La
Teosofía explica que la muerte física no es una verdadera aniquilación debido a
que los humanos siguen existiendo y solo son sus cuerpos inferiores los que se
extinguen. Pero también hay situaciones en donde el individuo se sumerge tan
profundamente en la maldad, que esa persona termina por ser destruida.
Y
Blavatsky detalló sobre esos casos particulares, pero para que ustedes puedan comprender
mejor lo que ella explicó, les recomiendo que primero lean este otro capítulo
en donde resumo la explicación que dieron los maestros sobre que sucede después
de morir (link).
« Como
corolario de esto y antes de entrar en las enseñanzas todavía más abstrusas,
aún tengo que redimir la promesa que ya les había hecho en mi última carta.
Tengo que ilustrar la terrible doctrina de la aniquilación personal.
Descarten
de su mente todo aquello que hasta ahora habían leído y pensado que comprendieron
en obras tales como el “Buddhismo Esotérico”
del Sr. Sinnett, y de tales hipótesis como la octava esfera y la luna.
Incluso
los detalles que ocasionalmente yo misma he divulgado en las revistas
teosóficas, no expresan toda la verdad, sino solamente ideas generales muy
amplias, cuyos detalles apenas fueron tocados debido a que la verdad conocida
por los Ocultistas y Adeptos de todos los tiempos, no se podía ser divulgada a
la promiscuidad pública.
Y
de ahí que aunque la mayoría de los misterios de la filosofía esotérica yacen un
poco mencionados en mis obras “Isis Develada”
y “La Doctrina Secreta”, yo no tenía
derecho a ampliar dicha información o a corregir los detalles dados por el Sr.
Sinnett.
Pero
ahora ustedes pueden comparar lo que se dice en esos libros con los diagramas y
explicaciones escritas en el manual de Instrucciones que les he enviado, y discernir
por ustedes mismos.
Y
así, el principal y más importante secreto con respecto a esa “segunda muerte”
(la verdadera), la enseñanza esotérica explica que se inicia cuando el alma se
separa de su triada superior, lo cual si no se rectifica, conduce a la terrible
posibilidad de la destrucción de esa alma.
Se
trata de una muerte real (aunque con posibilidades de resurrección) que no
muestra rastros en la persona y que sin embargo la deja moralmente como un
cadáver viviente.
Para
mí es difícil comprender por qué esta enseñanza ha sido preservada hasta ahora
con tanto secreto, cuando pienso que difundiéndola entre la gente (al menos
entre los que creen en la reencarnación) se hubiese podido hacer mucho bien alertándolos
de esa situación. Pero tal era la regla y yo no tenía derecho a cuestionar la
sabiduría de la prohibición.
A
mi esa información me fue dada, pero bajo el juramento de no revelarla al mundo
en general. Pero ahora tengo el permiso para dársela a todos, y es por eso que
se las revelo a ustedes, y luego cuando ustedes la hayan asimilado por completo,
será vuestro deber revelar esta información a los demás.
Y
por consiguiente ahora les voy a detallar lo que sucede con los hombres
desalmados, o sea con aquellos individuos que se han degradado y pervertido
tanto, que se han separado de su alma espiritual, y por consiguiente se han
vuelto seres “sin alma”. Este misterio ahora será explicado.
El
Antakarana que es la conexión que une a la persona con su triada superior ha
sido cortada, y esa persona se convierte a partir de ese momento en una entidad
separada, la cual va a vivir por un período largo o corto (dependiendo de su
karma) como una creatura desalmada, o sea como un individuo que ya no se
encuentra iluminado por su alma espiritual.
Y
esa persona, cuando muera va a inmediatamente volver a reencarnar en la Tierra,
sólo que en una creatura todavía más inferior y aún más abyecta. Un ser humano
sólo en forma, condenado kármicamente a tormentos durante la totalidad de su
nueva vida. Y si persiste en su curso depravado o criminal, va a sufrir una
larga serie de tales reencarnaciones inmediatas.
Y
aquí se presentan dos preguntas:
1.
¿Qué le ocurre al Ego Superior en esos casos?
2.
¿Qué clase de monstruo es un humano que nace sin alma?
Pues
bien, en respuesta a la primera pregunta, yo os digo que el Ego Divino hace una
de estas dos cosas:
A) O bien reanuda de inmediato bajo sus
propios impulsos kármicos una nueva serie de encarnaciones.
B) O bien busca y encuentra refugio en el “seno
de la Madre”, Âlaya, el Alma Universal, de la cual el aspecto Manvantárico es Mahat.
Y así liberándose de las impresiones de la vida de la personalidad, se funde en
una especie de interludio del Nirvana, en donde no puede haber otra cosa que el
eterno presente, absorbiendo de esta manera el pasado y el futuro.
Y
privado así de su “labriego”, el campo y la cosecha de la última parte de su
desarrollo evolutivo se pierden, y en la infinitud de su pensamiento, como es
natural, no conserva ningún recuerdo de la finita y efímera existencia que había
sido en su última personalidad.
En
cuanto al futuro de la personalidad sin alma, éste es más trágico, y aún más
terrible para la humanidad que para esa misma entidad.
A
veces sucede (y esto es en los casos más ligeros) que después de la muerte, la
personalidad desalmada, ahora convertida en un ser sumamente bestial, se agote
y se desvanezca en el Kama-Loka, al igual como sucede con todos los demás
elementarios
Pero
dado que mientras más material y asidua haya sido la mente humana, también más perdura
durante esa etapa intermedia que se produce en el Kama-Loka, y por lo tanto es
frecuente que esa entidad desalmada vuelva a reencarnar una y otra vez en
nuevas personalidades, cada una más abyecta que la anterior, hasta que por fin
se haya desgatado y termine por desintegrarse.
Y
esto se debe porque el impulso de la vida animal es demasiado grande y no puede
agotarse en una o dos vidas solamente.
Y
es así como nos encontramos con dos tipos de seres sin alma en la tierra:
- aquellos que han
perdido su Ego superior en la encarnación presente,
- y aquellos que ya nacen
sin alma, debido a que ya se habían separado de su alma espiritual en una
encarnación anterior.
Los
primeros son candidatos para el Avîchi (el infierno), mientras que los segundos
se han vuelto verdaderos “demonios”, ya sea dentro o fuera de sus cuerpos, y ya
sea que se encuentren encarnados en el plano físico, o que se encuentren desencarnados
rondando como vampiros invisibles.
Y
en estos hombres, la astucia se desarrolla en un grado enorme, y nadie, excepto
aquellos que están familiarizados con la doctrina oculta sospechan que ellos no
tienen alma, porque ni la Religión ni la Ciencia tienen la más mínima sospecha
de que tales hechos existen realmente en la naturaleza.
Sin
embargo, mientras que la personalidad desalmada se encuentre en el cuerpo que perdió
a su Ser Superior (debido a sus vicios o por sus maldades) todavía hay
esperanza y la persona puede ser redimida si da un giro sobre su naturaleza material,
ya sea por un intenso sentimiento de arrepentimiento, o aún mejor, por un
esfuerzo activo para enmendar su conducta; entonces ella puede traer de vuelta
a su Ego Superior.
Y
esto es posible porque el hilo de la conexión no está completamente roto,
aunque el Ego se encuentre ahora más allá del alcance efectivo, debido a que el
Antaskarana está cortado y la entidad personal ya tiene un pie en el Myalba (el
infierno que se vive en la Tierra).
En
“Isis Develada” hay una declaración
sobre este tema. Se dice que esta terrible muerte puede evitarse a veces « por
el conocimiento del NOMBRE misterioso, es decir “la PALABRA”. »
Y
si leen la última nota que se encuentra en la página 368 del volumen II, ustedes
verán que incluso los egiptólogos profanos y hombres como Bunsen, que eran
ignorantes sobre la Iniciación, quedaron sorprendidos por sus propios
descubrimientos cuando se encontraron con la “Palabra” que se menciona en los
papiros antiguos.
¿Qué es esta
“Palabra”?
Todos
ustedes ya saben que no es una Palabra, sino un Sonido. Y su potencia radica en
el ritmo o el acento.
Y
esto significa simplemente que incluso una mala persona puede, mediante un
estudio de la Ciencia Sagrada, ser redimida y detener el camino que la está
llevando hacia su destrucción. »
(Esto
se publicó originalmente en las Instrucciones III de la Sección Esotérica, y
posteriormente en los Collected Writings 12, p.622-638)
Observación:
y Blavatsky también precisó que no todas esas entidades desalmadas terminan por
desintegrarse, sino que también existen casos en donde algunas de esas entidades se
transforman en lo que los ocultistas llaman “el Morador del Umbral”, y en el
capítulo anterior a éste les puse la explicación que ella dio al respecto.