EN NUEVA YORK
El periódico The World del 12 de septiembre de 1886, señaló que Blavatsky habría materializado dinero en frente del editor de su obra "Isis Develada":
« Un día, el señor J. W. Bouton, su editor, la llamó [por 1877] y creyendo por algo que se decía que la autora necesitaba dinero, delicadamente se ofreció a adelantar una suma por el libro.
- "¡Dinero!" —exclamó Madame Blavatsky riendo— "nunca me preocupa el dinero. No trabajo ni hilo para cubrir mis necesidades materiales, y aun así siempre tengo lo necesario. Ahora que lo pienso, tengo varias facturas que pagar. ¿Podrías mirar si hay algo de dinero en el cajón de arriba de mi escritorio mientras le sirvo el té?"
El Sr. Bouton abrió el cajón indicado que estaba en un escritorio al otro extremo de la habitación. El cajón estaba completamente vacío, el Sr. Bouton se aseguró de ello y cerrando el cajón, declaró el hecho.
- "Ah" —dijo la señora con indiferencia— "quiero 500 dólares, abra el cajón por favor."
El Sr. Bouton así lo hizo y retrocedió asombrado. Donde apenas un instante antes había vacío, cinco billetes de cien dólares, nuevos y en buen estado, se encontraron con su mirada atónita.
- "Esa es mi bolsa de fortuna" —explicó la bella rusa, entregándole una taza de té a su visitante y recibiendo el dinero de sus manos— "siempre que necesito dinero, lo tengo ahí, a mano, de forma cómoda y segura."
»
(p.13)
EN LONDRES
El Dr. Archibald Keightley fue uno de los principales colaboradores de Blavatsky cuando ella residió en Londres de 1887 a 1891, y en sus recuerdos él relató como ella materializó un billete de cinco libras:
« Fue por esa época que un día la Sra. Blavatsky mostró gran preocupación por los asuntos del editor de una de las revistas que se publicaban entonces.
Él la había visitado tiempo antes y posteriormente había fundado la revista. Tuvo un éxito considerable, pero naturalmente también tropezó con dificultades.
Un día al entrar en su habitación, encontré a la Sra. Blavatsky comentando con los demás presentes, con gran compasión, las dificultades del editor. Si mal no recuerdo, había sacrificado gran parte de su posición y sus medios de vida para publicar la revista, y como consecuencia de la publicación del número reciente, se encontraba en una situación de escasez de alimentos.
La discusión continuó y la Sra. Blavatsky guardó un profundo silencio. Finalmente exclamó: "Bueno, lo tendré", y se volvió hacia mí preguntándome si tenía un billete de 5 libras.
Le respondí que no pero que podía pedir uno sin problema. Entonces recordé que acababa de enviar uno por carta y fui a ver si la carta seguía en casa. Descubrí que la carta aún no había sido enviada, y abriendo el sobre le llevé el billete a HPB.
Me dio las gracias y dijo que solo lo quería por unos momentos. Se lo ofrecí, pero me pidió que lo guardara y lo doblara bien, lo cual hice.
Luego me pidió su cesta de tabaco y al entregársela, me pidió que metiera el billete enrollado dentro. Lo metí, pero me dijo que lo metiera bien entre el tabaco. Después de hacer eso, dejé la cesta en el brazo de su sillón, al fondo.
Ella apoyó la mano en la cesta y aparentemente se sumió en un profundo estudio, mientras los demás seguíamos hablando, pero yo la observaba atentamente.
Al cabo de un minuto aproximadamente, me dijo con un suspiro:
- "Ábrela y toma tu billete".
Así que tomé la cesta, la abrí y tomé el billete, que desdoblé, pero al hacerlo encontré un segundo billete con un número diferente enrollado dentro.
El segundo billete fue enviado al editor y espero que haya sido tan eficaz para aliviar sus problemas.
Después le pregunté por qué necesitaba del billete, si fácilmente podría haberlo producido el segundo billete. Ella me respondió:
- "Ahí está tu error, tuve que pedirle a mi amigo que desintegrara el billete, mientras que a mí me resultaba más fácil tener un molde para verter las partículas de materia desintegradas y no requería una imagen astral tan precisa."
Le pregunté entonces por qué y cómo podía conseguir esos billetes, y me dieron a entender que en ciertas circunstancias de mérito, tenía derecho a recurrir a ciertos fondos y centros a cargo de sus amigos ocultistas para que les ayudaran.
El billete que había aparecido tenía un número y una serie completamente diferentes al que le di y no era en ningún sentido una reduplicación: eso habría sido deshonesto, y por lo tanto inadmisible para HPB. »
(The Theosophical Quarterly, octubre de 1910, p.109-122)
OBSERVACIONES
Pienso que si es posible que Blavatsky haya efectuado esas materializaciones de dinero (aunque probablemente ese periódico exageró ese relato) debido a que existen numerosos testimonios de personas que vieron a Blavatsky materializar cosas, y mi investigación me ha llevado a concluir que probablemente ella si alcanzó el nivel de desarrollo que se requiere para poder producir ese fenómeno ocultista.
Pero también desconcierta que Blavatsky no haya utilizado ese poder en varias ocasiones en donde ella se encontró con problemas monetarios.
Por ejemplo en 1859 cuando ella regresó a su tierra natal después de haber viajado por el mundo durante diez años, o en 1873 cuando ella llegó a Nueva York. En esas ocasiones Blavatsky tuvo que hacer diversos trabajos humildes para subsistir.
Yo pienso que puede que eso se deba porque en esas ocasiones Blavatsky no había todavía adquirido esa facultad de materializar dinero debido a que las primeras materializaciones que se conocen las efectuó por 1875 frente a Olcott.
Pero además los adeptos no pueden abusar de esa técnica como lo indicó el maestro Kuthumi:
- "Nuestras leyes y restricciones con respecto al dinero o a cualquier operación financiera, ya sea dentro o fuera de nuestra Asociación, son extremadamente severas e incluso inexorables en algunos puntos." (CM 25, p.202)
Y Blavatsky respetó esa regla puesto que la mayor parte de su vida ella vivió, primero gracias a la ayuda económica que le aportó su padre, y después como escritora.
No lo sé Rick, parece falso.
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