A esta pregunta, el
maestro Pastor respondió lo siguiente:
« El primer reflejo que deben
de tener es estar alertas, porque el humano se deja muy fácilmente llevar por
el torrente de la vida, ¿y qué es la vida a nivel terrestre?
La vida es una oleada de
circunstancias que desencadena en el individuo toda una serie de emociones,
reacciones, estados de conciencia, acciones, etc. Y en medio de esa oleada más
o menos caótica de emociones, sentimientos y reacciones positivas o negativas,
el individuo queda frecuentemente atrapado como dentro de una ola que lo sigue
golpeando contra el acantilado.
Imagínense ser un pequeño pez y
estar atrapado en ese gran oleaje de las circunstancias de la vida y ser
golpeado una y otra vez sin cesar como un viejo trapo contra el precipicio de
los acontecimientos. Pues bien, inevitablemente estarán hartos de sufrir.
¿Y cuál va a
ser vuestra reacción?
Ustedes
intentarán huir.
Y van a intentar con todas vuestras
fuerzas tratar de ir contra la corriente para así poder escapar de las rocas.
¿Pero qué es lo
que pasa?
Descubren que no pueden hacerlo
porque la fuerza de la ola es más fuerte que ustedes, y después de un primer
intento fallido, y después de un segundo intento fallido, el pequeño pez se
agota inexorablemente, y finalmente una última ola lo aplasta contra el
acantilado y el pobre pez queda todo destrozado. Y eso es lo que le pasa al ser
humano.
Entonces a ti humano, te pregunto:
¿Cuándo estarás
cansado de ser aplastado contra el acantilado?
Y seguramente me van a decir:
¿Pero cómo hacer para escapar?
Y la respuesta es que es muy simple,
ya que de hecho todo es simple cuando se trata de descubrir las leyes y la
verdad que rigen al Universo, sin embargo todo se vuelve muy complicado cuando
se quedan en frente de esa ola, y al lado del acantilado, y que intentan nadar
contra la corriente.
El papel de la ola es golpear el
acantilado, por lo que no es un pequeño pez que cambiará la vida del océano.
No. Y ni siquiera una gran ballena. Tampoco. Debido a que el océano tiene su
propia vida, tiene sus leyes, su fuerza, su movimiento, y contra ello no hay ningún
ser que pueda confrontarse.
Y el propósito de la vida es
justamente de encallar en la materia, es precisamente de golpear contra la
materia, así como la ola golpea contra el acantilado. Porque el soplo de la
vida viene de esa manera, desciende y como una ola se estrella contra el
acantilado que es la materia.
Entonces, si el pequeño pez no es
consciente de su naturaleza y de la naturaleza misma de la ola, del aliento del
espíritu que lo lleva hacia ese lugar, el pobre pez será torturado, masacrado y
no comprenderá nada. Y así es como el hombre se imagina que es la vida, y que Dios
creó un juego macabro, y que todas las fuerzas del Universo están en contra de
él, y que el océano de la existencia es muy negativo, y que nada es adecuado
para la felicidad y la dicha de su persona.
Pero pensar así
es un error
Porque de hecho, el acantilado es
solo un muro imaginario, se los aseguro. La materia es solo un muro
completamente imaginario, y en realidad ustedes pueden atravesar la materia, así
como ustedes atraviesan un líquido o un gas, y esto es debido porque la materia
no es más que eso: átomos que se pueden dispersar.
Los átomos que forman el agua o el
aire son los mismos que forman la materia densa, la pared, el hormigón armado,
el autobús, el tren o lo que sea.
Entonces,
¿Qué les impide
perforar ese mismo material?
No es un gran secreto alquímico, no,
es simplemente un ojo que no es lo suficientemente consciente de su verdadera
naturaleza, y si ustedes ya tuvieran suficiente control sobre los átomos, entonces
ustedes podrían hacer tan maleable la materia solida como lo es cuando se
encuentra en su estado liquido o gaseoso. Pero me estoy saliendo del tema, así
que vuelvo a mi discurso inicial.
En todas las circunstancias de la
vida y con todos los problemas que tienen lugar en ella.
¿Cómo ser,
sentir y conquistar la paz?
Pues bien, como
dije, en un primer acto, ustedes deben estar atentos y ser observadores.
Por lo tanto, deben analizar la
situación en la que ustedes se encuentran. Y por consiguiente, para conocer la
paz, para conquistarla, es necesario que comiencen a comportarse como un
discípulo. Porque no hay nada que ustedes puedan verdaderamente hacer para
adquirir la paz interior, si primero ustedes no han tomado la decisión de
comportarse como discípulos ante la vida.
¿Quién puede esperar alcanzar la
plenitud del cielo?
Diciéndose a sí mismo:
« Bueno,
voy a practicar un cuarto de hora de acuerdo con las leyes divinas, y luego un
cuarto de hora de acuerdo con las leyes profanas, de acuerdo con las leyes de
mis deseos. »
En ese momento no funcionará, o
funcionará en las mismas proporciones 50/50, pero no más. Por lo tanto y por
encima de todo, ustedes deben de haber tomado la decisión de comportarse como
un discípulo ante la vida.
¿Y qué
significa comportarse como discípulo?
No es muy complicado y tampoco se
requiere de un gran esfuerzo, sacrifico o ascetismo. De hecho ser discípulo es
la cosa más simple del mundo y es simplemente saber sonreír a la vida.
Pero antes de poder sonreír ante un
problema, o frente a la agresividad de los demás, o frente a un obstáculo, o contra
la maldad del mundo, ¿cuánto tiempo y esfuerzo le tomará al ser humano
desencadenar en él la comprensión de que todo eso no es importante?
Ser un discípulo es la cosa más
simple del mundo, no se necesita una receta complicada, ni una técnica sofisticada
que por ejemplo conecte un hilo energético con tal egregor o con tal Maestro, o
con lo que sea. Todas esas cosas necesariamente tienen su uso y hablaré de ello
en otra ocasión, porque también debemos pensar en vuestra alquimia energética.
Pero no confundan la alquimia con el estado de conciencia que ya tienen disponible
para ustedes aquí y ahora.
Ya que si bien el estado vibratorio,
el estado alquímico, no está disponible para ustedes de inmediato. Y ese si
para adquirirlo tienen que hacer grandes esfuerzos y llevar a cabo un cierto
ascetismo que corresponde con vuestro nivel de evolución, con el estado de
vuestros chakras y también con el potencial de desarrollo que tienen
actualmente.
Pero en cambio vuestro estado de
conciencia es algo que ustedes pueden adquirir en cualquier momento, siempre y
cuando hagan el esfuerzo de ser un discípulo, y cuando digo que ser un discipulo
no es más complicado que una sonrisa, es porque es la verdad. Y aunque es algo simple
de lograr, también es algo complicado porque eso significa que el humano tiene
que confrontarse con las muchas ilusionas que se ha creado, con las muchas
barreras que se ha generado, con su egoísmo, con sus debilidades, con sus
deseos de consumismo, con su egolatría, etc.
Pero a pesar de todo ello, él
comienza ha comprender y comienza a sospechar lo que puede ser la tolerancia, lo que puede ser el amor. Porque sin menos que eso, no puede ser un discípulo, ya que un
discípulo que no es tolerante y que no tiene amor, no puede sonreír, no puede
ser un soplo de libertad, y por lo tanto no puede estar en paz en su interior.
¿Por qué?
Porque la paz no existe en una mente
o en un estado mental que es torturado por los obstáculos de la vida, o por la
agresividad de las personas, o por el bloqueo de tal o cual asunto. No es
posible, ya que ese estado mental se parece a la ola intempestiva de la que
acabamos de hablar.
En cambio el estado mental de un
discípulo se encuentra por el contrario muy sereno y es como un espejo muy
liso, es como la superficie de un lago muy tranquilo que hace reflejo con el
cielo.
Pero si el individuo se está todavía
preocupando por mil cosas en todo momento, o si se encuentra atrapado por una
multitud de problemas psicológicos, traumas, complejos e ilusiones. Entonces, y
sin importar lo que yo le diga, él no encontrará ni comprenderá la paz. Sino
que por el contrario, él creerá que la paz es una cruz más que va a tener que llevar.
Y ese hombre me dirá:
« ¡Qué! Pero si yo ya llevo la cruz de mis problemas
y también ya llevo la cruz de mis traumas, y tú quieres que además también lleve
la cruz de la paz y que no diga nada cuando alguien me insulta y que ponga la
otra mejilla cuando alguien me pega. ¡Eso no ni de
chiste! »
Y es que como ese individuo tiene
demasiados problemas que lo crucifican, él creerá que la paz es una nueva crucifixión
y vivirá la paz como si se tratara de un sacrificio adicional en su vida.
Entonces, lo que ustedes necesitan
hacer antes de que les pueda hablar de la paz, es desarraigar de vuestra mente todo
lo que les impide comprender lo que es la paz. Y es por eso que yo no voy a ser el quien
les hable de cosas bonitas para explicarles lo que es la paz, ya que no estoy aquí
para eso. Pero en cambio si quiero ser el que elimine todos vuestros bloqueos y
elimine todas vuestras ilusiones, tonterías y errores.
Y así, una vez que ustedes hayan
eliminando todo eso, yo ya no necesitaré decirles nada debido a que una vez que ustedes
se hayan liberado de todas esas obscuridades, entonces automáticamente cuando
ustedes estén en vuestra casa y cuando se encuentren en un estado de meditación, allí ustedes
tendrán toda la experiencia de lo que es la paz y ya no tendrán que escucharme,
sino simplemente podrán comprenderme y reconocerme.
Entonces,
¿Cómo conquistar
la paz?
Dije que tenían que ser
observadores, pero que para ser observadores, también tienen que adoptar un
cierto estado de discipulado, es decir, liberarse del egoísmo, de la oscuridad,
de las ilusiones, de los arcaísmos, y también desarrollar el discernimiento.
Y una vez que han adquirido ese
estado de discípulo.
¿Qué hacen con
la observación?
Pues bien, tienen que analizar la
situación en la que se encuentran, pero eso no significa que tienen que mirar
todo de una manera fría y analítica, como si se conviertan en un robot
insensible e indiferente. Absolutamente no. Al principio sin duda es necesario
mecanizar un poco el procedimiento para que esa reacción se convierta en un
automatismo de vuestro comportamiento, y así se vuelva parte de vuestra
naturaleza y finalmente ustedes se acostumbren a vivir con ese reflejo.
Pero analizar también es armarse con
el arma del discernimiento y observar lo que es justo, justificado y real en la
situación. Y por consiguiente descubrir si ustedes deben o no investir vuestra
energía en ese asunto, y si tienen el derecho legítimo de estar en pena y dolor,
o si por el contrario la situación es solo una ilusión, un error y que por lo
tanto ustedes deben de retirar la energía que han implicado en ese asunto.
Y la primera acción del discípulo es
justamente esa, es saber distinguir entre las diferentes situaciones, porque de
lo contrario ustedes no sabrán discernir. Y mientras no sepan discernir entre la
ilusión y la realidad, no pueden ser un discípulo y ni siquiera pueden sospechar
de lo que es la paz.
En cambio el discernimiento cuando
permite analizar una situación, otorga pureza a la mente, y debido a esa
pureza, el espíritu está alineado con el alma, el humano está alineado con su
red de energía cósmica, y por consiguiente se vuelve súper activo.
Es decir que en su plano físico, el
individuo se vuelve eficiente, rápido, claro, agudo, preciso, conciso, no se
equivoca o lo hace poco, al menos en comparación con la mayoría de las demás personas,
y de esta manera se dirige en línea recta hacia la iluminación.
Mientras que los otros humanos que
aún no saben discernir, chocan y se tropiezan constantemente con todos los
problemas que surgen. Y después de muchas caídas, golpes y heridas, finalmente
los vemos llegar a la puerta del templo, pero ya están todos muy maltrechos.
Vendajes por aquí, vendajes por allá,
apenas y pueden caminar sosteniéndose con dos muletas, se parecen más a una
momia que a un humano. Y el Padre celestial les pregunta:
"¿Pero a
dónde fuiste mi valiente? ¿Quién te puso
en ese estado?"
Y el pobre tipo ni siquiera puede
explicar por qué se encuentra en ese estado tan lamentable, y él simplemente le
responde a Dios:
« Pero
esta es la vida que me diste. Mira un poco, desde que creaste la tierra y la
encarnación, mira en qué estado terminamos. Si este es el juego que inventaste,
yo quiero retirarme y no regresar más. »
¿Qué quieren
que respondamos a ese tipo de pensamientos?
Aunque es normal que las personas
reaccionen de esa manera, ya que con todos los problemas que les caen en sus
vidas, entendemos que reaccionen de esa manera. Pero para nosotros, lo
importante no son en absoluto sus reflexiones o sus comentarios sobre la vida.
Lo importante es llevarlos hacia una estimación justa de los acontecimientos de la
vida y de los diferentes caminos que ofrece la vida.
Porque lo que los humanos no
comprenden es que ellos son los artífices de su vida, y si ellos no quieren que
su vida se vuelva tan complicada, pues eso depende de ellos mismos. Por lo
tanto elijan su camino.
No hay necesidad que les hable sobre
la paz, la grandeza del alma, la naturaleza de Dios, porque todas esas cosas ustedes
mismos las pueden descubrir por ustedes mismos, si permiten que los guías y los
maestros limpien todo lo que les impide ver con claridad la realidad de la
vida. Y esto comienza con cosas muy sencillas.
Las personas se imaginan que para
recorrer el camino de la espiritualidad, tienen que hacer muchos sacrificios y lidiar
con complejos conceptos muy abstractos, y sobre todo, no aceptar más los
aspectos de vida física.
Pero eso es un
error.
Ya que como lo he dicho mil veces, la
vida es un gran movimiento, la vida es una inmensa rueda que gira, y al girar, ella
ofrece todos los demás movimientos que provienen de ella. Y lo que ustedes necesitan
saber es el ritmo de cada uno de esos movimientos secundarios y también el
ritmo de la rueda principal, es decir, conocer las leyes que rigen a la
creación.
Y cuando ustedes conocen los ritmos
de cada movimiento y cada ciclo, entonces nada es inaccesible para ustedes, ni
siquiera ciencia oculta, ni siquiera las energías cosmicas, ni siquiera el
cielo. Todo les es posible. Pero el problema es que ustedes intentan crear otro
movimiento que es inadecuado dentro del gran movimiento que es la vida, y
entonces así inevitablemente ustedes se desconectarán del gran movimiento y eso los
derrumba.
Y para que me lo comprendan mejor, imaginen
que ustedes están al interior de una gran rueda giratoria, la cual gira a cierta
velocidad. Y por lo tanto, esto implica que ustedes mismos, por encontrarse dentro
de esa rueda, van a moverse al mismo ritmo que ella. Pero el hombre es
complicado y se imagina que dentro de la rueda él puede crear otro ritmo, e ir
si es posible en la dirección opuesta.
¿Y qué sucede?
El hombre no ha hecho ni tres pasos
que ya se tropieza, pero la rueda continúa girando, y ya no es un hombre
de pie quien está dentro de la rueda, sino que es un hombre derrumbando, y este
hombre se siente ser todo golpeado a medida que cae en el interior de la rueda.
Y los hombres a lo largo de su vida,
siempre se imaginan caer en problemas y más problemas, salir de una situación
difícil para solo entrar en una situación aún más difícil, saltar de un
conflicto para caer en otro conflicto, y siempre tienen la impresión de enfrentarse a un abismo
que los hunde. Y tanto es así, que cuando tienen un momento de tranquilidad, ellos se
preguntan:
¿Pero qué me
depara el mañana?
¿En qué agujero
volveré a caer?
¿Llegaré a fin
de mes?
Pero si el hombre se hubiera puesto
de pie y en el centro de la rueda, entonces él se habría dado cuenta de que la
distancia recorrida no era una caída, sino un camino de aprendizaje. Lo que es muy
diferente. Y en ese camino inevitablemente él tendrá pruebas que pasar, ya que
los esfuerzos no se pueden evitar, pero su comprensión de las cosas ya no será
la misma. Y él ya no tendrá la impresión de sufrir problema tras problema,
obstáculo tras obstáculo. Sino que por el contrario, él se enriquecerá con cada
enseñanza que vaya adquiriendo, y esa es la característica de haber alcanzado
el estado de discípulo.
Y por eso cuando tengan un problema,
no se digan en vuestro interior:
"¿Pero qué
desgracia me viene otra vez encima?"
Sino que más bien pregúntense qué
lecciones pueden aprender de esa situación, ya que de eso también se trata
hacer un análisis con discernimiento.
Pero habiéndoles dicho esto, también
les pido que no se vayan al otro extremo y que a partir de ahora se dejen maltratar
por los demás, y que en el nombre del aprendizaje acepten ser pisoteados por todos
los conflictos que surjan.
No
Acuérdense de buscar el camino del
medio, y cuando se encuentren en una situación problemática, pregúntese:
¿Qué haría un maestro
en esta situación, y ante la divinidad que me observa, qué prueba debo dar de
los entendimientos que he adquirido?
En todas las situaciones deben
tratar de reaccionar con dignidad espiritual, y si esta dignidad espiritual aún
no es un reflejo en ustedes, porque los traumas y los complejos que han tenido
los han automatizado para reaccionar de una manera profana. Bueno, por un
tiempo esfuércense por tener ese retroceso, obsérvense y pregúntense:
¿Es esta
situación un tormento ilusorio?
¿Merece mi
sufrimiento?
¿Merece que yo
invierta mi energía en esto?
¿Es que debo
quedarme o debo retirarme?
Y después de ese análisis, pueden investir
vuestra energía en ello si así lo deciden. Pero lo que importa es que hayan
analizado el acontecimiento antes, y no importa si lograron descubrir la verdad
del asunto o no.
Porque necesariamente al principio
no les pediremos que perciban ya la realidad o la ilusión de los eventos,
porque para eso es necesario también tener conocimiento y experiencia, y estas cualidades
no se adquieren inmediatamente, sino que se van desarrollando a medida que
ustedes van estudiando, viviendo y experimentando. Así que no traten de ser ya perfectos,
pero en cambio si entrénense para serlo cada vez más.
Y viendo vuestros esfuerzos, todos
los guías que rodean a la humanidad y que observan cada alma según su capacidad
actual, se harán cargo de vuestro desarrollo de una manera más particular. El
guía que está encargado de ustedes y que no es un guía personal, sino que es quién
está encargado del rayo de energía al que ustedes pertenecen, los observará con
mayor precisión y se dirá a sí mismo:
« Aquí está un humano que intenta
hacer esfuerzos, él trata de elevar su naturaleza inferior y volverla una
naturaleza más superior, por lo tanto es necesario que lo ayude en su labor,
así que enviémosle más intuición, lo que le permitirá discernir mejor. O bien,
pongámoslo en presencia de tal o cual persona que le sea útil, ya que le
enseñará como lidiar con su situación. O llevémoslo a tal lugar para que tenga tal
y tal experiencia, para que adquiera más sabiduría. O bien, pongámoslo en tal
prueba para que se despoje de su ilusión, o de su trauma, o de su complejo
adquirido en la infancia, y para que así pueda liberarse de
todo eso y de esta forma se vuelva cada vez más perfecto. »
Realmente no importa lo que ustedes
son en este momento, porque si trabajan en perfeccionarse, inevitablemente irán
poco a poco teniendo resultados, pero la gente se desespera porque quiere
obtener todo muy rápido y es por eso que se dicen:
« Sí, okey, yo estoy
dispuesto a ser un discípulo, pero tengo tantos problemas psicológicos y muy
pocas personas me aman, y mis hijos no me respetan, y mi pareja no me aprecia, y mi
jefe me humilla frente a mis colegas. »
Y es por eso que antes de tratar de
ser perfectos, primero ustedes deben de buscar ser de nuevos puros como un niño, y
esto es lo que Jesús les recomendó cuando les dijo:
“Vuélvanse simples
como los niños otra vez."
Y volverse
simple como un niño es liberarse de todo lo que les impide conocer la paz.
Miren cómo es un bebé recién nacido.
Él es virgen, todavía no tiene rastros de traumas, su karma aún no ha
descendido sobre él, su carta astrológica en lo que concierne las energías de
su personalidad y de su alma aún no están en juego, porque es en la adolescencia
que todo eso se despierta.
Un niño de hasta diez, doce años, es
tan virgen como puede ser el espíritu de Dios, el niño es abierto, simple, no
siente ninguna falta, no siente maldad ni desprecio por las personas, para él
todo es un juego. No puede concebir que la vida de sus padres y de las demás
personas que lo rodean, no sea una relación de afecto, porque toda su
naturaleza es precisamente amar, y es por eso que él también necesita de
amor y abrazos. Y esa es la naturaleza que ustedes deben de recuperar.
Lo que no significa que ustedes tengan
que volver a ser ingenuos e inocentes. No. Ya que al mismo tiempo que vuelven a
tener el espíritu de un niño, también mantienen la conciencia de un adulto. Y ser
un adulto con el espíritu de un niño, eso es lo que les permitirá convertirse en el
discípulo perfecto, y les permitirá también conocer la paz y todos los demás
atributos del universo y vuestra alma misma.
Porque si vienen con una conciencia
hinchada de problemas, traumas, complejos, insuficiencias, orgullo, egoísmo, ilusiones,
deseos y no sé qué más.
¿Cómo quieren
que vuestra conciencia cargada de todas esas cosas, pueda experimentar un
estado de paz y de dicha?
¡Es imposible!
Por lo tanto, primero limpien todo
eso en vuestro interior, y para todos aquellos que desean participar en el
movimiento que actualmente busca difundir la verdad, preocúpense en primer
lugar por ayudar a sanar a las personas de sus problemas y permitirles salir de
esos problemas, y después ustedes podrán hablarles sobre los aspectos divinos
de su naturaleza, ya que antes de eso, es inútil.
Si ustedes no ponen primero las
ruedas en un automóvil, pueden encender el motor todo lo que quieran, pero el
vehículo no se moverá. En cambio una vez que colocan las cuatro ruedas, el
coche puede fácilmente partir.
Entonces, lo que deben de hacer primero
es solucionar vuestros problemas. Porque hablar de paz o imaginar la paz es
algo vano cuando el hombre está todo cargado de problemas.
¿Cómo quieren
poder ir al cielo en esas condiciones?
Pues bien, primero liberándose de
toda esa carga y luego construyendo vuestras alas.
¿Y cómo se
construyen las alas?
Siguiendo la palabra de los sabios
que les han venido a hablar desde el principio de los tiempos sobre cómo
alcanzar la divinidad.
¿Y qué les han repetido una y otra vez esos guías?
« Ámense,
ayúdense, sean tolerantes, no hagan daño ni hablen mal de las otras personas, no abusen
de los demás ni de la caridad tampoco, sean justos, sean dignos, sepan
discernir, respétense a ustedes mismos y a todo lo que los rodea. »
Y así paulatinamente vuestras alas
irán creciendo sin que ustedes tengan que fabricarlas. Pero ¿cómo quieren
entrar en la vida celestial si no saben llevar ni siquiera adecuadamente
vuestra vida terrenal?
¿Cómo quieren
llegar al cielo si no han podido dominar la tierra?
¡Imposible!
Así que estén conscientes que no
importa lo que ustedes sean actualmente, si son flojos, viciosos, agresivos,
hipócritas, crueles. Les puedo asegurar que no son tan malos como ustedes creen
serlos. Pero no importa todo eso, porque lo importante es la determinación con
la que deciden cambiar. Así que sin importar cual sea vuestros problemas y
vuestros defectos actuales, traten de comprenderlos, superarlos y sublimarlos.
No digo de ocultarlos, suprimirlos y
callarlos, porque eso no funcionará y solo los seguirá nutriendo pero de una
manera silenciosa, y un día finalmente resurgirán y mucho más intensamente que
antes, y eso es lo que causa las neurosis.
Al tratar de enterrar vuestros
problemas, vuestros complejos, vuestros traumas, vuestros defectos. Ustedes
creen que lo han logrado y que lo han solucionado, pero luego cuando menos se
lo esperan, sale el fantasma y ese problema enterrado con el tiempo se ha
vuelto aún más fuerte y entonces sienten que vuestro mundo se desmorona y es ahí cuando ustedes caen
en depresión.
Entonces no deben hacer como lo hacen los
avestruces, esconder la cabeza en el suelo y decirse: "No. No. No quiero ver
el problema, porque si no lo veo, entonces ya no existe."
Sino que por el contrario, tienen
que verlo y analizar el problema o el defecto. Y no digo entrar en un análisis muy
detallado como lo hacen los psicoanalistas. No. Pero si ser conscientes de ello.
Y pocas personas son realmente conscientes de sus problemas.
¿Por qué?
Debido a que solo son un automatismo,
siempre están en reacción. No están tratando de descubrir por qué reaccionan de
esa manera, por qué se sienten lastimados por esa o aquella palabra que les
dijo un amigo. ¿Por qué tuvieron esa sensación en ese momento?
Las personas usualmente no prestan
atención a eso, generalmente lo único que saben es que se sintieron lastimadas y
a partir de ahí ellas continúan sufriendo, pero no hacen el esfuerzo de
entender por qué eso les causa dolor. Y así el amigo se convierte en un enemigo y
se establece el odio.
Entonces para que la vida no se les vuelva un infierno, analicen por qué reaccionan de esa manera a
ciertos eventos, a ciertos pensamientos, bajo ciertas circunstancias. Y no se culpen de ello,
solo obsérvense. Recuerden que deben observarse sin juzgar, y diganse:
« Veamos, ayer
bajo esa circunstancia actué como si me sintiera inferior. Y el otro día, la
presencia de esa persona y sus palabras me lastimaron. Y la semana pasada sentí
que no tenía derecho a la felicidad por ese acontecimiento y sufrí por eso. »
Y no saquen de esas observaciones
ninguna conclusión, como por ejemplo de que ustedes son orgullosos, o que se
encuentran en un estado de inferioridad, o por el contrario que tienen un complejo de
superioridad, etc.
Simplemente tengan en cuenta ese
acontecimiento e intenten liberarse de la reacción que les produjo ese evento, y
con esto quiero decir que la próxima vez que se vuelvan a encontrar nuevamente
en la misma situación, lo que le provocará nuevamente esa reacción que
tuvieron. Acuérdense que eso ya lo experimentaron y simplemente déjenlo ir.
Cuando se encuentren nuevamente en
la misma circunstancia que les provocó un sufrimiento, no traten de pelear
contra ese sentimiento, no traten de silenciarlo tampoco. Pero simplemente
teniendo cuidado de observarlo, esta vez cuando ese sentimiento regrese, ¡suéltenlo
todo!
Dios los mira y los ama tal como ustedes
son. Y lo que importa es el esfuerzo que ustedes hacen, y no el plastrón de
yeso que van a tratar de poner en vuestro interior para ocultar las debilidades
que todavía hay en ustedes. Así que no se obliguen a ser perfectos. Sean ustedes mismos y déjenlo ir. Observen, suelten y déjenlo ir.
Y si sienten que el dolor regresa, que
la sensación de humillación regresa, pues bien, vayan a algún lugar tranquilo, siéntense, cierren
vuestros ojos, vuélvanlo a observar, observen como ese sentimiento trata de
volver a aferrarse en ustedes, y de nuevo sueltenlo y déjenlo ir. Suelten todo. Suelten
vuestros brazos, suelten vuestra mente, suelten el interés que sienten hacia
ese sentimiento y díganse en su interior:
"Gran
Dios, me libero de esto, te lo entrego."
E imaginen que ponen vuestra
humillación, vuestro sufrimiento, vuestro complejo en una hoguera, y que el
fuego desintegra esa vibración. Y así ustedes sacrifican esa energía negativa
en el altar de la elevación espiritual.
Porque si ustedes solo intentan ocultar
esa energía en una esquina pequeña de vuestro subconsciente para que no haga
demasiado ruido, y así piensan deshacerse de ello, eso no funcionará; pero en cambio,
si ustedes lo sueltan, ahí sí funcionará.
¿Por qué?
No porque el impacto psicológico sea
tal que esa vibración sea destruida. Absolutamente no, ya que usualmente les
requerirá de varios intentos de este tipo antes de por fin superar
definitivamente esa reacción, que a veces es mucho más antigua de lo que ustedes
se imagina (o sea que proviene incluso de vidas anteriores).
Pero si ustedes son persistentes,
ese sentimiento terminará por extinguirse debido simplemente porque la realidad
energética es tal que cuando una energía no es más nutrida, muere; al igual que
una planta cuando se deja de regar, termina marchitándose y secándose.
Entonces si sueltan esa energía que
despierta esa emoción, que se manifiesta por tal o tal complejo, o por tal o
tal trauma, o por tal o tal sufrimiento. Si sueltan esa energía, esa emoción,
ese dolor, este ya no tiene más combustible para perpetuarse, y como ya no
puede extraer más energía de vuestro cuerpo astral, o de vuestro sistema
nervioso, o de vuestras glándulas o de vuestra mente, esa emoción terminará
quedándose sola y manteniéndose únicamente con su propia red de energía, y como
esa red es de una energía baja, no tiene muchas reservas, y por lo tanto simplemente
muere.
Lo que les propongo por consiguiente,
no es un ascetismo, no es un esfuerzo para tomar control de vuestro cuerpo
emocional, es simplemente un pequeño truco alquímico, y el cual consiste en que
suelten todo aquello que hace que vuestras vidas sean miserables. Y para lograr
eso, solo tienen que dejarlo ir, y especialmente dejar ir todos esos estúpidos
intereses que tanto acumulan.
Porque si ustedes se aferran a todos
esos intereses triviales que les incita la sociedad, pues bien, ustedes nunca
podrán ver la luz. Pero si los sueltan, entonces tendrán la impresión en los
primeros días de perder toda referencia y de estar yendo hacía ningún lado, y
a veces eso puede dar miedo, pero es el precio a pagar para obtener vuestra
libertad, ya que la libertad también tiene un precio.
Cuando ustedes se fueron de la casa
de vuestros padres.
¿Sabían si iban
a tener una bonita casa?
¿Si iban a
encontrar trabajo?
¿Si iban a
tener comodidad?
¿Si iban a
encontrar una pareja con quien vivir?
No
Todo lo que sabían era que se adentraban
en una gran ola de libertad, con un inmenso deseo de construirse y encontrarse
a ustedes mismos. Y lo mismo sucede con en este impulso espiritual del que les
estoy hablando. Así que dejen ir todo lo que los hunde y trabajen en
perfeccionarse mientras que vuestras alas van creciendo.
Porque mientras que no suelten todo aquello que
los aferra a la tierra, vuestras alas no pueden crecer, debido a que los pies
están demasiado ocupados caminando en el suelo, y toda la energía se dirige
hacia abajo para hacer que su caminata
funcione, en lugar de elevarse hacia arriba para dar luz a vuestras alas.
Si utilizan la energía de vuestra
alma para alimentar vuestros deseos, vuestras pasiones, vuestras penas, vuestros
traumas, vuestras torturas y vuestros sufrimientos. Pues resulta que toda esa energía
no podrán disponerla para construir las alas que los llevarán hacia el cielo.
Y es que no hay treinta y seis
millones de reservas de energía para construir eso, sino que solo hay una y es
la energía de vuestra alma. Entonces cuando solo tiene una red de energía, no
puede desperdiciarla y menos en cosas sin sentido. Así que sean cuidadosos de
invertir esa energía en donde sea apropiado invertirla. Porque de lo contrario no
pueden cumplir con vuestro destino.
Y es así como hay en el mundo miles
de individuos que intentan ser espirituales y fracasan porque a pesar de sus
buenos anhelos, ellos continúan invirtiendo la energía de su alma en cosas
completamente banales, triviales y estúpidas.
¿Quién no ha
sabido de la mujer que llora cuando llega a su casa por la noche, porque un
colega de oficina le dijo que ella era fea, o el hombre que también llora
porque una mujer se burló de él diciéndole que su miembro era muy pequeño?
Y cuanto odio se genera así entre
las personas, y cuantos traumas se desencadenan así generando verdaderos dramas, y todo eso solo porque
los humanos les otorgan importancia a otros individuos que están igual o
todavía menos avanzados y más perdidos que ellos.
Como lo he dicho mil veces antes,
pero se los repito:
¿Por qué les dan
a los otros el poder de dañarles?
¿Por qué le otorgan
ese poder a los demás?
Y así vemos a miles de humanos
sufriendo por lo que otras personas les dicen, otras personas que son aún más
torpes, inmaduras y egoístas que ellos. Pero les aseguro que no importa lo que esas
personas digan.
Ciertamente no es fácil soportar la inmadurez
de los demás, el egoísmo de los demás, la intolerancia de los demás. Es verdad,
lo reconozco, y es hora de que eso cambie.
Pero si existe
esa estupidez, ¿por qué les das el poder a esos individuos para poder
destruirte?
¿Qué locura te
lleva a reaccionar de esa manera?
Recupera tu cordura y dale
ese poder de influenciarte únicamente a aquel que es digno de guiarte. No a los otros. Y a ese
individuo que te quiere humillar y que te dice que eres demasiado pequeño, o que
eres feo, o lo que sea. A ese individuo sonríele y dile:
"¿Y qué?
Así me creó Dios."
¡Y ríe!
Y tu risa será para él un gran
enigma, quizás el más grande de su vida, y se preguntará:
"¿Pero por
qué se rió?"
Y es así que sin aceptarlo, ese
individuo va a recibir una lección de ti, pero él no lo admitirá
porque su orgullo se lo impedirá.
¿Cómo podría
considerar que le enseñe aquel a quien él estaba justamente tratando de
aplastar?
¡Imposible
admitirlo!
Pero no utilicen esta técnica para desencadenar
nuevas ilusiones. No se digan a ustedes mismos:
« Ese
individuo se burló de mí, pero yo tengo discernimiento espiritual y yo tengo
conocimiento, así que sin importar lo que él me diga, yo me reiré porque soy el
más inteligente y el más fuerte. »
No
Ustedes cometen un error si actúan
de esa manera, y un error aún mayor que si solo sufrieran por haber recibido un
insulto, debido que al actuar así es poner un yeso en vuestra conciencia. Lo
que significa que el día en que pierdan la voluntad y el coraje de sonreír,
ustedes se derrumbarán y llorarán aún más por todas las veces en que han sido
humillados, ya que vuestra conciencia y vuestra memoria no habrán borrado esos
traumatismos.
Así que no jueguen una comedia
porque muy rápidamente surgirán los traumas que intentaron ocultar y terminarán
aún más lastimados.
¿Por qué?
Porque la espiritualidad ante todo
es autenticidad, y si vuestro
comportamiento no se alinea con la realidad. Pues entonces la realidad los perforará
y los derrumbará, solo para hacerles encontrar un terreno más real; y no porque
ustedes sean indignos, sino por el contrario para salvarlos, para decirles:
"Ten
cuidado, no sigas en esa dirección porque es hacia la locura hacia donde te diriges si sigues
haciendo eso."
Y luego la energía se da vuelta y
cae sobre ustedes, y destruye todas vuestras ilusiones, haciendo que el pequeño
castillo de fantasía que se habían construido se desmorone. Y todo eso porque buscaron
controlar vuestra reacción de dolor, en vez de soltarla.
Así que sean auténticos con ustedes
mismos, y no se construyan personajes para ocultar vuestras debilidades. En
cambio usen la fuerza y la sinceridad para liberarse de esas debilidades
dejándolas ir y aprendiendo a no apegarse con lo que les dicen las demás
personas.
Tu marido te humilla, tu esposa te
ridiculiza, y lo sufres profundamente, incluso piensas en el suicidio. Te
entiendo, pero antes de llegar a ese punto de desesperación, puedes reaccionar
y dejar ir ese traumatismo de inmediato. No importa si un individuo torpe
quiere humillarte o si él lo ha estado haciendo durante años para hacerte
sentir miserable y divertirse con tu sufrimiento.
¡Deja ir todo!
¿Acaso entras
en el juego de los niños cuando estos quieren abusar?
No
Cuando un niño
quiere saquear la casa con el pretexto que quiere jugar a los vaqueros y a los
indios, u a otro juego, ¿entras en su juego y aceptas esa destrucción?
NO
Le dices al niño, no, y no le
permites que estropee la casa, le dices que puede jugar, pero respetando las
cosas. Pues bien, hagan lo mismo con aquellos que los rodean. No entren en el
juego insalubre de su torpeza, de su ignorancia y de su intolerancia.
Para encontrar vuestra paz y vuestra
libertad, ustedes deben de cortar con todas esas dependencias. Y depender de alguien
no necesariamente significa que necesiten de esa persona para algún propósito.
No. Es también estar sujeto a esa persona, es someterse a ella, y eso también
es una adicción.
Pero para ser libres deben de cortar
con todas esas cadenas que les impiden subir hacia el cielo, ya que al igual que un
globo, mientras que este globo se encuentre atado a la tierra, no puede ascender. Y de la misma manera,
¿Cómo quieren ascender a vuestro estado divino, si ustedes están amarrados a
todos esos sufrimientos y a todas esas ilusiones?
¡Así es imposible!
Incluso si tuvieran la grandeza de
los ángeles, mientras acepten doblar la espalda y sufrir, no podrán extender vuestras
alas.
¿Y qué hacen
los humanos?
El día que se cansan de sufrir, ellos
mismos se ponen a ser agresivos y comienzan a pegar y a hacer lo mismo que ellos habían
recibido. Y es así que las relaciones entre los humanos se convierten en
relaciones de poder, y que cada uno busca controlar, dominar y aplastar al otro.
Pero es un
error actuar así
Cuando alguien frente a ti usa una
fuerza inferior, no uses tú también una fuerza inferior, porque entonces
comenzarán una pelea infernal y ambos se hundirán. Lo que en cambio debes de
hacer es utilizar una fuerza superior que es la de tu alma, la de tu luz, la de
tu discernimiento, y la cual te dirá:
"Este
hombre está tratando de ridiculizarme, pero no voy a jugar su juego, porque no hay
ninguna razón para que yo acepte entrar en su juego."
Ustedes saben cómo ahorrar vuestro
dinero, pero ¿saben cómo ahorrar vuestra energía?
Ustedes revisan cuál es la mejor
caja de ahorros, o monitorean el precio del mercado de valores, pero en la vida
cotidiana con las personas, ¿se preocupan por la inversión que hacen con las
energías de vuestra alma?
No
El único valor que ustedes conocen
es el valor excesivamente material del dinero, del placer, del disfrute, del poder
temporal.
Pero piensen también en salvar las
energías de vuestra alma, y para ello pónganlas en una buena inversión y
les doy la mejor dirección que exista y es la de Dios, es la de los Maestros,
porque allí ustedes encontrarán intereses muy ventajosos, y de hecho son los únicos
que son verdaderamente preciosos en el mundo, porque tan pronto como ustedes
colocan una energía ahí, mil veces más se les regresan hacia ustedes.
Y seguramente ahora me dirán:
“Es muy
interesante, ¡pongo mi energía de inmediato! ¿Pero es realmente mil?"
(Risas en la sala)
¿Y por qué digo
mil?
Debido a que es simplemente la
unidad que usan los Dioses, ellos no están mirando en los rendimientos ya que
son la abundancia misma. Entonces, cuando un ser humano hace un esfuerzo,
cuando intenta de adquirir un mayor control de sí mismo, de volverse
independiente frente a ese juego insalubre del mundo y de los demás.
Automáticamente toda la conciencia
de los guías y de los maestros se enfoca en ese humano y buscan ayudarlo. De la
misma manera como un jardinero se concentra en una flor prometedora que parece
ser capaz de volverse hermosa, y entonces el jardinero le aportar más agua y la
posiciona mejor ante el sol para que así la flor pueda florecer mejor.
Pero si el jardinero ve que por el
contrario, esa flor se opaca, se marchita y cada vez está más averiada, pues
entonces el jardinero intentará salvarla, pero si la planta insiste en deteriorarse
cada vez más, el jardinero terminará por arrancarla.
Así que traten de manejar vuestra
vida como les acabo de decir, y si lo hacen, les garantizo que pronto
experimentarán la paz, que fue precisamente nuestro discurso inicial. Y ahora
que les he aclarado todo esto, puedo contarles un poco sobre lo que es la paz, pero
solo unas pocas palabras.
¿Qué es
entonces la paz?
La paz es un atributo, es la sombra de
un estado de conciencia. No se puede hablar de la paz sin hablar también del
amor, sin hablar también de la tolerancia, sin hablar también de la justicia y del
poder. Y Dios es todo eso y la paz es cuando ustedes están sintonizados con Dios. »
(Conferencia
del 27.07.87)
maravillosa enseñanza me sorprende como pastor sintetiza muchas enseñanzas y filosofías en impresionante
ResponderBorrarMe encanto esta historia, siempre la suerte hay que ayudarla, a lo mejor trébol de la suerte. Saludos
ResponderBorrarExcelente conferencia. Gracias por compartirla Cid. Hay un libro que recomiendo muchisimo, se llama "Dejar Ir" del Dr. David Hawkins. El explica como dejar ir las emociones para alcanzar estados de concienca cada vez mas altos.
ResponderBorrarMuy hermosa conferencia cid, era justo lo que necesitaba leer, que dios te bendiga
ResponderBorrarTe amo Cid muchas muchas gracias Dios te bendiga más y más
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