William
Judge desempeñó un papel muy importante
en el resurgimiento del movimiento teosófico, y a continuación les publico cuatro experiencias que él tuvo con la elaboración de La Doctrina Secreta.
1. WILLIAM JUDGE PARTICIPÓ EN LOS PRELIMINARES DE
LA DOCTRINA SECRETA
En una carta
que William Judge le escribió a la señora Holloway, él le dijo:
-
“Los
Maestros me han ordenado detenerme en París para ayudar a Blavatsky a escribir La Doctrina Secreta.”
Y es que
Blavatsky aunque en ese tiempo vivía en la India, junto con el coronel Olcott
habían ido a Europa para atender varios asuntos relacionados con la Sociedad
Teosófica.
Y en una carta
que William Judge le escribió a la condensa Wachtmeister, él detalló más sobre esa ayuda que él
le brindó:
« Fue
en París en 1884, donde había ido a reunirme con ella. Nos detuvimos en una
casa en la Rue Notre Dame des Champs, y por un tiempo más corto en la residencia de
campo del Conde y la Condesa d'Adhémar en Enghien, cerca de París.
Durante nuestra
estancia en el castillo de Enghien, Blavatsky
quería que revisara cuidadosamente las páginas de su ejemplar de Isis Desvelada
con el propósito de anotar en los márgenes cuales eran los temas tratados, y
para este trabajo ella me proporcionó lo que ella llamó un bicolor especial
azul y rojo.
Yo revisé desde
el principio hasta el fin los dos volúmenes, e hice las notas requeridas, las
cuales ella posteriormente me escribió que le habían sido de gran utilidad.
Durante
nuestra estancia allí se produjeron varios fenómenos paranormales los cuales
fueron presenciados por muchas personas. Pero cada noche, mientras los demás
dormían, a menudo yo permanecía despierto durante varias horas, y luego en la
tranquilidad y en la oscuridad, veía y escuchaba muchas cosas que nadie más que
Blavatsky sabía.
Entre
ellos se encontraban cientos de señales de campanas astrales que volaban de un
lado a otro y mostraban, para aquellos que saben el significado de tales cosas,
que había mucha de esa actividad astral cuando la gente se encontraba dormida y
el lugar se hallaba libre de perturbaciones de ruidos y malos sentimientos
comunes de cuando la gente se encuentra despierta.
En
la casa de París, ella trabajó todo el día y a menudo hasta altas horas de la
noche en su nuevo libro, y conversó conmigo al respecto.
A
veces, estaba tan absorbida y concentrada en su trabajo que automáticamente
ella encendía sus cigarrillos y luego se olvidaba de ellos, y así una noche
prendió tantos que dejé de seguir contándolos.
Y
un día la vi tan cansada que le dije en broma que yo escribiría el libro, pero
ella me lo tomó en serio diciendo que ella sabía que yo podía y que ella vería
que yo lo lograra, pero me negué porque aunque tengo conocimientos en
ocultismo, estos no se comparan con los que ella poseía.
Luego
surgió el tema de los elementales, y le pregunté si ella tenía la intención de
dar mucho al respecto. Y su respuesta fue que podría decir algo pero que eso estaba
aún por
determinase, y que ella debía esperar ordenes debido a que no era una cosa
sencilla e inofensiva para revelar al publico.
Y luego ella me pidió que escribiera todo
lo que yo sabía o pensaba que sabía sobre ese tema, y así ella vería si todo
esto sería permitido que saliera a la luz por nuestros críticos invisibles [los
Maestros]. Entonces hice un largo capítulo acerca de los elementales, casi todo
escrito por mí, y ella lo fue guardando por algún tiempo.
Y el día en que terminé ese capítulo era
un día cálido y agradable, y a mitad de la tarde, de repente ella se puso muy
absorta, y al mismo tiempo el aire de la habitación comenzó a enfriarse hasta
llegar a una temperatura muy por debajo de la congelación (a juzgar por la
tremenda sensación de frío que sentía), y yo le hice notar ese hecho. No era
para nada un cambio de clima, sino que el frío parecía soplar desde Blavatsky
como si ella fuese una puerta abierta desde un enorme frigorífico.
Volví a llamarle
la atención respecto a eso y le dije:
-
”Se
siente como si una puerta estuviese abierta en las montañas de los Himalayas y
que el aire frío estuviese soplando en esta habitación.”
A
lo que ella me contestó:
-
“Quizás
sea así” y se sonrió.
Hacía tanto
frío que tuve que protegerme a mí mismo con un tapete que tomé del piso.
Y alrededor de tres días después ella me
anunció que mi capítulo sobre los elementales había sido de tal naturaleza que
se decidió que ella no debería dar tanta información sobre ese tema en La Doctrina Secreta, y mi escrito fue
destruido o quizás se quedaron con él, pero ciertamente no se encuentra en
ninguna parte de los volúmenes publicados. »
(Reminiscencias,
p.102-104)
Pero William Judge no
pudo quedarse mucho tiempo en Francia porque los Maestros le ordenaron que
fuera a la India para una iniciación oculta que él iba a recibir.
2. BLAVATSKY POSTERIORMENTE LE PIDIÓ A WILLIAM
JUDGE QUE LE AYUDARA A ESCRIBIR LA DOCTRINA SECRETA
Blavatsky
y el coronel Olcott regresaron a la India para lidiar con el complot que habían
realizado los jesuitas para derrumbar a Blavatsky y a la Sociedad Teosófica, y
para entonces William Judge ya se había regresado a los Estados Unidos.
Y
aunque Blavatsky quiso defenderse, el Coronel Olcott prefirió exiliarla y a
Europa.
Y
una vez en Europa, Blavatsky le escribió a William Judge para que la fuera a
visitar y le ayudara con La Doctrina
Secreta, pero él declinó su petición, algo de lo cual posteriormente se
arrepintió mucho de no haber aceptado.
Y
esto William Judge lo narró en la carta que él le envió a la condensa
Wachtmeister, y a continuación les transcribo la segunda parte de esa carta.
« Se
me ha pedido que escriba algo que yo conozca personalmente sobre la redacción
de La Doctrina Secreta pero como
durante ese tiempo pasé poco tiempo en compañía de su autora, lo que tengo que
decir es muy escaso.
Si
hubiera estado tanto con Blavatsky cuando ella escribió La Doctrina Secreta como lo estuve cuando ella escribió Isis Desvelada, se habría acumulado un
gran beneficio para mí, y lamento mucho no haber aprovechado la oportunidad que
ella me ofreció en ese momento.
Cuando
el proyecto de La Doctrina Secreta
había ya tomado una forma definitiva en su mente, Blavatsky me escribió varias
cartas sobre el tema, y a continuación les citaré una de ellas:
«
Wurzburg, Alemania,
24 de marzo de 1886.
Estimado
William,
Desearía
que solo pudieras ahorrar dos o tres meses y venir a la ciudad de Ostende en
donde ahora estoy emigrando nuevamente para estar más cerca de mis amistades.
Tengo algo de dinero y puedo pagarte fácilmente el viaje de ida y vuelta. Para
un buen y querido amigo con gusto estoy dispuesto a hacer eso. Y además te
necesito para efectuar cálculos y para escribir conmigo La Doctrina Secreta. Puedo asegurarte que no perderás tiempo
viniendo a verme.
Piensa
en ello estimado amigo.
Atentamente
y con afecto,
H.P.B. »
Esta
invitación apremiante no la pude aceptar debido a ciertas circunstancias, pero
al mirar atrás, lamento haber dejado escapar esa oportunidad. Y no es necesario
citar otras cartas sobre ese tema de lo que se iba a hacer y referirse a
antiguos comienzos.
Pero
si quiero señalar que Blavatsky estuvo todo el tiempo en comunicación con los
Maestros y puedo asegurar que se llevó a cabo una serie de consultas entre
ellos sobre lo que debía incluirse en La
Doctrina Secreta y se dijo claramente que el libro debía hacerse de tal
manera que obligara al estudiante serio a esforzarse para desenterrar muchas
verdades profundas que en un libro normal serían enunciadas de manera explicita
y escritas en un curso regular.
Y
también los Maestros dijeron que esta época actual, siendo un periodo de
transición en todos los aspectos, las revelaciones completas no se podrían dar
para esta generación. Pero en cambio si se entregaría lo suficiente para
convertir a ese libro en una guía para las revelaciones más profundas. Entonces
todos los estudiantes serios harían bien en analizar cuidadamente las páginas
de La Doctrina Secreta.
Y
esto es todo lo que puedo decir sobre el tema de la elaboración de ese
maravilloso libro, y desearía que fuera más, pero solo puedo culparme a mí
mismo por no haber estado presente en un momento en que, como lo sé ahora, se me
ofreció una oportunidad mayor para el conocimiento esotérico. »
("Reminiscencias
de H.P. Blavatsky y La Doctrina Secreta" por la condesa Wachtmeister y
otros, apéndice I-3, p.101-104)
3. CARTA DE LOS TEÓSOFOS AMERICANOS PIDIÉNDOLE A BLAVATSKY QUE PUBLIQUE SU OBRA
Los brahmanes ortodoxos se oponían
mucho a que se publicara La Doctrina
Secreta porque ellos no querían que se
revelara para los Occidentales, ciertos secretos de la enseñanza oculta que
ellos consideran reservados solo para los Orientales. Y estos brahmanes fueron
generando cada vez más presión para que Blavatsky desistiera de su proyecto.
Y es por eso que William Judge le
envió una carta firmada por varios teósofos americanos para solicitarle que no
cediera y prosiguiera con la publicación de su obra.
Y esta carta se publicó también en la revista “The Path” y dice lo siguiente:
« Nueva York,
10 de enero de 1888.
Señora H.P. Blavatsky,
Respetada jefa:
acabamos de enterarnos de que se le ha pedido que no publique La Doctrina
Secreta.
Y esta extraordinaria petición emana,
según se nos dice, de miembros hindús de la Sociedad Teosófica que dicen que si
el libro sale a la luz será atacado y ridiculizado por los pandits indo
Orientales, y que no es prudente antagonizar a estos caballeros indos.
Pero nosotros de la manera más urgente le
pedimos que no les haga caso a esas advertencias, sino que publique La
Doctrina Secreta lo antes posible.
Es un trabajo
que nosotros y cientos de otros en todo el mundo hemos estado esperando durante
varios años, la mayoría de nosotros manteniéndonos firmes en la promesa hecha por
usted misma de que el libro se estaba preparando y pronto aparecería.
Además es bien sabido de todos que es del
Occidente de donde proviene la fuerza principal de la Sociedad Teosófica,
aunque su conocimiento e inspiración provengan del Oriente, y que estamos
ansiosos de que usted que ha dedicado su vida a esta causa y que hasta ahora
nos ha otorgado la gran dádiva que se encuentra en Isis Develada , no se
detenga ahora que está a punto de darnos La Doctrina Secreta, sino que
prosiga con su labor para que podamos ver cumplida su promesa y colocar así
otra piedra importante en el edificio teosófico.
Y también nos permitimos asegurarle que no hace
la más mínima diferencia aquí en el vasto y populoso Occidente lo que los
pandits en la India digan o amenacen decir acerca de La Doctrina Secreta,
ya que creemos que aunque los indos Orientales cuentan con una gran herencia
que sus ancestros les han heredado, ellos no la han aprovechado, ni tampoco la
han dado en estos últimos años a sus congéneres que viven más allá de los
límites de la India. Y esto debido a su creencia discriminatoria de que los
pueblos Occidentales son gente de casta inferior y que por lo tanto no pueden
recibir el Conocimiento Sangrado.
Por último, y sabiendo
que la gran rueda del tiempo ha girado una vez más, y que los poderes que están
por arriba ven que ha llegado la hora en que se les dé a todos los pueblos, del
oriente así como del occidente, el verdadero conocimiento, ya sea Vedântico o
de otra clase. Nosotros creemos que los Maestros que están por detrás de la
Sociedad Teosófica y a los cuales usted sirve, desean que se escriban libros
como el de La Doctrina Secreta.
Por lo tanto le rogamos
encarecidamente que no se aparte de su propósito original y nos ofrezca esa
nueva obra que tanto hemos esperado.
Reciba, estimada señora,
las seguridades de nuestra alta estima y el compromiso de nuestra lealtad
continua.
Firmado por William Quan Judge y otras
45 personas más. »
(The Path, febrero de 1888, p.354-355)
4. LA AUTORÍA DE LA DOCTRINA SECRETA
Cuando el Dr.
Hübbe Schleiden fue a visitar a Blavatsky en Würzburg en enero de 1886, él
recibió por parte de los Maestros Kuthumi y Morya, dos cartas que se
materializaron en los documentos del Dr. Schleider cuando ya se había despedido
de Blavatsky y en donde los Maestros declaraban que los autores de La Doctrina Secreta eran ellos mismos
junto con Blavatsky.
Y de acuerdo a una anotación que William Judge hizo en su
diario, Blavatsky le envió poco después por medio de la precipitación copias de
esas declaraciones.
Pero solo fue cuando William Judge viajó
a Londres para participar en la Segunda Convención Europea de la Sociedad Teosófica
que tuvo lugar en julio de 1892, que el se encontró con el Dr. Hübbe Schleiden quien le mostró los
certificados originales y así pudo comprobar que eran los mismos que él también
había recibido.
El certificado del Maestro Kuthumi
El certificado del Maestro
Morya.
Arriba les puse los facsímiles de los certificados de los Maestros acerca de la triple autoría de La
Doctrina Secreta, cuyas copias William Judge recibió en 1886 y las cuales pudo
cotejar con los originales que Hübbe Schleiden le mostró en Londres en 1892.
Y en el mes de abril de 1893, William Judge
publicó un artículo titulado “La Autoría de La Doctrina Secreta” en el cual él habló
acerca de esas dos cartas:
«
Se ha discutido mucho acerca de la manera como se escribió Isis Develada, y también La
Doctrina Secreta, ambas de H.P. Blavatsky. Un escritor de las revistas
espiritistas hizo grandes esfuerzos para enumerar la lista de libros que ella
cita en su primera obra, y la conclusión a la que llegó este individuo es que ve
tres posibilidades:
-
o
Blavatsky tenía una enorme biblioteca a su disposición, y por supuesto en su casa
debido a que nunca salía de allí,
-
o
ella tenía agentes a gran costo copiando esos libros,
-
o
que por algún proceso o poder desconocido para el mundo ella era capaz de leer
esos libros a distancia aunque estos se encontraran muy lejos, como por
ejemplo, en el Vaticano en Roma o en el Museo Británico.
Y
esto último es lo cierto.
Blavatsky
vivía en un piso pequeño cuando ella escribió su primer libro Isis Develada y ella tenía muy pocas
obras a la mano, y todo lo que tenía era del tipo común y corriente.
Ella
misma contaba a menudo cómo obtenía su información sobre los libros que ella
citaba, y no se hizo ningún secreto al respecto ya que aquellos que estaban con
ella vieron día tras día que ella podía contemplar con facilidad la luz astral
y adivinar lo que quisiera. Y en los primeros días de su publicación le dijo
precisamente al público que de hecho los Maestros le ayudaron en ese trabajo, y
que de vez en cuando ellos daban cierta información que ella no podía obtener
de otra manera.
Y
con La Doctrina Secreta la participación de los Maestros fue aún mayor, y
eso ella misma lo afirma, y muchos de nosotros también creemos que los Maestros
tuvieron una mano fuerte en esa gran producción.
Las
cartas enviadas al Sr. Sinnett formaron el terreno para la elaboración de su
libro Budismo Esotérico, como estaba
previsto, pero a medida que pasaba el tiempo se vio que había que levantar un
poco más el velo y aclarar ciertas ideas erróneas; y por lo tanto La Doctrina Secreta fue escrita, y en su
mayoría por los mismos Maestros, excepto que ella se encargó de organizarla.
Durante
algún tiempo fue demasiada la costumbre de aquellos que habían recibido gracias
a Blavatsky notas y cartas de sus Maestros para complacerse con la imaginación
de que ella no estaba más en contacto con la fuente original.
Pero
ahora es el momento de hacer público dos certificados firmado por los Maestros y
que les fueron dados a alguien que tenía algunas dudas sobre la autoría de La Doctrina Secreta, y al mismo tiempo
se entregaron copias de la misma fuente a mí para que las usara en el futuro (que
es ahora) para despejar esa duda de quienes todavía la abrigan.
El
primer certificado dice lo siguiente:
« Me pregunto si esta nota mía es digna de ocupar un lugar
selecto con los documentos reproducidos, y ¿cuál de las peculiaridades del
estilo de escritura “Blavatskiano” se encontrará más parecida?
El presente documento es simplemente
para satisfacer al Dr. Schleiden
que: "cuantas más pruebas se den, menos [los incrédulos] las
creerán". Por lo tanto siga mi consejo y no haga públicos estos dos documentos.
Es para su propia satisfacción que el abajo firmante se complace en asegurarle
que La Doctrina Secreta, cuando esté lista, será la producción triple de
M.·. [Morya], Upasika [Blavatsky] y el sirviente más humilde del Doctor – K.H.
[Kuthumi].
S.E.C. »
Y en la parte posterior de esta carta se encuentra el
siguiente texto, firmado por el Maestro Morya:
« Si esto puede ser de alguna utilidad o ayuda para el Dr.
Hubbe-Schleiden (aunque lo dudo), el humilde Fakir abajo firmante certifica que
La Doctrina Secreta ha sido dictada a
Upasika en parte por mí mismo y en parte por mi hermano KH.
M.·. »
Un
año después de estos eventos, surgieron ciertas dudas en la mente de los
individuos, y es por eso que uno de los maestros que firmó arriba envió esta
otra carta que a continuación les transcribo:
«
El certificado otorgado el año pasado en donde se afirma que La Doctrina Secreta es la producción
triple de Blavatsky, Morya, y yo mismo es correcta, aunque algunos han dudado
no solo de los hechos que se dan en ella, sino también la autenticidad de dicho
mensaje.
Copia
esto y también conserva la copia del certificado antes mencionado. Los dos
documentos te servirán para el día en que, como ocurrirá sin que lo solicites,
recibas de las manos de la persona a quien se le entregó el certificado
original, para que lo puedas comparar y así puedas verificar la exactitud de esta
copia reenviada actualmente.
Y
entonces puede ser bueno indicar a aquellos que desean saber qué partes de La Doctrina Secreta han sido copiadas
por la pluma de Blavatsky en sus páginas, aunque sin comillas, de mi propio
manuscrito y quizás de Morya, aunque esto último es más difícil por la rareza
de su escritura conocida y por la mayor ignorancia de su estilo.
Todo
esto y más serán necesarios a medida que pase el tiempo, pero para los cuales
está bien por el momento esperar. »
~ * ~
Y
en efecto a medida que ha pasado el tiempo, la profecía se ha cumplido, por lo
que ahora es el momento de publicar estos certificados para el beneficio de
aquellos que saben algo de cómo tomar y entender esas cartas. Aunque para los
demás todo esto será una tontería. »
(The Path, abril de 1893, p.1-3)
Y
a continuación les muestro un facsímil de esa carta que posteriormente William
Judge recibió del Maestro Kuthumi:
cid esto esta relacionado con la descripcion anttigua de los sucubos
ResponderBorrarUn estudio descubre que las mujeres absorben y retienen ADN de los hombres con los que se acuestan
https://lavozdelmuro.net/un-estudio-descubre-que-las-mujeres-absorben-y-retienen-adn-de-cada-hombre-con-el-que-se-acuestan/
Los súcubos están relacionados esotéricamente con entidades del astral que te vampirizan energéticamente cuando tienes sueños sexuales.
BorrarCid cuantos tomos son de la doctrina secreta en español
ResponderBorrar6 que corresponden a los dos tomos originales en inglés más un tercer tomo que posteriormente Annie Besant incorporó (y en español dividieron en dos cada tomo).
BorrarHola, tengo una duda sobre H.P.B., alguien hace varios años me comentó que al final de su vida ella se había convertido en...hombre. La razón aducida era que la iniciación verdadera solo era posible a los hombres, por la energía que canalizan, y puso de ejemplos a los avataras. Ninguno era mujer. Esto me lo dijeron muy en serio, pero nunca he encontrado evidencias sobre eso. ¿Sabes algo al respecto?. Gracias. PD: solo encontré una vez un prólogo de una obra de ella donde el escritor decía que al final de su vida había sido producido en ella un "gran cambio", pero no da más detalles. Gracias.
ResponderBorrarTe mintieron sobre ese asunto porque el género no importa en las iniciaciones, Blavatsky fue mujer toda su vida, y las principales iniciaciones ella las pasó antes de fundar la Sociedad Teosófica.
BorrarGracias por la respuesta. Supongo que fue una mentira. Sin embargo recuerdo que a esa afirmación alguien exclamó: No!...y él dijo: "has visto algún avatara que sea mujer?"...como sea tampoco lo creo. Y una razón para ello es que los sexos surgieron hasta en la tercera raza y al final de las razas volverán a desaparecer. No tendría sentido restringir la evolución interior a aspectos tan superficiales.
ResponderBorrarDamodar explicó que también existen mujeres Maestras, pero ellas casi no se hacen públicas debido a los estigmas que tiene la sociedad.
BorrarGracias. Leeré más sobre Damodar en tu blog.
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