EN LOS ESTADOS UNIDOS
Cuando Blavatsky residió en 1875 en Filadelfia, ella tuvo
una sirvienta sobre la cual la investigadora Marina Sisson reveló lo siguiente:
Blavatsky en una carta le relató al general
Lippitt que John King [Hilarión] seguido se encontraba astralmente en la casa y
que la muchacha que trabajaba de empleada domestica tenía desarrollada su
clarividencia y muchas veces “ella gritó en la escalera al encontrar a John
King en los escalones o en el corredor, con su poderosa figura vestida de
blanco”, y la muchacha relató que él “la miró de forma penetrante con sus ojos
negros de fuego. Y más de una vez lo vio cerca de mí [HPB], como ella se lo
contó a mis visitantes.” (HPB Speaks I, p.242)
Cierta vez John King la asustó terriblemente
cuando llegó la correspondencia, pues él “abrió cada una de esas cartas antes
que el cartero tuviese tiempo de entregarlas. Mi empleada, que es
magníficamente mediúmnica –tal vez tanto como estúpida– y que pasa todo el día
en trance desmaterializando todo en la cocina, entró corriendo a mi cuarto casi
llorando y tan asustada que se encontraba muy pálida, diciéndome que ‘aquel
espíritu amigo mío grandote de barba negra, rasgó y abrió los sobres sobre la
mano de ella’, y entonces yo leí su carta [la carta de Lippitt].” (HPB Speaks
I, p.83) (1)
Posteriormente Blavatsky y Olcott se fueron a vivir a
Nueva York, y el coronel Olcott relató lo siguiente:
[En la Lamasería] tuvimos
una doncella para todos los quehaceres, o más bien dicho una procesión de ellas
que iban y venían, porque no retuvimos a ninguna por mucho tiempo. La doncella
que más tuvimos se fue a su casa después de recoger las cosas de la cena, y en
adelante tuvimos que abrir la puerta nosotros mismos. (Hojas de un Viejo Diario
I, p.409-410)
EN LA INDIA
Babula
Cuando
Blavatsky y Olcott se fueron a vivir a la India, primero residieron en Bombay
(del 16 de febrero de 1879 al 17 de diciembre de 1882) y luego se fueron a Adyar,
Madrás.
Poco tiempo después
que llegaron a Bombay ellos contrataron a un joven indio llamado Babula para
que fuera su empleado, y acerca de este joven el coronel Olcott comentó:
Nuestro amigo Mooljee Thackersey, el 2 de
marzo [de 1879], nos había encontrado un sirviente, un muchacho guzerati de
nombre Babula, cuya fidelidad hacia H.P.B. hasta que ella abandonó la India,
todos lo saben, y que sigue siendo mi pensionista [en Adyar].
Él tiene un raro talento para los idiomas y
con el entorno de Magliabecchi podría haberse convertido en un gran lingüista.
Cuando entró a nuestro servicio hablaba inglés y francés, goanés, guzerati e
indostaní, aunque solo tenía unos quince años, y más tarde después de que nos
mudamos a Madrás él adquirió un conocimiento perfecto del tamil. (2)
En la
documentación histórica aparece que Babula los acompañaba en los viajes que
ellos efectuaban, por ejemplo el coronel Olcott comentó que:
El 4 de abril de 1879, HPB, Mulji y yo mismo dejamos Bombay por tren,
para un viaje a las Cavernas de Karli. Nos acompañó nuestro sirviente Babula. (3)
Y también Babula
los acompañó a Allahabad en donde Blavatsky y Olcott fueron invitados por el
señor Sinnett quien quería conocerlos. Ellos llegaron el 4 de diciembre de 1879 y estuvieron con los Sinnett hasta el 15 de
diciembre, luego ese día viajaron a Benarés alojándose en una casa que les
proporcionó el Maharajá de Vizianagram y en donde estuvieron durante un mes.
Y también
Babula los acompañó en el primer viaje que Blavatsky
y Olcott efectuaron a Ceilán (del 16 de mayo al 13 de julio de 1880).
Y también los
acompañó en la segunda visita que Blavatsky y Olcott le
hicieron a Sinnett, esta vez a Simla donde el señor Sinnett tenía su casa de verano
(del 8 de septiembre hasta el 12 de octubre de 1880).
Posteriormente
cuando Blavatsky y Olcott hicieron una gira por Europa en 1884, también Babula
los acompaño, y cuando Blavatsky estuvo en Londres se hospedaron en la casa de
Francesca Arundale.
Al respecto la
señora Arundale escribió:
Cuando Blavatsky vino a nosotros por
primera vez, ella trajo consigo a su sirviente indio y era un rasgo esencial de
la tarde verlo con su traje nativo traer el samovar ruso y repartir las tazas
de té a los presentes. En conjunto mi hogar, el Elgin Crescent 77 de aquellos
días difería ampliamente de lo que era antes o de lo que volvió a ser después
de la estancia ahí de Madame Blavatsky. (4)
Los Coulomb
Los Coulomb fueron
una pareja que Blavatsky conoció en Egipto y que posteriormente le escribieron pidiéndole
ayuda debido a que ellos se encontraban en la indigencia. Blavatsky los ayudó contratándolos
como empleados
domésticos del Cuartel General de la Sociedad Teosófica (primero en Bombay y
luego en Adyar).
Pero los Coulomb fueron muy ingratos y el investigador Sven Eek señaló que la señora Coulomb
le avisó a Babula que ella se vengaría de Blavatsky por un detalle secundario:
Los Coulomb siempre habían estado
fascinados por el negocio de la hotelería y ellos habían comenzado a abrigar la
idea de tener su propio hotel. El 5 de febrero de 1884, Madame Blavatsky y sus
acompañantes viajaron de Adyar a Bombay en donde se embarcarían con destino a
Europa el día 20.
La señora Coulomb se había ofrecido
para acompañar a la señora Blavatsky a Bombay, lo cual fue aceptado. De camino
hacia Bombay HPB visitó al Príncipe Hurrisinghji y durante la visita la señora
Coulomb aprovechó para recordarle al Príncipe su ‘promesa' de prestarle 2’000
rupias. Sin embargo HPB escuchó la plática y de manera drástica puso fin a las
maniobras de la señora Coulomb.
La señora Coulomb juró vengarse de
esto. Después de que ella se había despedido de HPB y de sus acompañantes,
estando a bordo del vapor, ella le dijo a Babula, el sirviente de HPB, que su
ama pagaría un día muy caro su interferencia. Todo parece indicar que a partir
de ese momento Emma Coulomb comenzó a hacer sus planes para destruir a la
Sociedad Teosófica, y con ella a HPB. (5)
Los Coulomb se asociaron con los
misioneros para acusar a Blavatsky de ser una mujer fraudulenta, y los detalles
de ese ataque los pueden leer en los siguientes links:
Babula
fue de los pocos miembros de Adyar que defendió a Blavatsky de los Coulomb y de
los misioneros, y posteriormente también de Richard Hodgson y su infame informe
de la SPR.
EN EL CONTINENTE EUROPEO
Babaji
Tras el ataque
que sufrió Blavatsky por parte de los misioneros con la complicidad de los
Coulomb, el coronel Olcott expulsó a Blavatsky de la India y la envió a Europa.
Ella se embarcó el 31 de marzo
de 1885 con destino a Nápoles, acompañada por Mary Flynn, el Dr. Franz Hartmann
y Babaji (me da la impresión que Babula no pudo acompañarla).
La Theosophy.wiki informa que Babaji fue un joven brahmán
maratha del sur de la India, quien a principios de la
década de 1880 se unió al personal de la sede central teosófica que en ese
entonces se encontraba en Bombay.
También fue un discípulo en probación del maestro Kuthumi,
pero desafortunadamente fracasó.
El
Dr. Wilhelm Hübbe-Schleiden quien fue un reputado académico alemán menciona que
conoció a ese empleado indio:
Vi por última vez a Madame Blavatsky, una
tarde y una noche, a principios de enero de 1886 [en Ostente, Bélgica]. . . .
Mientras yo conversaba principalmente con Babaji (quien era su ayudante y en
ese entonces vivía con ella), Madame Blavatsky se pasaba casi todo el día
ocupada en su manuscrito [de la Doctrina Secreta] desde la madrugada hasta la
tarde e incluso hasta la noche, a menos que ella tuviera invitados. (6)
Louise
En Europa
Blavatsky contrató a una joven suiza para que le sirviera de doncella y junto
con su sirviente indio estuvieron residiendo primero en Alemania y luego en
Bélgica.
La
condesa Constance Wachtmeister quien cuidó a Blavatsky en ese periodo sobre ellos
escribió lo siguiente:
(Luego lo pongo.)
EN INGLATERRA
Archibald
Keightley fue uno de los principales alumnos de Blavatsky y él señaló que
cuando Blavatsky se fue a vivir a Londres se llevó a sus dos empleados:
Nos instalamos [en 1887] en Maycot para
trabajar, Bertram Keightley y yo, con HPB, su doncella y un sirviente, y nos
quedamos allí hasta septiembre durante el calor del verano del Jubileo. El
trabajo estaba a la orden del día, y sus resultados son visibles. Gran parte de
la Doctrina Secreta se volvió a
escribir: se corrigió y se volvió a corregir y se mecanografió, y también se
inició la revista Lucifer y se formó
la Logia Blavatsky. Los amigos se
reunieron a su alrededor y se unieron a la bandera teosófica. Luego llegó el
momento de la expansión porque la condesa Watchmeister estaba a punto de
llegar, y se hizo otro éxodo a Lansdowne Road. (8)
Inicialmente Babaji fue muy devoto de Blavatsky, pero cada vez se
volvió más adverso hacia ella hasta que finalmente él regresó a la India donde murió en la oscuridad.
C. A.
Passingham quien fue presidente de la rama de Inglaterra de la Sociedad
Teosófica, escribió:
Yo
me encontraba en Maycot cuando ocurrió un pequeño incidente que puede ser
interesante de contar. Una noche encontraron a Blavatsky gravemente enferma; en
ese entonces yo me estaba quedando en Londres con la Sra. Duncan quien tiene
fuertes poderes de curación magnética por lo que ella fue a ver a HPB y le
proporcionó algo de alivio, pero cuando regresó por la noche dijo que pensaba
que HPB estaba muy enferma, y como Blavatsky no tenía ninguna mujer con ella
más que su doncella, partí temprano a la mañana siguiente para verla y llegué a
encontrar a HPB sentada en su escritorio escribiendo, lo mejor posible a pesar de
que ella había estado casi en un estado de colapso la noche anterior. (9)
Charles
Johnston fue un erudito de sanscrito y en un artículo él reveló que esa
muchacha se llamaba Louise y que ella era de la región francesa de Suiza:
Conocí por primera vez a mi vieja querida HPB (como ella
se hizo llamar por sus amigos) en la primavera de 1887. Algunos de sus
discípulos habían ocupado una bonita casa en Norwood. … Ella me dio la bienvenida diciendo: “¡Mi querido amigo estoy tan contenta de verte! ¡Ven y
hablemos! ¡Justo a tiempo para tomar un poco de té!” Y me dio un apretón de manos caluroso. Luego hubo una penetrante llamada a Louise y su criada suiza apareció para
recibir un torrente de instrucciones en francés. (10)
DESPUÉS DE SU MUERTE
Blavatsky falleció el 9 de mayo de 1891 y en la India su
antiguo sirviente Babula escribió el siguiente artículo en homenaje póstumo, el
cual apareció en el periódico Indian Mirror del 13 de mayo de 1891.
« La humanidad ha sufrido una pérdida
irreparable por su muerte repentina, y con lágrimas en los ojos, escribió esta
breve nota:
"¡Se ha ido la gloria de la hierba
y esplendor de la flor!"
Helena Petrovna
Blavatsky ha dejado de existir en este plano terrenal. Ella se ha ido de entre
nosotros. La muerte de Madame Blavatsky es un golpe para todo el mundo. Ella no
era de esta nación o de aquella. La amplia Tierra era su hogar y toda la
Humanidad eran sus hermanos, y estos hermanos ahora están sumidos en el duelo
por la pérdida de una hermana invaluable.
Para nosotros,
aturdidos como estamos por el dolor cegador, es imposible que nos demos cuenta
de la enormidad de esta pérdida. Nuestro cariño por Madame Blavatsky era tan
personal, teníamos tantas ganas de verla en carne y hueso una vez más en la
India y estrechar su mano sagrada, que ahora que este deseo ha sido cruelmente
aplastado por la muerte, un estupor se ha apoderado de todos nuestros sentidos
y estamos escribiendo como si fuera mecánicamente.
Recordamos las
facciones de la querida señora que ahora es sin duda una santa, sus rápidos
movimientos, el rápido fluir de sus palabras, esos ojos claros y
resplandecientes que veían a través de uno y que de un vistazo te daban la
vuelta al revés. La contemplamos amable y gentil como una madre, y sabia como
un padre, derramando fe, esperanza y consuelo en tus oídos, mientras le
mencionabas tus dudas y tus ansiedades. Así Madame Blavatsky, o HPB como le
gustaba que la llamaran y como sus amigos amorosos siempre la llamaban con
afecto, ella se encuentra ahora ante nosotros, toda ella misma, libre de
enfermedades y parece susurrarnos la fe más grande que la animó a lo largo de
su vida, esa confianza en el propósito infinito que es tanto el karma como el
destino del Hombre Divino.
Madame
Blavatsky fue decididamente la persona más notable que ha producido esta época.
Toda su vida fue simplemente extraordinaria. No existe un estándar humano con
el cual juzgarla. Ella siempre se destacará por sí sola. Solo hubo una Madame
Blavatsky y nunca habrá otra. Siempre fue difícil entenderla en todos los
puntos, a menudo ella era el mayor enigma para sus amigos más íntimos y el
misterio de su vida aún se revela solo en partes.
Pero las generaciones
futuras dispondrán de una distancia de tiempo suficiente para liberarse de los
prejuicios circunstanciales y para pronunciar un juicio certero sobre la vida y
obra de Madame Blavatsky, y decimos con confianza que antes de que pasen muchos
años ella será considerada como una Avatar, una encarnación sagrada y honores
divinos serán rendidos hacia su recuerdo.
La historia de
la vida de Madame Blavatsky apareció cuando aún ella estaba viva y se ha leído
con asombro en todas partes. No hay paralelo con una biografía como la que ha
relatado el Sr. Sinnett. Es la historia de una niña caprichosa y fantasiosa que
se convierte lentamente en mujer, ella de adolescente disfruta de experiencias
curiosas y sorprende y asusta a los habitantes de un hogar ruso noble y
elegante.
Luego viene el
casamiento con el General Blavatsky a quien la muchacha tomó por esposo por
impetuosa, y de quien se escapó inmediatamente después sin darle tiempo ni
oportunidad de hacer valer sus derechos conyugales.
Luego seguimos
a la altiva y excéntrica mujer en sus andanzas por el Oriente, obediente al
llamado oculto, que escuchó en su niñez. Y Oriente la ha reclamado como propia
desde entonces. Pero sus huesos no han sido puestos en Oriente. Nuestros
lectores recordarán que tal esperanza había sido expresada por nosotros hace
solo unos días, pero, en ese momento no teníamos la angustia de que su
fallecimiento se produjera tan pronto. De hecho, nos estábamos preparando para
invitarla a regresar y rogarle que pasara sus años de vejez en la India.
Porque la
India, o más bien el Tíbet, era la tierra prometida de Madame Blavatsky. Fue
allí donde ella adquirió su extraordinaria erudición y su maravilloso
conocimiento de las antiguas religiones y filosofías del Oriente, y siempre
humilde y agradecidamente profesó ser la sirvienta y el instrumento mundano de
los Maestros, quienes la recibieron, le enseñaron y la protegieron porque de no
haber sido por los Maestros, ella habría muerto en poco tiempo debido a que
durante sus viajes por el mundo ella había contraído gérmenes de muchas y
complicadas enfermedades.
Antes de su
partida final de la India ella había renunciado a su vida, y fue un verdadero
milagro para sus médicos que ella saliera adelante. Pero en ese momento ella
aún no había completado el trabajo de su vida. El mensaje de los Maestros aún
no se había entregado por completo. Posteriormente fue dado al mundo en esa
obra monumental que es La Doctrina
Secreta.
Se puede decir
literalmente que Madame Blavatsky vivió y murió por la India. La Sociedad
Teosófica fue fundada expresamente para difundir las verdades religiosas y
filosóficas del Vedanta y del Budismo entre las naciones occidentales. Pero
esas verdades se conocían muy parcialmente en la India, y en consecuencia se le
pidió a Madame Blavatsky que también transfiriera sus conocimientos entre
nosotros, y es así que durante varios años ella se convirtió en un sacrificio
vivo por el bien de los hindúes, quienes sin embargo se apartaron de ella con
la mayor ingratitud cuando ella más necesitaba de su apoyo.
Pero ahora los
hindúes han sido debidamente castigados porque su tierra no es bendecida como
lo ha sido la tierra inglesa por la tumba o cenotafio de HPB. Y los teósofos
ingleses ciertamente han sido mucho más fieles a ella que nosotros en la India.
De ellos es y será el galardón sobremanera grande. ¿Pero no nos esforzaremos
por borrar el reproche y la vergüenza?
Solo puede ser
levantando un monumento a la memoria de Helena Petrovna Blavatsky que muestre
la fuerza y el alcance de nuestro arrepentimiento y nuestro aprecio por todo lo
que ella hizo por la India. » (11)
Notas
- La Esfinge, capítulo 6
- Las Viejas Hojas de un Diario II, p.21
- Las Viejas Hojas de un Diario II, p.46
- HPB: en memoria de Helena Petrovna Blavatsky, p.69-73
- Damodar y los pioneros del movimiento teosófico, p.581
- Reminiscencias de H.P. Blavatsky y la Doctrina Secreta, apéndice 6, p.110-114
- Reminiscencias de H.P. Blavatsky y la Doctrina Secreta, p.
- HPB: en memoria de Helena Petrovna Blavatsky, p.57
- Revista Lucifer, agosto de 1891, p.457-458
- Collected Writings VIII, p.392-408
- HPB: en memoria de Helena Petrovna Blavatsky, p.81.82
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