Más investigo a este
escritor y más descubro que era un hombre muy embustero, y en este capítulo les
voy a compilar varios ejemplos de su charlatanería.
Su libro El
Kybalión
Atkinson
afirma que en este libro resumió la sabiduría hermetista, pero eso es
falso porque varios de los conceptos que hay en este libro son opuestos al
Hermetismo (ver link).
Una antigua compilación llamada El Kybalión
Atkinson asegura que “en los primeros días hubo una
compilación de ciertas doctrinas herméticas básicas pasadas de instructor a
estudiante que fue conocida como El Kybalión” y sobre la cual está basado su
libro, pero eso es falso porque el libro El
Kybalión está
tan llenísimo de errores y mentiras que eso demuestra que esa “antigua compilación” fue otra mentira inventada por Atkinson (ver link).
Sus aseveraciones pseudo-científicas
Atkinson
en su libro El Kybalión frecuentemente
pretende apoyarse en la ciencia para darle
validez a sus “axiomas hermetistas”
pero dice tantas falsedades que eso lo desacredita completamente y muestra que
él era muy ignorante en asuntos científicos (ver
link).
Hermes Trismegisto
La
explicación que da Atkinson de Hermes Trismegisto está llena de mentiras,
varias de ellas inventadas por el propio Atkinson (ver
link).
Los siete
principios cósmicos
Atkinson
pretende en su libro El Kybalión presentar los siete
principios cósmicos enseñados por el Hermetismo, pero posteriormente en su
libro La Doctrina Secreta de los Rosacruces volvió a poner la
mayoría de esos principios pero en esa ocasión diciendo que eran enseñados por el
Rosacrucismo. Entonces ¿en qué quedamos? ¿Son
herméticos o rosacruces esos principios?
Y
la respuesta es que no son ni el uno ni el otro, sino que en realidad Atkinson
agrupó los principios que le parecieron los más importantes y para impresionar
a la gente dijo que eran hermetistas. Pero luego cambió de parecer, eliminó el
principio del mentalismo y lo remplazó por el principio de ley y orden, y también eliminó el principio
de causa y efecto, y lo remplazó por el principio de los ciclos. Y para volver a
impresionar a la gente en esa ocasión dijo que eran rosacruces.
Y esto les muestra la poca seriedad con la que Atkinson enseñaba
(ver
link).
Herbert
Spencer
Atkinson inventó enormes mentiras sobre este científico (ver link).
Su libro
La Vida Después de la Muerte
Atkinson les hizo creer a sus
lectores que un sabio hindú plasmó en este libro la filosofía yogui sobre lo
que sucede después de morir, pero eso es falso y en realidad está basado en lo
que enseñó el maestro Kuthumi, pero también en lo que enseñaron dos charlatanes
(Charles Leadbeater y Max Heindel), y el propio Atkinson añadió invenciones
suyas. Y el resultado es una explicación muy distorsionada, incompleta y que se
encuentra llena de errores y falsedades (ver
link).
Su libro La Doctrina
Secreta de los Rosacruces
Atkinson
afirmó que en este libro resumió la sabiduría rosacruz, pero eso es falso y en
realidad lo que hizo fue repetir varias de las elucubraciones que ya había
puesto en su libro El Kybalión, pero
esta vez pretendiendo que eran rosacruces (ver
link).
El símbolo
místico de los rosacruces
Atkinson en el primer capítulo de ese libro puso la siguiente figura asegurando que es “El Símbolo Místico de
los Rosacruces”, pero eso es falso como se los demuestro en este otro artículo (ver link).
El símbolo
convencionalizado de los rosacruces
Atkinson
también puso en el primer capítulo de ese libro la siguiente figura diciendo que es “El Símbolo de la Rosa-Cruz Convencionalizado”.
Pero eso es falso porque en realidad ese símbolo no es rosacruz sino que es un símbolo católico
que se utiliza en la eucaristía.
La cruz fálica modificada
Atkinson
también puso en el primer capítulo de ese libro la siguiente figura diciendo que es:
« La Cruz Fálica Modificada, indica la Dualidad Sexual del Universo Manifestado, la Presencia
y Actividad del Principio Universal Masculino y el Principio Universal
Femenino, respectivamente. (La Cruz Fálica Modificada de los Rosacruces, sin
embargo, no debe tomarse para indicar ninguna relación de los Rosacruces con
las formas burdas de Adoración Fálica, sin embargo este último es simplemente
la sombra distorsionada de la Verdad, y no debe confundirse con la Realidad.) »
Pero
eso es falso porque esa cruz no se llama así sino anj y no es rosacruz sino
egipcia y para nada
representa "la dualidad sexual del universo manifestado" como él lo afirma. Eso
es un invento falso que a Atkinson se le ocurrió. Y lo que en realidad representaba en el Antiguo Egipto era la vida.
Los
dioses que tenían control sobre la vida y la muerte la portaban, como por ejemplo: la
diosa Isis, el dios Anubis o el dios Atón.
Atkinson en el capítulo cuatro de ese libro asegura que las adaptaciones posteriores que se hicieron de esa cruz representan a la androginia universal. Pero eso es falso porque posteriormente la cruz egipcia fue retomada por las antiguas culturas greco-romanas quienes transformaron el ovalo en un círculo, la cruz se hizo más pequeña y se volvió el símbolo de la diosa Venus, representando así lo femenino.
El antiguo símbolo
de la androginia
Atkinson
en el capítulo cuatro de
ese libro también afirmó que anteriormente la siguiente figura había sido el "Símbolo del Andrógino
Universal".
Pero hasta donde yo sé, esa figura representa
a los cuatro elementos, y lo que en la cultura antigua mediterránea se
utilizaba para representar a la feminidad era el símbolo de Venus y para
representar a la masculinidad era el símbolo de Marte, y por consiguiente el
andrógino era una combinación de los dos.
El iniciado
Atkinson se la pasó pretendiendo ser un “Iniciado”, en su
libro El Kybalión pretendió ser un iniciado
hermetista, en su libro sobre los Rosacruces pretendió ser un iniciado rosacrucista,
y en sus otros libros esoteristas pretendió ser un iniciado hinduista. Pero dado los
numerosos errores y falsedades que puso en sus libros, eso desacredita por
completo que él haya sido un iniciado.
CONCLUSIÓN
Iré añadiendo más ejemplos posteriormente pero estos ya son suficientes
para demostrar el enorme charlatanismo que tenía William Atkinson quien inventó
muchas mentiras solo para hacer más atractivos a sus libros.
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