A
ésta pregunta el investigador Richard Smoley dio la siguiente respuesta:
« Dado
que el pensamiento de Guénon se asemeja en varios aspectos importantes con lo
que enseña la Teosofía, por ejemplo los dos comparten un énfasis común en la
existencia de una enseñanza esotérica central que subyace a todas las
religiones, e incluso está de acuerdo en muchos aspectos con esta enseñanza.
Uno se pregunta por qué Guénon fue
tan extremadamente hostil hacia la Teosofía, al grado que la denunció
extensamente en su libro titulado “El
Teosofismo: Historia de una Pseudo-Religión”, y que en 2003 se publicó en inglés
con el título “Theosophy: History of a Pseudo-Religion”.
. . .
Y una posible respuesta radica en
esta afirmación que Guénon hizo en ese libro donde él escribió:
« Si
se examina la así llamada doctrina teosófica como un todo, es evidente de
inmediato que el punto central es la idea de “evolución”. Pero esta idea es
absolutamente ajena a los orientales, e incluso en Occidente es de fecha
bastante reciente. »
(Theosophy, p.97)
Guénon agrega que los teósofos
consideran la reencarnación "como el medio por el cual se efectúa la
evolución, primero para cada ser humano en particular, y en consecuencia para
toda la humanidad." (p.104).
Aquí Guénon se encuentra en un
terreno más consistente con lo que él afirma, ya que efectivamente el concepto
de una humanidad en evolución, en un universo en evolución, es muy difícil de
encontrar en los textos orientales tradicionales. Y Blavatsky parece darse
cuenta de esto cuando ella escribió:
« Puede
llegar el día en que la “selección natural”, como la enseñaron Darwin y Herbert
Spencer, formará solo una parte, en su última modificación, de nuestra
doctrina oriental de Evolución, que será explicada
esotéricamente por Manu y Kapila. »
(DS I, p.600)
Como observa la teósofa Anna F.
Lemkow:
« Blavatsky integró la idea de evolución con la
venerable idea de la jerarquía del ser. »
(Principio, p.128)
Antes de la época de Blavatsky,
aunque las doctrinas del karma y la reencarnación eran conocidas en Oriente, y
por algunos pocos en Occidente, estas ideas no implicaban evolución. Aunque una
excepción tentadora aparece en las famosas líneas de Rumi:
-
"Morí
como mineral y me convertí en planta. Morí como planta y resucité como animal.
Morí como animal y me convertí en hombre. ¿Por qué debería temer? ¿Cuándo he
ido avanzando cada vez que he ido falleciendo?"
Es decir, no se pensaba que una
mónada individual progresara o evolucionara simplemente en virtud de pasar por
las encarnaciones; sino más bien la encarnación era vista como un torbellino
incesante que gira sin cesar dando vueltas y vueltas y del que sólo moksha
o la liberación proporciona una salida.
Esta es la esencia de la Rueda de la
Vida en la tradición budista que muestra los seis lokas o reinos (los de
los dioses, semidioses, humanos, animales, fantasmas hambrientos y habitantes
del infierno) como un ciclo de esclavitud y cuyas cadenas son los Tres Venenos:
el deseo, la ira y el olvido.
Por mérito un individuo puede
ascender a la morada de los dioses, con su abundancia de éxtasis; pero cuando
su buen karma se agota, vuelve a caer en los reinos del infierno y comienza de
nuevo. Solo la iluminación puede romper el ciclo.
(Aquí no estoy de
acuerdo con Richard Smoley de que las
enseñanzas orientales no preconizan la evolución porque como él mismo lo
indica, para salir del ciclo de las reencarnaciones se requiere alcanzar la
iluminación, y eso implica volverse un humano más evolucionado
espiritualmente.)
La carta de la rueda de la fortuna
del Tarot contiene una enseñanza similar.
La teosofía, por el contrario, a
menudo describe la evolución como más o menos automática. Al pasar por
innumerables encarnaciones a lo largo de todas las razas, rondas y globos,
eventualmente cada mónada alcanzará la divinidad. Y el desarrollo esotérico
está destinado principalmente a acelerar este proceso para aquellos que quieren
ir más rápido, idealmente con el objetivo de servir a los demás.
Esta versión de la evolución difiere
de la visión darwiniana convencional en donde la evolución no tiene dirección
ni propósito, sino que es simplemente el resultado ciego y accidental de la
adaptación a las circunstancias naturales.
Esta integración de la evolución con
la doctrina esotérica puede ser la idea más fundamental que la Teosofía ha
introducido en la cultura mundial. Numerosos pensadores como por ejemplo: Henri
Bergson, Pierre Teilhard de Chardin, Alfred North Whitehead, Sri Aurobindo, la
han hecho eco y amplificado (a pesar que ellos tienen poca o ninguna conexión
con la teosofía).
Y también ha sido recogida por el
movimiento New Age y sus sucesores actuales.
Ahora bien, sea o no sea correcta la
visión teosófica de la evolución, parece bastante inofensiva.
Entonces,
¿Por qué René
Guénon la odió tan intensamente?
Y la respuesta es porque para Guénon
la tradición es lo máximo que hay en la vida humana, ya que él concibe la
tradición como una jerarquía espiritual con un conocimiento superior que emana
de un centro espiritual (actualmente oculto para toda la humanidad) a través de
las tradiciones "ortodoxas" y entre las cuales incluye con muchas
salvedades a las grandes religiones del mundo, así como ciertas otras líneas
como la masonería.
Pero en la era actual, la Kali-Yuga,
la era de las tinieblas, esta transmisión del conocimiento tradicional (la
"doctrina" como él la llamó a menudo) se ha bloqueado casi por
completo. Y debido a que este es el resultado de un largo ciclo cósmico, no hay
mucho que se pueda hacer al respecto, excepto esperar que la Kali-Yuga llegue a
su fin, y mientras tanto encontrar refugio en uno u otro de los últimos
reductos de la tradición genuina.
Y es así que Guénon siguió su propio
consejo y en 1930 se trasladó a El Cairo donde se convirtió al Islam y vivió
ahí hasta su muerte en 1951.
(Yo veo mucha
hipocresía en el comportamiento de Guenon, porque el Islam es la religión más
reciente que ha aparecido. Así que si tanto él valoraba la enseñanza antigua
como él lo pretendía, entonces él debió de haberse vuelto hinduista porque esa
es la religión más antigua que conocemos. Y Guénon no puede pretender que esas
dos religiones se parezcan, ya que hay muchas diferencias entre el hinduismo y
el islamismo.)
_ _ _
Para Guénon la idea de evolución es
perniciosa porque niega la verdad sobre la era actual. Estamos no en un arco ascendente hacia una
mayor conciencia, sino que estamos en el nadir mismo de un ciclo, en lo que él
llamó "el reino de la cantidad" (el título de su libro más famoso). Y
por consiguiente para Guénon asegurar que estamos evolucionando es algo
engañoso que huele a la obra de las fuerzas siniestras o "contra
iniciativas" como él las llamaba (ver Theosophy, p.272n). »
(Revista Quest, invierno de 2010)
OBSERVACIONES
Yo al principio consideré que la
explicación que dio Richard
Smoley era muy exagerada porque ¿a quién no le gusta la evolución, si la evolución implica una existencia cada vez más equilibrada,
armoniosa y perfeccionada?
¿Así que quién
querría quedarse atrapado en la barbarie del pasado, con las matanzas
interminables, los abusos, los saqueos, las violaciones y todas las atrocidades
que nos relata la historia; cuando la evolución nos permite acceder a
sociedades cada vez más justas, avanzadas y agradables?
Sin embargo, mientras más estudio a
René Guénon, más me doy cuenta que ese tipo era un retrograda que estaba
completamente aferrado al tradicionalismo antiguo sin importarle las
aberraciones que eso implicaba.
Por ejemplo una de las causas que
motivó a René Guénon a detestar a la Sociedad Teosófica es porque los teósofos
buscaron suavizar el sistema de castas que predomina en la India.
Pero René Guénon estuvo en contra de
hacer eso; y eso a pesar que ese sistema es una abominación que mantiene a
grandes porciones de la población india viviendo en un estado de
semi-esclavitud. Pero a René Guénon eso no le importaba, para él lo único que era
importante era que el sistema de castas siguiera imponiéndose porque así lo
dicta la “tradición”.
Y en su libro “El Teosofismo” percibo
continuamente también esa abyección que tiene René Guénon contra la evolución,
por ejemplo:
En el capítulo 11, él escribió:
« Los
teosofistas son "evolucionistas" (y lo son hasta el punto de admitir
inclusive el transformismo, que es el aspecto más grosero del evolucionismo). Pero
no nos detendremos demasiado en la fantástica historia de la evolución de la humanidad
tal como la describen los teosofistas. »
En el capítulo 26, él escribió:
« La
idea de la evolución constituye para los teosofistas una verdadera obsesión. Incluso
dos teosofistas franceses, los Sres. A. Auvard y M. Schultz, han llegado a inventar
una doctrina especial a la que dieron el nombre bastante bárbaro de "evoluisme". »
Y en el capítulo 30, él escribió:
« Hemos
presentado la idea evolucionista como constituyente del centro mismo de toda la
doctrina teosofista. Y a esta idea es a la que hay que atacar ante todo, pues una
vez demostrada su vaciedad e inconsistencia, todo el resto cae de por sí.
Naturalmente no es aquí donde podemos
pensar en iniciar una crítica detallada del evolucionismo, pero hemos querido establecer
un inicio de esta crítica que puede ser hecha con bastante facilidad, y esto vale
en particular contra el teosofismo porque éste no es en el fondo otra cosa más que
una de las numerosas formas que ha adoptado o revestido el evolucionismo, punto
de partida de casi todos los errores específicamente modernos, y cuyo prestigio
en nuestra época está hecho a base de un monstruoso conjunto de prejuicios.
No sabemos lo que otros podrían o
querrían responder a esto, pero nuestra respuesta será simplicísima: no
profesamos el menor respeto por la "Ciencia moderna" y
"oficial", por sus métodos y sus teorías; y esto lo hemos demostrado
en otras ocasiones, y lo que dijimos a propósito del evolucionismo es una
prueba más. No reconocemos, pues, a la ciencia
no más que a la filosofía, ningún derecho de más que al Teosofismo, y estamos
dispuestos a denunciar igualmente, si el caso se presenta.
Y la actitud que hemos tomado
respecto de lo que sabemos que es un error [el evolucionismo], y un error
peligroso para la mentalidad contemporánea, la hemos
adoptado con total independencia. »
(extractos)
CONCLUSIÓN
Que René Guénon
odiara a la Teosofía y a la Sociedad Teosófica porque él hubiera tenido alguna mala
experiencia o algún resentimiento con ellas, eso lo hubiera comprendido debido a que
eso les sucedió a muchas otras personas. Pero que René Guénon odie esa
enseñanza y esa institución solo porque éstas preconizan la evolución; y que también
Guénon repudie la ciencia y cualquier otra filosofía que acepte la evolución,
solo porque él no está de acuerdo con ello, si muestra lo enfermo que estaba de la cabeza ese individuo.
Lo que más me impresiona de todo es que se convirtió al Islam. Es innegable que tenía un enorme problema. Estoy de acuerdo contigo, es más entendible que todo su problema sea por un percance y no porque este en contra de la Teosofía.
ResponderBorrarLeo el posteo y el comentario y veo que ambos caen en el mismo prejuicio: que con el término "evolución" se quiere englobar todo aquello que se entiende "evolucionable" y creo que eso está muy lejos de la idea de Guenon. Guenon hablaba siempre sobre los aspectos espirituales, metafísicos, intelectuales si se quiere, no sobre biología o física. Si analizamos las creencias, las doctrinas de las grandes religiones, veremos que no han habido grandes cambios, que la evolucion no es una característica que las distinga. A estos cuerpos de conocimiento, a estas doctrinas milenarias son a las que Guenon defiende de la evolución "humanitarista" que ha dado con nuestra idea moderna de que todo es maleable a nuestro antojo, de que todo puede y debe cambiar si no nos complace. Así hoy, quienes no se sienten cómodos con su identidad, género, raza, especie, etcétera, pueden decidir dejar de serlo y evolucionar a cualquier otra forma que les apetezca mejor. No critico la libertad de hacerlo, pero las doctrinas antiguas son unas y querer cambiarlas para que se ajusten mejor al gusto contemporáneo es mentirnos a nosotros mismos. Si alguien decide crear una doctrina nueva, bien por él, pero que entonces no use el nombre de una doctrina milenaria para obtener, de balde, el respeto y la autoridad de la que la suya carece y que la otra se ganó en milenios de historia. Endilgarle a Guenon actitudes mezquinas tan alejadas de quien él fue, es aún más mezquino. Sobre su adhesión al Islam, puede que él haya encontrado en esa religión un mayor apego a la tradición, algo coherente con lo que se sabe del Islam. La antigüedad específica no importa tanto si la voluntad de respetar la tradición se mantiene.
ResponderBorrar1. Lo que dice es mentira porque René Guénon también amenazó a los científicos que si seguían preconizando el concepto de la evolución, entonces él también los iba a atacar como lo hizo con los teósofos:
ResponderBorrarY la prueba es que en su libro “Teosofismo”, Guénon escribió:
« Tampoco profesamos el menor respeto por la "ciencia moderna" y "oficial", por sus métodos y sus teorías; y ya lo hemos demostrado en otras ocasiones, y lo que dijimos un momento antes a propósito del evolucionismo es una prueba más. No reconocemos pues a la ciencia, no más que a la filosofía, ningún derecho de más que al teosofismo, y estamos dispuestos a denunciar igualmente, si el caso se presenta, las falsas opiniones de los sabios "oficiales”.
. . .
Y la actitud que hemos tomado con respecto de lo que sabemos que es un error [el evolucionismo], y un error peligroso para la mentalidad contemporánea, la hemos adoptado con total independencia. »
(Capítulo 30)
Los científicos abordan el evolucionismo desde un aspecto puramente físico, y por consiguiente es falso cuando dices que Guenon hablaba siempre sobre los aspectos espirituales y metafísicos.
Claramente Guenon rechazaba el concepto de la evolución (en cualquier aspecto que fuera) porque él lo consideraba un “error”. Pero la historia muestra que quien estaba equivocado era el propio Guénon.
2. Y también René Guénon fue muy hipócrita porque Guénon defendía el sistema de castas. Y también por eso Guénon atacó a los teósofos, debido a que la Sociedad Teosófica laboró para que ese sistema fuera eliminado en la India:
Y la prueba es que en su libro “Teosofismo”, Guénon escribió:
« Naturalmente, el apoyo gubernamental toma como pretexto para llevarse a cabo, las obras educativas fundadas por la Sociedad Teosófica, pero en realidad se justifica más que nada por la lucha que mediante esas obras y otras diversas organizaciones, libra la misma Sociedad Teosófica contra las instituciones tradicionales hindúes, y en especial contra el sistema de las castas, respecto del cual los europeos demuestran generalmente mucha hostilidad porque son incapaces de comprender los principios profundos en los que se basa; además que la civilización hindú se fundamenta toda entera en una tradición ligada a principios de orden puramente metafísico. Por supuesto, los verdaderos hindúes, esencialmente tradicionalistas y que por la razón que acabamos de decir no pueden no serlo, se guardan bien de ponerse en contacto con tal ambiente. »
(p.284)
Pero resulta que el Islam ya no preconiza el sistema de castas, y por consiguiente el Islam se alejó de la tradición que tanto defendía Guénon.
Si Guénon fuera consistente con lo que él dice, él se hubiera vuelto un hinduista ortodoxo intransigente, pero en vez de eso él prefirió volverse un musulmán.
3. Pero lo que más a mí me molesta es que he demostrado que René Guénon publicó intencionalmente una gran cantidad de mentiras para desprestigiar a la Teosofía, sin embargo sus proselitistas actúan como si eso no fuera reprobable cuando claramente eso desacredita enormemente a Guénon:
https://esoterismo-guia.blogspot.com/2021/09/verdad-sobre-rene-guenon.html