PETER WASHINGTON SE MOFA DEL MAESTRO MORYA


 
Sobre el maestro Morya, Peter Washington en su libro “El Mandril de Madame Blavatsky” escribió:
 
« Blavatsky dijo que el primer encuentro que ella tuvo con el ser a quien ella llamaba Maestro Morya no tuvo lugar en el salvaje Himalaya, sino en mitad de los terrenos urbanos de la Gran Exposición de Londres, que tuvo lugar en julio de 1851.
 
Ella decía que había tenido muchas visiones de Morya antes de 1851, pero éste fue su primer encuentro con él “en carne” (o en cualquier cosa que pudiera ser su carne, tratándose de una criatura que podía desmaterializarse a capricho).
 
¿Pero quién era el Maestro Morya?
 
Según Blavatsky, ese ser pertenecía a la Gran Hermandad Blanca de Maestros o Mahatmas. Estos Hermanos, Maestros o Mahatmas (que de las tres maneras los llama Blavatsky) eran Adeptos o Iniciados, seres cuyo riguroso aprendizaje esotérico y absoluta pureza les conferían poderes sobrenaturales.
 
Inmortales e inmateriales, los Maestros podían habitar cuerpos materiales o semi-materiales según su voluntad (esto no estaba muy claro) y poseer poderes que les permitían moverse por todo el universo ejerciendo sus habilidades taumatúrgicas y clarividentes.
 
Se comunicaban entre ellos mediante una especie de radio cósmica, estableciendo así un vínculo entre los seres humanos y los jefes de la jerarquía divina que gobiernan el cosmos. »
(Capítulo 2)
 
 
 
Esta explicación que da Peter Washington muestra que él es muy ignorante sobre la Teosofía, porque en ninguna parte de la enseñanza teosófica se dice que los maestros desmaterialicen su cuerpo físico. En cambio lo que si se explica es que ellos pueden densificar su cuerpo astral hasta hacerlo visible y palpable en el plano físico, y luego efectuar el proceso inverso provocando así que su presencia se desvanezca.
 
Y esto no tiene nada de extraordinario ni de novedoso ya que en los archivos del espiritismo abundan los testimonios de espíritus que se materializan y desmaterializan, y esto se debe porque esas entidades utilizan un procedimiento similar, nada más que los maestros dominan esa técnica de una manera mucho más perfeccionada.
 
Y tampoco en ninguna parte de la enseñanza teosófica se dice que los maestros sean inmortales e inmateriales, sino que por el contrario se explica que ellos siguen reencarnando al igual que nosotros; la única diferencia es que ellos dominan mucho más ese proceso mientras que nosotros todavía no.
 
La persona que inventó esa historia de que los maestros son “inmortales e inmateriales” fue un estafador llamado Guy Ballard, pero como se los he demostrado abundantemente en el blog, ese individuo fue un tremendo charlatán.
 
Y tampoco en la enseñanza teosófica se dice que los maestros posean poderes que les permitan moverse por todo el universo ejerciendo sus habilidades taumatúrgicas y clarividentes, ya que como lo precisó el maestro Kuthumi:
 
-      “Esa capacidad es la forma más elevada de Adeptado que puede esperar un humano sobre nuestro planeta, pero es tan rara esa hazaña como los Buddhas mismos, siendo el último en lograrlo Tsong-kha-pa en el siglo XV.” (CM 9, p.44)
 
O sea que aunque los maestros están mucho más adelantados que nosotros en el sendero evolutivo, muy pocos de ellos han alcanzado ese nivel.
 
Y no veo qué tenga de espeluznante la “radio cósmica” puesto que la telepatía está cada vez más estudiada y aceptada por los científicos; el problema es que la inmensa mayoría de los humanos todavía tienen sus facultades internas muy poco despiertas, y es por eso que es difícil investigar al respecto, mientras que en cambio los maestros ya tienen esas facultades muy desarrolladas.
 
 
 
 
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Y este es un ejemplo más que muestra lo ignorante que es Peter Washington acerca de la Teosofía y el sin sentido que tiene que él quiera criticar algo que a todas luces se nota que no conoce.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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