¿ES EL KYBALIÓN UNA OBRA HERMETISTA?


Sobre este asunto el investigador Nicholas E. Chapel escribió lo siguiente:
 
 
 
Introducción
 
El Kybalión es ampliamente considerado como un clásico del esoterismo del siglo XX. Este libro consta de comentarios que explican varios aforismos y esbozan siete principios o leyes universales sobre los cuales afirma que "fundamentan toda la Filosofía Hermética" (1) y también asegura que una comprensión y aplicación adecuadas de estas leyes permitirá al individuo alcanzar el autodominio.
 
Actualmente ya se reconoce que este libro muy probablemente fue escrito por William Walker Atkinson y es un producto del movimiento del Nuevo Pensamiento que tuvo lugar a finales del siglo XIX y principios del siglo XX en los Estados Unidos. Sin embargo, a pesar de la aceptación generalizada de esta afirmación, la asociación autoproclamada que hace el Kybalión con el hermetismo no ha sido cuestionada en gran medida.
 
Por ejemplo el historiador Philip Deslippe, en la introducción que él escribió para la edición del Kybalión publicada en el 2011 por la editorial Penguin & Tarcher, tiene mucho que decir sobre el contexto del Nuevo Pensamiento del que surgió la obra, y presenta un argumento convincente a favor de la autoría atkinsoniana, pero también al mismo tiempo promueve a este libro como si fuera un gran heredero de la tradición hermética, afirmando que “tendió un puente entre los mundos antiguos y contemporaneos, reuniendo enseñanzas esotéricas y organizándolas de tal manera que inspirarían de manera única a un vasto y diverso grupo de buscadores hasta el día de hoy". (2)
 
Pero si bien esto último puede ser cierto, en cambio la afirmación de que El Kybalión es un ejemplo de filosofía hermética, o incluso un heredero de la misma, se encuentra en un terreno considerablemente más inestable, ya que aunque sin duda El Kybalión está firmemente instalado dentro de la tradición esotérica occidental. Sin embargo,
 
¿Está en consonancia con la tradición particular del hermetismo?
 
 
Con el siguiente estudio emprendo responder a esa pregunta comparando y contrastando el libro del Kybalión con el pensamiento hermético antiguo y moderno.
 
Además, si bien la asociación del Kybalión con el Nuevo Pensamiento no es de ninguna manera un concepto novedoso, los estudios que se han efectuado y que detallan los puntos en común que existen entre esas dos obras han sido hasta ahora en gran medida superficiales. Por lo tanto uno de los objetivos de este análisis es ilustrar más claramente las formas en que El Kybalión manifiesta la doctrina del Nuevo Pensamiento y enmarcarla de manera apropiada dentro de ese contexto.
 
El Kybalión se situará así dentro de su marco histórico apropiado; el análisis a continuación procederá a evaluar la conexión del Kybalión, o la falta de ella, con el hermetismo histórico.
 
 
 
 
 
Presentación del Kybalión
 
La tesis central del Kybalión es que la existencia se rige por siete leyes universales que son los principios del mentalismo, correspondencia, vibración, polaridad, ritmo, causa y efecto y género. (3)  Y estos principios, cuando se toman en su conjunto, describen una forma de idealismo filosófico (4) en el que el Universo existe en la mente de la Deidad; que el macrocosmos corresponde al microcosmos; que las diferencias entre los diferentes estados de la materia, la mente y el espíritu son el resultado de diferentes ritmos de vibración; que todo tiene su opuesto, pero que todos los opuestos son en última instancia idénticos en naturaleza; que hay un vaivén natural de ida y vuelta entre extremos opuestos; que toda causa tiene un efecto y viceversa; y que todo muestra cualidades tanto masculinas como femeninas. (5)
 
El Kybalión luego pasa a detallar una habilidad de “transmutación mental” que se define como “el arte de cambiar y transformar estados, formas y condiciones mentales en otros” mediante la comprensión y aplicación adecuada de estas leyes universales. (6)
 
Y a primera vista, todos estos principios están en consonancia con la filosofía hermética. Sin embargo una investigación más profunda tanto del pensamiento en sí como de su contexto histórico correspondiente revela que la obra del Kybalión en realidad es abrumadoramente representativa del movimiento del Nuevo Pensamiento estadounidense que surgió a finales del siglo XIX.
 
 
 
 
 
La conexión con el Nuevo Pensamiento
 
Originalmente fue conocido con muchos nombres, y entre ellos el de “Ciencia mental”, “Ciencia cristiana”, “Cura mental”, etc. hasta que finalmente se terminó identificándose con el nombre “Nuevo Pensamiento” en la década de 1890.
 
El Nuevo Pensamiento fue fundamentalmente una "psicología de autoayuda popular estadounidense" que se originó en la década de 1870 y que prometía dominio a través de la autodisciplina. (7)
 
En 1889, con el advenimiento de La ciencia espiritual de la salud y la curación de William Juvenal Colville, las terapias asociadas con el Nuevo Pensamiento se espiritualizaron "de una manera típica a la de los creyentes en la mediumnidad y el espiritismo". (8)  Y es así que aunque hasta entonces  era una doctrina científico-espiritual, el Nuevo Pensamiento forjó sus raíces espirituales en el mesmerismo estadounidense. (9)
 
El esfuerzo de la mente sobre la materia, que era la preocupación central del Nuevo Pensamiento, se logró al “ponernos en una nueva relación con el mundo que nos rodea cambiando nuestro pensamiento al respecto”. (10)
 
Horatio Wills Dresser expone más a fondo este principio en su introducción en “El Espíritu del Nuevo Pensamiento”, cuando afirma que esta doctrina “es una teoría y un método de vida mental con especial referencia hacia la curación y el fomento de actitudes y modos de conducta y creencias que contribuyen a la salud y el bienestar general. Y en resumen, la teoría es que el hombre lleva una vida esencialmente mental, influenciada, moldeada y controlada por anticipaciones, esperanzas y sugerencias". (11)
 
Y de hecho, este es el enfoque de la "transmutación mental" descrita por el Kybalión, y un componente central de dicha transmutación mental que se encuentra en el Nuevo Pensamiento es la "ley de la atracción" la cual fue muy frecuentemente mencionada por Atkinson.
 
Dentro del Nuevo Pensamiento, el énfasis principal de esta transmutación estaba en la curación del cuerpo y la mente. Y se consideraba que la enfermedad física era una expresión externa del estado interior de uno, el cual es el punto focal de la atracción. Por lo tanto al cambiar la actitud mental a través de afirmaciones y pensamientos positivos, la enfermedad podría curarse y superar los estados mentales preocupantes. (12)
 
Y si bien el principio de la mente sobre la materia se aplicó de manera más visible a la enfermedad y el bienestar, a medida que pasó el tiempo también se aplicó a otras áreas, incluida la felicidad y el logro espiritual. (13)
 
La comprensión y la aplicación adecuada del pensamiento y la actitud, en ese entonces se consideraban esencialmente salvadoras. En contraste con el "pensamiento tradicional que era innegablemente pesimista, ya que insistía en el pecado, enfatizaba la oscuridad y la miseria del mundo, la angustia y el sufrimiento". En cambio el Nuevo Pensamiento "se detuvo en la vida y la luz, señalando el camino al dominio de todo dolor y sufrimiento". (14)
 
El énfasis del Nuevo Pensamiento en el conocimiento salvífico a menudo se presentaba bajo la apariencia de una doctrina de la ley universal.
 
Por ejemplo, Dresser al respecto escribió:
 
“En todas las cosas hay una sola ley, y esa ley es buena. Es el principio fundamental del Universo. Pero por ignorancia, el hombre sufre temporalmente y causa sufrimiento porque no conoce la universalidad de la ley, porque busca la causa fuera de su propio mundo interior”. (15)
 
El Nuevo Pensamiento, por otro lado, "afirma que es posible que el alma controle la mente, pero a condición que obedezcamos las leyes de la mente". (16)
 
 
Cuando se examina el contenido del Kybalión a la luz de la filosofía del Nuevo Pensamiento, se hace evidente que el texto es muy representativo de ese movimiento. Y esta asociación se vuelve aún más clara cuando el trabajo de William Walker Atkinson (el probable autor de El Kybalión) se examina con más detalle.
 
William Walker Atkinson fue una figura influyente en el movimiento del Nuevo Pensamiento, él trabajó como editor de varias publicaciones y escribió abundantemente sobre una variedad de temas, a menudo con seudónimos. Varias veces se refirió a sus escritos como ocultismo práctico, nueva psicología y nuevo pensamiento. (17)
 
La media docena de seudónimos bajo los que escribió eran igualmente coloridos y diversos, incluidos Yogi Ramachandra, Theron Q. Dumont y Magus Incognito. (18)
 
Y también fue un prolífico conferencista y se desempeñó durante un tiempo como vicepresidente honorario de la Alianza Internacional del Nuevo Pensamiento. (19)
 
Y tampoco es inusual la afirmación de Atkinson de darle un origen antiguo al Nuevo Pensamiento. Atkinson afirma de manera bastante notable y consistente que “no hay nada nuevo en esta verdad, ya que lo mismo han dicho los antiguos filósofos de la India hace cinco mil años, que los filósofos de Grecia hace dos mil quinientos años". (20)
 
Atkinson expone más sobre esto en su libro “La Ley del Nuevo Pensamiento” cuando afirma que:
 
“El Nuevo Pensamiento es el pensamiento más antiguo que existe. Ha sido apreciado por unos pocos elegidos en todas las edades; mientras que las masas populares no estaban preparadas para sus enseñanzas. Ha sido llamado por todos los nombres, ha aparecido en todas las formas". (21)
 
Y prosigue con su argumentación afirmando que la doctrina del Nuevo Pensamiento contiene “poderosas verdades que se han anidado en el seno de las enseñanzas esotéricas de todas las religiones, en las filosofías del pasado y del presente, en los templos del Oriente y en las escuelas de la antigua Grecia". (22)
 
De hecho, la primera parte de La Ley del Nuevo Pensamiento está plagada de vagas referencias a la tradición oculta y los principios místicos.
 
 
Dresser objeta enérgicamente esta pretensión de antigüedad, sin embargo, afirmando que “el Nuevo Pensamiento se diferencia de los idealismos del pasado simplemente porque los ignora y comienza sobre una base práctica. Afortunadamente sus pioneros no estaban informados sobre estos sistemas antiguos". (23)
 
Y de hecho, Atkinson parece notablemente desinformado cuando se trata de filosofía hermética, como pronto lo descubriremos.
 
 
 
 
 
Similitudes con el hermetismo
 
Para ser justos, existe cierta superposición entre el pensamiento del Kybalión y la filosofía hermética.
 
La conexión más obvia con el hermetismo y quizás el único punto de conexión enteramente específico con la filosofía hermética en sí, es por supuesto el uso que hace el Kybalión del axioma frecuentemente citado de la Tabla Esmeralda de Hermes Trismegistus, y transcrita en El Kybalión con la frase “Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba". (24)
 
El Kybalión afirma la correspondencia en el Universo asegurando que "hay una armonía, un acuerdo y una correspondencia entre los varios planos de Manifestación, Vida y Ser". (25)
 
Y aparte de su expresión en la Tabla Esmeralda, este concepto tiene eco en el Asclepio, 4, en donde está scrito: “Todas las cosas terrenales son imágenes, reflejos, de sus formas eternas dentro de Dios, y en este sentido el mundo es una imagen de Dios." (26)
 
La doctrina de que el mundo físico es un reflejo de las formas eternas dentro de Dios es común al platónicismo en general, contribuyendo así a una cosmología idealista compartida entre El Kybalión y el Hermetismo.
 
Israel Regardie expone la naturaleza del idealismo hermético cuando afirma que la Cábala (en sí misma una forma platonizante de misticismo) es “un idealismo objetivo. Todas nuestras percepciones no son exclusivamente del ego, ni de lo que se percibe; sino que son representaciones de una cierta relación e interacción entre los dos". (27)
 
Y esto es cierto no solo para la Cábala, sino también para la totalidad de la filosofía hermética que se remonta al propio Corpus Hermeticum, ya que el hermetismo de la antigüedad tardía sostenía que el mundo era una imagen de Dios, lo que inherentemente “presupone la visión del platónico medio de que las ideas, es decir, las formas después de las cuales el Demiurgo de Platón creó el mundo, están encerradas en la mente (nous) del Dios supremo, como sus pensamientos". (28)
 
El Kybalión está así de acuerdo con el hermetismo, y de hecho con la totalidad de la enseñanza platónica, cuando afirma que "Todo es Mente". (29)
 
Sin embargo, esta similitud no reside únicamente en el hermetismo. El idealismo filosófico es una característica común del movimiento de la Nueva Era en su conjunto, al igual que la idea de evolución que El Kybalión abraza tan fácilmente.
 
De hecho, afirma Hanegraaff:
 
“El tipo de idealismo que resultó más compatible con el nuevo evolucionismo vio el 'mundo externo' como dependiente de 'una Mente Absoluta que era a la vez el tipo, la suma y el fundamento de todas las mentes individuales: el alma individual universalizado'”. (30)
 
 
El concepto de superar conscientemente los deseos e impulsos básicos del individuo mediante el uso de las facultades superiores de uno, como si fuera la superación de la voluntad con la Voluntad, también es fundamental para la filosofía del Kybalión, y de hecho es un requisito previo para la transmutación mental que promueve.
 
Ya que El Kybalión afirma que:
 
"Las personas promedio son demasiado perezosas para actuar, y esas personas están gobernadas casi por completo por las mentes y voluntades de otras personas, a quienes permiten que piensen y deseen por ellas, mientras que los hombres y mujeres fuertes del mundo dominan sus propias mentes por medio de su Voluntad". (31)
 
 
Además de los principios de correspondencia y mentalismo ya tratados, los principios de polaridad y género promulgados por El Kybalión también encuentran apoyo en la filosofía hermética.
 
El Kybalión afirma que “Todo es dual; todo tiene dos polos; todo tiene su par de opuestos ". (32)  Y este concepto de polaridad se puede encontrar en la cosmología cabalística, en los pilares duales del simbolismo del templo masónico y de la Golden Dawn, y en una variedad de otros lugares dentro del pensamiento hermético moderno.
 
John Michael Greer articula este principio tal como se aplica a la filosofía hermética cuando escribe:
 
“La idea esencial detrás del principio de polaridad es que cualquier cosa en el Universo puede entenderse, en términos mágicos, como una relación de energía entre dos fuerzas opuestas, lo que resulta en una tercera fuerza equilibrada." (33)
 
El principio de género, que puede verse como una articulación más específica del principio de polaridad, y también encuentra expresión dentro de la filosofía hermética que se remonta al Corpus Hermeticum:
 
“Que Dios es andrógino se afirma repetidamente en los Poimandres (CH I, 9 y 15). Según Asclepio, 20, Dios está 'completamente lleno de la fecundidad de ambos sexos' (utraque sexus fecunditate plenissimus)” (34)  y añade: "No solo Dios [es de ambos sexos] ... sino también todas las cosas con ánimo y sin alma, porque es imposible que ninguna de las cosas han de ser infértiles". (35)
 
Por lo tanto, el Kybalión está de acuerdo con la tradición hermética de larga data cuando afirma que "todo en el mundo orgánico manifiesta ambos géneros; siempre está el masculino presente en la forma femenina". (36)
 
 
 
 
 
Aspectos divergentes
 
Con al menos cuatro de los siete principios centrales de El Kybalión claramente atestiguados dentro de las fuentes herméticas, y el principio de vibración tan común dentro del Movimiento de la Nueva Era que no admite comentarios, es un salto mental fácil asociar todo el texto con la filosofía hermética que pretende representar.
 
Y esta asociación es atractiva, pero en última instancia se basa en puntos en común relativamente superficiales. Pero cuando uno profundiza en el núcleo de la filosofía hermética, las semejanzas comienzan a desmoronarse rápidamente.
 
 
1) La cosmología
 
La divergencia más visible tiene lugar en el ámbito de la cosmología, ya que al igual que todas las filosofías platónicas, el hermetismo habla de una multiplicidad de emanaciones de la Divinidad. Los relatos difieren en número, pero el patrón es el mismo: el único Dios da lugar a deidades o principios menores, el último de los cuales es responsable de crear el mundo físico como demiurgo.
 
Cuando Pico della Mirandola asoció la Cábala con el Hermetismo, la visión cosmológica prevaleciente se cambió irrevocablemente a la estructura de diez veces cabalística. Y este modelo probaría eclipsar las cosmologías originales de la Hermetica. Sin embargo es común a todos, el concepto de un número finito de manifestaciones discretas, y la última o "más baja" de las cuales constituye lo que percibimos como realidad física.
 
Pero en contraposición a este punto de vista, El Kybalión postula un modelo de existencia muy diferente.
 
El Kybalión comienza su exposición sobre cosmología dividiendo el Universo en “tres grandes clases de fenómenos, conocidos como los Tres Grandes Planos”, es decir, el espiritual, el mental y el físico. (37)
 
Esta división tripartita entre alma, espíritu y cuerpo no es nueva, y tiene una larga historia no solo dentro del esoterismo occidental en su conjunto, sino también en la teología exotérica. Pero su similitud con el hermetismo se deteriora rápidamente, debido a que el autor del Kybalión afirma que:
 
“Los hermetistas subdividen cada uno de estos Tres Grandes Planos en siete planos menores, y cada uno de estos últimos también se subdivide en siete sub-planos, siendo todas las divisiones más o menos arbitrarias, sombreadas entre sí, y adoptadas simplemente por conveniencia para el estudio y pensamiento científico". (38)
 
Es concebible que el número siete se refiera a los siete planetas clásicos, pero esto es una exageración, y la subdivisión séptuple adicional da como resultado un esquema cosmológico de no menos de 147 sub-planos.
 
Y aún más disonante con el fundamento platónico sobre el que se construye el hermetismo como corriente histórica es la afirmación de que cada una de estas divisiones es arbitraria y continua, debido a que las divisiones en la cosmología hermética (que sean las detalladas en la Hermética o las del modelo cabalístico posterior) definitivamente no son las que menciona el Kybalión.
 
Y aún más extraño es que mientras que en el pensamiento hermético considera que todos operamos en los planos del cuerpo, la mente y el espíritu simultáneamente, este no parece ser el caso en la perspectiva idiosincrásica que expone El Kybalión. En cambio, se nos considera que ocupamos solo uno de los 147 planos a la vez, y el destino de la raza humana consiste en evolucionar siempre hacia los planos superiores.
 
“El hombre medio de hoy”, afirma El Kybalión, “ocupa sólo la cuarta subdivisión del plano de la mente humana, y sólo los más inteligentes han cruzado las fronteras de la quinta subdivisión. La carrera ha tardado millones de años en llegar a esta etapa, y la carrera tardará muchos más en pasar a la sexta y séptima subdivisiones, y más allá". (39)
 
Por lo tanto, nuestro destino no es elevarnos místicamente sobre los planos y unirnos con la Divinidad, sino más bien evolucionar a lo largo de un camino lento y laborioso como especie humana hacia ese objetivo final. Ya que incluso las deidades que veneran los humanos, el Kybalión afirma que son mortales como nosotros:
 
"Podemos llamarlos 'dioses' si queremos, pero aún así ellos solo son hermanos mayores de la raza, las almas avanzadas que han superado a sus hermanos y que han renunció al éxtasis de la absorción por el TODO, para ayudar a la raza en su viaje ascendente a lo largo del Sendero". (40)
 
Y es curioso que en ninguna otra parte del texto se mencione esta unión extática con la Divinidad, pero esta falta de énfasis parece típica del Kybalión.
 
 
 
2) El acercamiento hacia lo divino
 
De hecho, las diferencias en cosmología son casi triviales en comparación con la diferencia fundamental que tiene el Kybalión en contraste con el enfoque que tiene el Hermetismo hacia lo divino, a lo largo de sus dos milenios.
 
El hermetismo está y siempre ha estado centrado en el conocimiento experiencial de la Divinidad. Y esto es evidente desde las primeras líneas de los Poimandres, en los que el narrador declara su mayor deseo: “Deseo aprender sobre las cosas que son, comprender su naturaleza y conocer a Dios [gnōsai ton theon]” (CHI3). (41)
 
El enfoque en el conocimiento salvífico es tan fundamental para el hermetismo que en el capítulo VII se nos dice que "el mayor mal de la humanidad es la ignorancia que tiene acerca de Dios". (42)
 
Incluso el énfasis cosmológico común de la Hermética gira en torno a este objetivo, ya que la preocupación principal de los autores de la Hermética era “la causa última del Universo, Dios, y por lo tanto el objetivo de todas sus discusiones sobre cosmología y creación era llevar al lector o al oyente a través de la admiración del Cosmos hacia la adoración de y unión con el Dios supremo". (43)
 
El objetivo de toda la discusión sobre la naturaleza del universo, los dioses, los cielos y la tierra, era elevar a la audiencia a la gnosis divina. Pero por el contrario, El Kybalión se centra en el conocimiento de la naturaleza del universo como un medio para alcanzar el conocimiento de las leyes universales, a fin de que este conocimiento a su vez pueda facilitar la práctica de la transmutación mental, que es el enfoque central de ese libro.
 
Pero este conocimiento tampoco es la gnosis de la Hermética, debido a que el conocimiento de la ley universal de la que habla El Kybalión no representa un conocimiento experiencial obtenido a través de un encuentro con la Divinidad; sino que es una comprensión intelectual de los principios de la ley universal y la técnica de la transmutación mental. Así que como conocimiento técnico, esto caería bajo el concepto griego de episteme en lugar del de gnosis.
 
El objetivo del Nuevo Pensamiento (y con él también el del Kybalión) “era eliminar las 'creencias falsas' y 'los errores de la mente' que habían mantenido [a la gente] en sujeción”. (44)
 
Por lo tanto el énfasis del Kybalión no estaá en la gnosis sino en la noesis, en el sentido de que su enfoque es "la comprensión puramente intelectual". (45)  Y esto contrasta fuertemente con la gnosis divina que se refiere "no al conocimiento filosófico racional, sino a la percepción espiritual basada en la revelación". (46).
 
La Hermética, junto con el platonismo del cual surgió el hermetismo, muestra una visión idealista del Cosmos: el universo se crea a partir de la Mente de lo divino, y de hecho el término "Mente" (nous) es sinónimo del Dios supremo.
 
Y dado el enfoque central que pone El Kybalión en la mente y la transmutación mental, uno estaría naturalmente inclinado a asumir que estos principios están en consonancia con la cosmovisión del hermetismo. Y de hecho, no hay nada contrario a la filosofía hermética en el concepto de transmutación mental. Pero la mente de la que se habla en El Kybalión no es la mente de la que habla la Hermética, debido a que la Hermética distingue entre la mente (nous) como el Dios Supremo, el Uno, el Bien, y el segundo Dios o demiurgo llamado logos.
 
(Nota: el logos que se menciona aquí no es el Logos del que habla la teosofía.)
 
En cambio el pensamiento de El Kybalión se centra decididamente en el logos, y esta es una distinción central entre el pensamiento hermético y el pensamiento del Kybalión, ya que el énfasis de la Hermética está en la Mente divina como la máxima expresión de la Divinidad. Y todo lo demás fluye de esta Mente perfecta, y el objetivo de los hermetistas era reunirse con la Mente divina.
 
En cambio El Kybalión cambia el escenario al afirmar que el mundo existe dentro de la Mente macrocósmica de lo más elevado, y luego procede a cambiar su énfasis a partir de entonces hacia la transmutación de la mente microcósmica del individuo. El Kybalión, entonces, se preocupa fundamentalmente por la pequeña mente humana más que por la Mente divina. El Kybalión se preocupa más por el logos que por el nous.
 
Pero tampoco, según el hermetismo, el logos es el foco apropiado para la reverencia de uno (eusebia), que solo debe estar en el nous divino, como se propugna en CH IV.4:
 
“Todos aquellos que prestaron atención a la proclamación [de Dios] y se sumergieron en La mente [ebaptisanto tou noos], participaron en el conocimiento y se convirtieron en personas perfectas [teleoi] porque recibieron la mente. Pero aquellos que perdieron el sentido de la proclamación son personas de razón [logikoi] porque no recibieron el don de la mente y por consiguiente no conocen el propósito de los agentes de su llegada a ser". (47)
 
Dada la terminología griega utilizada en el pasaje, ebaptisanto es una forma del mismo verbo que significa "bautizar", y una traducción más reveladora, aunque algo más flexible, de la primera oración anterior teniendo en cuenta las connotaciones del vocabulario sería:
 
"Todos los que se bautizaron en la divinidad participaron en el conocimiento revelador y se convirtieron en personas perfectas porque recibieron a Dios."
 
En cambio El Kybalión lejos de dirigir la reverencia hacia el nous de la divinidad, muestra una falta total de énfasis en la piedad. Pero el concepto de reverencia (eusebia) es absolutamente fundamental para la filosofía hermética, y el enfoque en la interrelación entre Dios, el mundo y la humanidad es un componente predominante de este pensamiento. (48)
 
Por lo tanto, no es a través de la práctica de transmutación mental que promulga El Kybalión que se logra esto, sino según la Hermética, es más bien a través de la reverencia que nuestros pensamientos que uno cambia: “La reverencia [eusebia] es el conocimiento [gnōsis] de Dios, y alguien que ha llegado a conoce a Dios, lleno de todo lo bueno, tiene pensamientos que son divinos y no como son los de la multitud”. (49)
 
El objetivo unánime de los hermetistas era "llevar al lector a la alabanza y adoración del Dios supremo, que 'no es visible [es decir cognoscible], pero que si es evidente dentro de lo visible'". (50)
 
En los Poimandres y en el Discurso sobre la Ogdóada y la Enéada, los autores "van más allá y describen experiencias extáticas en las que el hermetista deja atrás su estado terrenal y se siente unido al Dios supremo o al Universo". (51)
 
Ahora bien, para ser justos con Atkinson, cabe señalar que los códices de Nag Hammadi, y por lo tanto el texto del Discurso sobre la Ogdóada y la Enéada, no se descubrieron hasta 1945, y por lo tanto fueron desconocidos durante la redacción de El Kybalión, y las Definiciones no se publicado hasta 1956.
 
Pero independientemente de las diferencias considerables que existen en las expresiones del misticismo hermético en el Corpus Hermeticum, sin embargo “todas tienen en común que el hermetista llega a un conocimiento intuitivo de sí mismo, del Universo y de Dios - un conocimiento que trasciende las facultades mentales humanas ordinarias y se experimenta como una unificación con la base del ser, o sea Dios”. (52)
 
Pero en cambo El Kybalión no muestra nada de este énfasis en la experiencia extática de la unidad con lo Divino o el logro de la gnosis salvadora.
 
En resumen, El Kybalión parece cometer el error de confundir los medios con el fin, ya que considera que la transmutación mental es el pináculo de la filosofía hermética. Y una pequeña cantidad de análisis textual sirve poderosamente para reforzar esta impresión.
 
De los veintidós casos en los que se atribuyen rasgos y habilidades a "los maestros" o "los hermetistas", términos que se usan indistintamente, cada uno de ellos se refiere a la capacidad de controlar su mundo mental: a dominar sus estados de ánimo, transmutar y dominar sus estados mentales, logrando estabilidad emocional y desarrollando poderes para controlar el mundo que los rodea. (53)
 
Incluso los pasajes que pertenecen al maestro o al hermetista controlando la causa y el efecto regresan en el análisis final al control de los estados emocionales y mentales. Su poder sobrehumano, al final, no es más que una forma de continencia mental. Su dominio se logra entendiendo las leyes naturales y poniéndolas en práctica en lugar de elevarse en los planos superiores para lograr la unión extática con la Divinidad.
 
Sin embargo se puede conceder que este énfasis en la ley cósmica y su aplicación adecuada tiene un lugar dentro de la filosofía hermética. Por ejemplo, Dion Fortune, en su obra “El entrenamiento y el Trabajo de un iniciado”, considera como tres las divisiones del ocultismo:
 
-      "la armonización con la Ley Cósmica por medio del entendimiento correcto",
-      "el ajuste de las desarmonías mediante el uso correcto del poder que da el conocimiento" y
-      "la purificación del alma mediante buenas obras en todos los planos". (54)
 
Y el Kybalión, por supuesto, muestra un gran énfasis en al menos los dos primeros puntos, y si interpretamos el autodominio mental de los maestros que menciona el Kybalión y su capacidad para dar forma al mundo que los rodea, y así se aplica al logro de las buenas obras, podemos incluir también el último principio.
 
Pero Fortune continúa afirmando que "no hay nada intrínsecamente espiritual en ninguna de [estas tres cosas], sin embargo, son los primeros tres escalones de la escalera que conduce hacia las alturas del Espíritu". (55).
 
Por lo tanto, este conocimiento de las leyes universales y la armonización del individuo con ellas es simplemente el comienzo del viaje, más que el objetivo final como se describe en El Kybalión. Y los autores de la Hermética son consistentes con este punto también cuando afirman en CH III, 3-4:
 
“Y a través del curso obrador de maravillas de los dioses cíclicos, ellos crearon cada alma encarnada para contemplar el cielo y conocer el poder divino; y así descubrir todos los medios para trabajar hábilmente con las cosas buenas. Para ellos, este es el comienzo de la vida virtuosa y del pensamiento sabio en la medida en que el curso de los dioses cíclicos lo destine”. (56)
 
Los verdaderos hermetistas coinciden, pues, en que este conocimiento y su consiguiente poder es el comienzo de la vida virtuosa más que el objetivo de la misma.
 
 
 
3) La teología
 
Y para un texto que pretende ser una obra de filosofía hermética, El Kybalión sorprendentemente tiene poco que decir sobre Dios. Atkinson habla de "EL TODO" con cierta frecuencia, pero esto parece más bien un medio para un fin, ya que después de que se exponen los rudimentos de la cosmología y los atributos de Dios, se les presta poca atención más allá de su papel en el apoyo de la base subyacente y estructural del universo que facilita la técnica de transmutación mental.
 
De hecho, El Kybalión tiene una orientación vehemente y explícitamente anti-teológica, un rasgo que parece decididamente extraño en yuxtaposición a la orientación de la filosofía hermética.
 
En el Kybalión se nos dice que:
 
“La teología significa los intentos de los hombres de atribuir personalidad, cualidades y características a [EL TODO]; sus teorías con respecto a sus asuntos, voluntad, deseos, planes y diseños, y su asunción del cargo de 'intermediarios' entre EL TODO y la gente”; y se añade además que “La teología y la metafísica parecen cañas rotas, arraigadas en las arenas movedizas de la ignorancia". (57)
 
Pero irónicamente, inmediatamente después de denunciar la atribución de cualidades y características a “EL TODO”, el mismo Atkinson procede dentro de la misma página a atribuirle las cualidades y características de infinito, omnipotencia, inmutabilidad y eternidad. (58)
 
Y aunque el Kybalión le otorga mayor credibilidad a los términos “religión” y “filosofía”, diciendo que se refieren a “cosas que tienen raíces en la realidad”, esta distinción es en el mejor de los casos, engañosa. (59) ya que es imposible determinar qué es esta llamada “Realidad” sin recurrir a algún tipo de supuestos metafísicos y teológicos.
 
Existe la sugerencia de que lo que constituye la realidad debería simplemente tomarse como axiomático; pero si bien esto puede ser retóricamente atractivo, en la practica se encuentra plagado de dificultades. Y así como no existe el almuerzo gratis, tampoco existe la metafísica gratuita. Además que en un marcado contraste con la posición de El Kybalión, la filosofía hermética siempre se ha dedicado mucho a la teologización.
 
Los herméticos están llenos de descripciones de Dios y la naturaleza de la realidad última, de conversaciones sobre los diversos intermediarios entre Dios y el hombre bajo la apariencia de los demiurgos y los ousiarcas planetarios, los dioses inteligibles y sensibles y varias otras entidades; y también sobre la relación que existe entre divinidad y humanidad. (60)
 
La filosofía hermética, según Copenhaver, “se ocupa de cuestiones teológicas, o en algún sentido vago, filosóficas: revelan al hombre el conocimiento de los orígenes, la naturaleza y las propiedades morales del ser divino, humano y material para que el hombre pueda usar este conocimiento para salvarse a sí mismo. La misma filosofía piadosa o piedad filosófica es una mezcla de teología, cosmogonía, antropogonía, ética, soteriología y escatología y también caracteriza al Asclepio latino”. (61)
 
Festugière, aunque encontró a los hermetistas tremendamente dispares en sus enseñanzas, identificó “una cierta actitud de piedad, un cierto giro mental que radica en desviar toda investigación filosófica en la dirección de la piedad y el conocimiento de Dios” como el único hilo conductor que recorre la totalidad del corpus. (62)
 
Y esto constituye la preocupación central de la Hermética. Entonces, menospreciar la teología equivale en cierta medida a denunciar a los propios hermetistas.
 
 
 
 
 
Los defensores del Kybalión
 
Hasta ahora hemos visto que si bien El Kybalión tiene un cierto grado de consonancia con el hermetismo, las divergencias con él son muchas y profundas. Sin embargo varios autores contemporáneos parecen extrañamente determinados a exonerar al Kybalión de las críticas que consideran que ese libro no es auténticamente hermético.
 
Por ejemplo Philip Deslippe, en su introducción defiende el trabajo sobre este punto, ya que si bien Deslippe reconoce que los "axiomas herméticos" del Kybalión probablemente tuvieron sus orígenes en el propio pensamiento de Atkinson más que en la antigua tradición hermética, él sostiene también que "los elementos de El Kybalión que luego serían cuestionados o difamados están perfectamente alineados con el espíritu del hermetismo". (63)
 
Y luego continúa haciendo su defensa en varios puntos distintos. En el primero de ellos afirma que “criticar El Kybalión por ser un tipo de enseñanza espiritual no  auténtica, o estar preocupado por el uso de un seudónimo por parte de Atkinson, o cuestionar la autoridad del texto, es en cierto sentido atacarlo por ser tradicionalmente hermético”. (64)
 
Lo cual es incorrecto porque aunque la práctica de la autoría seudónima fue algo común a lo largo de la historia del hermetismo; pero eso no hace que el texto sea auténticamente hermético. Y tampoco el énfasis en la ley cósmica, como Deslippe indica cuando él afirma que “era común que los grupos que existían bajo la bandera del hermetismo describieran el Universo en términos de leyes cósmicas o universales”. (65)
 
Ambas prácticas estaban y siguen estando muy extendidas en numerosos medios, y no sólo en el hermetismo. El enfoque en la ley cósmica es común a la totalidad del movimiento moderno de la Nueva Era, del cual el Nuevo Pensamiento fue un componente fundamental, y la autoría pseudónima ha sido una práctica tan común durante milenios que no necesita más comentarios.
 
Luego Deslippe procede a asociar el Kybalión con el hermetismo mediante una referencia a la Tabla Esmeralda afirmando que:
 
"El paralelo más cercano a un Kybalión antiguo que hubiera sido imaginado, habría sido la Tabla de Esmeralda Hermética, ya que las breves trece líneas de la Tabla de Esmeralda proporcionan aproximadamente una estructura similar con las Siete Leyes Herméticas del Kybalión, y ambos textos emplean el famoso axioma hermético, ‘Como es arriba, es abajo’ Pero mientras que la Tabla Esmeralda redujo la filosofía hermética a una serie de axiomas cortos, en cambio el Kybalión argumentó sus puntos, explicando y detallando cada axioma y proporcionando un marco subyacente para ellos". (66)
 
Pero esta es una afirmación muy poco ortodoxa que solo puede tomarse como un intento bastante inverosímil de darle al Kybalión un barniz hermético, o como evidencia de una profunda falta de familiaridad con la tabla Esmeralda en sí. Porque la Tabla Esmeralda es justamente el origen del axioma "como es arriba, es abajo", (67) que Atkinson hace eco en El Kybalión, pero la similitud entre los dos textos termina ahí.
 
Aparte de esta única oración, la Tabla Esmeralda no ofrece axiomas, y mucho menos una estructura similar a las Siete Leyes Herméticas del Kybalión. Por lo que si la similitud más fuerte entre El Kybalión y el Hermetismo se encuentra en la Tabla Esmeralda, la relación entre los dos es muy escasa.
 
 
Deslippe no es de ninguna manera el único autor que ha defendido El Kybalión contra las acusaciones de que no es auténticamente hermético. Otro ha sido Richard Smoley, autor de varios trabajos sobre esoterismo occidental y ex editor de la revista Gnosis.
 
Smoley admite que "los aforismos del Kybalión son muy probablemente un fraude piadoso", pero aunque sostiene que "existe una gran diferencia entre las enseñanzas herméticas originales y las doctrinas con sabor a Nuevo Pensamiento del Kybalión ”, sin embargo, el cree que “sería un error concluir que esta obra es infiel a la tradición que invoca”. (68)
 
Pero como hemos visto arriba, no es meramente la Hermética original con la que se diferencia El Kybalión, aunque la comparación con el Corpus Hermeticum proporciona la evidencia más visible de la divergencia de la obra con el pensamiento hermético en su conjunto.
 
Las raíces de la gnosis, la reverencia y la comunión extática con lo divino que se plantaron en la Antigüedad tardía han seguido siendo fundamentales para el hermetismo, incluso cuando han brotado numerosas ramas a lo largo del Renacimiento y la Época moderna.
 
 
 
 
 
Conclusión
 
Pero a pesar de la centralidad de los valores anteriores para la filosofía hermética, uno debe de preguntarse si todos los textos que afirman ser herederos de la tradición hermética necesitan necesariamente evidenciar todas estas características.
 
El hermetismo es una tienda amplia, que ha dado lugar a numerosas expresiones de teoría y práctica. Pero si bien no es necesario que un texto se dedique a teologizar para encontrar un lugar cómodo dentro del medio hermético, al menos no debe ser totalmente discordante con el cuerpo de pensamiento establecido, y particularmente si el texto afirma ser una obra de filosofía hermética, como lo hace El Kybalión.
 
Y en ese aspecto El Kybalión falla inexorablemente, por lo que la afirmación de larga data de que ese libro está en consonancia con la filosofía hermética como corriente histórica es errónea y necesita ser corregida.
 
El hermetismo se ha apropiado durante mucho tiempo de ideas e incluso de sistemas enteros que no se han originado en su propio medio. Y como un movimiento fuertemente sincrético tanto en la antigüedad como en la época moderna, incorpora una mezcla ecléctica de temas.
 
Al gnosticismo pagano greco-egipcio original del Corpus Hermeticum, los eruditos del Renacimiento agregaron el cabalismo judío y la magia angelical. John Dee contribuyó con un esquema completo de pensamiento y práctica enoquiana. En el siglo XVII, el rosacrucianismo floreció bajo la bandera de Cristian Rosencrauz. La Golden Dawn contribuyó con su influencia ritual semi-masónica y proporcionó una estructura coherente como no se había visto desde la obra “De Occulta Philosophia” de Agrippa cuatro siglos y medio antes.
 
Pero incluso estos aspectos que se han ido añadiendo a lo largo de los siglos representan la evolución lógica de la literatura mágica greco-egipcia de la llamada "Técnica Hermética", y evidencian un enfoque en lo divino que falta por completo en El Kybalión.
 
¿Puede el Kybalión hoy ser considerado parte de la tradición hermética simplemente porque muchos así lo consideran?
 
Algunos pensarán que si, pero esto es puramente en virtud de la asimilación, más que en virtud de sus propias cualidades esenciales. Y como conclusión final, El Kybalión no dice nada sobre la tradición hermética, incluso si la tradición hermética contemporánea tiene mucho que decir sobre El Kybalión.
 
 
 
 
 
 
 
Notas
 
  1. Three Initiates, The Kybalión: A Study of the Hermetic Philosophy of Ancient Egypt and Grecia (1908, Chicago: The Yogi Publication Society; reimpresión 1940), p.25.
  2. Philip Deslippe, introducción a The Kybalión: The Definitive Edition, de William Walker Atkinson escribiendo como Three Initiates, editado por Philip Deslippe (Nueva York: Jeremy P. Tarcher/Penguin, 2011), p.1.
  3. Kybalión, p.25-26.
  4. Simon Blackburn, ed., The Oxford Dictionary of Philosophy, 2ª ed. (Cambridge: Cambridge University Press, 2008), sv "idealismo" - "Cualquier doctrina que sostenga que la realidad es fundamentalmente de naturaleza mental".
  5. Kybalión, p.25-40.
  6. Kybalión, p.45.
  7. Wouter J. Hanegraaff, ed., Diccionario de gnosis y esoterismo occidental (Leiden: EJ Brill, 2006), sv "New Thought Movement"
  8. Dresser, History, p.136.
  9. Wouter J. Hanegraaff, Religión de la Nueva Era y Cultura Occidental: Esoterismo en el Espejo del Pensamiento Secular, Estudios de Historia de las Religiones (Serie de Libros Numen) LXXII (Leiden: EJ Brill, 1996), p.483-485.
  10. Sarah J. Farmer, "The Abundant Life", en The Spirit of New Thought: Essays and Addresses by Representants Authors and Leaders, editado por Horatio Wills Dresser (Nueva York: Thomas Y. Crowell Company, 1917), p.31.
  11. Horatio Wills Dresser, introducción a El espíritu del nuevo pensamiento: ensayos y discursos de autores y líderes representativos, editado por Horatio Wills Dresser (Nueva York: Thomas Y. Crowell Company, 1919).
  12. Dresser, History, p.161-162.
  13. Diccionario de Gnosis y Esoterismo Occidental, sv "Movimiento del Nuevo Pensamiento".
  14. Dresser, History, p.160.
  15. Dresser, introducción sobre Espíritu del Nuevo Pensamiento, p.12.
  16. Nannie S. Bond, “The New Thought”, en The Spirit of the New Thought: Essays and Addresses by Representants Authors and Leaders, editado por Horatio Wills Dresser (Nueva York: Thomas Y. Crowell Company, 1917), p.138-139.
  17. Deslippe, introducción sobre El Kybalión, p.3.
  18. Ibíd., p.3.
  19. Ibíd., p.3-4.
  20. Atkinson, citado en Dresser, History, p.313.
  21. Atkinson, Ley del Nuevo Pensamiento, p.1.
  22. Ibíd., p.2.
  23. Dresser, History, p.313.
  24. Kybalión, p.28. Este axioma se usa en una multitud de otros lugares dentro del texto.
  25. Kybalión, p.113.
  26. Diccionario de Gnosis y Esoterismo Occidental, sv "Hermetismo".
  27. Israel Regardie, A Garden of Pomegranates: Skrying on the Tree of Life, editado por Chic Cicero y Sandra Tabatha Cicero, 3ª ed. (St. Paul, MN: Publicaciones Llewellyn, 1999), p.128.
  28. Diccionario de Gnosis y Esoterismo Occidental, sv "Hermetismo".
  29. Kybalión, p.26.
  30. Hanegraaff, New Age Religion, p.467.
  31. Kybalión, p.205-206.
  32. Kybalión, p.32.
  33. John Michael Greer, Senderos de la sabiduría: La cábala mágica en la tradición occidental, Serie High Magick de Llewellyn (St. Paul, MN: Publicaciones de Llewellyn, 1996), p.32. Énfasis en el original.
  34. Diccionario de Gnosis y Esoterismo Occidental, sv "Hermetismo".
  35. Brian P. Copenhaver, Hermetica: The Greek Corpus Hermeticum and the Latin Asclepius in a New English Translation, with Notes and Introduction (Cambridge: Cambridge University Press, 1992), p.79.
  36. Kybalión, p.189.
  37. Kybalión, p.113-114.
  38. Kybalión, p.118.
  39. Kybalión, p.126.
  40. Kybalión, p.131.
  41. Copenhaver, Hermetica, p.1.
  42. Ibíd., p.24.
  43. Diccionario de Gnosis y Esoterismo Occidental, sv "Hermetismo".
  44. Dresser, History, p.132.
  45. Webster's Third New International Dictionary, sv "noesis".
  46. Diccionario de Gnosis y Esoterismo Occidental, sv "Gnosticism I: Gnostic Religion".
  47. Copenhaver, Hermética, p.15-16.
  48. Diccionario de Gnosis y Esoterismo Occidental, sv "Hermetismo".
  49. CH IX.4. Copenhaver, Hermética, p.28.
  50. Definiciones armenias 1, 2, Diccionario de gnosis y esoterismo occidental, sv "Hermetismo".
  51. Ibíd.
  52. Ibíd.
  53. Kybalión, entero.
  54. Fortune, Training, p.69.
  55. Ibíd.
  56. Copenhaver, Hermética, p.13-14.
  57. Kybalión, p.57-58.
  58. Kybalión, p.59-61.
  59. Kybalión, p.58.
  60. Diccionario de Gnosis y Esoterismo Occidental, sv "Hermetismo".
  61. Copenhaver, Hermetica, xxxii.
  62. Festugière, citado en Copenhaver, Hermética, lv.
  63. Deslippe, introducción sobre El Kybalión, p.15.
  64. Ibíd., p.16.
  65. Ibíd, p.29.
  66. Ibíd., p.14 y 17.
  67. Quod est inferius est sicut quod est superius, et quod est superius est sicud quod est inferius, ad perpetranda miracula rei unius.” (Según el texto de Chrysogonus Polydorus, Nuremberg 1541).
  68. Richard Smoley, “The Mysterious Kybalión”, New Dawn Magazine 124 (enero-febrero de 2011), p.13-14.
 
 
(Fuente: http://www.jwmt.org/v3n24/chapel.html)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
OBSERVACIONES
 
Concuerdo completamente con Nicholas Chapel que el Kybalión no es una enseñanza hermética, sino que su autor solo tomó algunos conceptos del hermetismo y los combinó con las ideas que promulga el Nuevo Pensamiento.
 
Y como se muestra arriba, el autor del Kybalión en realidad era bastante ignorante acerca del hermetismo, y él simplemente asoció su obra con esa tradición esotérica para darle más prestigio y misticismo a su libro, pero en los hechos el Kybalión se contradice con varias de las doctrinas fundamentales que preconiza el hermetismo.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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