Catherine
Amy Passingham fue la presidenta de la rama de Inglaterra de la Sociedad
Teosófica, y sobre este asunto ella relató lo siguiente:
« Mientras Blavatsky estaba en Maycot ocurrió un pequeño
incidente que puede ser interesante de contar.
Una noche la encontraron gravemente
enferma; en ese entonces yo me estaba quedando en Londres con la Sra. Duncan
quien tiene fuertes poderes de curación magnética por lo que ella fue a ver a
HPB y le proporcionó algo de alivio, pero cuando regresó por la noche dijo que
pensaba que HPB estaba muy enferma, y como Blavatsky no tenía ninguna mujer con
ella más que su doncella, partí temprano a la mañana siguiente para verla y
llegué a encontrar a HPB sentada en su escritorio escribiendo, lo mejor posible
en salud (a pesar que ella había estado casi en un estado de colapso la noche
anterior).
Yo había ido preparada para quedarme
y cuidarla, pero al ver que no me necesitaba para ese propósito, no pensaba
quedarme mucho tiempo para no interrumpir su trabajo. Sin embargo ella no parecía
dispuesta a que me fuera, así que me quedé hablando hasta las doce de la noche.
Justo detrás de su silla colgaba en
la pared un reloj de cuco que como es costumbre empezó a sonar antes de dar las
campanadas. Yo miré hacia ese reloj y HPB dijo:
-
“Oh,
es sólo ese cuco loco.”
El cuco había sonado cinco veces
cuando HPB dijo con cierta impaciencia y mirándolo a medias: "Oh,
cállate", y el cuco ya no emitió ningún otro sonido. HPB hizo un breve
"Hmm", como si dijera "tu ruido se detuvo", y ella prosiguió
hablando conmigo en voz baja.
Todo parecía tan natural que no le
di importancia hasta que llegué a la casa de la Sra. Duncan, cuando en el
almuerzo alguien dijo a propósito de mi día anterior con Madame Blavatsky:
-
“¿Y
no vio ningún fenómeno?”
Yo respondí:
-
“No,
por supuesto que no.”
Cuando de repente me acordé de los
sucedido y pensé en mi interior: “Por qué dije eso ya que sí vi algo”, y luego
les conté lo que había sucedido.
Por supuesto un escéptico lleno de
teoría de engaños por parte de HPB diría:
Oh, lo que pasa es que los relojes de cuco
siempre se estropean; ella sabía que solo sonaba cinco veces cuando daban las
doce y astutamente esperó el momento adecuado para decir 'cállate'.
Pero yo lo sé mejor, y ni siquiera
creo que HPB lo haya hecho con el propósito de mostrarme una muestra de sus
poderes; simplemente le molestó que el ruido interrumpiera nuestra conversación
y por eso lo detuvo, tal como deberíamos ordenarle a un niño ruidoso que se
calle o que abandone la habitación.
Algunos años después relaté este
incidente ante HPB en Lansdowne Road, y ella asintió con la cabeza cuando le
pregunté si no era cierto que ella detuvo el reloj por medios ocultos, y ella
contestó:
-
"Por
supuesto."
Nunca le di la menor importancia a
los fenómenos que produjo Blavatsky por sí mismos, y nunca le pedí a HPB ni
siquiera la más mínima evidencia de su poder. Mi recuerdo personal de ella será
siempre el de la amiga más amable, afectuosa y reverenciada que he tenido. »
(Revista
Lucifer, agosto de 1891, p.457-458)
OBSERVACIÓN
Independientemente del aspecto humorístico de ese acontecimiento, yo si veo
factible que Blavatsky haya podido realizar ese fenómeno ya que existen los
testimonios de varias personas que percibieron que Blavatsky podía producir
sonidos sin tocar nada, y por lo tanto es concebible que ella también pudiera
efectuar el efecto contrario eliminando sonidos simplemente invirtiendo ese
procedimiento oculto.
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