SAMAEL LE PLAGIÓ A ROGER BACON




Para elaborar su libro “Tratado de Alquimia Sexual”, Samael tomó varios textos del libro “Espejo de Alquimia” del antiguo ocultista y mistico inglés de la Edad Media, Roger Bacon, y a continuación les pongo algunos ejemplos de ello:


BACON
SAMAEL

Ante todo tomad nota que los principios de los metales son el Mercurio y el Azufre. Estos dos principios han dado nacimientos a todos los metales y a todos los minerales, de los que existe un gran número de especies diferentes.


1- Los principios de todos los metales son: la Sal, el Mercurio y el Azufre.

2-El Mercurio solo, o el Azufre, o la Sal sola, no podrían dar origen a los metates, pero unidos dan nacimiento a diversos metales minerales.


Como a los metales no se les puede agregar sino sustancias sacadas de ellos mismos, se deduce que ninguna materia extraña puede servirnos.


6-Empero, como a los metales no se les puede agregar sino sustancias extraídas de ellos mismos, es lógico que ninguna sustancia extraña pueda servirnos, por lo tanto dentro de nosotros mismos tiene que encontrarse la materia prima de la Gran Obra.


Como había prometido, he trabajado hasta el fin nuestra Gran Obra, Magisterio bendito, preparación de los elixires blanco y rojo.


12-Con esta maravillosa sustancia elaboramos el Elixir Rojo y el Elixir Blanco.


Por eso Aristóteles dice en la Luz de las luces, que el Mercurio debe ser cocido en un triple recipiente de vidrio muy duro.


1- Aristóteles dice en “Luz de las Luces”, que el Mercurio debe ser cocido en un triple recipiente de vidrio muy duro.


El recipiente debe ser redondo, con un pequeño cuello.

Ha de ser de vidrio o de una tierra tan resistente como el vidrio, y se le cerrará herméticamente con una tapa y asfalto.

De igual modo el fuego no debe ser aplicado directamente al recipiente que contiene la Materia, sino que hay que colocar dicho vaso en otra vasija cerrada con tanto cuidado como la primera, de tal modo que un calor igual actúe sobre la Materia, por arriba, por abajo, y en todos
los sitios en que sea necesario.


2- El recipiente debe ser redondo, con un pequeño cuello.

4- El recipiente debe encerrarse herméticamente con una tapa, es decir, hay que tapar bien nuestros órganos sexuales para impedir que la materia prima de la Gran Obra se derrame.

5- Nuestro vaso debe ser colocado entre otra vasija cerrada tan herméticamente como la primera, en forma tal, que el calor actúe sobre la materia prima de la Gran Obra, por arriba, por abajo, y por todos lados.


En las minas se observa una temperatura constante; de ello podemos deducir que la montaña que encierra minas perfectamente cerrada con rocas por todos sus lados; porque si el calor pudiese escaparse, no nacerían jamás los metales.


10- En las minas se observa calor siempre constante, las montañas llenas de minas están totalmente cerradas para que no se escape el calor, porque sin el fuego no podrían elaborarse los metales de la Tierra.


Que vuestro fuego sea tranquilo y suave, que se mantenga así todos los días, siempre uniforme, sin debilitarse, si no eso causará gran perjuicio.


12- Al principio "que vuestro  fue go  sea tranquilo y su ave, que se mantenga así todos los días, siempre uniforme, sin debilitarse, sino causará gran perjuicio".


Pero aunque hablemos sin cesar de  fuego moderado, no obstante, queremos decir implícitamente que en el régimen de la Obra hay que aumentarlo poco a poco y por grados hasta el fin.


13 - Sin embargo, poco a poco podéis hermanos, ir intensificando el fuego.


Muele siete veces.


15 - Muele siete veces, hermano mío.


Naturaleza contiene a Naturaleza, Naturaleza se alegra con Naturaleza, Naturaleza domina a Naturaleza y se transforma en las demás Naturalezas.


7- Ciertamente, queridos hermanos,  es muy cierta aquella frase de Rogerio Bacón:

"Naturaleza contiene a Naturaleza, Naturaleza se alegra con Naturaleza, Naturaleza domina a Naturaleza y se transforma en las demás Naturalezas.


Sabed que todos los colores existentes en el Universo o que uno pueda imaginar, aparecen antes de la blancura, sólo después viene la verdadera blancura.


12- Innumerables colores aparecen en nuestra piedra filosofal, antes de resplandecer.


Después de la blancura, ya no puedes engañarte, porque aumentando el fuego llegarás a un color grisáceo.


13- Después de la blancura, ya no puedes engañarte, porque aumentando el fuego, llegarás a un color grisáceo.


No desprecies la ceniza, dice un Filósofo, porque con la ayuda de Dios, se licuará.


14-Esta es la ceniza.


Por fin aparece el Rey, coronado con la diadema roja.


16-Más tarde después de siete, destilaciones de la vasija, aparece el rey coronado con la diadema roja.


Es preciso cocer, cocer y volver a cocer y no cansarse de ello.


54- Hay que cocer, cocer y recocer, y no cansarse de ello.


El elixir rojo pone amarillos hasta el infinito y transforma en oro puro los metales.


4- El Elixir Rojo transforma el plomo en oro, y convierte en amarillo a toda cosa.


El elixir blanco blanquea hasta el infinito y da a los metales a la blancura perfecta.


5-El Elixir Blanco, blanquea los metales dándoles una blancura inmaculada.


Aunque todos los metales son igualmente llevados a la perfección por el Elixir, los que están más próximos a ella se vuelven perfectos más rápidamente, más completamente, más íntimamente que los otros.


6- Aunque todos los metales son llevados a la perfección por el Elixir, no hay duda que los metales más perfectos son los que son llevados más rápidamente a la perfección.


Está fuera de duda que quien ha ejercitado su mente en este Espejo, encontrará por medio de su trabajo la verdadera Materia, y sabrá sobre qué cuerpo conviene hacer a la proyección del Elixir para llegar a la perfección.


9-Lo importante es aprender a proyectar los elixires blanco y rojo sobre los metales, para transmutarlos en oro puro.


Voy entonces a comunicaros un grande y raro secreto: hay que mezclar una parte de Elixir con mil de metal más próximo.


10- La  fórmula  consiste en  mezclar una parte del Elixir con mil del metal más próximo.


Y encerrarlo todo en un recipiente adecuado  la operación, sellar herméticamente y ponerlo en el hornillo para fijarlo.

Primeramente calentad con lentitud, y aumentad gradualmente el fuego  durante tres días hasta una perfecta unión. Es obra de tres días.


11-Se encierra todo el contenido entre el recipiente, y luego se pone en el hornillo para que el fuego, después de tres días, haga una perfecta unión.


Entonces puedes repetir proyectando una parte de este producto sobre mil de metal
próximo, y se efectuará la transmutación.


12-Luego se vuelve a repetir la operación con otro de los metales más próximos, y así poco a poco vamos logrando la transmutación de los metales en oro puro.


Los cuerpos en la Obra se hacen espirituales, y recíprocamente los espíritus se vuelven corporales; el cuerpo fijo se ha vuelto espiritual.


55 - En este trabajo de alquimia, las substancias espirituales se vuelve en corpórea, y las substancias corpóreas se vuelven espirituales.


Cuando hayas encontrado la negrura, -dice a otro filósofo-, sabe que en esa negrura se oculta la blancura, y es preciso que la extraigas.


132- Por ello es que cuando encontramos a la negrura de la piedra, debemos extraerle a la blancura oculta.


Cuando veas aparecer la blancura en la superficie del recipiente -dice un sabio- puedes estar seguro de que bajo la blancura se oculta el rojo; tienes que extraerlo, y para eso cuece hasta que todo esté rojo.




Cuando veáis aparecer la blancura,  no debéis olvidar que entre esa blancura se oculta el rojo que hay que extraer o cociendo y cociendo y  recociendo sin cansarse jamás.







Y este es un ejemplo más de los numerosos plagios que efectuó Samael Aun Weor.













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