EL DEVACHAN EXPLICADO POR BANDUSIA WAKEFIELD





Bandusia Wakefield fue una colaboradora de William Judge, y sobre el Devachan ella escribió lo siguiente:


« Devachan literalmente significa “la tierra de los dioses”, y probablemente se llame así porque solamente el ser humano en su naturaleza más elevada puede ascender a ese estado. Y el Devachan corresponde en algunos aspectos con lo que los cristianos llaman “el Cielo”, siendo un estado de felicidad que se experimenta después de la muerte.

(Nota de Cid: en realidad al Devachan se le llama así por que es la primera región del Mundo divino, mientras que los planos inferiores corresponden a la creación.)


Y la pregunta que probablemente surgirá de inmediato será:

¿Cómo sabes algo al respecto, o que existe tal estado?

Y aunque el propósito de este artículo solo consiste en resumir lo que enseña la literatura teosófica con respecto a ese estado, también puede ser bueno dar algunas de las razones por las cuales se puede creer en su existencia.


1) Primero, el alma misma siendo la forma más alta y más valiosa que conocemos, seguramente no sería borrada de la existencia, incluso cuando se sabe que su envoltura física fallece. De hecho, ninguna esencia puede ser destruida, aunque si puede cambiar su forma.

En todas partes de la naturaleza vemos que los períodos de actividad se alternan con los periodos de descanso. Y esto lo percibimos tanto en los humanos como en las formas más sencillas de vida que hay en la Tierra, y que no son más que copias de las expresiones mayores que hay en el Universo.

La naturaleza conserva su energía tanto manteniéndose en un plan de progreso como en cualquier otra forma, y hay razones para considerar que también lo hace el alma humana, y que los estados objetivos y materiales se alternan con los estados subjetivos y espirituales.


2) Luego hay un testimonio directo concerniendo estos estados subjetivos de conciencia de un orden superior, ya que hay personas que los han llegado a experimentar bajo ciertas condiciones, incluso durante su vida terrestre.

Por ejemplo, un anestésico que paraliza los principios inferiores puede dejar la conciencia completamente despierta a los planos superiores, y la experiencia que narran aquellas personas que lo han experimentado, frecuentemente es de haber sentido una inmensa felicidad, dando así una idea de lo que puede experimentar el alma en los planos espirituales del Devachan.

Y a veces, un tipo elevado de sueño en donde todos los principios inferiores se encuentran inactivos produce el mismo efecto, y en otras ocasiones la misma experiencia ocurre bajo algunas condiciones de trance.

Por ejemplo, en los informes sobre investigación psíquica (parte 25), el profesor Ramsay habla acerca del estado subjetivo en el que entra cuando él se anestesia parcialmente. Él dice que la tendencia de su mente cuando no está bajo esta influencia es la del escepticismo científico. Pero bajo la influencia de un anestésico, todas las dudas se desvanecen.

« Es como si el velo que oculta el origen de dónde venimos, lo que somos y lo que será de nosotros, se desgarrara repentinamente; y como si una vislumbre de lo Absoluto estallara ante mi mente.

Y una impresión abrumadora me indicó que el estado en el que yo me encontraba en ese momento era la realidad, y que ahora había alcanzado la verdadera solución al enigma del Universo y que todos los objetos externos no hacían más que reflejar el espejo eterno de mi espíritu.

Había en esa experiencia, una concepción vívida de la naturaleza fundamental del Universo y un conocimiento inmediato de nuestra eternidad, pero al cesar la anestesia y volver a mi estado de sensación corporal, volví a estar en un plano mental ordinario. »


Y esta es la experiencia común, salvo que el recuerdo de la misma suele ser menos vívida, y siendo a menudo solo una impresión de haber atravesado por una experiencia trascendental.

(Nota de Cid: los escépticos argumentan que estas experiencias se producen por medio de substancias que alteran el funcionamiento del cerebro. Lo cual también es cierto. Pero si ellos tuvieran desarrollada su clarividencia, entonces constatarían que también estas experiencias se producen porque el alma humana en esos momentos vive modificaciones en su estado de conciencia.)

La gente común tiene éste tipo de experiencias, pero hay humanos que ya han evolucionado tanto; mucho más allá que la gente común, que esos humanos pueden de manera voluntaria ascender su conciencia a los planos sup en esos planos.

Y por lo tanto, estos individuos saben lo que es la vida en esos estados superiores de existencia, y el presente documento está escrito en base a sus enseñanzas, y si lo que ellos dicen parece razonable y encaja con los hechos que conocemos, entonces sin duda merece una consideración respetuosa.

Y lo que ellos dicen es que el Devachan es un estado de reposo. No es el cese de toda actividad, sino solo de las actividades inferiores, mientras que las actividades superiores, ahí están mucho más realzadas. Y lo que pertenece solo al cuerpo físico, por supuesto, se queda con ese cuerpo, cuando la persona fallece.

En cambio, el odio, la envidia, los celos y todos los deseos inferiores (todos los productores de dolor) quedan latentes en el Kama-Loka; mientras que todos los deseos y sentimientos puros y desinteresados ​​y todas las actividades más nobles de la mente (todos los productores de felicidad) siendo espirituales en su naturaleza, continúan sin impedimentos ni obstáculos hacia el Devachan.

Y en ese estado elevado, cualesquiera que sean las fuerzas que esa persona puso en movimiento durante su vida terrestre, ahora pasarán a una expansión total y libre. Y por ejemplo, toda búsqueda noble o abstracta, como es la poesía, la música, el arte, la filosofía, etc., puede llevarse a cabo y progresar en el Devachan.

El amor puro y desinteresado aquí se fortalece, y sus vibraciones llegan hasta la Tierra. Pero Devachan no es una condición de espiritualidad puramente abstracta, sino que sobre todo es de espiritualidad personal. Es una continuación idealizada de todo lo mejor que el humano desarrolló durante su encarnación, y también una realización de las aspiraciones no cumplidas. En resumen, es un estado subjetivo de felicidad inmensa.

Los aspectos espirituales de los deseos y la mente inferior se unen con la tríada superior, y les da color a la entidad devachanica. Y dependiendo de su debilidad o fortaleza, así será la pobreza o riqueza de su experiencia en el Devachan para cualquier Ego; pero para todos, Devachan tendrá toda la grandeza, la variedad y la felicidad que esa alma sea capaz de experimentar.

Hay tantos grados en ese estado, como Egos desarrollados de manera diferente. Y en ningún otro tipo de cielo que el que cada alma hace para sí mismo, éste podría ser el caso.





La realidad y la ilusión en la Tierra y en el Devachan

Sabemos que en la Tierra, el mismo escenario y el mismo entorno tienen efectos muy diferentes sobre las diferentes personas, ya que son experimentados de maneras muy diferentes. Por ejemplo, uno puede estar fascinado con la belleza de un paisaje, mientras que otro solo ve en ese paisaje el lucro que puede conseguir explotando económicamente los bosques y las montañas.

Para algunos, ciertas melodías son agradables, mientras que para otros son solamente ruido molesto; para algunos, ciertas vibraciones son una hermosa armonía de luz y sombra, color y forma, que agita las profundidades de su alma, mientras que para otros, las mismas vibraciones son meras manchas de color que no tocan un acorde más profundo que el sentido externo. Pero incluso el sentido del color es una interpretación de la mente, porque todo lo que viene de afuera es vibración.

Y así, las apariencias de esta Tierra, que consideramos tan reales, no son más que las interpretaciones que hace la mente del gran mundo de vibraciones que se derrama sobre ella; y esta mente continúa con ese procedimiento en un plano superior después de morir, y sigue interpretando las vibraciones que le llegan, pero en el Devachan solamente le llega aquello que más le emocionó durante su vida en la Tierra.


Devachan es un estado subjetivo comparado con la vida en el plano físico, pero tiene muchos grados de subjetividad; y al ser un estado espiritual, las ideas de espacio y tiempo tal como las conocemos en el plano físico no son aplicables allá. Sin embargo, todo en ese plano tiene tanta realidad y objetividad para la conciencia que lo experimenta, como las apariencias de la Tierra lo tienen para aquel que se encuentra encarnado en el planeta. El Devachan es un estado natural en el que el alma se encuentra liberada de las limitaciones de sus principios inferiores.

Las energías psíquicas y espirituales que se generan durante la vida terrestre se llevan a cabo solo parcialmente en la Tierra, debido a las limitaciones materiales (por ejemplo alguien que quiere ser un gran artista pero que sus condiciones materiales se lo impiden), y al eliminar estas barreras en el Devachan, entonces estas energías entran en funcionamiento sin obstáculos.

Tienen su ascenso, expansión, declive y agotamiento en el estado devachanico, y cuando estas energías se agotan, entonces el deseo por obtener más experiencias impulsa al Ego a querer volver a renacer en el plano físico.

En términos generales, el tiempo que un Ego permanece en el Devachan depende de la cantidad y la fuerza de estas energías psíquicas y espirituales. Y así un Ego cuya vida anterior ha estado envuelta casi por completo por puros intereses materiales, tendrá un Devachan corto; mientras que un Ego cuya vida ha si absorbida por intereses espirituales tendrá un Devachan largo. Y se dice que la duración promedio es de unos 1500 años.

Sin embargo, hay casos excepcionales de Egos avanzados que son ayudados por los Adeptos para que salgan de ese estado antes del vencimiento natural de su tiempo, y esto con el fin de acelerar su desarrollo y que participen en ayudar a la humanidad. Y solo los Egos avanzados son lo suficientemente fuertes para soportar este procedimiento.

(Yo sospecho que este fue el caso de Blavatsky, aunque si le dejó algunas secuelas el haber accelerado su proceso iniciático.)

Devachan no solamente es un estado de reposo entre las reencarnaciones, sino que es esencial para el desarrollo, ya que el alma necesita del descanso que trae este estado devachánico, pero también necesita revisar, estimar y asimilar correctamente las experiencias superiores que obtuvo durante su vida terrestre, y de esta manera proseguir su avance en las líneas ya iniciadas.

Y Devachan suministra todo eso, refresca y fortalece al alma en el lado espiritual para que esta se encuentre mejor preparada para su próxima lucha en la Tierra, y también le proporciona un descanso necesario después de la tensión de la vida terrestre, el cual es tan necesario para la gran vida del alma como el sueño lo es para la corta vida del cuerpo.

Y como instrumento de justicia para el Ego, Devachan también es esencial, debido a que es imposible durante la vida terrestre, cosechar los efectos de todos los buenos pensamientos y acciones y las altas aspiraciones que produjo el alma, y ​​este segundo estado del alma que es el Devachan, también sirve para la cosecha de todos esos efectos. Y aquí también se generan fuerzas que tienen sus efectos en el período de la encarnación, fortaleciendo el aspecto espiritual de la persona para su próxima vida terrestre.

Por consiguiente, a través de todos estos aspectos, vemos un propósito en Devachan, y es de ayudar en la evolución del alma al proporcionarle una oportunidad para el ajuste de todos los efectos kármicos no ajustables en la vida terrestre.


En estos intervalos devachánicos entre las vidas terrestres, tenemos un contacto más cercano con la Realidad y estamos más cerca del plano donde todos los seres están en unidad; pero tenemos que aprender a sentir esta unidad también en el plano físico que es donde se encuentra la mayor aparente separación, por lo que volvemos una y otra vez a la vida terrestre, con sus conflictos de intereses personales, para cumplir con esa tarea.

Y en la medida en que la experiencia en el Devachan se aleje de la Realidad, en esa medida el Devachan es una ilusión; pero es mucho menos una ilusión que el plano físico, que aún se encuentra más alejado de la Verdad eterna e inmutable.

De hecho, cuanto más se aleja cualquier plano de la Realidad Única, más ilusorio se vuelve y más transitorio es todo lo que le pertenece. Entonces, la vida objetiva en este plano físico, que estamos acostumbrados a ver como tan real, no es más que una ilusión pasajera en comparación con la vida más espiritual y permanente que experimentamos en el Devachan.

Cuanto más densos son los velos de la materia, más se oculta la Realidad. Y como todavía hay velos en el Devachan, todavía hay ilusión allí también, pero estos velos son más delgados que los que hay en el plano físico. Y el uso de la palabra "sueño" para describir el estado subjetivo que se experimenta en el Devachan, ha llevado a muchos a malinterpretarlo considerando que solo es una simple ilusión.


El sueño ha sido considerado en Occidente como algo puramente imaginario, mientras que el sueño en el Devachan tiene más realidad que la vida en la Tierra. Y esto se debe porque el alma se encuentra en su propio plano de existencia, y por lo tanto lo que ella experimenta ahí es mucho más perdurable y trascendente que lo que ella experimenta en la Tierra.

Por ejemplo, en el Devachan el alma ve a sus seres queridos, tanto a aquellos que ya han fallecido como a aquellos que todavía se encuentran encarnados en el plano físico; y aunque es un sueño, esto no es una ilusión debido a que el plano del alma es uno, y las almas están en contacto vibratorio sin importar que se encuentren encarnadas o incorpóreas.

La ilusión llega en las horas de vigilia cuando uno piensa que no había realidad en la experiencia del sueño. Pero la muerte del cuerpo simplemente elimina una personalidad de la presencia de las otras; pero no puede cambiar la relación que tienen esas personas en sus naturalezas superiores. Y si estos humanos estuvieran unidos por fuertes lazos de amor espiritual y simpatía, la mera eliminación de una obstrucción, de unos pocos velos de materia, no los separará.

Para ellos no hay espacio, y las corrientes magnéticas espirituales entre ellos aún se mantienen activas. Por lo tanto, el amor desinteresado de una madre que se encuentra en el Devachan es una influencia protectora para su hijo que sigue viviendo en la Tierra. Y el Ego superior de ese niño está en su propio plano, y no es ilusorio que ella sienta su presencia, y como esa presencia en la Tierra tiene una cierta apariencia, ella lo viste en su sueño devachánico con la misma apariencia de su hijo.

Y aunque esta conexión e interrelación superior permanecen, al mismo tiempo estas no pueden entrar en relación con los pecados y las penas de la Tierra (retomado el ejemplo anterior, la madre solo percibirá las cualidades y no los defectos de su hijo), por lo que la felicidad en el Devachan está asegurada.


Ahí somos sensibles a las corrientes de pensamiento positivas y estamos más o menos abiertos a recibir lo que esté en armonía con nuestra propia tendencia.

¿Entonces por qué no deberían dos almas de semejante aspiración y búsqueda, que habitan cada una en su propio mundo devachanico, influenciarse mutuamente por las corrientes simpáticas que hay entre ellas?


Y la respuesta es que debe de ser así, ya que ese plano espiritual aún está más cerca de la Realidad donde todo es Uno, que este plano físico donde predomina la separación. Por lo tanto en ese plano superior hay un intercambio real y continuo de pensamientos y sentimientos del tipo más puro. Y esto no es solo gracias a la memoria, aunque es cierto que se efectúa "bajo las condiciones inventadas a partir de los recuerdos de lo que se vivió en la Tierra".

Cada vibración de pensamiento o sentimiento experimentado en el Devachan se encuentra vestido por la mente con la forma de sus seres queridos, y este pequeño vestido puede llamarse ilusión, pero la relación que existe de alma a alma, esa es una realidad trascendente.

Nuestra ilusión aquí en la Tierra es de "tomar la forma externa de la cosa como si fuera la realidad misma".

En cambio esta conexión ininterrumpida que existe entre las almas, permite que las almas que se encuentran en el Devachan ayuden de manera indirecta a sus seres queridos que todavía se encuentran en la Tierra, ya que sus fuertes pensamientos de amor, así como sus deseos de su mayor bien, influyen en cierta medida en las almas que se encuentran encarnadas, estimulándolas a un esfuerzo superior y previniéndolas de sucumbir en su naturaleza inferior.

Y en un nivel más amplio, aquellos que en la Tierra trabajaron por alguna causa para el bien de los humanos o de la naturaleza, todavía lo siguen pensando en el Devachan, y su energía radiante puede inspirar a otros que se encuentran en la Tierra a proseguir con esa labor.


Así que hay que despojar a la muerte de sus terrores, ya que no es una cesación de la existencia, sino simplemente un momento de reposo, de compensación y de desarrollo superior, que nos brinda la divinidad, antes de continuar con nuestra evolución. »

(Revista The Path de marzo de 1896)










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