¿ESTÁ EL DESTINO PREDESTINADO?



Muchas personas visitan a videntes para que les “lean su futuro” y así puedan tomar decisiones en función de las predicciones que van a escuchar. Lo que es bastante vano.

Sin embargo, ellas dirán:

« Al contrario, es muy importante, así podemos evitar problemas y tomar mejores decisiones. »

Pero yo les respondo:

« No, tú no estás tomando decisiones. Tú actúas en función de lo que te dicen que va a suceder, pero tú no decides por ti mismo. »

En realidad tú piensas que como los astros lo predicen y/o la vidente lo afirma, es porque así ha de ser. Pero eso no es necesariamente tu destino, sino simplemente la vibración que la adivina sintió girar alrededor de ti. Y que sólo es una potencialidad entre tantas otras.

Podrían decirte por ejemplo que este año te vas a casar, porque el planeta Venus lo indica en tu carta astral, o porque la vidente lo vio a través de las cartas del tarot o por medio de su bola de cristal, y porque todo el mundo se pone a comentarlo, en particular tu pareja.

(Y no me extrañaría que fuera tu pareja quien te hubiera aconsejado ir a visitar a la vidente…)

Risas

Total, llegas a la conclusión que el momento de casarse a llegado, que es tu destino y lo cumples.

Es tu destino, si vives en un cierto nivel de conciencia en donde necesitas fundar una familia y establecer un vínculo conyugal con otra persona. (Lo cual no es malo y corresponde a un grado de evolución). Pero no necesariamente va a ser tu destino si vives esa relación y sus energías en otro nivel. Y así por ejemplo en un nivel más desarrollado, esa relación puede dar lugar no a un matrimonio, sino a una unión más profunda con tu alma, o con los aspectos superiores de tu pareja. Por ejemplo, permitiéndote descubrir algo que te permitirá comprender mejor la vida, incluso si después te separas de esa persona amada. Y sin embargo fue el más grande momento de unión que hayas conocido con él o con ella.

Aun así, esto condujo a una separación

¿Por qué?

Porque fue la manera que la vida utilizó para transmitirte una enseñanza, a través de la experiencia que tuviste viviendo esa hermosa relación (seguramente a consecuencia de un karma positivo que generaste en una vida anterior). Pero ahora te toca descubrir todo un nuevo espacio a vivir sin él o sin ella.

Por lo tanto. No digas que hay un destino predestinado y que este se puede conocer.  ¡Para nada!  El futuro está constantemente cambiando y nunca se sabe con certeza lo que sucederá.

A lo cual te preguntarás:

¿Cómo es entonces que las videntes puedan descifrarlo?


Las videntes, me refiero las verdaderas videntes, o sea aquellas que tienen desarrollado cierta forma de clarividencia, no de las que carecen de ese don y por lo tanto se sirven de la psicología para escudriñarte. Entonces, las verdaderas videntes no decodifican tu futuro, sino que sienten la vibración que emite tu aura (la mayoría por cierto de manera inconsciente, sirviéndose de un instrumento que pueden ser las cartas, la bola de cristal u otra cosa para lograrlo). Ellas perciben cual destino es el más fácilmente accesible para ti, con relación a las energías que llevas, con relación a los principios que forman tu determinación (cuando es positiva) y también con tu terquedad (cuando es negativa).

Por lo tanto la vidente debería más bien decirte:

« ¡Atención!  Eres tan obstinado en este aspecto que eso va obligarte a casarte con tal tipo de persona, o a tener que lidiar con tal tipo de relaciones, o con tal tipo de trabajo, etc. Pero si cambias tú actitud, si elevas ese aspecto de tu ser. No sé en qué te vas a volver, pero seguramente te convertirás en algo mejor. »

Porque incluso una autentica vidente no podrá decirte qué sucederá cambiando tu actitud, debido a que el futuro es fluctuante. Y ahora te vas a preguntar:

¿Pues no que el destino está predestinado por el karma?

La gente tiende a cree que el futuro está en gran medida escrito, en particular a causa del karma. Piensan que su reencarnación está conformada por una serie de desgracias y dichas generadas en sus vidas anteriores, y que karma se las impondrá en su nueva vida. Ahora bien, no digo que el concepto sea incorrecto, pero el hombre es tan perezoso que cree que todo está ya ordenado, previsto y predestinado.  ¡No en lo absoluto!  No es así como transcurre la vida.

¿Cómo hay entonces que concebir los adeudos karmicos?

Para considerar y pensar justo a propósito del karma primero hay que comprender que un adeudo karmico no es simplemente un efecto provocado por una causa que se les regresa como un bumerán. Por ejemplo, supongamos que en esta vida le diste una bofetada a Juan, por lo tanto en la siguiente vida te vas a encontrar con Juan para que te regrese la bofetada. Pero dado que ahora él te bofeteó, siguiendo la regla de causa y efecto, entonces va a ser necesario que te vuelvas a encontrar con Juan para que lo vuelvas a bofetear, y puesto que volviste a producir esa causa, entonces va a ser necesario que se vuelvan a rencontrar para que él te vuelva a bofetear, y así sucesivamente.

Ves a qué punto la cosa se vuelve absurda si se considera la ley de retribución de manera simplista. Y sin embargo es así como la mayoría de los hombres conciben el karma. Lo que lleva a aquellos que lo reflexionan, a enfurecerse contra Dios reclamándole:

     -  “¡Pero qué juego tan enfermo has inventado ahí!”

Afortunadamente no es así, y si el hombre hiciera prueba de un poco de lógica, se percataría que esa manera de concebir el karma no tiene sentido, porque si karma funcionara de esa manera, el sistema que es la creación, llegaría a un callejón sin salida. Por lo tanto,

¿Qué hay que pensar de ese adeudo karmico, y en nuestro ejemplo, de esa bofetada que le diste a Juan?


En primer lugar, cuando le das una bofetada a Juan, Juan tiene la opción de si quiere regresarte esa bofetada en otra vida o no. O sea que él mismo, por su propia evolución, su propia comprensión de que todavía no dominas tu furia, y sus propios principios, tiene la opción de implicarse en un karma contigo, o mejor perdonarte y así proseguir, libre de amarres karmicos, con su camino hacia lo divino.

(Por eso Jesús dijo que hay que perdonar a sus enemigos, para no encadenarse con el karma de la tierra y retrasar así, el inmenso estado de gloria que acontece al momento de liberarse de la materia. Para dar una analogía, es como si por resentimientos, retrasaras recibir una gran fortuna.)

¿Ahora bien, qué sucede contigo que le diste una gran bofetada a Juan con fuerza y rencor?

¿Qué sucede desde el punto de vista karmico?

Para karma, no es la bofetada lo que importa, tampoco es que se la hayas dado a Juan. Lo que cuenta vibratoriamente es tu ira. Por lo tanto, no necesariamente en la siguiente vida tendrás que rencontrarte con Juan para que te regrese la bofetada. En cambio lo que si tendrás que hacer, es confrontarte a esa ira. Ya sea a través de una prueba de concientización en donde tendrás que lidiar con gente que se encuentra con la misma desarmonía y que te devolverán la misma ira que deberás soportar. Y si te rehúsas a pasar esa prueba, entonces esa ira te hará pasar una prueba interior. Con esto quiero decir que por su vibración destructiva, te generará algún tipo de enfermedad que te destruirá por dentro.

Karma por lo tanto NO es un castigo divino que te inflige un Dios vengativo por haberte portado mal. Karma es más bien a nivel humano, una guía para mostrarte que partes oscuras hay en tu ser que todavía no te permiten alcanzar la divinidad, y eliminar esas partes oscuras confrontándote con las vibraciones negativas que generan, ya sea a través de experiencias externas o internas.

¿Comprendes ahora por qué karma no predispone tu destino?

Karma te empujará hacia el destino que tú mismo te creaste por tus acciones pasadas si te mantienes pasivo. Pero si tú mismo haces un esfuerzo para cambiar, para elevar tu consciencia. Entonces vas a experimentar ese karma negativo que tú te creaste, de manera completamente diferente. Así en nuestro ejemplo anterior, en esta vida le diste un bofetón a Juan, llevado por la ira. Eso crea las condiciones para que en la próxima vida tengas que confrontarte contra tu ira.

(En esta vida va a ser difícil porque naciste como un hombre temido, pero por ejemplo en la siguiente nacerás como una persona frágil confrontada a la ira de un ser cercano: tu padre, tu pareja, etc.)

Pero si entre tiempo, tomas consciencia de tu debilidad y buscas como superarla, haciendo ejercicios de control emocional, yendo a terapia, comprometiéndote seriamente a no dejarte más dominar por la ira. Entonces ¿qué va a suceder?

Primero, en la siguiente reencarnación, se te van a presentar pruebas para ver si realmente has superado ese estado, y por lo tanto vas a pasar alguna experiencia parecida a la que viviste y que provocó que bofetearas a Juan. Pero si logras pasarla con éxito, si demuestras que has superado esa situación, entonces el karma que generaste los vas a saldar de una manera completamente diferente. Por ejemplo, ayudando a alguien que fue bofeteado, o haciéndole comprender a un hombre por qué no debe bofetear a su mujer.

Aquí dimos el ejemplo para un “pequeño” karma, pero el mismo principio se aplica para grandes karmas. Y es así que por ejemplo, personas que fueron grandes tiranos en el pasado, pueden a través de una concientización, de un verdadero arrepentimiento y de un sincero esfuerzo, pueden, a pesar de las atrocidades que cometieron en vidas pasadas, transmutar su karma. Y en vez de pagarlo siendo ahora la victima de un tirano moderno, pueden saldarlo volviéndose grandes humanistas que trabajan por la paz y la fraternidad.

Así es que lo repito para que lo tengas muy bien comprendido:

NO HAY FUTURO ESCRITO

Lo que hay es simplemente un clima que tú mismo has creado con el karma positivo y negativo que has generado, y que te va a seguir cuando vuelvas a reencarnar, predestinando tu destino.

¡Pero no estás sometido a ese destino!

Porque tú mismo lo construiste ese destino y tú mismo lo puedes cambiar, ya que tu destino es simplemente la sucesión de tus propias creaciones. Y es así que aquellos que toman su desarrollo en mano, que asumen su propia evolución, pueden lograr el destino que quieran. Si quieren ser sanadores, lo serán. Si quieren volverse grandes adeptos, se volverán. Si quieren liberarse de la materia y entrar en Nirvana, lo lograrán. Porque ellos se vuelven los creadores conscientes de su destino. Saben cómo no dejarse entorpecer por las estrecheces de la vida, y en vez de dejarse encadenar por karma, lo utilizan para que los propulse más rápido. Y así, día tras día, tienen la impresión de no más atenerse al destino, sino de volverse cada vez más decididos, más grandes y más fuertes. Se vuelven seres que ya no aguardan su destino, sino que crean su destino. Y eso es completamente diferente.

Pastor (maestro de sabiduría, 11-10-92)


« El que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino »
Stephan Crane.