¿CÓMO ERAN LOS ATLANTES? (según Rudolf Steiner)




Sobre este asunto, en la conferencia que Rudolf Steiner dio en Paris, el 9 de junio de 1906, él afirmó lo siguiente:


« En la época de la Atlántida, la apariencia física del hombre no era la misma que hoy en día. Se sabe que la frente del hombre prehistórico no estaba desarrollada, ya que, en efecto, el desarrollo de la frente corre en paralelo con el desarrollo del cerebro y del pensamiento.

Y en días de antaño, el cerebro físico era mucho más pequeño con la forma del éter correspondiente que se extendía más allá de él por todos lados. Y en el curso de la evolución, los cerebros etérico y físico se han vuelto más o menos iguales en tamaño. Y un cierto centro en el cerebro etérico que ahora se encuentra dentro del cráneo, se estaba desarrollando en el hombre atlante.

(Aquí Rudolf Steiner hacer un revoltijo con los conceptos de astral, etéreo.)

Este centro se trasladó al interior del cráneo y fue un momento de importancia capital, ya que tan pronto como el hombre comenzó a pensar, a ser consciente de su propio ser y a decir "yo", también comenzó a asociar ideas y a calcular (lo que no podía hacer antes). Por otro lado, los primeros atlantes poseían un recuerdo mucho más fuerte y verdadero.

Su conocimiento se basaba, no en las relaciones entre los hechos, sino en su memoria de estos hechos. Ellos sabían, por medio de su memoria, que cierto evento invariablemente daría lugar a una serie de otros; pero no comprendían las causas de estos hechos, ni podían pensar en ellos.

Y además de esta poderosa memoria, los atlantes poseían otra facultad que era un poderoso poder de voluntad. Hoy, el hombre ya no puede trabajar directamente con su voluntad sobre las fuerzas de la vida. No puede por ejemplo, acelerar el crecimiento de las plantas mediante un acto de voluntad. En cambio los atlantes tenían ese poder, y además eran capaces de extraer de las plantas, las fuerzas del éter que sabían cómo usar.

El atlante lo hacia instintivamente, sin la ayuda del intelecto y las facultades de razonamiento lógico que hoy se asocian con lo que llamamos la "mente científica". Y en la medida en que la intelectualidad, la facultad del pensamiento reflexivo y el cálculo se desarrollaron en los hombres de la Atlántida, en esa medida sus poderes de clarividencia instintiva se fueron disminuyendo.


Si retrocedemos aún más en la historia de la Atlántida, llegamos a un período muy remoto en el que la expresión a través del habla, es decir, la expresión en sonidos articulados, se hizo posible por primera vez. Esta fue la época en que el hombre comenzó a caminar erguido, ya que la capacidad de hablar y la expresión de sonidos articulados solo pueden ser una facultad de seres que se mantienen erguidos.

(Esto es falso, ya que los científicos han descubierto que la capacidad de hablar se debe al desarrollo de la parte del cerebro dedicada a controlar el aparato vocal.


Antes de la gran raza atlante, de la cual todas las razas europeas y asiáticas son las ramas, existía otro continente y otros pueblos, aún más cercanos a la naturaleza animal: hablo de la raza lemuriana.

La temperatura de la Tierra en esos tiempos era mucho más alta de lo que es hoy. El ambiente era vaporoso, lleno de corrientes. En Lemuria, encontramos formas humanas rudimentarias, que respiran no a través de los órganos nasales sino a través de órganos más parecidos a las branquias.

En el curso de la evolución humana, los órganos se están transformando perpetuamente tanto en carácter como en apariencia. Así el hombre primitivo caminaba sobre cuatro pies, no podía pronunciar sonidos articulados, no tenía oídos para oír. Y el movimiento en el elemento semi-líquido y semi-gaseoso que lo rodeaba fue posible gracias a un órgano que le permitió flotar y nadar.

Cuando los elementos se diferenciaron y el hombre se encontró en la tierra sólida, este órgano se transformó en los pulmones, las branquias en los oídos y las partes frontales de su estructura en brazos y manos libres para la acción. Además de esto, comenzó a pronunciar sonidos articulados, o sea las palabras del habla.

Esta gran transformación fue de vital importancia para el hombre. En Génesis (II.7) leemos:

-      “Y el Señor Dios...respiró en su nariz el aliento de la vida; y el hombre se convirtió en un alma viviente".

Este pasaje describe el período en que las branquias que una vez poseyó el hombre se transformaron en pulmones y comenzó a respirar el aire exterior. Y simultáneamente con el poder de respirar, adquirió un alma interior y con esta alma, la posibilidad de la conciencia interior, de tomar conciencia del yo que vive dentro del alma.

Cuando el hombre comenzó a respirar aire a través de los pulmones, su sangre se fortaleció y fue entonces que un alma más alta que el alma grupal de los animales, o sea un alma individualizada por el principio del Ego, podía encarnar en él para llevar la evolución hacia fases más avanzadas, hacia fases completamente humanas.

Antes de que el cuerpo respirara aire, el alma del hombre no podía descender a la encarnación, porque el aire es un elemento lleno de alma. En ese momento, por lo tanto, el hombre realmente inhaló el alma divina que vino de los cielos. Las palabras del Génesis, en su sentido evolutivo, deben tomarse literalmente»
(GA0094)




Y en la conferencia que Rudolf Steiner dio en Stuttgart, el 14 de septiembre de 1907, él añadió lo siguiente:

« En la época atlante, el aire no existía como existe hoy. La distribución de aire y agua era bastante diferente de lo que es hoy. Masas de densa niebla rodeaban a la Atlántida. Y cuando se imaginan cómo sube la niebla, cómo se forman las nubes y cómo cae la lluvia, entonces tienen en miniatura lo que sucedió en enormes extensiones de la Atlántida durante milenios.

Y así, poco a poco llegaron las tormentas de lluvia, y gradualmente las personas se acostumbraron a una forma de vida completamente nueva. Los cuerpos humanos tuvieron que cambiar. Y les sorprendería ver las imágenes de los primeros pueblos Atlantes. ¡Qué diferentes eran de la gente de hoy!

Sin embargo, no crean que este cambio se produjo por sí solo. Sino que a través de largos períodos de tiempo hasta que la atmosfera se volvió libre de agua. Y este proceso continuó durante miles de años.

Antes de la época de nuestra humanidad actual, los atlantes llevaban una vida marina y posteriormente vivían en embarcaciones, y solo gradualmente la humanidad se fue acostumbrando a la vida en la tierra»
(GA0101)



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Entonces, en conclusión, Rudolf Steiner afirma que los atlantes eran parecidos a esto:


O sea a creaturas marinas que no tenían oídos, que respiraban por medio de branquias y que tenían una bolsa de aire en su interior que les ayudaba a flotar en la atmosfera terrestre, que en ese entonces se encontraba en un estado entre líquido y vaporoso.


Pero desafortunadamente para Rudolf Steiner, esto que él está afirmando es un completo disparate, que para colmo, es totalmente opuesto a lo que enseña la ciencia y el esoterismo.

Y a las pruebas me remito, ya que en la enseñanza teosófica se explica que los lemurianos y los atlantes fueron seres TERRESTRES, no marinos.

Y el registro fósil que los paleontólogos han encontrado, muestra que en los tiempos antediluvianos ya existían animales con pulmones, y por consiguiente no tiene ningún sentido que lo lemurianos y los atlantes tuvieran que utilizar branquias para poder respirar (debido a que según Rudolf Steiner, la atmosfera terrestre en esos tiempos estaba saturada de vapor de agua), mientras que los fósiles muestran que los animales ya podían utilizar pulmones.



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Y esto es un ejemplo más de a qué punto la enseñanza de Rudolf Steiner es profundamente delirante y está llena de falsedades.









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