LA EVOLUCIÓN DEL HOMBRE EN LA TIERRA

Los Maestros de sabiduría explicaron que los humanos evolucionan en la Tierra a través de siete inmensos periodos de tiempo llamados Rondas, y sobre este tema el Maestro Kuthumi precisó que:

1ª Ronda. – En la primera ronda el hombre es un ser etéreo – no inteligente, pero si súper espiritual [no como un gran iniciado, sino como un niño recién nacido]. Y en cada una de las subsiguientes razas-raíces, sub-razas y razas menores por las que pasa (ver las razas humanas: introducción), él se desarrolla cada vez más en un ser encajonado o encarnado, aunque todavía es preponderantemente etéreo. Y al igual que el animal y el vegetal, el hombre en esta primera ronda desarrolla cuerpos monstruosos en correspondencia con la tosquedad del ambiente (el cual también es inicialmente etéreo).

2ª Ronda. – El hombre es todavía gigantesco y etéreo, pero su cuerpo se hace cada vez más firme y condensado. Él se vuelve un hombre más físico, aunque todavía menos inteligente que espiritual, pues la evolución de la mente es más lenta y difícil que la de la estructura física, y la mente no se desarrolla tan rápidamente como el cuerpo.

3ª Ronda. – Ahora el hombre tiene un cuerpo perfectamente concreto o compacto; en un principio con la forma de un simio gigante, y más inteligente (o más bien astuto) que espiritual. Porque en el arco descendente, él ha alcanzado ahora el punto en donde su espiritualidad primordial ha sido eclipsada o dominada por su naciente mentalidad. Y en la última mitad de esta tercera ronda, su estatura gigantesca decrece, su cuerpo mejora en textura (quizás el microscopio podría ayudar a demostrar esto) y se convierte en un ser más racional – aunque todavía sea más un simio que un hombre.

4ª Ronda. – Es la actual, y en esta ronda el intelecto tiene un enorme desarrollo. Las razas mudas adquirirán la habla humana en nuestro globo, en el cual desde la cuarta raza-raíz (conocida como la raza atlante), el lenguaje se perfecciona y el conocimiento de las cosas físicas se incrementa; el mundo rebosa de resultados de la actividad intelectual y de una disminución espiritual. En la primera mitad de la cuarta raza-raíz, nacieron las ciencias, las artes, la literatura y la filosofía; y al ser eclipsadas en una nación, renacieron en otra. . . .

5ª Ronda. – Continúa el mismo desarrollo relativo y la misma lucha.

6ª Ronda. –

7ª Ronda. –

De estas no hace falta que hablemos.  (Carta Mahatma 14, p.87 y 88)

(¡No, Kuthumi! Nos dejas en el suspenso...)

Sin embargo dejó indicios, ya que explicó que hay hombres (todavía escasos) que por sus propios esfuerzos se adelantan a la Humanidad en su evolución:

« Platón y Confucio fueron hombres que adquirieron el desarrollo que tendrá la humanidad en la quinta ronda, y nuestro Señor Gautama Buddha por la impecabilidad de sus reencarnaciones, él ya adquirió el desarrollo que tendrán los humanos en la sexta ronda. »

(CM 14, p.84)

(Pero de hecho Buda es un enigma, ya que en principio, los individuos no pueden aventajar a la humanidad por más de una ronda de intervalo, pero su recorrido de reencarnaciones fue tan exitoso que él lo logró.)

Entonces podemos suponer que en:

5ª Ronda. – El hombre adquiere la sabiduría. Su mental está plenamente desarrollado y se vuelve un individuo independiente (porque deben de saber que actualmente la mayoría de la humanidad todavía vive en mayor o menor proporción con una conciencia de masa) y el hombre logra por fin controlar completamente a su naturaleza interior animal (Kama).

6ª Ronda. – El hombre alcanza la plena iluminación, la espiritualidad aventaja al intelecto, y él se libera de las ataduras de la materia.

7ª Ronda. – El hombre se vuelve un “Hombre-Dios”. Su espiritualidad y sus poderes están plenamente desarrollados.

El ser humano regresa a su estado espiritual inicial, pero mientras que al principio era un ser inconsciente y pasivo, ahora se vuelve un Ser consciente y activo.

(Observación: Buda, Platón y Confucio fueron hombres que ya adquirieron el desarrollo de rondas más avanzadas, pero sus cuerpos no. ¿Cómo será la morfología de los humanos en las próximas rondas?  Es un misterio)

Y en otras cartas los Maestros dieron más detalles:

• Desde el inicio de las siete rondas, el hombre tiene en germen todos sus siete principios incluidos en él, pero ninguno de ellos está desarrollado, por lo que tendríamos razón de considerarlo como un “bebé cósmico”.
  
  
  

  
  
  Y en cada una de las siete rondas él hace que se desarrollé plenamente uno de sus siete principios. (CM 15)
  
  

  
  
• El humano comienza su descenso en la primera ronda como una entidad enteramente espiritual – un séptimo principio inconsciente – con los gérmenes de los otros seis principios yaciendo latentes y dormidos en él. . . . Y cuando toca nuestro planeta (o sea el globo D de la cadena terrestre), el humano sólo es un glorioso haz de luz sobre una esfera (la Tierra) que en sí misma todavía es pura e impoluta. (CM 13)
• En la primera ronda, su conciencia está embotada y es más bien débil y vaga; algo semejante a la conciencia de un niño pequeño. En cambio, cuando el hombre llega a nuestra Tierra en la segunda ronda, él se ha hecho responsable hasta un cierto grado, y en la tercera ronda, él ha llegado a serlo casi completamente. (CM 15)
• Pero no es sino hasta la cuarta ronda, cuando habiendo alcanzado la completa posesión de su Kama-energía (o sea de su naturaleza interior animal) y esta encontrándose completamente madura, que el hombre llega a ser plenamente responsable. . . . Y la volición del hombre, su inteligencia y conciencia, sólo despertarán cuando su cuarto principio Kama haya madurado y se haya completado por el contacto sucesivo que haya tenido con las fuerzas vigorizantes de todas las formas por las que haya pasado previamente durante las tres rondas anteriores. (CM 13)
• Y en cada etapa y en cada ronda su desarrollo va a la par del globo planetario en el cual se encuentra. (CM 15)

Porque el género humano y cada cosa con vida que hay en el planeta aumentan su materialidad en relación con la materialidad misma que hay en ese planeta [y es por eso que al densificarse la Tierra, nosotros nos densificamos con ella]. (CM 13)

• La presente humanidad está en su cuarta ronda. . . y al igual que sus diferentes razas (así como las entidades individuales que las constituyen), todas ellas están llevando a cabo inconscientemente y para ellas mismas [razas e individuos] sus ciclos terrestres séptuplos locales – Y esta es la razón por la que existen grandes diferencias entre los humanos en sus grados de inteligencia, energía, espiritualidad, etc. [Porque unos comenzaron más pronto y otros más tarde]. (CM 13)

Y desde luego muchos son los individuos diferenciados incluso en la cuarta ronda, ya que los gérmenes de los principios no están desarrollados en todos por igual. (CM 15) 

• Los hombres (los pocos que han llegado anticipadamente) al nivel de la quinta ronda, aunque solamente en su primera raza (o más bien, clase), están sin embargo inmensurablemente más elevados que nosotros – espiritualmente si no intelectualmente; ya que con la consumación o pleno desarrollo de este quinto principio Manas (el mental) ellos han llegado a estar más cerca de lo que nosotros estamos, y están en estrecho contacto con su sexto principio, Bhuddi (el alma espiritual). (CM 15)
• Los pocos hombres [actuales] de la quinta ronda, no engendran hijos de la quinta ronda, sino de la cuarta ronda (CM 23)
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• En la sexta ronda, el humano puede convertirse en un Buddha, y en la séptima ronda, en un Dhyan Chohan [una inteligencia superior que supervisa a la Creación]. (CM 13)
• Y durante la séptima ronda los hombres se habrán convertido en “dioses” [en seres divinos]. (CM 23)
  
  
  

El “bebé cósmico” del principio de la primera ronda (con sus siete principios en estado latente) creció y se vuelve un “Hombre Cósmico” al final de la séptima ronda (con sus siete principios plenamente desarrollados). Y ese es uno de los objetivos de los planetas y de sus ciclos de vida de siete rondas, el de engendrar una nueva generación de seres divinos.

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Casi no se ha enseñado nada de cómo se desarrolla el hombre en los otros globos de la Cadena Terrestre, pero por la ley de correspondencia (“cómo es arriba, es abajo”), podemos suponer que el proceso es parecido, solo a niveles más sutiles, y que también se da este proceso en los otros planetas.

(Nota: y para tener una mejor comprensión de este asunto, les recomiendo que lean todo el tema de “Rondas-Cadenas-Globos” en el orden en que lo puse en este link)