sus miembros es antagónico o cauteloso, en parte porque todo el
modo de funcionamiento parece contrariar los principios teosóficos humanos y
naturales, y por lo que se ha develado sobre las consecuencias de la vacunación
durante los últimos 25 años.
La opinión
de la LUT
A
continuación se transcriben algunos extractos de varios artículos que la LUT ha
publicado en sus revistas sobre este tema:
“Por
lo tanto se vuelve muy importante considerar desapasionadamente cualquier
evidencia disponible. El problema es vital para el individuo y la especie, y no
puede resolverse para un bien duradero mientras exista un espíritu partidista
en ambos lados"
("Immunization:
A Questionable Practice", una versión anterior de "Health and
Therapy" titulado "The Laws of Healing: Physical and
Metaphysical").
"Desde
el panorama tecnomédico, es difícil para el público ignorante creer que la
profesión curativa en general podría defender la inmunización por vacunas si
fuera 'una superstición grotesca' o un 'truco empírico asombroso' como la han
llamado el eminente doctor Charles Creighton y George Bernard Shaw.
La
persona promedio 'adivina' que la 'opinión científica' es más confiable que el
parecer de una minoría llamada 'anti', no importa cuán honesta e inteligente
sea. Accede pasivamente a la vacunación y la acepta por la autoridad médica sin
molestarse en investigar el asunto a favor o en contra, y esto a pesar de saber
que los remedios de una generación de médicos a menudo se convierten en el
hazmerreír de la siguiente.
Pero
la vacunación ya no es una mera cuestión médica; tiene una importancia política
y social cada vez mayor que implica tanto a la libertad individual como la
salud nacional. Cuanto más profundamente se investiga la historia y los
resultados de la vacunación, es más evidente que su modo de actuar (parafraseando
a Lucretia Mott) ha sido aceptado sobre la 'verdad de la autoridad' y no la
'autoridad de la Verdad'.
Y
cuando tras un análisis las personas del más alto calibre mental se ven
obligadas a concluir que 'es un delito la imposición penal para vacunarse',
todos los laicos concienzudos deberían conocer al menos ambos lados
(...)".
“En
cuanto a la teoría de inmunización, tiene un gran atractivo inicial; si se
acepta su base hipotética, sus elementos son muy simples y se prestan al tipo
de lógica que entiende la persona promedio. Ni su estudio ni aplicación
requieren mucha creatividad o pensamiento analítico y, estando avalada esa
práctica por la profesión galena, se descartan las anomalías en las
estadísticas que la abordan.
Además,
aunque muchos médicos –sin duda ignorantes de los hechos– son sinceros respecto
a su creencia en la vacunación y no están únicamente influenciados por el deseo
de lucro personal, es significativo que la agitación a favor de inocular
obligatoriamente emana sobre todo de aquéllos que administran o fabrican
vacunas.
Se
puede dudar que las publicaciones contra ellas sean leídas por muchos médicos o
legos que aún no las cuestionan, y la prensa general suele estar cerrada a
informes que se oponen al consenso de la opinión médica ortodoxa".
“Sin
embargo, en realidad la profesión médica tiene dos opiniones sobre el asunto,
no una. Una buena parte sigue estando a favor, pero eso no le hace bien, y cabe
notar que la mayoría de los 'anti' alguna vez apoyó el tema y se tornaron
contrarios a la inoculación tras algunas trágicas experiencias empíricas que
los llevaron a estudiar ambos lados del problema.
Y
también debemos saber que muchos médicos partidarios de la vacunación no
aprueban su carácter obligatorio, que es el gran peligro del presente.
Pero
es tan ilógico como incorrecto que quienes creen en esa teoría intenten hacerla
imperativa para quienes no la aceptan. Consideren esto: los vacunados, al estar
'protegidos', no deben recelar de los que deciden no inocularse. Y por otro
lado, cuanto menos protege la panacea, más infame es la compulsión.
Frente
a los enormes réditos que se pueden obtener por el desestablecimiento y despojo
de la práctica, sólo hay una pérdida comercial que contar pues saldrán ganando
la salud del individuo, el bolsillo del contribuyente, la integridad y libertad
individuales, los principios del gobierno democrático y la libertad científica.
Por
otra parte, y como se explica por el Citizens Medical Reference Bureau,
Pamphlet VI, un sistema federal de adoctrinamiento médico proveería la
maquinaria para controlar mentes y cuerpos (...)".
“Y
existe amplia evidencia para demostrar que es el saneamiento y no la vacunación
el medio real de acabar con la viruela, así como el cólera y otras enfermedades
inmundas en muchos lugares. Los Principios de Teosofía se oponen a lo sucio, la
vacunación y la obligatoriedad" ("The Case Against Vaccination",
The Theosophical Movement, junio de 1946)
“La
Teosofía es la única forma de educación en derecho natural, y quienes la
estudian y practican se hallan en el camino correcto tanto físicamente como en
todos los demás ámbitos de su ser. Ellos no buscan 'inmunización' de nada, pero
saben que la obediencia a las leyes sanitarias debe liberarlos de una nueva
causa de enfermedad, y también permitirles encontrar alivio adecuado y
otorgarlo en todos los casos de efectos kármicos nocivos, establecidos mediante
causas antiguas".
“El
individuo más peligroso del mundo es el filántropo ignorante que confunde sus
buenas intenciones con sabiduría. Engendrará un mundo de parásitos en la medida
de sus esfuerzos, porque cree con todo su corazón en la idea del milagro, es
decir, que puede descubrir, inmunizar, prevenir y curar los males del mundo
mediante atajos y sustituciones" ("Immunization", Theosophy,
abril de 1928).
"Durante
muchos años esta revista y Theosophical Free Tracts [servicio que distribuía
panfletos y establecido por la Logia Unida de Teósofos india bajo la dirección
de B.P. Wadia] han
advertido contra la inmunidad sintética, de la cual dos efectos bien conocidos
son la encefalitis (una terrible afección del cerebro) y la mielitis pos-vacuna
(que ataca el sistema nervioso central causando parálisis). Ambas son
enfermedades virales y parece haber muy poco 'misterio' involucrado, ¡ya que
los virus ingresan al cuerpo con cada inyección!"
"Uno
de los desarrollos más impactantes del desvarío por la así llamada inmunización
es el hecho de que la propaganda engañosa haga que los adultos permitan que
millones de niños acepten inyecciones no probadas, inútiles y peligrosas (...).
Amargo
y terrible es el precio que pagan algunos padres estadounidenses por su fe
descuidada, ciega y sin base en las 'autoridades' médicas, sanitarias o
gubernamentales y en su propaganda. ¿Cuántos niños tendrán que quedar lisiados,
o hacer que mueran antes que aprendamos a dejar de ser ciegos seguidores de
ciegos? ¿Quizá antes de saber que la salud no se adquiere inoculando
enfermedades y suciedad en nuestro cuerpo?"
("The
Superstition Called Vaccination", The Theosophical Movement, junio de
1955)
"Otro
punto, que sólo hace comprensible el conocimiento del carácter universal sobre
la ley de periodicidad, es el curso cíclico de las enfermedades que no menos
que la vida de cada criatura y civilización, aumentan gradualmente hasta su
punto culminante y luego se vuelven menos virulentas, decaen y desaparecen, y
éste último proceso a menudo se acelera mediante un saneamiento adecuado. Ciertas
afecciones como la fiebre amarilla parecen haber perdido gran parte de su
fuerza; otras estarán en alza como el cáncer y los trastornos cardíacos.
Es
una falacia arraigada en el materialismo de nuestro tiempo que se pueda
adquirir por medios tangibles un estado de salud para la especie, por muy
científicos que sean. El saneamiento físico y la obediencia individual a las
leyes de salud física valen más como preventivos de enfermedades que todos los
sueros que jamás se hayan preparado, pero incluso esas medidas loables dejan
intactas las raíces de patologías, a menos que exista un esfuerzo simultáneo
para purificar la naturaleza psíquica"
("The
Vaccination Superstition", The Theosophical Movement, enero de 1938)
"En
el Theosophist de enero de 1883 (vol.
IV, p. 92), H.P.B. imprimió una carta tocante a la inmunidad obligatoria que
'preocupa profundamente a la gente de India', aunque 'casi fuera de nuestros
límites', y que la revista combate 'otra forma de inoculación aún peor: el
empoderamiento de la mente hindú con las opiniones del escepticismo moderno'.
Sin
embargo, no hay duda sobre la actitud de Blavatsky hacia la vacunación, y la
Teosofía se opone a ésta última con firmeza por razones convincentes que se han
discutido muchas veces en este espacio. Condena la vivisección de animales, en
palabras de la autora, como brujería pura y simple, y la producción de vacunas
implica infligir sufrimiento al reino animal.
También
reconoce que la mezcla violenta de estirpes vitales foráneas es contraria a la
naturaleza y sólo puede resultar en maldad. La vacunación es condenada porque
se muestra cruel, ineficaz, sucia, peligrosa e innecesaria, y el saneamiento y
la limpieza son medios mucho mejores y más seguros de prevención para la
viruela."
(The
Theosophical Movement, junio de 1961, comentario editorial)
“¿Se
vacunarán nuestros niños? Ciertamente. Esforcémonos con todo nuestro poder para
inmunizarlos para siempre contra la posibilidad de que su punto de vista sobre
la existencia se pervierta tanto que, en un frenesí de miedo por 'los efectos
que aún no han llegado', ofrezcan su sangre vital como terreno de crianza para
innumerables huestes de vidas animales [agentes microbianos]."
("Should
Our Children Be Immunized?", Theosophy, noviembre de 1930)
“La
literatura anti-vacunación segura y disponible para el público es el trabajo de
algunos médicos y escritores legos. La situación se complica debido a los
escritos patrocinados por individuos poseídos con emociones irracionales; este
material a menudo abunda en epítetos, citas erróneas y a menudo falseamientos,
con imputaciones injustificadas contra los motivos de médicos e investigadores
respetados.
Si
bien las herramientas de este tipo a veces puede servir para bloquear la
legislación dictatorial, en su mayor parte hace más daño que bien al provocar
prejuicios en ambos sentidos y en general confunden el tema.
El
propósito de este folleto es puramente educativo. Los teósofos no desean que se
prohíba la vacunación. Quienes creen sinceramente en inmunizarse tienen derecho
a ello y que sus hijos sigan ese tratamiento; sin embargo, no hay razón válida
para hacer obligatorio este método.
Algunos
estados delegaron en las juntas de salud bajo su jurisdicción el poder de
excluir a niños no vacunados de la asistencia a la escuela pública.
Ocasionalmente, las leyes que conminan ir al colegio ponen a los padres en la
posición de no poder seguir sus convicciones en este asunto sin violar la ley.
Tanto
el Ejército como la Marina necesitan que los reclutas estén inmunizados de
otras formas. Muchas grandes corporaciones presionan a sus empleados para que
se vacunen, lo que a menudo equivale a una obligación.
En
vista de los peligros reconocidamente ignotos de la práctica, los teósofos
sostienen que el camino justo para las legislaturas es establecer
inequívocamente el derecho a la autodeterminación."
("Immunization:
Some Basic Questions", folleto Health and Therapy: Problems and Decisions,
publicado por Theosophy Company y disponible en las sedes de la L.U.T. a nivel
mundial).
*********
Esperamos
que esto sirva como fuente de reflexión en el lectorado para ahondar más en el
tema. Como sucede con la homeopatía, representa un asunto complejo y una
persona no debiera llegar a conclusiones definitivas o considerarse
"experta" sólo al consultar unos cuantos artículos.
También
deseamos haber demostrado que incluso los sistemas y tratamientos más útiles y
beneficiosos del plano físico no son la verdadera respuesta al problema tan
profundo, vasto, colectivo y kármico de una epidemia o pandemia. Y ante esas
situaciones la sensatez indica que la solución no pasa por enrabiarse todo el
tiempo por hipótesis que flotan en las aguas servidas de ideologías extremistas.
Tomará
un tiempo considerable implementar las auténticas salidas, y eso no se puede
conseguir en una escala importante hasta que gran parte de la especie humana se
acerque a la aceptación de que existe algo llamado Karma.
(Fuente:
https://sabiduria-atemporal.blogspot.com/2022/01/medicina-epidemias-y-vacunas.html)
CONCLUSIÓN
Vemos
que muchos teósofos de la LUT históricamente no han estado a favor de las
vacunas debido a los aspectos negativos que estas conllevan, pero también hay teósofos
que si están a favor. Mientras que la Logia Unida de Teósofos considera que es
a cada quien de tomar su decisión.
En
cuanto a las otras sociedades teosóficas no sé qué postura tengan sobre las
vacunas.
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