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ANÁLISIS DEL VIDEO “CONCIENCIA SIN LÍMITES” BASADO EN EL LIBRO DE KEN WILBER


 



Su autor escribió:

Este video puede verse como una experiencia directa de la unidad de la consciencia.

La producción del video ha sido objeto de una intensa investigación, pruebas, ajustes y desarrollo de la idea central, basada en una propuesta del filósofo y pensador norteamericano Ken Wilber en su libro "Sin límites" ("No Boundary" en inglés).

Deja ir cualquier sesgo, abandona cualquier conocimiento previo o creencia limitante: ¡simplemente inténtalo!

Voz, diseño y dirección artística: Gustavo Mokusen.
Banda sonora: Stellardrone.




Crítica de Alsibar

(Alsibar es un investigador que ha estudiado mucho a los guías espirituales y él hizo el siguiente análisis de este video.)

Acabo de ver el video "Conciencia sin límites" por cuarta vez. Sin duda es muy bueno y está bien narrado, pero da la impresión de ser la última piedra en la oscuridad de la cueva de la ilusión.

Lamento decepcionarlos, pero a pesar de las buenas intenciones, las hermosas figuras retóricas, las bellas imágenes, el magnífico sonido y la exquisita narración; en cuanto a contenido no ofrece gran novedad. Es el mismo cliché de tradiciones y gurús, un poco más florido, sin duda. Y quizás ahí resida su mayor peligro.

El vídeo comienza creando una atmósfera de anticipación, afirmando que ofrecerá una experiencia única. Sí, como dije, es un vídeo muy bien producido, y obviamente, en casos como este, la experiencia es bastante diferente.

Pero insisto que ahí reside otra razón para ser prudentes y cautelosos: aunque el vídeo ofrece una experiencia sensorial única, puede crear la ilusión de que lo que se siente al escucharlo  es un pequeño atisbo de despertar. Pero no lo es.


Me explico: a través de los diversos estímulos sensoriales, el vídeo crea una experiencia muy similar a la que se produce en las raves y las fiestas techno. Es exactamente lo mismo: estimulación de los sentidos y nada más. Sin embargo en este caso, con un toque más "noble" para darle un aspecto espiritual.

Pero el contenido está plagado de imprecisiones y confusión, mezclando verdades profundas con afirmaciones dudosas.

Analicemos algunas de ellas:



1. El reconocimiento de la realidad

Este es uno de los mayores errores de los gurús y sus seguidores. Por definición, la Realidad es siempre lo Desconocido; por lo tanto, no puede ser reconocida. ¿Cómo podría serlo si está viva, siempre nueva y en constante renovación?

Lo que se reconoce ya era conocido, y si lo era entonces no es el verdadero Desconocido y por lo tanto no es la Verdad Atemporal.




2. La limitación del lenguaje

El video acierta al hablar de las limitaciones del lenguaje. Pero se equivoca cuando, contrariamente a su propia premisa, se adentra en un terreno donde el lenguaje no puede penetrar, con el riesgo de incurrir en imprecisiones y distorsiones.

Por eso solo se puede actuar dentro de los límites de lo conocido y nunca intentar penetrar en lo desconocido. El lenguaje solo puede señalarlo vagamente.

 


3. La frontera entre el yo y el no-yo

El video habla como si realmente existiera un límite, ya que este sería el "primer límite que trazamos". Poco después, afirma que no hay límite alguno.

De hecho, tanto el "yo", el "no-yo" como los "límites" son conceptuales; todo existe en el ámbito del yo, de lo conocido. En otras palabras, el "no-yo" mismo —como concepto, idea, percepción— es la continuidad del yo.




4. ¿Quién asume el límite primario?

Otro error importante, el video dice: "Si eliminamos este límite primario, todo el edificio se derrumba".

La pregunta es: ¿Quién lo elimina? ¿El mismo yo del que intento liberarme? ¿Quién lo hace?

Y si no hay yo, ¿Quién eliminará el "límite primario" del yo?




5. Si podemos ver a través del límite primario, la unidad no está lejos

De nuevo, planteo la pregunta: ¿Quién mira, para qué y por qué?

Sutilmente el video crea un objetivo, un tiempo, un "devenir", una condición: "si podemos hacerlo...".

Automáticamente el sujeto piensa: "si puedo hacerlo, seré libre".

Se inserta el factor tiempo, el futuro psicológico que es, en sí mismo, la prisión misma de la que el yo intenta liberarse.




6. Entra a la Conciencia de Unidad

¿Pero quién entra? ¿Dónde? No hay lugar, nadie, ni estado al que entrar. Si lo hay, entonces no es Unidad, porque el "yo" estará allí "entrando".

Y si el "yo" está allí entrando conscientemente en la unidad, entonces, por definición, no es unidad, ya que el "yo" y la "unidad" son mutuamente excluyentes.




7. Nos comportamos como si el yo existiera

Exactamente, el vídeo entiende bien este punto, pero no se da cuenta de que él mismo, el autor del texto/vídeo, se está comportando como si el "yo" fuera una realidad, en los diversos puntos que ya he detallado aquí.




8. Cuando vamos en busca del yo primario, no encontraremos ningún rastro

El autor ya revela el final de la investigación. Ya te dice lo que encontrarás: nada.

Sí, eso parece correcto, pero olvidó señalar que todavía hay un "yo" buscándose a sí mismo. Y ese "yo" que busca y se da cuenta de su propia inexistencia sigue siendo la continuación sutil del "yo".

Dicho de otro modo: ¿Quién llega a esta conclusión? ¿Quién se da cuenta de todo este proceso? ¿No es acaso el "límite primario" mismo? Es decir, el "yo autoconsciente". Entonces, ¿sigue ahí o no?




9. Busca el sentido de un yo separado

Analicemos esta afirmación. ¿Quién busca la sensación de un "yo separado"? ¿No es el "yo separado" mismo?

En otras palabras, el "yo separado" se distancia de sí mismo para buscarse. ¿Tiene esto algún sentido?

Obviamente no. El "yo separado" mismo, al buscarse a sí mismo, continúa separándose de sí mismo. Lo cual, de nuevo, es un sinsentido.




10. El observador, la observación y lo observado

En este punto del video, tenemos la impresión de que finalmente surge algo profundo, pero pronto surge la decepción. Dice: "el observador, la observación y lo observado son aspectos del mismo proceso" y que "nunca, en ningún momento, puede encontrarse uno sin los otros".

¿Cómo?

Eso es otra confusión. Krishnamurti dedicó toda su vida a hablar de la ausencia de separación entre el observador y lo observado. En otras palabras, no hay separación porque el observador es una creación de la mente. Eso es todo.

Pero la observación sin la división entre observador y observado existe, por supuesto. Este es un punto clave de las enseñanzas de Krishnamurti. Y personalmente, he comprobado esta verdad por experiencia propia. Por lo tanto sí que encontrarás observación sin el observador.

En este punto del video hay un problema de traducción, y al parecer el traductor lo hizo precisamente porque sería contradictorio y sin sentido.

En el original, dice: "No hay observador, ni lo observado, ni lo observado. Estos son tres aspectos que definen la experiencia de la observación".

Pero esta última parte la tradujo como: "Hay tres aspectos que definen la experiencia de presenciar".

En otras palabras, en el original, dice que solo hay observación.




11. No puedes escuchar al oyente mismo

Claro que puedes, solo haz ruido. Si el oyente está en silencio, obviamente no se le puede oír. ¿Cómo se puede oír algo que no hace ruido?

Entonces la afirmación: "No puedes oír al oyente de sonidos" no es válida. Haz ruido y oirás al oyente. ¿Dónde está el oyente?

Escuchando, por supuesto. De nuevo, el vídeo crea una nueva división: si solo oyes los sonidos, no habrá problema, todo estará bien. Pero cuando te dice que busques al oyente, en ese momento crea la división, crea la separación: oyente y sonido.

En otras palabras, el propio texto crea una nueva separación, un problema donde antes no existía.

 


12. Fusionarse con la totalidad de los sonidos que hay ahí fuera

¿Quién se fusiona? ¿El "yo" que el propio video afirma que no existe? De nuevo, la división, la separación, se crea mediante una supuesta indicación de unidad.

La unidad ya está ahí; no hay un "yo" que se fusione con nada. Así de simple.



13. Cuando escuché la campana solo se oía el sonido

Absolutamente, solo hay escucha, al igual que solo hay observación.

En mi opinión, este breve relato de la iluminación del maestro zen fue lo más destacado del video. Con su estilo sencillo, claro y objetivo, el maestro fue más conciso y preciso que toda la verborrea del video.




14. Nadie ha encontrado jamás un yo separado de la experiencia

Es una afirmación vaga, parcial, y por lo tanto imprudente. Toda la humanidad experimenta el "yo" separado. Y en efecto, es posible encontrarlo; eso es lo que hace el verdadero autoconocimiento: te señala dónde está el "yo" separado para que puedas identificarlo, ver su verdad, y así liberarte de él.




15. No oyes el sonido del trueno, eres el sonido del trueno

Bueno, obviamente oyes. Para eso están los oídos. Pero solo existe la escucha. Como dijo el maestro zen citado por el propio autor: solo hay sonido.

Ahora bien, si el maestro no oyera el sonido de la campana, ¿Cómo podría percibirlo y decir que solo existía el sonido de la campana?

Así que mejor que decir: "Tú eres el sonido", sería decir: "Solo existe la audición del sonido". En otras palabras, la acción, la experiencia sin la entidad separada, sin el oyente.




16. Tu estado actual es de conciencia de unidad

No. El estado actual es de separación. El "Estado de Unidad" puede darse si se percibe, si se vislumbra esta verdad, no como una teoría o un concepto, sino como una experiencia directa.

Pero esto no puede lograrlo el "yo" mismo, porque solo puede actuar dentro de su propio campo de experiencia, es decir, dentro de lo conocido, la fragmentación y la dualidad.




17. No existe alguien que haga algo

Al final, analiza la idea budista de Anatta (no Atman, no yo). Sin embargo hasta que se alcance esta comprensión profunda y transformadora, el "yo" seguirá existiendo como ilusión, como ignorancia, como niebla, como espejismo. Y el individuo solo se liberará de él si percibe y ve esta verdad.

Hasta entonces, no puede simplemente creer que no es un "yo separado". Al contrario, tendrá que ver el funcionamiento de su propio "yo" en acción y cómo su mente crea al observador separado.

Solo entonces, al ver y verificar directamente esta verdad, podrá liberarse verdaderamente de la separación. Hasta entonces, todas estas afirmaciones carecerán de sentido para él, porque el hecho, la verdad para él, es la separación, no la unidad.




18. Cuando abandonamos la idea de un yo aislado

De nuevo la pregunta: ¿Quién se desvincula? ¿El yo, que ya está, por naturaleza, aislado? ¿Separado?




19. ¡Medita, mira dentro!

El video concluye reafirmando los clichés y prácticas milenarias que religiones, tradiciones y gurús han repetido. ¿Quién mira hacia dentro y por qué? ¿Quién medita y por qué?

Estas son preguntas cruciales que todo aquel que anhela la verdad debe plantearse si realmente desea descubrir la verdad sobre sí mismo y las cuestiones planteadas en este artículo y video.




20. Nos identificamos con nuestra mente

¡Ahí lo tienes! Nos identificamos con ideas, creencias y conceptos, como los que se destacan en el video. Por lo tanto, debemos cuestionar lo que el autor llama "Filosofía Perenne", pero que en mi opinión es una distorsión de la misma.

Por lo tanto no te identifiques con nada, ni siquiera con los supuestos conceptos de la filosofía perenne, ni siquiera con los puntos planteados en este texto. Investiga y descubre por ti mismo si es cierto o falso.

Finalmente, quiero decir que la UNIDAD DE LA CONCIENCIA no es consciente de su propia unidad. Si lo fuera, no sería una unidad verdadera, sino otra ilusión.




Nota final

Solo quiero hacer otra observación: a lo largo del video, se citan claramente varios puntos clave de las enseñanzas de Krishnamurti: observador y observado, experimentador y experiencia, pensador y pensamiento, etc. Sin embargo, en ningún momento se menciona su nombre.

¿Por qué?

Cualquiera que esté familiarizado con Alan Watts, la tradición zen o las enseñanzas de Buda seguramente habrá oído hablar de las enseñanzas de Krishnamurti. Lo curioso es que solo se excluyó su nombre del video, no sus ideas ni enseñanzas. Bastante extraño, ¿verdad?


(Fuente: https://alsibar.blogspot.com/2021/11/a-unidade-da-consciencia-e-consciencia.html)






Reflexión de Cid

Yo todavía no investigo este tema, por lo que no estoy capacitado para opinar al respecto, pero les comparto las reflexiones interesantes que encuentro para los que quieran indagar sobre ese asunto.












LA FALASIA DE QUE SE REQUIERE SER MÁS CONSCIENTE




(El siguiente artículo fue escrito por Alsibar quien ha estudiado mucho a los guías espirituales, y el texto original en portugués lo pueden leer en este link.)



El pequeño ejemplo que voy a dar aquí es sólo representativo de un patrón que se ha repetido a lo largo de mi vida en todas las áreas.

Todos los días compro pan en la misma panadería que está a unas seis cuadras de mi casa. A veces, cuando estoy más cansado y es tarde, voy en coche. Pero cuando todavía es temprano me gusta ir a pie. En esta panadería siempre hay   pan fresco y caliente, así que voy allí siempre que puedo.

Hoy fue uno de los días que decidí ir a pie. La primera “casualidad” fue que decidí tomar otra ruta, parando primero en un pequeño supermercado a comprar plátanos. La segunda fue que pensé en un principio en recorrer una calle diferente, pero al final decidí ir por la de siempre hasta cierto punto y desde allí desviar mi ruta para comprar la fruta.

Más adelante tomé un atajo hacia el mercado de plátanos antes de pasar la panadería, cuando doblé la esquina miré a mi izquierda y me llevé un susto.

Por unos momentos estoy completamente confundido, sin entender qué está pasando. De repente, la panadería donde siempre compro el pan —y que todavía estaba a unas cuatro cuadras— estaba justo a mi lado, con su logo, mostrador, dependientes y todo.

En otras palabras, rápidamente concluí que se habían mudado durante el fin de semana a un lugar más cercano a mi casa. Pero lo más “extraño” de todo esto fue que fui exactamente en dirección a la panadería, por una ruta completamente improbable, de forma natural e inconsciente.


Cuando hago un repaso de todos los acontecimientos importantes de mi vida, veo que ocurrieron en momentos de inconsciencia y espontaneidad: la compra del terreno donde viví la mayor parte de mi vida y donde ahora viven mis hermanos y mi madre, diversas relaciones, conocer a personas maravillosas que fueron —y siguen siendo— muy importantes en mi vida, la compra de un apartamento, concursos, trabajos, etc.

Todo llegó de forma natural, no necesité “pensar” en esas cosas, ni ser “consciente” para que me llegaran. Al contrario, llegaron en momentos de completo olvido de sí mismo, de una forma completamente modesta, espontánea e inconsciente.

En otras palabras, ocurrieron cuando no los esperaba, ni practicando nada, ni ninguna técnica, ni ninguna meditación, ni “observando” nada.

De ahí sólo puedo concluir una cosa: la falacia de los defensores de la llamada “conciencia” como canal de conexión con Dios.

No estoy hablando aquí de “tomar conciencia” de un pensamiento, un sentimiento, una creencia errónea, una contradicción, un comportamiento inapropiado, un bloqueo o un trauma, verlo, comprenderlo y luego “dejarlo ir”; eso no es.

Me refiero a lo que “todos” los gurús, líderes, instructores, psicoanalistas, influencers, youtubers, psicólogos, terapeutas, etc. dicen al unísono: "¡SEAN CONSCIENTES!" como si la inconsciencia te separara de la posibilidad de “ascensión y conexión divina”, sea lo que sea que eso signifique.

El episodio de hoy me hizo recordar y reafirmar lo que ya defendí en un capítulo entero de mi libro “Lúmina, un Camino hacia el Despertar”: esta “meditación consciente”, tal como se enseña en los tiempos modernos, refuerza y ​​​​potencia el ego.

Y por lo tanto, cuanto más “consciente” seas, menos probable será que la luz divina penetre en ti con sus intuiciones, sus inspiraciones y sus percepciones.

Eso sucede porque el ego actúa como una especie de barrera que impide el paso de la Luz Divina.

La conciencia es importante como forma de autodescubrimiento y autoconocimiento, pero no puede transformarse en una técnica al servicio del ego.

Viene por si sola, de forma natural, a lo largo del día. De repente nos damos cuenta de que algo anda mal, es contradictorio o inadecuado dentro de nosotros y es esta percepción la que nos hace cambiar de rumbo.

Pero esto no tiene nada que ver con la “práctica de la conciencia” como un acto intencional, constante y continuo resultante de la intención, el esfuerzo y la voluntad. No. En ese caso no es meditación, sino que es simplemente el ego reforzándose a sí mismo y engañándose a sí mismo.






OBSERVACIÓN

Yo todavía no tengo claro este asunto porque algunas de las explicaciones que dan los instructores espirituales me hacen considerar que si es importante ser cada vez más consciente, mientras que otras explicaciones (como por ejemplo esta que dio Alsibar) me hacen considerar lo contrario.










LA TEOSOFÍA Y EL DESARROLLO MENTAL




(John Schofield fue un teósofo estadounidense y en el siguiente artículo él explica como la teosofía sirve en el desarrollo mental.)



"Conocerse a uno mismo" en la medida de lo posible es un deber importante. Un conocimiento más completo de nuestra naturaleza mental nos permitirá cultivar las diferentes facultades de forma más útil y provechosa.

Cuando la luz del intelecto ilumina el camino de la conducta, nos ayuda a purificar y ennoblecer nuestro carácter y a ser útiles a nuestros semejantes. Y como ningún acto casual puede ser moral, esta luz es absolutamente necesaria: debemos saber para poder actuar.

Este conocimiento de nuestra constitución mental no es fácil de alcanzar debido a la maravillosa complejidad de la vida. La antigua psicología combinaba sensaciones simples en percepciones, las percepciones en concepciones, las concepciones en juicios y los juicios en silogismos, construyendo así la vida mental.

Pero descubrimos que la vida es mucho más rica y compleja de lo que enseñaba la antigua ciencia, y ya no podemos seguir el camino de antes. La vida parece estar llena de contradicciones, y sus exigencias a menudo parecen contradictorias.

En el mundo físico, la fricción obstaculiza el movimiento; el movimiento y el reposo parecen opuestos; sin embargo la energía no puede sostenerse sin descanso, y la salud requiere también de reposo.

Lo que es cierto para el mundo físico también lo es para la esfera mental. Existe una tendencia innata a permanecer como estamos, y otra tendencia (igual de fuerte) a cambiar. El profesor James denomina a esto una lucha entre el "genio y la anticuada". Añade que nuestra "educación es un compromiso constante entre los factores conservadores y progresistas".

Se nos exige vivir una vida sencilla, reflexiva y meditativa, y al mismo tiempo se nos exige igualmente vivir una vida intensa, decidiendo con prontitud qué hacer y haciéndolo con entusiasmo, sin perder tiempo en vanas fantasías.

Y cuando recurrimos a la religión, encontramos estas mismas tendencias y exigencias contradictorias.

Por un lado, existe una tendencia a la superstición, a creer en lo mágico y lo sobrenatural, y por el otro lado existe una tendencia hacia el materialismo, a creer solo en lo que los sentidos demuestran.

El racionalismo y el misticismo insisten constantemente en sus afirmaciones aparentemente contradictorias. En la formación del carácter, sentimos el impulso de la entrega, pero con la misma fuerza nos sentimos impulsados haci​​a la autoafirmación.

El espíritu de contentamiento y el deseo de mejorar están siempre en contienda, y como San Pablo nos sentimos dos hombres, uno superior y otro inferior, uno físico y uno espiritual, de modo que a menudo "no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero" (Romanos 7:19).

¿Arroja la Teosofía alguna luz sobre esta constitución y nos ayudará a comprender y controlar estas contradicciones y a hacer de la vida una unidad con un propósito inteligente?

¿Nos brindará alguna ayuda en el control y cultivo de nuestras facultades mentales, y a través de ello, en el desarrollo y perfeccionamiento del carácter?


Veamos, la Teosofía enseña que el verdadero hombre es el pensador, y este pensador (Manas) es inmortal, pero se reviste una y otra vez de personalidades transitorias.

La Voz del Silencio dice:

« Tus sombras viven y se desvanecen; lo que en ti vivirá para siempre, lo que en ti sabe, porque es conocimiento, no es de vida pasajera; es el hombre que fue, que es y que será, para quien la hora nunca sonará. »

La Religión de la Sabiduría enseña que este Ego inmortal, en épocas pasadas se ha ido desarrollando en otros mundos del universo o bajo otras condiciones materiales, y que ahora ha descendido a esta Tierra para encarnar en estos cuerpos humano-animales, con el fin de obtener la sabiduría mediante la interacción con el juego de las pasiones que azotan este plano del Universo.

Al mismo tiempo, puede otorgar a estas entidades inferiores —los elementales humanos— algo de su propia esencia, contribuyendo así a su evolución hacia el plano espiritual.

La Teosofía enseña que la naturaleza inferior del hombre evolucionó lentamente a lo largo de largas eras hasta alcanzar un punto en que el cuaternario se completó y el hombre se convirtió en un ser cuádruple compuesto de un cuerpo físico, un cuerpo astral, prana y kama.

Este era el hombre sin mente del que se habla en la literatura teosófica, un ser todvavía bestial e irracional. Kama o el Deseo lo gobierna, y Kama representa todas las pasiones y emociones de la naturaleza humana, manifestándose en el orgullo, la lujuria, la ira, la envidia, la codicia y una multitud de manifestaciones similares .

Se trata de un principio o estado de conciencia común al mundo animal, pero este hombre sin mente había progresado un poco más que los animales inferiores a él, siendo su cerebro y su sistema nervioso mucho más desarrollados.

Este hombre primitivo era por lo tanto más rico en instintos que los animales, pues el instinto es sabiduría alcanzada a través de las experiencias almacenadas del alma elemental en encarnaciones pasadas; así como la intuición en el plano superior de conciencia en el hombre avanzado es el resultado de la experiencia almacenada en el plano mental del ser.

Se nos dice que hace unos dieciocho millones de años, los Manasaputra (Hijos de la Mente), activaron la mente en estos hombres primitivos.

Mediante esta asociación, una porción de la esencia del Ego Superior entra en contacto con el cerebro y el sistema nervioso del animal. Así como el viento sopla sobre un fuego apagado, lo enciende y arde con fuerza.

Así como un imán en contacto con el hierro no magnético parece impartirle algo de sí mismo, transformándolo en un imán, así también este contacto de Manas con el animal humano parece otorgarle una porción de su propia capacidad de razonamiento y pensamiento. Y el cerebro, antes carente de razón, ahora se enciende y comienza a asemejarse a un centro racional de conciencia.

Pero Manas, al pertenecer a un plano superior del ser, no puede entrar en contacto directo con el cerebro, sino que proyecta una parte de su propia sustancia que se reviste de materia astral, y con la ayuda de la substancia pránica, impregna el cerebro y el sistema nervioso del cuerpo humano.

El rayo de Manas así proyectado se denomina Manas inferior, pues Manas es dual en cada encarnación. A veces se dice que sostiene a Kama con una mano y a su padre (Manas superior) con la otra.

Esta personalidad se denomina a menudo Kama-Manas, pero no se trata de un nuevo principio, sino de la unión del quinto principio (Manas) con el cuarto principio (Kama). 

El cuarto principio aporta los elementos animales y pasionales, mientras que el Manas inferior los racionaliza y añade las facultades intelectuales. Es el Manas inferior el que escucha las voces tanto de arriba como de abajo, y el que se inclina hacia uno o hacia el otro.

Cuando el hombre ya se ha civilizado rara vez se une a Kama, pues se da cuenta claramente que sus deseos provienen de abajo, pero la conexión es muy estrecha, tan estrecha que a veces se identifica con la naturaleza inferior y apasionada, convirtiéndose en un verdadero aliado de ella.

Pero al añadir la luz de la razón, la memoria y la anticipación a los deleites de su naturaleza inferior, Manas inferior dificulta ser dominado por Kama.

A través de esta estrecha compañía, surge una entidad extraña, ilusoria e irreal que carece de un sentido real de lo eterno, sino que habla de la existencia como esta breve vida terrenal. Y esta entidad transitoria es nuestro ser cotidiano.

Pero a medida que Manas inferior reconoce a su padre espiritual y se acerca a él, aumenta su poder para separarse de su compañero inferior, sometiendo así las pasiones y los apetitos y convirtiéndose en el vehículo de la Sabiduría superior.

A medida que Manas inferior conquista a Kama, manifiesta cada vez más su verdadera naturaleza.

H.P. Blavatsky dice:

« Siempre que se desconecta de Kama, se convierte en la guía de las facultades mentales más elevadas, y es el órgano del libre albedrío en el hombre físico. »
(Revista Lucifer de octubre de 1890, p.94)


Ya se ha dicho que Manas inferior dota al cerebro de las facultades mentales. Y si la constitución molecular del cerebro es óptima, los órganos físicos de digestión y asimilación sanos y la sangre limpia, entonces la expresión del alma será clara y fuerte.

Pero si la estructura del cerebro es deficiente, tosca o la sangre está mala, o el cuerpo se encuentra afectado por excesos o una mala vida, entonces la luz del Manas se apagará y el alma no podrá expresarse.

Cuando las ventanas de una linterna están sucias, la luz no brilla con claridad; por lo tanto si el instrumento es deficiente, la expresión del alma también lo será, y si Kama es muy fuerte, gobernará el cerebro en lugar de ser gobernado por Manas.

Esto lo afirma contundentemente H.P. Blavatsky en su artículo sobre el "Humano Genio", en donde ella dice:

« La llama del genio no la enciende ninguna mano antropomórfica, salvo la de su propio espíritu. Es la naturaleza misma de la Entidad Espiritual, de nuestro Ego superior, la que sigue tejiendo nuevas tramas de vida en la red de la reencarnación en el telar del tiempo, desde el principio hasta el fin del gran Ciclo de la Vida.

Esto es lo que se afirma más fuerte que en el hombre promedio a través de su personalidad; de modo que lo que llamamos las manifestaciones del genio en una persona son sólo los esfuerzos más o menos exitosos de ese Ego para afirmarse en el plano externo de su forma objetiva —el hombre de materia— en la vida cotidiana de este último.

Los egos de un Newton, de un Esquilo o de un Shakespeare son la misma esencia y sustancia que los egos de un patán, de un ignorante, de un tonto o incluso de un idiota; y la autoafirmación de su genio depende de la construcción fisiológica y material del hombre físico.

Ningún Ego difiere de otro en su esencia y naturaleza primordiales u originales. Lo que hace de un mortal un gran hombre y de otro una persona vulgar y tonta es, como se dijo, la calidad y composición de la envoltura física, y la idoneidad o inadecuación del cerebro y el cuerpo para transmitir y expresar la luz del verdadero hombre interior

Y esta aptitud o ineptitud es, a su vez, resultado del karma. O para usar otro símil, el hombre físico es el instrumento musical, y el Ego, el artista intérprete.

La potencialidad de la melodía perfecta reside en el primero —el instrumento—, y ninguna habilidad del segundo puede despertar una armonía impecable a partir de un instrumento roto o mal hecho.

Esta armonía depende de la fidelidad de la transmisión, por palabra o por obra, al plano objetivo, del pensamiento divino tácito en lo más profundo de la naturaleza subjetiva o interior del hombre.

El ser humano puede (siguiendo nuestro símil) ser un Stradivarius invaluable, un violín barato y agrietado, o incluso una mediocridad entre ambos, en manos del Paganini que lo infunde. »
(Revista Lucifer de noviembre de 1889)


Blavatsky distingue entre el genio verdadero y el genio artificial: uno nace de la luz del Ego inmortal, mientras que el otro nace de la quimera del intelecto terrestre o puramente humano y del alma animal.

Además ella afirma que este genio artificial es el resultado de la cultura y de la agudeza puramente intelectual. No es la luz directa del Manasaputra, los Hijos de la Sabiduría, pues el verdadero genio, encendido por la llama de nuestra naturaleza superior, o el Ego, no puede morir.

Y añade que el genio artificial, que a menudo se confunde con el verdadero, no es más que el resultado de largos estudios y entrenamiento.

« Nacido del caos de las sensaciones terrestres, de las facultades perceptivas y retentivas, pero de una memoria finita, siempre será esclavo de su cuerpo; y el cuerpo, debido a su inestabilidad y a la tendencia natural de la materia a la confusión, no dejará de conducir incluso al genio más grande, así llamado, de vuelta a su propio elemento primordial que es el caos de nuevo, o el mal, en la tierra. »

La enseñanza es que todo genuino genio verdadero es puro y bueno.

« Contempla en cada manifestación del genio —cuando se combina con la virtud— en el guerrero o el bardo, el gran pintor, artista, estadista u hombre de ciencia, que se eleva por encima de las cabezas del rebaño vulgar, la innegable presencia del exiliado celestial, el Ego divino del que eres carcelero, ¡oh hombre de materia! »

Esta es la verdad, entonces:

« Que el genio no se debe a la casualidad ciega ni a cualidades innatas derivadas de tendencias hereditarias —aunque lo que se conoce como atavismo a menudo puede intensificar estas facultades—, sino a una acumulación de experiencias individuales previas del Ego en su vida y vidas anteriores.

Pues, aunque omnisciente en su esencia y naturaleza, aún requiere la experiencia, a través de sus personalidades, de las cosas terrenales, en el plano objetivo, para aplicarles el fruto de esa omnisciencia abstracta.

Y —añade nuestra filosofía— el cultivo de ciertas aptitudes a lo largo de una larga serie de encarnaciones pasadas debe culminar finalmente en alguna vida, en un florecimiento como genio, en una u otra dirección. »

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A la luz de esta enseñanza, algunas cosas se nos aclaran, y la primera es que para que nuestros esfuerzos de desarrollo mental tengan éxito, debemos obedecer las leyes físicas de la salud y el crecimiento.

Un hombre puede tener un cerebro grande con circunvoluciones profundas y complejas; de hecho, en lo que respecta a los órganos mentales, puede ser un gigante, pero si el hígado y el bazo funcionan de forma imperfecta, de modo que la sangre es mala y tóxica, y la circulación es débil, entonces las manifestaciones mentales serán pobres y erráticas.

Entonces el primer deber de la persona es purificar el cuerpo y restaurar la salud de los órganos físicos.

Y si el cerebro es deficiente, o si no ha sido entrenado, sino que se le ha permitido (por así decirlo) actuar sin control, entonces habrá que aprender a controlarlo y guiarlo, asignándole ciertas tareas que realizar en momentos específicos.

Primero debe atenderse la disciplina. Activar y entrenar cualquier grupo de facultades mentales tendrá un efecto beneficioso en todas las facultades, facilitando así el entrenamiento de cualquiera de ellas.

Pero no olvidemos que entrenar la mente no consiste en atiborrarla de datos, sino en desarrollar sus capacidades, y esto se logrará en gran medida mediante el ejercicio mental.

El ejercicio mental debe ser constante y metódico. Y así como es imposible desarrollar nuestros músculos a fondo si hacemos una hora de ejercicio hoy sin cuidado y esperamos una semana o un mes para repetirlo, el desarrollo de las facultades mentales depende del ejercicio regular y constante.

Los buenos libros son de gran ayuda en muchos sentidos, pero si deseamos leer para fortalecer y desarrollar nuestra capacidad de pensamiento, no debemos optar por la llamada lectura fácil, sino por un libro de un buen autor y lleno de ideas frescas y contundentes.

Tampoco debemos leer rápido, sino leer despacio, concentrándonos y pensando con cuidado y atención. Claro que al principio esto será agotador, pero esta práctica de media hora diaria resultará ser una gran bendición, ya que no solo se adquieren nuevas ideas, sino que también se fortalecen las facultades de pensamiento.

(Observación de Cid: y yo añadiría que también hay que entrenar la mente para que no nos esté llenando de pensamientos sino solo aquellos que nos interesa abordar y cuando nos interese tenerlos.)

La naturaleza nos hace pagar por todo lo que obtenemos, y el desarrollo mental solo se puede obtener con trabajo duro.

Y la ley de la periodicidad es de gran importancia, pues aprendemos por experiencia que al abordar el mismo tema a la misma hora cada día, la mente parece estar preparada para ello, y el trabajo se vuelve mucho más fácil, de modo que lo que al principio era tedioso se convierte en un placer.


Una segunda cosa que nos queda clara es que el esfuerzo para adquirir el desarrollo mental tiene dos vertientes. Si bien la obediencia a las leyes físicas que rigen el cerebro y el cuerpo es necesaria, y el pensamiento preciso es de suma importancia, también existe otra faceta.

El cerebro físico es el vehículo que utiliza el Pensador para expresarse, pues la fuente de todo pensamiento es el Ser inmortal, y solo extraemos lo que ya poseemos.

Mediante el ejercicio y el entrenamiento, el cerebro se vuelve más apto para recibir y manifestar el pensamiento y la voluntad del hombre real.

Nuestra capacidad reside ahí, y debería llenarnos de esperanza y valor recordar que cuanto más perfecto sea el instrumento, mayor será el poder que se manifieste.

La meditación diaria recomendada por la Teosofía nos eleva por encima del torbellino de la vida, nos brinda serenidad y autocontrol, y sensibiliza el cerebro al contacto con el ser humano real.

Esto implica un mayor dinamismo en el trabajo mental y nos muestra que el aspecto espiritual del cultivo mental es tan importante como el físico.

En nuestros esfuerzos por el cultivo mental, no descuidemos la meditación diaria, para que la mente reciba de los planos espirituales una corriente de vida y poder.


(Theosophical Quarterly, enero de 1910, p.279-284)














EL DESARROLLO DE LA MENTE HUMANA SEGÚN EL KYBALIÓN

 
 
Sobre este asunto, el Kybalión comentó lo siguiente:
 
« El plano de la mente humana y sus siete subdivisiones comprende esas manifestaciones de la vida y mentalidad que son comunes al hombre en sus varios grados y divisiones.
 
Y en este punto debemos indicar el hecho de que el hombre común actual ocupa la cuarta subdivisión del plano de la mente humana, y sólo los más inteligentes han cruzado los límites de la quinta subdivisión.
 
Le ha tomado millones de años a la raza para alcanzar este nivel, y le tomará muchos años más a la raza para llegar a la sexta y la séptima subdivisiones, y más allá. Pero debemos recordar que ha habido razas anteriores a las nuestras que han pasado por esas etapas y después más allá de ellas también.
 
Nuestra propia raza es la quinta (con los rezagados de la cuarta) que ha puesto el pie sobre el sendero. Y también hay unas pocas almas avanzadas de nuestra propia raza que han sobrepasado a las masas y que ya han llegado a la sexta y hasta la séptima subdivisión, estando algunas pocas aún más lejos todavía. El hombre de la sexta subdivisión será el superhombre, y el de la séptima subdivisión será el ultra hombre. »
(Capítulo 8)
 
 
 
 
 
OBSERVACIONES
 
Aquí el autor del Kybalión está muy perdido.
 
1. Primero porque el confunde el plano mental con la mente de los humanos.
 
Los instructores teosóficos explicaron que el plano mental es un plano de existencia que se encuentra en el mundo sutil y es a dónde van los humanos entre dos reencarnaciones.
 
Y efectivamente el plano mental está compuesto por siete divisiones, pero esas divisiones no tienen nada que ver con el desarrollo mental que tengan los humanos.
 
Para darles una analogía es como si el autor del Kybalión dijera que mientras más una persona tenga desarrollado su cuerpo físico, ese cuerpo físico va a pertenecer a una de las siete principales divisiones de la materia física (solido, líquido, gaseoso, incandescente, etc.).
 
Lo cual sabemos que es falso, y lo mismo sucede con la asociación errona que hace el autor del Kybalión del desarrollo de la mente con las diferentes subdivisiones del plano mental.
 
 
2. Y también el autor del Kybalión confunde el plano mental con la evolución que van a tener los humanos en el futuro.
 
Los instructores teosóficos explicaron que la humanidad atraviesa por varias etapas de desarrollo a las que ellos denominaron razas raíces y rondas, y que algunos humanos por sus esfuerzos ya se han adelantado a los demás, pero esas etapas no tienen nada que ver con el plano mental.
 
Retomando la analogía que les puse arriba, es como si el autor del Kybalión dijera que los humanos bastante avanzados ya se encuentran en el estado líquido, mientras que los humanos más evolucionados ya se encuentran en el estado gaseoso, y posteriormente van a estar en el estado incandescente, etc.
 
Y como ustedes mismos lo pueden constatar, eso es falso.
 
 
 
 
 
CONCLUSIÓN
 
Y este es un ejemplo más de lo ignorante que era el autor del Kybalión y de lo pésimo que es su libro.