En
su libro “El Mandril de Madame Blavatsky”,
Peter Washington escribió:
« ¿Pero
de dónde sacó Blavatsky a Kuthumi y a los demás Maestros?
Parece
probable que existieron dos fuentes principales para la idea de la Hermandad Oculta,
y que son: las divinidades plurales de las religiones orientales y las
mitologías del esoterismo occidental.
.
. .
Apoyándose
en la síntesis de la religión oriental de Eliphas Lévi y en la magia occidental,
tal como la presenta Buhwer Lytton, reforzando esto con sus amplios conocimientos
de las escrituras asiáticas y añadiéndole elementos mitológicos de los
Rosacruces, de la Masonería y de los Templarios, Blavatsky se inventó la Hermandad
de los Maestros del Himalaya. »
(Capítulo 2)
Una
vez más Peter Washington muestra una profunda ignorancia en lo que él está diciendo,
porque los grandes Maestros es una creencia que se encuentra profundamente
arraigada en la tradición oriental ya que desde tiempos muy antiguos los
orientales han mencionado sobre la existencia de humanos espiritualmente muy avanzados
que están dotados de impresionantes poderes y grandes conocimientos.
·
En
la India se les conoce como Rishis
·
En
el Tíbet se les conoce como Shaberones o Chutuktus
·
En
Mongolia se les conoce como Khubilkhans o Khubilhans
·
En
sanscrito se les llama Arhats o Arhans
·
Y
en pali se les llama Arahats o Rahans
Entonces
que Peter Washington no me venga con sus elucubraciones de que Blavatsky sacó
la idea de los Maestros de Eliphas Lévi y de Buhwer Lytton porque eso no es
cierto; y tampoco ella lo sacó de las religiones orientales debido a que la creencia
en los Maestros no proviene de la religión sino de los encuentros que
personas han tenido con esos humanos más avanzados, y en los dos siguientes
artículos les pongo algunos ejemplos de ello:
Y
si Peter Washington hubiera investigado con más seriedad, entonces él sabría
que a parte de Blavatsky también hay más de 40 miembros de la Sociedad
Teosófica que aseguraron haber visto a los Mahatmas en el siglo XIX; y que
todavía hoy en día los expertos no saben cómo los Maestros escribieron sus
cartas debido a que las letras no se encuentran impresas encima del papel como
normalmente sucede, sino que se encuentran incrustadas dentro del papel, algo
que en siglo XIX no se conocía una técnica que permitiera lograr semejante
proeza.
Y
para quienes estén interesados por saber más acerca de estos misteriosos humanos,
en este otro capítulo pueden ver la investigación que yo y otras personas hemos
estado efectuado sobre los maestros transhimaláyicos, y ustedes mismos podrán
constatar que la investigación de Peter Washington deja mucho que desear.
~ * ~
Y este es un ejemplo
más de lo pésimo que investigó Peter Washington y de lo mediocre que es su
libro.
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