Cagliostro
fue uno de los ocultistas más famosos del siglo XVIII y existe una tradición popular que afirma
que Cagliostro fue alumno del conde de Saint-Germain, aunque hasta
ahora no se ha encontrado ningún documento histórico fehaciente que lo
confirme.
Lo
único que se tiene al respecto es un libro titulado “Auténticos recuerdos para servir en la historia del conde
de Cagliostro”, publicado en 1785, y escrito por un aventurero
llamado Jean Pierre-Louis de Luchet, en donde él es muy despectivo con Cagliostro y con el conde de Saint-Germain, pero en donde
también pretende
relatar la iniciación que habría recibido Cagliostro y su esposa Seraphina por parte
del conde de Saint-Germain.
Y
aunque su relato es muy fantasioso, a título informativo les transcribo ese
pasaje de su libro:
« Cagliostro y su esposa, estaban en la
región de Holstein. Es allí donde el famoso conde de Saint-Germain había
plantado su tabernáculo. Este gran hombre había saboreado los dulces de la
inmortalidad durante varios años, e hizo la felicidad de tres personas en paz
que lo colmaron con vinos de Champaña y de Hungría, en reconocimiento de las
riquezas que les había traído a sus tierras.
El conde Cagliostro le hizo pedir el favor de
una audiencia secreta para postrarse ante el dios de los creyentes, y
Saint-Germain se la asignó a las dos de la mañana.
Llegado ese momento, Cagliostro y su esposa
que se habían puesto una túnica blanca amarrada con un cinturón de aurora, se
presentaron en el castillo. El puente levadizo bajó y un hombre de más de dos
metros de altura, vestido con una larga túnica gris, los condujo a una sala con
poca luz.
De repente, dos grandes puertas se abrieron y
un templo con mil velas resplandecientes apareció antes sus
ojos. En un altar estaba sentado el conde, y a sus pies, dos ministros
sostenían guisos dorados de los cuales surgían perfumes suaves y agradables.
El dios tenía sobre el pecho un escudo de
diamantes cuyo brillo difícilmente podía soportarse. Y una figura blanca alta y
diáfana sostenía en sus manos un jarrón en el que estaba escrito “Elixir de la
Inmortalidad”; y un poco más adelante pudieron ver un inmenso espejo frente al
cual caminaba una figura majestuosa, y encima del espejo estaba escrito “Depósito
de almas errantes”.
El mayor silencio reinaba en el recinto hasta
que una voz misteriosa pronunció las siguientes palabras:
- “¿Quien eres? ¿De dónde vienes? ¿Qué queréis?”
Y ante esas preguntas, Cagliostro y su esposa
se postraron en el suelo, y luego él exclamó:
- “Vengo a invocar al dios de los creyentes, el hijo de la
naturaleza, el padre de la verdad. Vengo a pedir uno de los catorce mil
setecientos secretos que lleva en su seno. Vengo a hacerme su esclavo, su apóstol y
su mártir.”
El dios no respondió, pero después de un
silencio lo suficientemente largo, se escuchó una voz que dijo:
- “¿Y qué solicita la acompañante de tus viajes?”
Y ella respondió:
- “Obedecer y servir.”
(Luego separaron a Cagliostro de su esposa y
cada uno pasó por una primera prueba. Y una vez que terminaron esas pruebas,
fueron llevados de vuelta al templo, donde se les dijo que iban a ser admitidos
en los diversos misterios.)
Un hombre con una larga capa enrollada sobre
su brazo habló y pronunció el siguiente discurso que cada seguidor está
obligado a recordar sin poder copiarlo:
« Sepan que el gran secreto de nuestro arte
es gobernar a los hombres, y que la única forma de hacerlo es de nunca decirles
la verdad. Por lo tanto no se comporten de acuerdo con las reglas del sentido
común; desafíen la razón y con valentía produzcan los absurdos más increíbles.
Y cuando sienta que estos grandes principios
se debilitan, se retiran, se recogen y caminan por la tierra, verán que las
extravagancias más absurdas obtienen una adoración allí.
Las locuras vuelven con diferentes nombres
pero son eternas. La tumba de San Medard ha reemplazado la sombra de San Pedro,
la bañera de Mesmer, la piscina del filósofo nazareno; recuerden que la primera
fuente de la naturaleza, de la política y de la sociedad, es la reproducción,
que la quimera de los mortales debe ser inmortal; conozcan el futuro incluso
cuando ignoran el presente, sean espirituales mientras ellos y todo lo que los
rodea es materia. »
(Cagliostro y su esposa luego se sometieron a
las segundas pruebas que consistieron para ella, en las ceremonias esenciales
del culto de Otahitian, y para él, en las del infame Antínoo.) »
(p.8-24)
Este libro tiene errores fragantes que invalidan
su legitimidad:
Por ejemplo, en ninguna otra documentación
histórica se menciona la estancia de Cagliostro en el Holstein, antes o después
del primer o segundo viaje a Londres.
Otro error es que Luchet afirma que
Cagliostro y su esposa vinieron de Italia y para ir a Rusia, pasaron por Viena
y el Holstein, para luego llegar a San Petersburgo. Pero eso es incorrecto
porque el Dr. Marc Haven especificó que el viaje de Cagliostro hacia Rusia fue
a través de Ámsterdam, Bruselas, Frankfurt, Leipzig, Berlín, Kœnigsberg y
Mittau.
Sin
embargo, la investigadora Jean Overton Fuller comenta que aunque la historia es
falsa puede tener un trasfondo de verdad, ya que ella escribió:
« Claramente
la narración es ficticia, pero como el señor Luchet había sido bibliotecario y
chambelán de 1777 a 1785 de Federico II de Hesse, el padre del príncipe Carl
quien fue discípulo del conde de Saint Germain, él pudo haberse enterado de que
Cagliostro estuvo en contacto de manera secreta con el conde de Saint Germain, y por
eso escribió ese relato pero alterándolo mucho con su imaginación. »
(Ver su libro “El conde de Saint
Germain, último vástago de la casa de Rákóczy”, Londres: East-West
Publications, 1988, p. 307)
Y
una idea similar también tiene Arthur E. Waite en su libro “La Hermandad de los
Rosacruces”, 1924, Nueva York: University Books, p. 500.
Y
el investigador Charles Sotheran incluso sugiere que la supuesta iniciación
tuvo lugar poco después del matrimonio de Cagliostro, y que la pareja se quedó
con Saint-Germain en Sleswig en el palacio del príncipe Carl de Hesse Cassel, a
quien había conocido anteriormente en Alemania, y que lo había obligado a
abandonar Francia y permanecer en su corte. (Ver su libro “Alessandro di Cagliostro: ¿impostor o mártir?”, p.14)
Pero la suposición de Sotheran no es factible porque Cagliostro se casó en 1770 y Saint-Germain no fue
a quedarse con el príncipe Carl sino hasta finales de 1779, poco después de
haberlo conocido por primera vez.
_ _ _
Entonces,
como ustedes mismos lo pueden constatar, a partir de la documentación histórica que
disponemos hasta ahora, no tenemos certeza de si Cagliostro y el Conde de Saint-Germain
se conocieron o no, pero desde la documentación teosófica si hay información que
sugiere eso.
Blavatsky
especifico que Mesmer fue el mensajero de los Maestros en el siglo XVIII, así
como ella lo fue en el siglo XIX, y que primero él fue guiado por el Conde de Saint-Germain,
y luego por Cagliostro:
« El
famoso médico que redescubrió y utilizó de manera práctica el fluido magnético
para curar y que él llamó “magnetismo animal”, lo que dio inicio al mesmerismo,
era un miembro iniciado de las Hermandades de los Fratres Lucis (los Hermanos de Luz) y de Lukshoor (o Luxor), o la
Rama egipcia de este último.
Y
fue el Consejo de Luxor el que lo seleccionó, de acuerdo con las órdenes de
la Gran Hermandad, para actuar en el siglo XVIII como su pionero habitual que
envían en el último cuarto de cada siglo para iluminar un poco más a las
naciones de Occidente sobre la ciencia oculta.
Y
fue Saint-Germain quien supervisó el desarrollo de los eventos en ese caso; y
más tarde Cagliostro fue comisionado para ayudar, pero después de haber
cometido una serie de errores, más o menos fatales, fue retirado del asunto. »
(Glosario
Teosófico, p.213-214)
Y
esa supervisión de Mesmer puede haberlos llevado a Cagliostro y a Saint-Germain
a encontrarse para compartir información.
Pero
esta convicción de que si se conocieron me viene sobre todo por lo que afirmó
el maestro Kuthumi en una carta en donde él escribió:
« Y
ahora Hume y Hodson han incitado a Subba Row hasta hacerlo enfurecer, al
decirle que por ser el amigo y colega ocultista de la señora Blavatsky, el
Gobierno sospecha que él también pueda ser un espía.
¡Es
la historia del conde de Saint-Germain y de Cagliostro vuelta a contar de
nuevo! »
(CM
65, p.363)
Subba
Row era un erudito hindú que al inicio admiraba mucho a Blavatsky, al grado que
la quiso conocer y se volvió su colega y amigo, pero que después y debido en gran medida a las
numerosas calumnias a las que posteriormente ella fue sometida, Subba Row terminó enemistándose con Blavatsky.
Y
por lo que menciona el maestro Kuthumi, lo mismo habría sucedido en el siglo
XVIII entre Cagliostro y el conde de Saint-Germain.
Cagliostro y Saint-Germain en principio no hay documentación seria de que se conocieran. Quién sí que conoció a los dos fue Casanova ya que él lo relata en sus memorias. Casanova admiraba a Saint-Germain pero odiaba a Cagliostro.
ResponderBorrarDespués de haber investigado muy profundamente a Blavatsky he llegado a la conclusión de que muy probablemente ella si fue la mensajera de los maestros transhimaláyicos, y por eso considero que lo que ella aseveró tal vez sea cierto.
BorrarY Casanova admiraba a Saint-Germain, pero también lo odiaba, porque lo envidiaba, y por eso lo difamó.