En
varias de sus conferencias Samael habló acerca de los éteres:
1.
En su conferencia conocida como “El problema de tener la conciencia dormida”,
Samael dijo:
« El
cuerpo vital tiene cuatro clases de éteres: el primero es el éter químico que
está íntimamente relacionado con los procesos químicos del organismo; el segundo
es el éter de vida que se encuentra relacionado precisamente con la cuestión de
la reproducción animal; el tercero es el éter luminoso mediante el cual es
posible las percepciones, las calorías, etc.; y por último tenemos el éter
reflector, ése es el centro de la imaginación y de la voluntad. De manera que
un cuerpo físico sin su asiento vital es obvio que no existiría. »
2.
En su conferencia conocida como “El hombre y el universo que nos rodea”, Samael dijo:
« El
cuerpo vital tiene cuatro éteres: primero, el éter químico que sirve de basamento
a las fuerzas químicas que trabajan en el organismo, tanto en los procesos de
asimilación como de eliminación; segundo, el éter de vida, éste está
relacionado directamente con los procesos de la reproducción de la raza;
tercero, el éter lumínico que se relaciona con las percepciones, con las calorías,
etc.; y por último el éter reflector que es el vehículo de la imaginación y de
la voluntad.
Así
que el cuerpo vital tiene cuatro éteres y es el fundamento de la vida orgánica.
El iniciado puede extraer los dos éteres superiores del cuerpo vital para
viajar con ellos por la región del Edén. Estos dos éteres superiores, repito,
son el lumínico y el reflector. Uno con tal vehículo puede estudiar el Edén, el
paraíso terrenal. »
3.
En su conferencia conocida como “El enigma de la muerte”, Samael dijo:
« Así
que ha quedado completamente demostrado que sin el cuerpo vital, el organismo
físico no puede existir. ¿Cómo podría existir?
El
cuerpo vital se dice que tiene cuatro éteres: el éter químico que sirve de
agente a todas las funciones bioquímicas del organismo; el éter de vida que se
relaciona con los procesos de la reproducción de la raza; el éter luminoso que
está relacionado con las calorías y las percepciones; y el éter reflector que
sirve de instrumento a la imaginación y a la voluntad.
A
los científicos en Rusia no les queda más remedio que aceptar el cuerpo vital,
aunque tuvieron que bautizarlo con otro nombre, ¡así es el orgullo! »
4.
En su conferencia conocida como “La cristalización del alma”, Samael dijo:
« A
medida que nosotros vayamos desintegrando los agregados psíquicos inhumanos, a
medida que vayamos cristalizando el Alma, una parte de cuerpo vital (la más
elevada) se desprenderá de la parte inferior del mismo, y se integrará
completamente con la esencia y las virtudes que en la esencia hayan cristalizado.
El
cuerpo vital tiene cuatro clases de éteres: el primero es el éter químico,
mediante el cual se realizan todos los procesos de asimilación y eliminación
orgánica, así como los fenómenos catalíticos y otros.
El
segundo es el éter de vida mediante el cual es posible la reproducción y
gestación de los seres vivientes.
Esos
dos éteres son inferiores, pero hay dos superiores: el éter químico, ¡que digo!,
el éter luminoso y el éter reflector.
El
éter luminoso es el que sirve de medio a las fuerzas relacionadas con las
calorías, con las percepciones, etc.
Y
el éter reflector que se relaciona con la imaginación y la voluntad.
Estos
dos éteres superiores se desprenden de los dos inferiores para integrarse con
la esencia, en la cual resplandezcan ya todas las virtudes del alma; así nace,
entonces, el hombre etérico, el hombre-cristo, el hombre-alma, el
hombre-espíritu, que puede entrar y salir del cuerpo físico a voluntad. »
5.
En su conferencia conocida como “Los distintos mundos o regiones del universo”,
Samael dijo:
« En
el organismo humano, como en cualquier otro organismo animal, existen cuatro modalidades
del éter. La una la podríamos denominar perfectamente “éter químico”, que es
aquél que se relaciona con los procesos de asimilación y de eliminación
orgánica. Un segundo éter sería el “éter de vida” que está relacionado con los
procesos de reproducción; un tercero es el “éter lumínico” que permite a todos
los organismos las percepciones sensoriales externas, así como el desarrollo de
calorías; y hay un cuarto principio vital (“éter reflector”) que está
relacionado con la imaginación y la voluntad de todas las criaturas.
Si
vemos una flor, podemos admirar en ella no solamente las formas geométricas y
sus pétalos maravillosos, sino también su colorido. Indubitablemente, esos
coloridos naturales se relacionan íntimamente con el éter lumínico de la
Creación.
El
ojo del águila asombra por su agudeza; bien sabido es que percibe desde las
nubes a cualquier ave, a cualquier reptil, y que se precipita de inmediato para
cazarlo. Ése es su alimento, claro está, pero ese ojo del águila nos está
señalando el éter lumínico. No sería posible que existiesen percepciones sin el
éter lumínico.
Admiramos
la Fuerza de la Voluntad de los grandes genios, y esto se relaciona con el éter
reflector. La luz, el calor, el color y el sonido se pueden cristalizar en toda
la creación mediante los cuatro éteres universales.
Cuando
el esoterista (con sus éteres lumínico y reflector completamente absorbidos en
su cuerpo astral) visita esas zonas, dijéramos, edénicas o paradisiacas del
mundo etérico, descubre verdaderas maravillas, verdaderas bellezas. Las
montañas allí se tornan transparentes como el cristal, se vuelven azules,
inefables. Allí también encontramos a los Templos de la Naturaleza. »
OBSERVACIÓN
Desafortunadamente para Samael todo
esto que él dijo sobre los éteres es falso debido a que los éteres en realidad no
existen ya que fueron inventados por un embustero llamado Charles Leadbeater
como se los demuestro en este otro capítulo capítulo (ver
link).
Y
esta es una prueba más del enorme charlatanismo de Samael Aun Weor quien en su
enorme ignorancia le copió las falsedades que inventaron otros charlatanes.
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