CURAR A LAS PERSONAS CON LA AYUDA DEL ALMA

Cuando le preguntaron al maestro Pastor:

¿Cuál es la importancia o la relación que existe entre la mediumnidad y la capacidad de sanar?

Él respondió:

« En vez de hablar de mediumnidad, es más propicio hablar de psiquismo, porque la psique aclara más el asunto. Todos entienden más o menos lo que es el psiquismo. Uno puede ser psíquico percibiendo los recuerdos que quedan impregnados en algún lugar, o al poder diagnosticar una enfermedad, o al recibir el pensamiento de una persona, o al contemplar sus vidas pasadas, etc. Y uno también puede ser psíquico, siendo como lo acaban de mencionar, siendo un médium.

Todo eso forma parte de la naturaleza del alma y también de la naturaleza de la personalidad. Porque todo lo que es el alma, también lo es la personalidad, solo que en un grado vibratorio diferente y un poco más disminuido, ya que la personalidad es parte de la materia. Por lo tanto no olviden la ley de correspondencia que dice que como es arriba es abajo.

Y por consiguiente no puede existir una forma de poder en la personalidad, si este poder no forma también parte de la naturaleza del alma. Solo que dependiendo del grado de desarrollo, ese poder va a ser experimentado a nivel del alma o a nivel de la personalidad. Y eso es lo que hace la diferencia.

Para regresar a la pregunta sobre los sanadores, esta es una forma de psiquismo donde el individuo llega por medio de un contacto telepático, a captar las vibraciones del aura del paciente. Es un poco como si ustedes pudieran decodificar el estado de salud del paciente y hacer una síntesis de lo que hay que resolver. Por supuesto estoy hablando de los verdaderos sanadores.

Y de esta manera ellos pueden ver dónde está el problema, ya sea por el fenómeno telepático propiamente dicho, es decir que obtienen un conocimiento espontáneo e íntimo que surge en su mente, o ya sea viendo en el cuerpo energético y/o astral, o ya sea recibiendo ayuda de un guía invisible.

Y en ese momento, la psique entra en juego de manera muy similar a un decodificador. Mientras que la fase de curación es otra cosa. La fase de curación es un proceso diferente.

Cuando el sanador actúa, primero él debe hacer una conexión precisa con su alma, porque de lo contrario él no podría tener suficientes reservas de energía, ni siquiera el tipo de energía que se necesita para provocar la curación. Y por lo tanto, el sanador es sobre todo un ser que sabe (consciente o inconscientemente) unirse con esa parte energética de su alma, para que ésta pueda enviar un excedente de energía. Y es esta liberación de energía la que permite el acto de curación.

Y es por eso que todos los sanadores deben estar desarrollados a nivel del chakra del corazón, porque de lo contrario no hay curación posible. Y es cierto que puede haber otros medios de intervención como por ejemplo el magnetismo, pero cuando realmente se utiliza una energía curativa, el chakra del corazón debe estar plenamente desarrollado porque es ese chakra el que permite la conexión con las energías del alma.

Hay varios asientos del alma en el cuerpo:

   -   un asiento para su energía
   -   un asiento para su conciencia
   -   y un asiento para su irradiación.

Y el asiento de su energía es el centro cardiaco, y es por eso que el individuo cuando desarrolla ese chakra, corre el mayor riesgo en su cuerpo, porque allí es donde se encuentra el proceso de almacenar la mayor cantidad de energía para permitir el despertar de las diferentes vibraciones del alma, es decir la activación de los diferentes pétalos que componen ese chakra. Y hasta que todos los pétalos estén abiertos, el discípulo no puede pasar al chakra superior.

Entonces, los sanadores del mañana, todos tendrán que tener abierto el chakra del corazón de esta manera, y sobre todo deberán proceder a una alineación con su alma, una alineación personalidad-alma. Pero en este caso, la personalidad ya no se considerará como usualmente se hace (como una amalgama de energías terrenales). La personalidad se considerará más como un zas que en la dosis correcta de apertura, deja pasar la energía que se requiere para curar al paciente.

El sanador del mañana será alguien que comprenderá cuáles son las energías del alma, y que podrá sentirlas, medirlas y aplicarlas. Lo que pocos sanadores pueden hacer en la actualidad. Y no porque sean incompetentes, ni lo suficientemente avanzados o porque no sepan de estas cosas. Sino simplemente porque la nueva raza de humanos que será capaz de hacer esto plenamente aún no se ha surgido.

Y es por eso que cada vez que tenemos que hacer un cambio en el mundo, también necesitamos cambiar la raza. No necesariamente creando una nueva raza distinta, sino creando un nuevo tipo mental, un nuevo tipo vibratorio. Y así, la célula, la molécula de esta nueva raza se cargará con una frecuencia vibratoria específica, y gracias a esta nueva vibración, todo se podrá aprender y hacer de una manera diferente.

Y es por eso que les digo que hoy un sanador que sería capaz de trabajar de esta manera con su alma (como les acabo de mencionar) no podría hacerlo al 100% de sus posibilidades a causa de la raza actual.

¿Es un castigo?

No, absolutamente no, porque todo tiene su momento de desarrollo. Y es mucho más oportuno que él ayude a las personas a pasar a esa nueva raza, que él ayude a los humanos a formarse para irse preparando para vivir en ese nuevo mundo (cuando este se instale). En lugar de deleitarse con la comodidad de ese otro mundo cuando ya se encontrará establecido.

Siempre hay más ventajas de ser el pionero que de estar ya instalado en una era beneficiosa. Por lo tanto, no sientan que les toco mala suerte de haber nacido antes de tiempo, ya que es mejor que ustedes nazcan ahora, para poder crear la raíz de ese nuevo mundo. Ustedes tienen más responsabilidad, pero también más recompensas.

Y precisamente las personas que están encarnadas en la actualidad con esa labor son personas mucho más fuertes que las que nacerán en el nuevo mundo, porque ellas deben tener el poder de la voluntad para constituir una nueva vibración, un nuevo orden, ellas tienen que tener la fuerza para confrontarse a la adversidad y así poder cambiar las cosas.

Y por lo general aquellos humanos que les toca efectuar esta labor son personas que pueden haber tenido iniciaciones, pero de las cuales ellas no están conscientes debido a que no sospechan de su existencia, y cuya realidad no sienten en sí mismas. Pero que reflexionen acerca de este poder de cambiar el mundo, y entonces conocerán su grado de iniciación. »

(Conferencia el 24.06.87)