Jiddu
Krishnamurti fue un joven indio que inicialmente fue promovido por los líderes
de la Sociedad Teosófica de Adyar (Charles Leadbeater y Annie Besant), como “el
nuevo Mesías representante del Cristo-Maitreya que va a venir a instruir al
mundo”. Y aunque en el blog les he demostrado que eso solo fue una fantasía
creada por Leadbeater (ver link).
Si
generó una gran expectativa entre mucha gente; y aunque posteriormente
Krishnamurti renunció a esa fábula, aún así mantuvo un gran prestigio como guía
espiritual entre el público.
Y
de ahí que era lógico que al inicio, Samael haya considerado a Krishnamurti en
buenos términos y haya hablado relativamente bien de él, y es por eso que en su
libro “Nociones Fundamentales”,
Samael escribió:
« Sobre
el caso de Krishnamurti les voy a contar qué es lo que realmente sucedió:
Por
aquellos tiempos en que Annie Besant ocupaba la presidencia de la sociedad
Teosófica, hubo un conflicto dentro de esa organización, y el problema que se
presentó fue el caso Krishnamurti.
La
señora Besant levantó el dedo para asegurar a los cuatro vientos que el
muchacho indio era la reencarnación viviente de Jesucristo. Y el gran
clarividente Leadbeater, y muchos otros teósofos eminentes, estaban totalmente
de acuerdo con la señora Besant y juraban que el muchacho Indostán era
Jesucristo reencarnado nuevamente.
(Aquí
Samael está equivocado, porque Besant y Leadbeater nunca dijeron que
Krishnamurti era la nueva reencarnación de Jesús, sino que Krishnamurti iba a
ser el nuevo vehículo de Cristo para que éste se manifestara en la Tierra, así
como Jesús había sido su instrumento hace dos mil años atrás.
Y
no fue Besant quien lo afirmó inicialmente, sino que fue Leadbeater, pero como
Besant creía todo lo que decía ese individuo, ella aceptó esa declaración y transformó
a la Sociedad Teosófica en una secta adventista, provocando con ello que muchos
miembros se fueran.
Y
esto me indica que Samael no investigó este asunto con seriedad, sino que
solamente lo leyó someramente.)
Todavía
recordamos la fundación de aquella Orden llamada: "la Estrella de Oriente",
cuyo único propósito era recibir al Mesías, aunque más tarde el propio
Krishnamurti la disolvió.
Por
aquella época hubo una división en el seno de la Sociedad Teosófica. Unos
aseguraban que Krishnamurti era el Mesías, y otros no aceptaron ese concepto y
se retiraron de la Sociedad Teosófica.
¿Quiénes tienen la
razón?
Todos
nosotros los hermanos esotéricos Gnósticos nos propusimos investigar en los
mundos superiores el caso Krishnamurti, y está es nuestra conclusión:
El
espíritu de Krishnamurti es un Budha y su alma ya es un Bodhisattva. Y cuando
Annie Besant, Leadbeater y otros lo percibieron clarividentemente, ellos
quedaron deslumbrados con la Luz esplendorosa de aquel Budha Cristificado, pero
como ellos no conocían el Esoterismo Crístico, ellos creyeron a pies juntillas
que Krishnamurti era la reencarnación de Jesucristo.
Y
el error no estuvo en la clarividencia de esas personas, el error estuvo en la
falta de cultura intelectual debido a que ellos sólo conocían el septenario
teosófico. Ellos sólo conocían el cuerpo, el alma y el espíritu, pero ignoraban
que más allá, todo hombre tiene un Rayo (El Cristo Interno) que lo une al
Absoluto.
(Esto
que dice Samael también falso, ya que la composición trinaría “cuerpo, alma y
espíritu” fue enseñada inicialmente por Platón y posteriormente por el
Cristianismo. Y en la composición septenaria que enseña la Teosofía, si existe esa
conexión con lo Absoluto y a la cual se llama “Atma”.
Y
esto me muestra que Samael no sabe de lo que está hablando y solo muestra mucha
ignorancia, porque además en el blog he demostrado que la “clarividencia” de
Annie Besant y Leadbeater fue pésima como lo detallo en este otro capítulo: link.)
Besant
y Leadbeater vieron el Dios interno de Krishnamurti y creyeron que era Jesús de
Nazaret, y ese fue su error. Y lo más grave fue el daño que le hicieron al
muchacho indio, porque cuando a un Bodhisattva se le dice que él es un Maestro,
éste se pierde, se daña y se acompleja.
El
muchacho indio vio pelearse a los instructores por causa de él, y el resultado
fue un trauma psicológico para su personalidad humana. Krishnamurti tiene un
Trauma Psicológico. No hay duda de que le hicieron un gran daño.
Los
jerarcas de la Teosofía debieron dejarlo en paz al muchacho indio, él se
hubiera desenvuelto libremente en la India y entonces su obra habría sido
maravillosa. Pero el gran Buddha de Krishnamurti no ha podido dar todo su
mensaje porque el Bodhisattva tiene un Trauma Psicológico.
(Esto
último también es falso, Krishnamurti se alejó de la Sociedad Teosófica porque él
se dio cuenta que esa organización había caído en un profundo delirio.) »
(Capítulo 23)
Entonces
vemos que al comienzo Samael afirmaba que Krishnamurti era un Buddha y un
Bodhisattva, lo cual muestra mucha ignorancia por parte de Samael, ya que un
Bodhisattva es aquel que está cerca de convertirse en un Buddha (o sea en un
humano que adquiere la iluminación espiritual). Y por lo tanto un humano no
puede ser un Buddha y un Bodhisattva al mismo tiempo.
Y
además Krishnamurti no fue ni el uno ni el otro, porque entonces él no hubiera
repudiado a los verdaderos maestros de sabiduría.
Pero
como era algo habitual con Samael, progresivamente él fue hablando cada vez más
mal de Krishnamurti.
1)
Primero Samael puso a Krishnamurti en un grado inferior a él, ya que cuando un seguidor
suyo le preguntó:
- “Venerable Maestro,
quisiera usted tener la bondad de explicarme, ¿Qué relación es la que existe
entre vuestro Mensaje y el Mensaje del Maestro Krishnamurti?”
Samael
le contestó:
« Con
el mayor gusto, mi querido hermano, voy a darte la respuesta a tu pregunta: Krishnamurti
en realidad es el precursor del Avatara de la Nueva Era de Acuario, ya que todo
Avatara tiene un precursor. Jesús tuvo a Juan el Bautista. Así es que mi Real
Ser Íntimo (mi Maestro Secreto o mi Real Ser) haya tenido un precursor llamado
“Krishnamurti, eso está dentro de lo normal. »
(Entrevista a Eduardo Londoño)
2)
Luego Samael comenzó a despreciar suavemente a Krishnamurti ya que en sus
conferencias él dijo:
« Vacíen
la mente de toda clase de pensamientos, aunque esto no le gusta al Sr.
Krishnamurti, a mi gran amigo Krishnamurti a quien aprecio, pero no le gusta.
Pero les advierto que no lo estoy criticando; lo aprecio muy sinceramente, pero
hay que vaciar la mente, aunque a él no le guste. »
(Estudio gnóstico sobre la materia)
« Es
obvio que Krishnamurti ha hecho una bella labor, y eso no lo podemos negar, pero
falta mucho más por aportar. »
(Entrevista de los hermanos salvadoreños)
« Esto
que les enseño no lo ha enseñado Krishnamurti. »
(La segunda joya del dragón amarillo)
3)
Luego Samael fue más despreciativo hacia Krishnamurti diciendo en otras de sus conferencias:
« El
señor Krishnamurti es un Alma muy antigua; pero realmente y a pesar de que no
tiene, dijéramos, lo que se llama “Ego”, pues él no ha conseguido la
Resurrección, porque le falta algo. Obviamente debe bajar a la Novena Esfera a
trabajar. Y claro que algo tiene que eliminar, que él desconoce. »
(El diablo y Lucifer)
« Krishnamurti
dice: “Yo no quiero secuaces ni seguidores, sino tan sólo imitadores de mi
ejemplo”. Pero a mí eso me parece demasiado egoísta, pues si alguien se
convierte en imitador de Krishnamurti, ya no está haciendo un Esfuerzo Central.
¡No! Ya es un trabajo de imitación. »
(El autoconocimiento del ser)
« En
una ocasión, le hicieron una pregunta a Krishnamurti, y francamente él no la
supo responder (cuando yo si la he contestado inmediatamente). »
(La virtud de la tolerancia)
4)
Y algo que constantemente Samael le estuvo reclamando a Krishnamurti, es que Samael
aseguraba que las técnicas que enseñó Krishnamurti no sirven y que solo fueron
un fiasco:
« Hemos
estudiado muchas veces a Krishnamurti e indubitablemente es maravilloso que él
haga un llamado a las gentes para la disolución del Yo. Pero su técnica, en el
fondo, resulta un fracaso porque se olvida de la Madre Divina Kundalini. »
(La unidad del hombre)
« Un
día de esos tantos, cuando me encontraba en una profunda meditación tratando de
discernir lo que es el proceso de la lujuria, y tratando de comprender lo que
es ese “Yo” (de acuerdo con los sistemas de Krishnamurti y de muchísimos
otros). Para desgracia mía, me sucedió un fenómeno insólito: la concentración
fue demasiado penetrante por lo que abandoné mi cuerpo físico y entré en ese
mundo que llamamos “Astral”.
Entonces
me encontré dentro de una lujosa mansión, acariciando a una dama, amándola,
enamorándola, etc. Exactamente lo contrario de lo que yo estaba buscando hacer,
la antítesis, como si por oposición terca quisiera aquel Yo nefasto,
destrozarme totalmente mi trabajo.
Y
al volver otra vez a mi cuerpo físico, pasado el éxtasis, me sentí defraudado. Entonces
entendí que el sistema de Krishnamurti (a base de pura comprensión), y el de los
otros instructores no servían ya que en la práctica habían fallado. »
(El embotellamiento de la esencia)
« Estaba
grave la cosa... Me sentí muy triste... Apelé al sistema aquél de Krishnamurti,
de “Comprensión Integral y Discernimiento”. El sistema de meditación era
profundo: Trataba de discernir el proceso de la lujuria, el proceso del deseo.
Quería comprender para poder eliminar ese deseo, pero todo eso resultaba
inútil, y después de un día de terrible trabajo sobre mí mismo, volvía a fallar
en las pruebas de la castidad, y por tal motivo sufría espantosamente. »
(La sabiduría de la muerte)
« Bueno,
un día, de esos tantos, estaba acostado en el suelo, en decúbito-dorsal, con la
cabeza hacia el Norte, sumergido en profunda Meditación, con la intención de
poder discernir y comprender el proceso de la lujuria en todos los Niveles de
la Mente (un sistema completamente krishnamurtiano; mezclado con el sistema
aquél terrible también de Monasterio, de llegar hasta azotarme)...
Me
volví flaco y horrible, no tenía relación sexual de ninguna especie, de manera
que la abstención era absoluta. En tales condiciones era como para haber salido
victorioso en todas las pruebas de Castidad; mas todo era inútil...
Acostado
(repito) como estaba, en decúbito-dorsal, con la cabeza hacia el Norte, en
profunda meditación hubo de acaecerme algo insólito (fue terrible aquello). La
concentración se hizo demasiado profunda y entonces abandoné el cuerpo físico.
Y
ya fuera de la forma densa, me vi en un elegante apartamento... No en un
Templo, precisamente, ni en algún Monasterio con viejos clérigos flacos y
ascéticos; nada de eso, sino en un elegante apartamento, adorando a una dama,
abrazándola ardientemente y cincuenta mil cosas por el estilo...
Todo
sucedió en segundos. Cuando regresé al cuerpo físico, me sentí totalmente
defraudado. Y que me dispense el Sr. Krishnamurti, que tenga la bondad de dispensarme,
porque es un Maestro. Yo no estoy en contra de ningún Maestro, pero francamente
me sentí defraudado con su sistema: No me dio resultado. »
(La sabiduría de la muerte)
Samael
le reclama a Krishnamurti no utilizar la kundalini, pero todos los instructores
serios que conozco dicen lo mismo. Todos ellos desaconsejan querer despertar la
kundalini porque eso puede provocar graves daños en la persona, y Samael en su
ignorancia preconizaba lo contrario, mostrando su desconociendo sobre el peligro
que eso puede ocasionar en sus seguidores.
5)
Y al final Samael ya fue muy crítico con Krishnamurti, puesto que en su libro “Voluntad Cristo”, él escribió:
« Krishnamurti,
no fue sino un analfabeto ignorante, que sólo supo ver la voluntad humana, pero
no supo ver la Voluntad-Cristo. Krishnamurti, él despreció a la pobre
prisionera pero no fue capaz de quitarle los grillos dolorosos. Krishnamurti
sólo se quedó estudiando las cárceles de la voluntad, pero no fue capaz de
abrirle las puertas a la pobre prisionera [la kundalini]. »
(Capítulo 2)
Y
también Samael criticó muy fuertemente la enseñanza de Krishnamurti, quien
aseguraba que no se necesitan de autoridades
espirituales, a lo que Samael contestó en su libro “Educación Fundamental”:
« Es estúpido decir que no se necesitan maestros y guías
espirituales. Es absurdo desconocer el principio de autoridad en todo lo
creado. Aquellos que son autosuficientes y orgullosos opinan que los maestros y
guías espirituales no son necesarios, pero deben de reconocer su propia nadidad
y miseria. Deben comprender que necesitan autoridades, maestros, instructores,
etc. »
(Capitulo 3)
CONCLUSIÓN
Samael
mostró mucha ignorancia con respecto a Krishnamurti, primero no investigó con
seriedad lo que sucedió en la Sociedad Teosófica, luego le atributó a Krishnamurti
grados de desarrollo que Krishnamurti no tenía, y finalmente lo desdeñó
injustamente, ya que si bien Krishnamurti solo fue un hombre, indubitablemente
si fue un hombre que alcanzó un cierto grado de iluminación y de sabiduría.
Y
el colmo es que Samael mostró una gran hipocresía, porque frente a sus seguidores
Samael despreciaba a Krishnamurti, pero ocultamente Samael le plagió mucho a Krishnamurti,
ya que conceptos como:
- “la revolución psicológica”
- “morir de instante en
instante”
- “la mente como instrumento del
yo”
- “la barrera de los conceptos para lograr el
despertar”
- “la inutilidad de esforzar la
mente para lograr un resultado”
- etc.
Samael los tomó de la enseñanza de Krishnamurti,
y no solo le copió frases e ideas a Krishnamurti, sino que también le copió
capítulos enteros, y es así que los primeros veinte capítulos de su libro “Educación
Fundamental”, es puro plagio del libro “El Arte de Vivir” de
Krishnamurti.
Y este es un ejemplo más de como
Samael era tremendamente ignorante, hipócrita y plagiador.
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