DEFENSA DE BLAVATSKY POR JOSÉ XÍFRÉ

 
José Xífré fue el principal promotor a finales del siglo XIX de la teosofía en España, y él escribió un artículo en defensa de Blavatsky que se publicó inicialmente en la revista Gente Vieja, pero que posteriormente fue retomado por la revista Sophia.
 
 
VINDICACIÓN DE LA MEMORIA DE MADAME H.P. BLAVATSKY
 
En nuestro número anterior reprodujimos la valiente protesta de la Rama Dharma de Ginebra, contra la agresión que algunos periódicos de aquella localidad hicieron en contra de nuestra venerada maestra H.P. Blavatsky.
 
Agresión de que se hizo luego eco un semanario de esta corte llamado “Alrededor del Mundo” que sin duda lo copió de los referidos periódicos, y con la costumbre que le caracteriza para recoger fantasías que luego regala a sus lectores como plato exquisito de curiosas verdades nuevas.
 
Y hoy, con satisfacción indecible, reproducimos del número 37 de nuestra tan ilustrada como sesuda revista colega llamada “Gente Vieja”, la comunicación que a dicho periódico dirigió nuestro muy querido amigo y compañero don José Xífré, quien con muy buen criterio consideró que fuera otro órgano de la prensa por completo ajeno a nuestras ideas (y no nuestra revista Sophia) el que publicara en primer término esta vindicación de la memoria de la insigne genio a quien el mundo le debe la suma de los trabajos mas transcendentales que registra la historia contemporánea en pro del progreso espiritual de la humanidad.
 
No siendo menos acertado nuestro referido amigo, como nuestros lectores apreciaran, en su elección para la publicación de su comunicado, de uno de los periódicos mas serios é ilustrados que honran la prensa española, y la antítesis del semanario “Alrededor del Mundo” que con tan poca corrección se ha conducido, negándose a admitir la rectificación de uno de sus lapsus, con lo que hubiera puesto de manifiesto la buena fe é imparcialidad que le hubieran levantado muy en alto el concepto de sus lectores.
 
He aquí lo que transcribimos de la revista “Gente Vieja”:
 
 
UNA COMUNICACIÓN
 
El Sr. D. José Xífré nos honra con la siguiente comunicación, que el periódico Alrededor del Mundo no se ha creído en el caso de publicar.
 
La importancia de la materia y las condiciones todas del asunto, hacen para nosotros muy grata la inserción de este curioso documento, cuyo texto es el que sigue:
 
« En uno de los últimos números del semanario Alrededor del Mundo, no hace muchos días apareció un artículo biográfico sobre la célebre escritora rusa Madame Blavatsky, titulado “La Gran Sacerdotisa de Lis”.
 
Aludido yo mismo en dicho trabajo, me siento en el deber de rectificarlo, tanto por razón del gran respeto que en vida me inspiró aquel personaje, como por el culto profundo que después de su muerte sigo rindiendo a su memoria.
 
El autor de dicho artículo, desconociendo la vida y hechos de Madame Blavatsky, y apoyándose en noticias e informes de enemigos suyos, ha escrito una biografía de todo punto falsa, tanto por lo que dice como por lo que deja de decir de aquella mujer notable.
 
Al leer esa biografía maliciosa, los que ignoran quién fue y cual fue la obra de la ilustre pensadora, creerán sin duda que se trata de una embaucadora que se valía de las habilidades de juglar para convencer a las gentes de las verdades que proclamaba.
 
¡Donosa manera de persuadir en los tiempos que corremos!
 
Semejante pintura no puede ya pasar en silencio en las naciones cultas de Europa y América, donde las muchas y notables obras de la insigne escritora corren de mano en mano, dejando en los espíritus elevados el saber gratísimo de sus profundos conocimientos.
 
Ya pasó el tiempo en que sus miserables detractores acudían al manoseado recurso de presentarla como una farsante y sólo a nuestro pobre país todavía quedaba reservado el que se exhibiesen como novedades, noticias trasnochadas sobre las cuales se ha hecho luz hace más de quince años en los pueblos donde se sigue al día el curso de hechos tan notorios como el establecimiento de la Sociedad Teosófica y la historia verdadera de su egregia fundadora.
 
Un escritor de conciencia que quiere dar cuenta del valor y de la importancia de un personaje como Madame Blavatsky, no ha de contentarse con la lectura de noticias extravagantes tomadas al azar de periódicos mercaderes, sino que debe enterarse a fondo de lo que se propone escribir.
 
Y si así hubiera procedido el autor del artículo citado, entonces él hubiese quedado atónito ante la inmensa suma de conocimientos y de erudición que revelan los libros de Madame Blavatsky; y si hoy todavía los leyera, quedaría confuso de haber tratado con tanta ligereza a una escritora tan eminente que, no con embelecos ni con juegos de cubilete, sino con argumentos robustos, con razonamientos de la mas alta metafísica, con disquisiciones científicas de un alcance antes desconocido y con ojeadas amplísimas sobre la prehistoria (no sospechadas por los sabios de mas nota), ha podido convencer y atraer a millares de individuos reclutados en los países mas cultos y las clases mas instruidas, según lo demuestra la inmensa literatura con que sus secuaces han continuado su tarea.
 
Lo que sí hay, es que una personalidad de la talla de Madame Blavatsky debió tener, y tuvo en efecto, detractores de la peor especie capaces de acudir a la calumnia para desvirtuar sus esfuerzos y hacer que sus grandes propósitos fracasaran.
 
A esta empresa vil se prestaron los esposos Coulomb que así le pagaron la noble protección que ella les dispensó sacándoles de la indigencia. Y el ruin testimonio de estos individuos obscuros, es el qué se quiere presentar frente a frente de las aseveraciones y del entusiasmo de sus más inmediatos é ilustres discípulos, tales como Besant, Olcott, Mead, Leadbeater y otros muchos que en sus notables escritos, llenos de ciencia, propalan por el mundo la asombrosa doctrina que Madame Blavatsky les transmitió, y la cual fue aprendida de los sublimes maestros del Himalaya.
 
Más, a excepción de alguna que otra publicación mal informada, todo el mundo sabe que la obra de los esposos Coulomb quedó destruida, y que la calumnia fue confundida a tiempo, y que la infamia fue descubierta después de un proceso ruidoso.
 
Pero por encima de las injurias flota al presente la figura de Madame Blavatsky, sin sombra alguna que obscurezca su sabiduría, y ya va siendo conocido el éxito asombroso con que dejó fundada una Sociedad generosa y humana sobre todas, que en la actualidad esta difundida por todo el muido rebosando vida y esperanza,
 
Es cuanto tiene que decir éste su afectísimo, etc.
 
José Xifré. »
 
(Sophia, enero de 1902, p.5-7)
 
 
 
 
 
 
OBSERVACIONES
 
Concuerdo con José Xifré que la mayoría de los numeroso artículos que se han escrito en contra de Blavatsky están basados en las calumnias que inventaron sus primeros detractores. Pero también percibo que José Xifré no se dio cuenta que los antiguos discípulos de Blavatsky que él mencionó: Annie Besant, Henri Olcott, George Mead y sobre todo Charles Leadbeater (quien no fue su discípulo pero pretendió serlo), ante el público ellos aparentaban valorar a Blavatsky, pero en sus actos demostraron que en realidad ellos la habían repudiado.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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