Charles
Johnston fue un erudito de sanscrito, él visitó a Blavatsky por primera ocasión
en la primavera de 1887, estuvieron conversando de varios temas, y luego él
transcribió esa conversación en un artículo. Y sobre las cartas de los maestros, ellos comentaron
lo siguiente:
« Yo le pregunté:
-
“Hay una cosa sobre el Informe de la Sociedad
para la Investigación Psíquica que quiero que me expliques. ¿Qué hay acerca de
la escritura de las cartas de los maestros?”
-
“Bueno, ¿qué pasa con ellas?”, preguntó HPB
inmediatamente interesada.
-
“Ellos dicen que tú misma las escribiste y
que tienen marcas evidentes de tu caligrafía y tu estilo. ¿Qué respondes ante eso?”
-
“Déjame
explicarlo de esta manera”, respondió
después de una larga mirada a la punta de su cigarrillo. “¿Alguna vez
has hecho
experimentos de transferencia del pensamiento? Si lo has hecho, debes
haber
notado que la persona que recibe la imagen mental la colorea muy a
menudo, o
incluso la modifica ligeramente, con su propio pensamiento, y esto se
produce en una transferencia de pensamiento perfectamente genuina.
Bueno, es algo similar con las cartas precipitadas. Uno de nuestros Maestros, que tal vez no sabe
Inglés, y por supuesto no tiene letra Inglesa, desea precipitar una carta en
respuesta a una pregunta que le fue enviada mentalmente. Digamos que ese
Maestro está en el Tíbet, mientras que yo estoy en Madrás o en Londres. Él tiene el
pensamiento de respuesta en su mente, pero no en palabras inglesas.
Pues bien, primero él tiene que imprimir ese pensamiento en mi cerebro, o en el cerebro de alguien
que sepa inglés, y luego tomar las formas-palabras que surgen en ese otro
cerebro para responder al pensamiento. Luego debe formar una clara imagen mental
de las palabras escritas dibujando también las formas en mi cerebro o en el
cerebro de quienquiera que sea.
Entonces, ya sea a
través de mí o de algún chela con el que esté relacionado magnéticamente, tiene
que precipitar estas formas-palabras en el papel, primero enviando las formas a
la mente del chela, y luego llevándolas al papel usando la fuerza magnética del
chela para hacer el estampado y recoger el material, negro, azul o rojo, según
sea el caso, de la luz astral.
Como todas las cosas
se disuelven en la luz astral, la voluntad del mago puede extraerlas de nuevo.
De modo que él puede extraer los colores de pigmentos para representar la
información en la carta, utilizando la fuerza magnética del chela para
estamparlos, y guiando al conjunto por medio de su propia fuerza magnética
mucho mayor, una corriente de poderosa voluntad.”
-
“Esto suena bastante razonable”, respondí. “¿No
quieres mostrarme cómo se hace?”
-
“Tendrías que ser clarividente”, me constestó
ella de manera perfectamente directa y práctica, “para ver y guiar las
corrientes. Pero esta es la cuestión: supongamos que la carta se precipitó a
través de mí; naturalmente mostraría algunos indicios de mis expresiones, e
incluso de mi escritura; pero de todos modos sería un fenómeno oculto
perfectamente genuino y un verdadero mensaje de ese Mahatma.
Además, a fin de
cuentas ellos exageran la semejanza de los escritos. Y los expertos no son
infalibles. Hemos tenido expertos que estuvieron muy seguros de que yo no pude
haber escrito esas cartas, y eran además buenos expertos. Pero el Informe no
dice nada sobre ellos.
Y luego hay cartas, con
la misma caligrafía, precipitadas cuando yo estaba a miles de kilómetros de
distancia. El Dr. Hartmann recibió más de una en Adyar, Madrás, mientras yo
estaba en Londres; así que difícilmente yo pude haber escrito eso.”
-
“En ese caso, simplemente ellos dirían que el Dr.
Hartmann mintió.”
-
“Ciertamente”,
exclamó HPB, ahora
enfadándose; “para ellos todos nosotros somos fraudes y mentirosos, y el
borrego de Australia [refiriéndose a Richard Hodgson, el autor de ese
informa contra Blavatsky] es el
único hombre verdadero. Querido esto es demasiado. ¡Es insolente!”
Y
luego se rio de su propio acaloramiento, mostró una amplia y bondadosa risa homérica,
como siempre fue, y finalmente dijo:
-
“¿Pero tú has visto algunas de las cartas de los maestros? ¿Qué dices?”
-
“Sí”, respondí; “el Sr. Sinnett me mostró un
montón de ellas; toda la serie en la que se basa sus libros El Mundo Oculto y El Buddhismo Esotérico. Algunas de ellas están en rojo, ya sea
tinta o lápiz, pero muchas más están en azul. Al principio pensé que era lápiz
y traté de borrarlo con el pulgar; pero no se borró.”
-
“¡Por supuesto que no!”, sonrió, “el color se
introduce en el papel. ¿Pero qué me dices de las escrituras?”
-
“Ahora voy a ello, había dos: la escritura
azul y la roja; eran totalmente diferentes la una de la otra, y ambas eran muy
diferentes a la tuya. He pasado mucho tiempo estudiando la relación de la
caligrafía con el carácter, y los dos caracteres estaban claramente definidos.
La azul era evidentemente la de un hombre de carácter suave y uniforme, pero de
una voluntad tremendamente fuerte; lógico, relajado, y sufriendo infinitos
dolores por hacer que su significado sea claro. Era la letra de un hombre culto
y muy simpático.”
-
“Lo que yo no soy”, dijo HPB, sonriendo; “ese es el Mahatma Kuthumi; él es un Brahmán de Cachemira por nacimiento, ya sabes, y
ha viajado mucho en Europa. Él es el autor de las cartas del Mundo Oculto, y le dio al Sr. Sinnett la
mayor parte del material del Buddhismo
Esotérico. Pero tú has leído todo sobre ello.”
-
“Sí, recuerdo que él dice que tú gritas en el
espacio con una voz como la del pavo real de Sarasvati. Difícilmente es la
clase de cosas que dirías de ti misma.”
-
“Por supuesto que no”, dijo; “sé que soy una
ruiseñor. Pero ¿y la otra escritura?”
-
“¿La roja? Oh, es completamente diferente. Es
feroz, impetuosa, dominante, fuerte; viene en estallidos volcánicos, mientras
que la otra es como las Cataratas del Niágara. Una es fuego y la otra es
océano. Son totalmente diferentes, y muy diferentes a las tuyas. Pero la
segunda se parece más a la tuya que la primera.”
-
“Esa es la escritura de mi Maestro”, dijo, “a
quien llamamos el Mahatma Morya. Aquí tengo su retrato”, y me mostró un pequeño
lienzo al óleo.
Si
alguna vez vi una auténtica admiración y veneración en un rostro humano, fue el
de ella cuando habló de su Maestro. »
(CW 8, p.392-408)
OBSERVACIONES
En
lo personal yo no percibo que la caligrafía de Blavatsky se asemeje a las
caligrafías de Kuthumi y Morya:
Pero
para los que piensen que si se asemejan, la explicación que dio Blavatsky para
explicar el motivo por el que las cartas de los maestros que ella precipitó pueden
tener rasgos de su propia caligrafía, a nivel esotérico tiene sentido ya que los
maestros estaban utilizando a Blavatsky para efectuar la precipitación de sus
escrituras.
Y
esto también se percibe en otras actividades ocultistas como por ejemplo en la
escritura automática inconsciente que efectúan los médiums (y me refiero a los fenómenos
mediúmnicos genuinos, no a los fraudulentos).
Ahora
bien, yo sé que esto no es un argumento suficiente para el escrutinio
científico, pero en cambio sí lo es el hecho que en varias de esas cartas la
escritura no se encuentra plasmada sobre el papel (como normalmente sucede)
sino que la escritura se encuentra incrustada dentro del papel.
Y
eso si es una prueba de la naturaleza sobrenatural de esas cartas, debido a que
en el siglo XIX no existía una técnica conocida que permitiera elabora las cartas
de esa manera.
Y
para los que sean incrédulos, pueden ir al Museo Británico donde actualmente se
encuentran resguardadas esas cartas, y verificar por ellos mismos que
efectivamente la escritura se encuentra incrustada dentro de papel.
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