Sobre este asunto el maestro Pastor
explicó lo siguiente:
« Aprendan a conocerse cómo ustedes son en vuestro interior,
sin miedo y sin pena, porque la mayoría de la gente tiene sus defectos, sus
apegos, sus pequeños problemas, pero mientras que solo los experimentan con ellos
mismos, sus defectos no les provocan conflictos de conciencia o de moralidad.
Es cuando el defecto se exhibe frente al otro que se convierte en una vergüenza
y que se vuelve hacia el individuo que lo genera como un reflejo en el espejo
de la deshonra. Y llegado a ese punto, el defecto o problema se convierte en
una obsesión para quien lo produce.
Entonces por favor detengan ese
comportamiento para aquellos que lo manifiestan.
¿Por qué deben
detenerlo?
Ustedes deben detenerlo porque la
misma reacción de ese comportamiento es perjudicial para ustedes mismos.
Okey, tienen un defecto, tienen un
problema.
¿Pero qué
importancia tiene eso se les pregunto?
¡Todos tienen
defectos y problemas!
Pero en cambio si comienzan a
vivirlo como una vergüenza, como una obsesión, como un asunto que les causa
humillación y deshonor, como un tema del que no quieren hablar o del que no quieren
admitir, entonces en ese momento ya no solo es un defecto, sino que se
convierte en un cáncer a nivel astral y a nivel etérico.
Y con esto no me refiero a que ese
defecto les va a provocar cáncer (a menos que ustedes sean muy corajudos),
utilizo esa palabra para ilustrarles como esa vergüenza les va a ir
progresivamente destruyendo vuestra vida cada vez más.
Mientras que en cambio si la persona
vive su problema, vive su defecto, pero con discernimiento y franqueza,
entonces ese defecto no la va a agobiar. Así que vivan vuestros defectos con
discernimiento, y con esto me refiero en el sentido de que asuman vuestra
personalidad diciéndoles a los demás:
« Así
es como soy en estos momentos, perdóname si te afecta pero también entiende mi
posición, mi naturaleza, intentaré hacer el esfuerzo para ir cambiando cada vez
más para no molestar a los demás con ese defecto, pero actualmente acéptame
como soy. »
Claridad, por favor, claridad. La
mayoría de la humanidad no puede eliminar sus problemas, no puede eliminar sus
defectos, no puede eliminar estas deficiencias simplemente porque la mayoría de
la humanidad se avergüenza de sí misma. Y es la vergüenza la que perpetúa el
defecto, es la vergüenza la que perpetúa el problema, porque la vergüenza es el
reflejo de la personalidad que se enrolla sobre sí misma y que se defiende
aferrándose a como ella es.
Y desafortunadamente en cuanto la
personalidad se repliega sobre sí misma, es como un bolso que se cierra: todo
se queda dentro y no hay forma de sacar nada. Y entonces la persona en lugar de
simplemente abordar ese defecto con discernimiento y hablar de manera neutral
al respecto con los demás, o en lugar de disculparse si alguna vez molesta a
alguien con ello, o cada vez que vuelve a tropezarse, exclama simplemente:
"otra vez perdí la oportunidad de liberarme de este defecto, he perdido la
oportunidad de volver a crecer, pero lo volveré a intentar", etc.
Si en lugar de hacer todo eso, la
persona es tímida, retraída, acomplejada, entonces el defecto se convierte en
un asunto de aborrecimiento con el que la persona le cuesta vivir, y automáticamente
ella cristaliza el objeto de su vergüenza y no puede deshacerse de él.
Por lo tanto si hay algo en lo que ustedes
deben de enfocarse en eliminar primero, es en la vergüenza, es en los complejos.
Ustedes no deben avergonzarse, estar acomplejados, ser tímidos, especialmente eviten
el complejo de inferioridad hacia ustedes mismos (lo que no quiere decir que se
vayan al otro extremo y se vuelvan soberbios). Pero desganase de todo eso
porque todos esos estados generan energías que los agobiarán todavía más. Así
que nunca más se avergüencen, nunca más se acomplejen, nunca más sean tímidos.
Porque la timidez también es un complejo.
Las personas tímidas lo son porque
tienen un complejo, ya sea de inferioridad o debido a una experiencia desafortunada
que tuvieron en sus relaciones con los demás en el pasado, es decir los traumatismos.
Pero ustedes tienen que liberar vuestra mente de esos tropiezos del pasado.
Necesitan tener claridad con ustedes
mismos y también con los demás. Sean seres genuinos y no tengan miedo de ser
quienes ustedes son. Y una vez más reitero esto con mucha insistencia porque
aunque ustedes no formen parte de un grupo, ya no se deben avergonzar más de ustedes
mismos. No más complejos sobre ustedes mismos.
¡Terminen ya
con esa actitud!
Terminen una vez por todas porque
como les dije, es solo una reacción que ustedes tienen y que inconscientemente
tiene como objetivo de proteger lo que por el contrario se debe de eliminar.
Por ejemplo alguien que se avergüenza
de su forma de hablar debido a que tiene un problema de lenguaje o un acento
que le hace reír a la gente, pues bien ese individuo se abstendrá de hablar en
público. Pero el hecho mismo de tener esa reacción fortalecerá aún más su
acento, y lo mismo sucede con todas las demás fallas.
En cambio si por el contrario esa
persona asume su situación (pero tiene que asumirla con conocimiento y con
discernimiento, es decir saber que es algo específico que tiene la posibilidad
y la autoridad de cambiar) entonces podrá convertirlo en lo opuesto, que es la
cualidad inversa.
Porque un defecto nunca viene así por
casualidad, como si fuera un defecto que la persona debe aceptar. Un defecto es
siempre una cualidad desconocida, es decir que el hombre comienza siempre e
inevitablemente con los defectos. Así como el hombre comienza también siempre e
inevitablemente con la ignorancia.
Sepan que la suma de las fallas que actualmente
ustedes tienen, es la suma de las cualidades que aún no conocen de ustedes
mismos. La personalidad debe descubrirse tanto como el alma. Y aquí necesito
enseñarles algo al respecto.
Se dice (y yo mismo lo he dicho
porque a veces hay que decirlo) que es necesario deshacerse de la personalidad.
Y eso es verdad.
¿Pero de qué
personalidad estamos hablando?
¿Y qué
significa la personalidad?
¿Y por qué
existe la personalidad?
¿Podría ser la
personalidad un error del universo, sería un error del arquitecto cósmico?
No
Porque sepan que nunca hay un error
a ese nivel. Entonces, ¿qué es la personalidad?
La personalidad es también algo sublime
pero que aun es desconocido, porque así como su divinidad les es todavía descocida,
su personalidad también les es desconocida.
Entonces la actitud que ustedes
catalogan como un defecto, es simplemente el comportamiento incorrecto de vuestra
personalidad que aún no se conoce. Pero tan pronto como vuestra personalidad se
conoce a sí misma, tan pronto como ustedes se dan cuenta de vuestra divinidad, entonces
inmediatamente el defecto desaparece para manifestar la virtud inversa
correspondiente.
Y está escrito que la personalidad en
ese momento ya no existe, pero no es que ya no exista como si uno hubiera
barrido algo malsano, algo inferior. En realidad la personalidad todavía
existe, pero existe en su sentido divino, ya no es una personalidad egoísta, restrictiva
y separativa, sino que es la individualidad del humano que adquiere su principio
cósmico.
Así que la personalidad no es algo
que deba prohibirse. Ustedes quieren desterrar vuestra personalidad como
algunos instructores les han dicho. Pero sin que eso sea completamente un
error, es incorrecto debido a que esa forma de concebir el asunto no está abordando
realmente donde se encuentra el problema, a causa que el problema no está en la
personalidad; el problema está en la ignorancia que ustedes tienen de vuestra
personalidad.
(Observación de Cid: es interesante
ver como lo que dice aquí Pastor coincide con lo que enseñaron los ángeles en
el libro “La Respuesta del Ángel” y
en donde ellos dijeron:
“El ego es tu más grande tesoro;
desde tiempos inmemorables se ha ido formando y tu niño ignorante lo
desprecias. El ego puede ser un gran servido si tu sabes ser un buen amo.”)
Ya te lo he dicho, dado que el
hombre es terrestre, el hombre comienza su desarrollo siempre en el opuesto de
lo divino. Y lo que es contrario a la divinidad (hablando de la personalidad)
van a ser las fallas. Entonces las fallas no son algo para desterrar, no son algo
de lo que ustedes se tengan que avergonzar, sino que son algo que hay que transformar,
así como la ignorancia hay que transformarla para que se convierta en sabiduría.
Pues bien de la misma manera los
defectos no se deben desterrar sino que hay que sublimarlos para que se
conviertan en vocalizaciones espirituales. Por ejemplo, el egoísmo es
ignorancia del amor cósmico. Entonces, ¿vamos a acusar a alguien de ser
egoísta? ¿Lo vamos a culpar noche y día diciéndole "eres un egoísta, no
eres espiritual"?
No, porque hacer eso solo lo estará
empujando todavía más hacia el egoísmo, lo estará empujando todavía más hacia
la ignorancia de su arquetipo cósmico. Por consiguiente lo que hay que hacer
con ese hombre egoísta no es decirle "mira, eres egoísta". Él vive eso,
él lo sabe, y lo sabe muy bien porque el primero en sufrir sus fallas es quien
las transmite, no tanto los demás; los demás solo las perciben.
¿Entonces qué
hay que hacer con esa persona?
Deben ofrecerle, casi de manera
iniciática, momentos para descubrir la generosidad, ocasiones para descubrir el
altruismo, para descubrir el amor cósmico.
No sean como esos individuos que se
la pasan señalando los defectos de los demás, esos objetadores de conciencia,
esos jueces de las faltas. Nosotros [los maestros] no tenemos nada que ver con
esos individuos, e incluso nos alejamos de ellos porque ese tipo de
instructores no puede dar nada bueno.
¿De qué sirve
mostrar el mal ya que el mal está ahí y se experimenta y es obvio?
Entonces, ¿por qué hablar de ello? Eso solo lo refuerza cuando lo que se requiere
es ir a lo útil, no a desperdiciar la energía, pero los hombre son tan altivos
que están muy felices cuando puede señalarles sus defectos a los demás.
Así que cuando ustedes quieran
ayudar a alguien, no le digan dónde están sus fallas, en cambio sepan reconocer
sus fallas y sepan ser el iniciador de la persona provocando las circunstancias
o generando los eventos que le permitirán a esa persona sublimar sus defectos.
Esa es la forma de ayudar a las
personas, no es diciéndole a alguien que es tacaño y que debe deshacerse de su
tacañería, porque eso por el contrario lo enfadará aún más y dos minutos
después se alegrará de poder manifestar su avaricia.
Así que no le digan "eres
tacaño", pero en cambio un día tráiganle a un niño pobre y háblenle de la
pobreza. Y luego observen cómo la iniciación llega hacia esa persona. La
iniciación que pasa a través de ustedes, y miren como esa persona transforma su
tacañería en generosidad y él abre su billetera para ayudar a los pobres. Esa
es la iniciación de los humanos, esa es la iniciación que ustedes pueden hacer
entre ustedes.
Sean los liberadores, un verdadero apóstol
siempre es un liberador, siempre es un redentor. Y ser un redentor no se logra
mostrando y señalando a los demás la mala conciencia de quiénes ellos son, como
desafortunadamente se ha practicado con tanta frecuencia.
Mea culpa, Mea culpa, Mea culpa...
No, ya no queremos más de eso,
porque la culpa oscurece la inteligencia debido a que el mismo hecho de
sentirse culpable por lo que se experimenta, hace que se ignore que el defecto
es la parte opuesta de una cualidad, y que el defecto es la raíz ignorante de
una cualidad que solo pide florecer en el sol espiritual.
Entonces no sean más acusadores, sino
sean liberadores, sean esa ráfaga de aire puro que entra en el alma de la gente
y que la sacude y que la vivifica, que la limpia y que finalmente les hace ver
con más claridad lo que es la vida.
Ya no queremos más de esos predicadores
que hacen sentir mal a las personas, no queremos más de esos predicadores que
ennegrecen al hombre, no queremos más de esos predicadores que perpetúan todas
las deficiencias de la humanidad.
Para acabar con un defecto, no hay
que estarlo señalando sino que es necesario sublimarlo y entonces automáticamente
el defecto se elimina.
No es culpando a las personas y estando
presionando a los individuos por querer izar la bandera de la verdad. No. Las
verdades son verdaderas, hay que decirlas y cuando alguien no sabe que tiene un
defecto, es bueno intentar que se entere, pero no deben decírselo de manera
despectiva, como por ejemplo:
« ¡Mira
qué horrible defecto tienes! ¿Cómo puedes vivir con eso? Deshazte de él lo antes
posible para que así te puedas volver un iniciado. »
No
Ustedes no
deberían de hablar de esa manera.
Es necesario hablar de ello pero
haciendo que la persona dialogue sobre su propio problema para que de esta
forma la persona logre tratar a su personalidad como algo externo y no como si ella
tuviera que defender a su propia identidad.
Entonces mejor díganle:
« Escucha
mi amigo, te he estado observando durante varias semanas y cada vez en ciertos acontecimientos
he notado que reaccionas de tal manera. ¿A qué crees qué se deba eso y qué puede
significar en tu comportamiento? »
Hablen de ello, pero no señalando a
la persona como si ella fuera la culpable, sino involucrándola en la reflexión,
considerando al defecto como algo que ella puede cambiar con un poco de esfuerzo.
Y les digo una vez más, es imprescindible eliminar la vergüenza y los
complejos.
El trauma es más importante a
eliminar que los defectos, pero es más insospechado y no depende necesariamente
de la naturaleza de cada individuo. Además que no es necesariamente específico
de la personalidad de cada individuo. Pero en cambio lo que se experimenta a
través del trauma, es decir la vergüenza y los complejos, eso si es
absolutamente necesario eliminarlos porque como les dije, la vergüenza es una
reacción que conserva lo que justamente se requiere eliminar.
El individuo siempre tiene miedo,
miedo de ser agredido en su conciencia cuando requiere cambiar ciertos principios
de su mente, miedo de ser violado en su identidad cuando se siente juzgado. Pero
ustedes tienen que liberarse de ese miedo.
¿Y cómo se
liberan de eso?
Pues muy sencillo, siendo simplemente
genuinos. Después de todo qué les importa la opinión de los demás, el juicio de
los demás. Lo que importa sobre todo es la evolución que ustedes pueden
adquirir por el bien de ustedes mismos y el bien del resto del mundo.
Lo que importa es que sepan lo que ustedes
son y que con ese material que tienen a vuestra disposición en esta
reencarnación trabajen para seguirse perfeccionarlo. Los defectos son solo los
lados ignorados y ocultos de una cualidad espiritual, y los defectos solo
existen porque ustedes se encuentran actualmente en la ignorancia. Ignorancia
de todas las verdades divinas, ignorancia de las realidades cósmicas.
Entonces cuando vuestra personalidad
se expresa, ignorando todo eso, esa personalidad que por el momento solamente
es terrenal, solo puede expresarse a través de los defectos, y eso es algo
normal ya que forma parte de vuestra evolución. Ustedes no le piden a un niño
que ya sea maduro, entonces tampoco le pidan a los humanos que ya sean
perfectos.
De lo
contrario, ¿cómo y dónde iríamos para buscar todo el perdón que somos capaces
hacia ustedes?
Ese perdón no se hace porque tal sea
la nobleza cósmica. No. No es por bondad del alma que los maestros perdonan. Ellos
perdonan y toda la jerarquía celeste perdona porque saben que la humanidad solo
puede tener fallas al comienzo de su desarrollo, debido a que al inicio los
humanos se encuentran en la ignorancia que provoca el sumergirse en la materia.
¿Y a qué apunta
la acción de los maestros?
Justamente a
sacarlos de esa ignorancia.
¿Y qué está
haciendo la jerarquía ahora?
¿Por qué está
poniendo tanto énfasis en la educación ahora?
Porque ya no queremos que se hable
más de la culpa del hombre, ya no queremos que se hable más del pecado original
como se hizo en los siglos pasados, sino que ahora queremos que se comprenda lo
que es el hombre y por eso les enseñamos a los humanos, porque ahora ya ustedes
han llegado al nivel donde pueden ser instruidos en un grado más avanzado.
Pero también porque si queremos
hacerlos evolucionar todavía más, entonces las personas deben entrar en la
verdad, porque solo la verdad y el conocimiento las llevará hacia la realidad divina
que hará que justamente se encuentren en acorde con las leyes cósmicas y se
vuelvan individualidades cósmicas.
En cambio mientras ustedes sigan en
la ignorancia, permanecerán ignorantes de todos estos aspectos, ignorantes de
los principios divinos, pero también ignorantes de vuestro arquetipo cósmico, y
por lo tanto automáticamente vuestra personalidad seguirá siendo terrenal y
llena de defectos.
¿Cuál es vuestro
arquetipo cósmico?
Es la bondad, el amor, la dicha, la eternidad.
¿Cuál es vuestra
personalidad terrenal?
Es la codicia, el egoísmo, la violencia,
la muerte, es todo lo contrario de lo que es vuestro arquetipo cósmico.
¿Y por qué esta
personalidad terrenal es todo lo contrario?
Esto se debe porque ella vive en la
ignorancia, pero cuando ustedes alcancen una conciencia superior, cuando
conozcan la realidad divina, entonces no solo tendrán el conocimiento de los
principios divinos y el conocimiento de las leyes universales, sino que sobre
todo tendrán el conocimiento sobre ustedes mismos y sobre los demás, y entonces
ya no habrá más egoísmo y ya no habrá más avaricia y ya no habrá más violencia,
y ya no habrá más muerte porque su personalidad se habrá vuelto cósmica.
Y les deseo que ese día les llegue
pronto porque en ese momento la existencia se llena de dicha y la vida se
vuelve infinita. »
(Conferencia
del 04.07.85)
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ResponderBorrarA se refiere con sublimar los defectos. Como sublimo laa inconsistencia, la pereza , irresponsabilidad y lujuria?
ResponderBorrarSe refiere a que en vez de luchar contra un defecto, es mejor trabajar en desarrollar la cualidad inversa porque estos son simplemente los polos de un mismo comportamiento, y al canalizar la energía hacia el polo positivo, automáticamente la energía disminuye en el polo negativo y el defecto progresivamente desaparece.
BorrarEn cambio si solo luchas contra el defecto, posteriormente éste va a volver a reaparecer porque lo único que hiciste fue temporalmente detener la energía hacia ese polo, pero como la costumbre es fuerte, solo es cuestión de tiempo para que el mismo comportamiento vuelva a resurgir.