Sobre
este asunto, el Maestro Kuthumi dijo:
«
No hay duda que sus geólogos son muy eruditos, ya que debajo de los cinco
continentes que han explorado y sondeado, ellos han encontrado en sus entrañas
a la “Era Eocena”** haciendo que esta
les entregue sus secretos.
Pero
entonces, por qué no considerar la posibilidad que también puedan estar
escondidos profundamente debajo de los aún no sondeados lechos oceánicos, la
existencia de otros continentes mucho más antiguos y cuyos estratos nunca han
sido explorados geológicamente.
(He
incluso hasta ahora, ya que con toda nuestra tecnología moderna, solo hemos podido
explorar geológicamente menos del 3% del lecho oceánico.)
Y
cuando se dé dicha exploración, ella podría algún día trastornar por completo sus
teorías actuales de la geología.
Entonces
por qué no considerar (aunque es cierto que hasta ahora ninguno de ellos ha
pensado en esto) que nuestros continentes actuales – al igual que los
continentes de la “Atlántida” y “Lemuria” – hayan estado ya varias veces
sumergidos y que tuvieron el tiempo de reaparecer otra vez, para abrigar a
nuevos grupos de civilizaciones.
Y
que en el primer gran solevantamiento geológico que tendrá lugar en el
siguiente cataclismo (en la serie de cataclismos periódicos que ocurren desde
el comienzo hasta el final de cada Ronda) nuestros conocidos continentes actuales
se hundirán y las “Lemurias” y las “Atlántidas” surgirán de nuevo.
Piensa
en los futuros geólogos de la sexta y séptima razas-raíces [que vivirán dentro
de varios millones de años en el futuro, en esos continentes que actualmente se
encuentran ocultos porque sumergidos y que para entonces reaparecerán de nuevo
a la superficie del planeta], e imagínalos excavando profundamente en las
entrañas de lo que fue Ceilán y Simla, y encontrando en sus excavaciones utensilios
de los Veddhas, o de los remotos
antepasados de los Pahari.
Y
en cambio no encontrarán nada de la moderna civilización actual, debido a que
todo objeto perteneciente a ella habrá sido reducido en polvo, pulverizado por
las grandes masas de los glaciares en movimiento durante la siguiente edad de
hielo.
Entonces
imagina a esos futuros geólogos encontrando solamente implementos rudimentarios
tales como los que ahora se encuentran entre esas tribus salvajes. Y ante esa constatación,
ellos van a concluir que durante ese periodo (o sea el actual) el hombre era
primitivo, se trepaba y dormía en los arboles y chupaba el tuétano de los hueso
de los animales después de machacarlos – y de ahí van a llegar a la conclusión
de que en el siglo XXI, la humanidad estaba compuesta por hombres muy bestiales
Pues
bien ese mismo error es el que tu ciencia moderna actual está cometiendo con
sus exploraciones. »
(Carta
Mahatma 23B, p.151-152)
EL HUNDIMIENTO DE LEMURIA
«
Y a propósito, quienquiera que haya escrito la reseña sobre el libro La Atlántida* de Ignatius Donnelly tiene
razón porque Lemuria no puede ser confundida con la Atlántida, de la misma
forma como no puede ser confundida Europa con América.
Y
ambos continentes se hundieron llevándose con ellos a sus elevadas
civilizaciones, sin embargo entre las dos catástrofes (el hundimiento de
Lemuria y el hundimiento de la Atlántida) transcurrió un periodo de cerca de 700’000
años.
Lemuria
floreció y terminó su carrera casi alrededor de ese extenso periodo y antes de que
llegara la primera parte de la Era Eocena, puesto que su Raza-Raíz fue la
tercera. »
(CM
23B, p.151)
EL HUNDIMIENTO DE ATLÁNTIDA
«
En cuanto al hundimiento de la Atlántida (me refiero al grupo de continentes e
islas), este comenzó durante el Mioceno** – y de la misma manera como ahora se
observa que algunos de tus continentes se están hundiendo gradualmente – y este
hundimiento culminó, primero con la desaparición del continente más grande, lo
cual fue un acontecimiento que coincidió con la elevación de los Alpes, y
segundo con la última de las bellas islas mencionada por Platón.
Los
sacerdotes egipcios de Saís le contaron a su ancestro Solón [quien fue uno de
los siete antiguos sabios de Grecia (638-558 a.C.)] que la “Atlántida” (pero en
realidad ellos se refirieron a la única gran isla que quedaba conocida como
Atlantis o Poseidonis) había perecido 9’000 años antes de su época [o sea
alrededor de 11’500 años antes de nuestra época actual].
Y
esta no fue una fecha arbitraria, puesto que ellos habían conservado sus
registros de la manera más cuidadosa durante milenios, pero solo hablaron de la
isla de Poseidonis y no le relevaron a Solón, toda la cronología secreta que
ellos poseían.
_ _ _
Ahora
bien, Morya considera que para tus propósitos, sería conveniente que yo te
dijera algunos detalles más sobre la Atlántida, pero me es imposible darte
información puramente corroborada por tus científicos debido a que nunca
podremos estar completamente de acuerdo con las conclusiones Occidentales y por
lo tanto las nuestras serán rechazadas como “anti-científicas”.
Sin
embargo, tanto la geología como la paleontología dan testimonios de mucho de lo
que tenemos que decir. Y claro está que la Ciencia de ustedes tiene razón en
muchas de sus generalidades, pero en sus premisas está equivocada, o en todo
caso, son muy deficientes.
Por
ejemplo, ella tiene razón cuando dice que mientras la nueva América se estaba
formando, la antigua Atlántida se estaba hundiendo y gradualmente se la estaba
llevando el agua. Pero en cambio está equivocada en las épocas que ha dado para
tales eventos, y también está equivocada
en los cálculos de la duración de ese hundimiento.
Y
por cierto, esto último es el futuro que les aguarda también a las Islas británicas,
las cuales serán las primeras en la lista de las victimas que habrán de ser destruidas
por el fuego (volcanes submarinos) y por el agua. Y luego Francia y otros
territorios seguirán.
(Pero
no se angustien porque estamos hablando de procesos geológicos, los cuales
tardan mucho tiempo en realizarse.)
Y
cuando estas tierras europeas reaparezcan de nuevo, la última séptima sub-raza
de la sexta Raza-Raíz estará floreciendo en los continentes que anteriormente
fueron conocidos como “Atlántida” y “Lemuria” y que para ese entonces habrán
vuelto a resurgir (y de hecho, la reaparición de esos antiguos continentes
seguirá inmediatamente a la desaparición de las islas y continentes actuales).
Y
en esa futura era, habrá muy pocos mares y grandes porciones de agua en el
planeta, porque al igual que como sucede con las tierras, las aguas también aparecen
y desaparecen cíclicamente de la superficie del planeta, y mudan periódicamente
y cada una a su turno. »
(CM
23B, p.155-156)
(O
sea que se alternan los periodos en donde hay más agua en la superficie de la
Tierra, con los periodos en donde hay más tierra en la superficie del planeta.)
Notas
*
Título original: Atlantis: The
Antediluvian World, 1882. Reseñado en la revista Theosophist, Vol. III, No 9, junio de 1882, p.237.
** Supongo
que las fechas han de corresponder a las fechas dadas en la Doctrina Secreta, y las cuales difieren
de las fechas dadas por la geología (ver comparación entre la escala de tiempo geológica y esotérica).
OBSERVACIONES
1)
Para una mejor comprensión de lo que son las razas-raíces y sub-razas, les recomiendo
que lean este capítulo (ver las razas humanas: introducción).
2)
Para facilitar la comprensión de lo que dijo el Maestro Kuthumi, tomemos un
ejemplo más occidental y consideremos que dentro de varios miles de años cuando
vuelva una nueva era de hielo, los glaciares van a cubrir gran parte de Europa y
América del Norte, aplastando y pulverizando con ello a las grandes ciudades como
Nueva York, Londres o Paris.
Y
si añadimos a eso que en periodos más largos ambos continentes van a hundirse
durante varios cientos de miles de años, sepultando con ello los rastros de la
civilización occidental bajo varios metros de capa de sedimento.
Entonces
es muy probable que los geólogos de las civilizaciones futuras concluyan que la
civilización europea o norteamericana es solo un mito que inventaron los
antiguos hombres de siglo XXI, ya que no hay rastros de ella. Y eso pensarán
ellos hasta que exploren de más cerca bajo el lecho oceánico...
3)
Y hay mucho debate entre los teósofos y los geólogos ortodoxos modernos, los
cuales rechazan completamente la idea de que los continentes se puedan sumergir
y emerger, y este debate se los he resumido en este otro capítulo (ver Geología versus Teosofía).
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