HOMENAJE PÓSTUMO DE ALEXANDER FULLERTON HACIA BLAVATSKY

 
Alexander Fullerton fue un importante teósofo estadounidense, y cuando Blavatsky murió él escribió el siguiente artículo en homenaje a ella.
 
 
 
VIENDO POCO; PERCIBIENDO MUCHO
 
Cualquier tributo valioso al personaje de Madame Blavatsky solo puede provenir de aquellos que la conocieron mucho mejor que yo, sin embargo nadie que la haya conocido en absoluto puede estar libre de algunos incidentes o impresiones que ilustran la multiplicidad del personaje más maravilloso del mundo que ha existido en este siglo.
 
Recuerdo bien mis primeras palabras que tuve con ella en agosto de 1887. Le comenté que yo sentía cierta inquietud al estar en presencia de alguien que podía leer cada pensamiento. Ella respondió que tal acto sería deshonesto. Le dije que no debería llamarlo exactamente "deshonesto", aunque podría ser algo descortés o intrusivo. Y ella contestó que sí sería deshonesto, que ella no tenía más derecho a poseer los secretos de otra persona sin su consentimiento que de su bolsa, y que nunca ella usó ese poder a menos que la persona misma lo solicitara, o las circunstancias fueran de un tipo que lo hiciera imperativo.
 
Como nunca tuve ningún deseo de ver fenómenos (aunque si creía plenamente en sus capacidades ocultas) nunca surgió de mi parte ninguna sugerencia para tal cosa. Sin embargo en dos ocasiones, ambas con un propósito benigno, ella hizo evidente su percepción oculta.
 
Una era una referencia verbal, remota pero significativa, a un asunto conocido por nadie más que yo. En ese momento yo estaba tan asombrado que no dije nada, y el tema nunca se volvió a abrir, una reticencia que ahora lamento ya que una conversación sin restricciones podría haber resultado en un gran beneficio para mí.
 
El otro fenómeno ocurrió en una tierna y hermosa carta en la que ella me advertía contra los errores de juicio y citaba una frase que había usado al escribirle a un amigo estadounidense. Y como para asegurarse de que ella hablaba con conocimiento oculto, ella agregó que yo había utilizado esa frase el mismo día en que ocurrió un incidente sumamente trivial como consecuencia de que me agaché para recoger un artículo que se había caído al suelo.
 
Ahora bien, las fechas demostraron que esta frase no pudo habérsele repetido a ella a tiempo para la carta que ella me envió, y de hecho desde entonces me he cerciorado de que nunca se la repitió a nadie. El incidente al que ella hace referencia era demasiado insignificante para que cualquier persona lo transmitiera a través del Atlántico, y los pocos que sabían del incidente no conocían la frase.
 
Por lo tanto ambos hechos, así como la fecha concurrente, ella debió de haberlos percibido a través de la Luz Astral.
 
 
Una estadía de más de tres semanas en su casa durante marzo de 1889 me puso en un contacto más cercano con Madame Blavatsky y me permitió percibir cuán verdaderas son las certificaciones de su carácter por parte de quienes han estado más cerca de ella. Pero aparte de esto, y como cuestión de experiencia individual, hay dos hechos que en cuanto a su valía pueden ser la contribución de alguien que la conoció tan limitadamente como yo.
 
El primero es una creciente convicción de su sabiduría. En varias ocasiones me he sentido seguro de que su juicio estaba equivocado y que el tiempo pronto lo demostraría. Pero en cuanto a cada uno de estos eventos (con una posible excepción sobre que no tengo el conocimiento de todos los acontecimientos) el tiempo ha demostrado que ella tenía razón y no yo. Y es así que uno adquiere confianza naturalmente en un superior que siempre es reivindicado a expensas de uno mismo
 
Y el segundo es un afecto cada vez mayor hacia ella. No la había visto durante más de dos años antes de su partida, y mi deseo expreso era que ella nunca agregara a sus labores escribiéndome. Sin embargo siempre he sido consciente de un creciente apego personal, no mera reverencia o lealtad, ni siquiera homenaje, sino afecto.
 
Pequeños gestos de bondad, mensajes tiernos, signos reflexivos de que ningún amigo por pequeño que fuera, era olvidado por su gran corazón que tanto contenía y nada perdía de vista. Todo eso ha ayudado a alimentar una devoción que de todos modos habría madurado.
 
Si he de bendecirla por el bien grande y trascendente que ilumina cada día de mi vida (o sea la Teosofía), también puedo agradecerle por sus palabras y sus actos que me alegraron. Y así sucede que alguien que no era de los más cercanos a ella (o sea yo), ni tampoco de los que trabajaron durante mucho tiempo por la Causa, fue tratado al mismo nivel que aquellos para quienes ningún nombre contemporáneo es tan tierno, honrado, santificado y sagrado (o sea sus colaboradores más cercanos).
 
 
(Este artículo fue publicado primero en la revista Lucifer de julio de 1891, p.380-381; y posteriormente en el libro HPB: en Memoria de Helena Petrovna Blavatsky, 1891, p.73-74)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

5 comentarios:

  1. Saludos, Cid. Esta quizá no sea la entrada correcta para comentar esto, pero por ser la más reciente quizá pueda usted leerla más pronto. Parece un tema de importancia.
    He podido notar que en el entorno teosofico a la señora Annie Besant se le ha tomado como una teosofa buena y hasta cierto punto "inocente", mejor dicho crédula e influenciable, al punto de que HPB la consideró alguien incapaz de traicionar la causa y el Maestro incluso intentó enderezar su desvío en la última carta que se conoce envió. Pero ¿y si desde un principio la señora Besant tenía esas intenciones pervertidas de arruinar la Teosofía?
    Se conoce que Besant fue una destacada miembro de la Sociedad Fabiana, la cual en su emblema tiene a un lobo disfrazado de oveja. Además de eso, está la manera de proceder de la Sociedad Fabiana: "Es preciso esperar el momento oportuno, como Fabio (Quinto Fabio Maximo, general del imperio romano) hizo pacientemente en su lucha con Aníbal a pesar de las críticas por su lentitud; cuando llegue el momento hará falta atacar como hizo Fabio" divulgó F. Podmore, uno de los fundadores de la Sociedad Fabiana. ¿Y cómo pareció actuar la señora Besant? Una intelectual interesada en la Doctrina Secreta, la obra maestra de HPB, la que tendría tal importancia para ser objeto de estudio de un siglo o varios, la cual alteró derechamente solo después de que su "maestra" murió, rehuyendo, como Fabio, las batallas, actuando como se dice proceden los socialistas fabianos, esperando el momento oportuno e introduciendo gradualmente reformas. No fue el único fabiano en formar parte de la Sociedad Teosofica, sino también Beatrice Potter en 1892, y probablemente más.

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Segunda parte:
      Este tipo de asuntos que tienden a las teorías de conspiración son algo que no se trata en las páginas que la Teosofía genuina protagoniza, al menos de las que soy lector, y probablemente se debe a que, así como la Teosofía no se entrometió en política, tampoco tuvo intereses en esas sociedades perniciosas contemporáneas a su época. No obstante, cabe preguntarse: si la señora Besant tenía esas intenciones desde antes de conocer a HPB, como lo parece, ¿por qué ni HPB lo anticipó, ni los Maestros lo impidieron? Podría responderse que HPB tenía defectos, pero ¿no fue ella quien predijo la pseudoteosofía y los falsos extraterrestres de la Nueva Era? ¿Por qué el Maestro quiso corregirla? ¿Quizá Besant era una especie de agente habilidosa de magos negros que sin embargo necesitaba la cercana guía de estos, y por esa misma necesidad de guía HPB y el Maestro consideraron rescatarla? Una vez HPB expresó que ella no podía negarle a nadie la oportunidad de hacer algo en favor de la Teosofía, aunque eso le causara daño a ella. Algo que desconozco: ¿qué tan provechosa fue Besant desde su ingreso como teosofa hasta 1893? ¿Puede usted enseñármelo?
      Y para finalizar, siendo HPB un enigma que hace a muchos llamarla defectuosa, cuando esos mismos defectos fueron en gran parte el resultado de sus entrenamientos desconocidos, ¿cómo pudo equivocarse al creer que Besant no la traicionaría, aun cuando antes de que muriera ya su "discípula" estaba alterando sus escritos? ¿Alguien que no se equivocó en muchísimas otras cosas más pequeñas pudo realmente errar con algo de lo más importante? Que usted recuerde haber encontrado, ¿de quién más, además de los señores Judge, Olcott y Damodar, ella afirmó algo tan determinante como "¡Oh! Ella nunca traicionará, ni a nuestra causa, ni a mi pobre persona"? ¿No podría haber un llamado de atención a ese "nunca traicionará"? Esto último parece poco posible, considerando lo demasiado veraz que se dice que fue HPB, aunque también estaba obligada a ocultar información. Es cierto que usted no considera que HPB sea un ser tan elevado como para no equivocarse, (¿y quién lo sería?) pero es curioso que alguien que con su influencia invisible fue capaz de cambiar la vida de otro a mejor sin siquiera conocerse en persona alguna vez, la misma que pudo ordenar incluso a un Maestro, no haya visto lo que venía con el artífice principal de la caída de la Teosofía original como Sociedad. Dígame por favor, ¿hay documentación en la que se pueda constatar que HPB tenía alguna sospecha de la señora Besant, que la considerara una posible causa de problemas?
      Gracias por su tiempo puesto en leer, pero más aun en laborar para la verdad; es gracias a este blog que al menos uno pudo ingresar a todo este descubrimiento, que podría ser el más grande e importante.

      Borrar
    2. Mira y 1 aclaración no soy "Cid" el es administrador de éste blog... Sí gustas te responderé, aparte soy lector recurrente...
      Deberías buscar los artículos que el escribió sobre ésa mujer que mencionas.... Sólo debes pinchar sobre el glosario que ahí arriba del blog.

      Borrar
    3. Perdón por la tardanza pero apenas volví al blog.

      1. A tu cuestionamiento: ¿Y si desde un principio la señora Besant tenía esas intenciones pervertidas de arruinar la Teosofía?

      Por lo que he estudiado me da la impresión que al inicio Annie Besant si sintió una gran admiración hacia Blavatsky y la Teosofía, pero el enorme problema es que ella se dejó tremendamente manipular. Primero parcialmente por Mead, luego más intensamente por Chakravarti, y finalmente totalmente por Leadbeater.

      Los miembros de Adyar la veneran pero Besant tenía su lado oscuro: ella era muy ambiciosa, ególatra, manipuladora y en ocasiones cruel.

      En este otro capítulo estoy poniendo toda la información interesante que voy encontrando sobre ella:

      http://esoterismo-guia.blogspot.com/2020/09/charles-leadbeater-annie-besant-verdad.html


      2. A tu pregunta:

      ¿Por qué ni HPB lo anticipó, ni los Maestros lo impidieron?

      Blavatsky efectivamente no era perfecta y su aprecio hacia Besant fue una de sus fallas de discernimiento. En cuanto a los Maestros es probable que ellos si estuvieran conscientes, pero como ellos lo indicaron: “La Sociedad Teosófica tenía que ser puesta a prueba”.


      3. ¿Qué tan provechosa fue Besant desde su ingreso como teósofa hasta 1893?

      Yo no veo que haya sido provechosa. Cuando pueda voy a poner en el blog la biografía que elaboró la Fundación Blavatsky y que es la más completa que he leído de Besant.


      4. Dígame por favor, ¿hay documentación en la que se pueda constatar que HPB tenía alguna sospecha de la señora Besant, que la considerara una posible causa de problemas?

      Por el momento lo único que he encontrado es una anécdota que relató Morgan Pryse y que puedes leer en este otro artículo:

      http://esoterismo-guia.blogspot.com/2021/10/blavatsky-por-morgan-pryse.html

      Borrar