El Kybalión abordó este asunto en el capítulo ocho y a continuación les transcribo lo que dijo al respecto, y
para facilitar la lectura añadí títulos en azul, mis comentarios en morado, y
observaciones sobre el tema al final de cada sección.
¿QUÉ SON
LOS PLANOS DE EXISTENCIA?
Aunque el propósito de este libro no
es de entrar en explicaciones extendidas sobre estos planos, daremos una
descripción general de ellos.
Para comenzar
podemos considerar la pregunta tan a menudo formulada por el neófito, quien
desea saber lo que significa realmente la palabra “plano”, término que es usado
muy libremente, pero que apenas ha sido explicado en muchas obras de ocultismo.
(Esto es incorrecto ya
que la noción de los planos de existencia casi no ha sido mencionada en el
Ocultismo sino que fue difundida por la Teosofía, y posteriormente varias
enseñanzas pseudo-esotéricas la retomaron y tergiversaron, como por ejemplo: la
“Teosofía” de Charles Leadbeater, el “Rosacrucismo” de Max Heindel, o el
“Hermetismo” de William Atkinson.)
La pregunta
generalmente se formula de la siguiente manera:
¿Un plano es un lugar que tiene dimensiones, o es
meramente una condición o un estado?
Y nosotros
contestamos:
No, no es un lugar, ni una dimensión ordinaria del
espacio; y sin embargo es más que un estado o condición. Puede ser considerado
como un estado o condición, y sin embargo el estado o condición es un grado de
dimensión, en una escala que está sujeto a medición.
Esto que
acabamos de decir parecerá algo paradójico, pero a continuación vamos a
esclarecer el asunto.
Una dimensión,
como sabéis, es “una medida en una línea recta, relacionada con una medida de
base”, etc. Las dimensiones ordinarias del espacio son longitud, anchura y
altura; o quizás longitud, anchura, altura, grosor o circunferencia.
Pero existe
otra dimensión de las “cosas creadas” o “medida en línea recta” conocida por
los ocultistas y también por los hombres de ciencia, aunque estos últimos
todavía no le han puesto el nombre de dimensión. Y esta nueva dimensión, que
por el momento es la base de muchas especulaciones, se designa con el nombre de
“Cuarta Dimensión”, y es la norma usada para determinar los grados o planos.
Esta cuarta
dimensión puede ser denominada “la dimensión de la vibración” y esto ya es un
hecho bien conocido por la ciencia moderna, así como por los hermetistas
quienes han incorporado esta verdad en su tercer principio hermético, en donde
afirman que “todo está en movimiento, todo vibra, nada está en reposo”.
Desde la más
elevada manifestación, hasta la más inferior, todos los seres y todas las cosas
vibran. Y no solamente vibran en diferentes grados de movimiento, sino que
también vibran en diferentes direcciones y de diferentes maneras. Y los grados
de la tasa de vibraciones constituyen los grados de medición en la escala de
vibraciones; en otras palabras, los grados de la cuarta dimensión.
Pues bien,
todos estos grados forman lo que los ocultistas llaman “planos”, y cuanto más
elevado es el grado de frecuencia de vibración, tanto más elevado es el plano y
tanto más elevada es la manifestación de la vida que vive en ese plano.
De manera que
aunque un plano no es “un lugar”, ni tampoco es “un estado o condición”, posee
sin embargo cualidades comunes a ambos.
Algo más
comentaremos al respecto en el siguiente capítulo en donde detallaremos el
principio hermético de vibración y también abordaremos el tema de la escala de
las vibraciones.
(Ya
no comentó más al respecto.)
No obstante se
recordará de nuevo que los tres grandes planos no son divisiones reales de los
fenómenos del Universo, sino meramente medios arbitrarios usados por los
hermetistas para ayudar al pensamiento y al estudio de los diversos grados y
formas de la actividad y de la vida universal.
El átomo de
materia, la unidad de fuerza, la mente del hombre y el ser del arcángel, no son
más que grados de una sola y misma escala, y todos son fundamentalmente los
mismos, siendo la diferencia sólo cuestión de grados y de intensidad vibratoria,
pero todos son creaciones del TODO, y todos tienen su existencia dentro de la
mente infinita del TODO.
Los hermetistas
subdividen cada uno de los tres grandes planos en siete planos menores, y cada
uno de estos planos menores a su vez se subdividen en siete sub-planos, siendo
todas las divisiones más o menos arbitrarias, solapándose unas con otras, y
siendo adoptadas de esa manera solamente para la conveniencia del estudio y
pensamiento científico.
(Esto
último es falso ya que los maestros explicaron que si hay una frontera entre
cada plano de existencia, la ciencia no puede actualmente estudiar los planos
sutiles porque no dispone de los instrumentos para ello.)
Observaciones
La explicación
que dio el autor del Kybalión sobre lo que son los planos de existencia es
correcta pero muy embrollada, y para facilitarles la comprensión imaginen todo
lo que existe como si fuera un edificio de varios pisos, siendo el piso que se
encuentra más abajo: el universo físico.
Pues bien cada
uno de esos pisos es un plano de existencia, y así como el plano físico tiene
seres que lo habitan, tiene sus estructuras, tiene sus dimensiones
espacio-temporales y las leyes que lo rigen. De la misma manera los planos
sutiles tienen seres que lo habitan, tienen sus estructuras, tienen sus
dimensiones espacio-temporales y las leyes que lo rigen. Cada plano de
existencia tiene sus propias realidades.
Acertadamente
el autor del Kybalión explicó que es la misma energía en todos los planos, y lo
que los diferencia es el nivel vibratorio en que esa energía vibra en cada
plano. Pero en cambio él está equivocado cuando dice que los planos “no son
divisiones reales de los fenómenos del universo, sino meramente medios
arbitrarios usados por los hermetistas para ayudar al pensamiento y al estudio de
los diversos grados y formas de la actividad y de la vida universal”.
Eso
es falso, primero porque los hermetistas no hablaron de los planos de
existencia, y segundo porque las diferencias en la frecuencia vibratoria van
generando diferentes condiciones. Observen el agua, cuando es sólida genera un ambiente
polar, cuando es acuosa genera un ambiente marino, cuando es gaseosa genera un
ambiente airoso; y de la misma manera los diferentes planos de existencia van
generando diferentes condiciones de existencia.
LOS TRES
GRANDES PLANOS
La filosofía hermética considera que
el universo puede ser dividido en tres grandes clases de fenómenos, conocidos
como los tres grandes planos, y estos son:
1. El gran plano físico
2. El gran plano mental
3. El gran plano espiritual
Pero hay que
tener en cuenta que estas divisiones son más o menos artificiales y
arbitrarias, porque la verdad es que estas tres divisiones no son más que
grados ascendentes en la gran escala de la vida, siendo el punto más bajo la
materia indiferenciada, y el punto más elevado es el Espíritu.
Y además los
diferentes planos se solapan unos con otros, de manera que no puede
establecerse una división firme y nítida entre la parte superior del plano
físico y la parte inferior del plano mental, o entre la parte superior del
plano mental y la parte inferior del plano espiritual.
Estos tres grandes planos (el físico, el mental y el espiritual) pueden ser
considerados como los tres grandes grupos de grados de manifestación de la
vida.
Observaciones
Es falso que no
se pueda establecer una división firme y nítida entre los planos, ya que los
maestros explicaron que entre cada plano de existencia si existe una frontera
que aunque es delgada, separa nítidamente las substancias que constituyen a esos
planos.
Y para
ilustrárselos observen la frontera que separa el mar del cielo: es una fina
línea, pero que muestra claramente la diferencia que existe entre el estado
acuoso y el estado gaseoso. Pues bien, lo mismo sucede entre los diferentes
planos.
Pero además la
división que hace el autor del Kybalión es errónea, y para demostrárselos
permítanme primero explicarles como lo divide la Teosofía.
Los Maestros
transhimaláyicos explicaron que los humanos interactúan en tres diferentes
regiones.
- El mundo divino
- En mundo terrestre
- Y una zona intermedia que sirve de conexión entre el mundo divino y el mundo terrestre.
Estas tres
regiones se pueden expresar de la siguiente manera:
- El mundo divino está compuesto por el plano mental o manásico, el plano espiritual o búddhico y el plano divino o átmico.
- El mundo terrestre está compuesto por el plano físico y sus dos contrapartes sutiles: el plano astral y el plano energético o pránico.
- Y la zona intermedia está compuesta por el plano kámico.
Y como ustedes
mismos lo pueden constatar la división que hizo el autor del Kybalión es muy
incompleta porque él solo está considerando tres planos de los siete que
señalan los instructores teosóficos.
Pero es que
además esos siete planos solo corresponden a nivel planetario, y Blavatsky
reveló que esos siete planos apenas constituyen el plano más denso a nivel
solar.
Y a su vez esos
siete enormes planos a nivel solar apenas constituyen el plano más denso a
nivel cósmico.
O sea que en
realidad el Universo está compuesto por 329 planos de existencia (hasta donde
sabemos) y no solo por tres como lo afirma el autor del Kybalión.
Y esto les muestra a qué punto la explicación que da el
Kybalión acerca de los planos es errónea porque claramente se nota que su autor
se inspiró en lo que enseña la Teosofía, pero no supo explicarlo adecuadamente.
LAS
DIVISIONES DEL PLANO FÍSICO
El gran plano físico, con sus siete
planos menores, es la división que comprende todos los fenómenos del Universo
que se refieren a las cosas, fuerzas y manifestaciones físicas. Lo que incluye
todas las formas de lo que conocemos como materia, y todas las formas de eso
que llamamos energía o fuerza.
Pero se debe
recordar que la filosofía hermética no reconoce la materia como una cosa en sí
misma, o como si tuviera una existencia separada de la mente del TODO. La
proposición hermética dice que la materia es una forma de energía, o sea
energía de una frecuencia vibratoria baja de cierta clase. Y por ello los
herméticos clasifican la materia también con el título de energía, y le
adjudican tres de los siete planos menores del gran plano físico.
Y estos siete
planos físicos menores son como sigue:
1. El
plano de materia (A)
2. El
plano de materia (B)
3. El
plano de materia (C)
4. El
plano de sustancia etérea
5. El
plano de energía (A)
6. El
plano de energía (B)
7. El
plano de energía (C)
1. El plano de
materia (A) comprende las formas de materia en sus formas sólidas, líquidas y
gaseosas, tal como se reconocen generalmente en los libros de texto sobre
física.
2. El plano de
materia (B) comprende ciertas formas de materia más elevadas y sutiles cuya
existencia la ciencia recién comienza a conocer, tales como los fenómenos de la
materia radiante en sus fases de radio, etc., y que pertenecen a la subdivisión
más inferior de este plano menor.
3. El plano de
materia (C) comprende las formas de la materia más sutil y tenue, cuya
existencia no es sospechada por los científicos ordinarios.
4. El plano de
sustancia etérea compone eso que la ciencia denomina «éter», que es una
sustancia de extrema tenuidad y prodigiosa elasticidad que compenetra todo el
espacio universal, y sirve como un medio para la transmisión de las ondas de
energía tales como: la luz, el calor, la electricidad, etc.
Esta sustancia
etérea forma un vínculo conector entre la materia y la energía; y participa en
la naturaleza de cada una de ellas. Las enseñanzas herméticas sin embargo instruyen
que este plano tiene siete subdivisiones (como las tienen todos los planos
menores), y que de hecho hay siete éteres, en vez de solo uno.
5. El siguiente
por encima del plano de sustancia etérea es el plano de energía (A), el cual
comprende las formas ordinarias de energía conocidas por la ciencia, siendo sus
siete sub-planos respectivamente: calor, luz, magnetismo, electricidad y
atracción (incluyendo gravitación, cohesión, afinidad química, etc.) y varias
otras formas de energía indicadas por los experimentos científicos, pero que
aún no son nombradas o clasificadas.
6. El plano de
energía (B) comprende siete sub-planos de formas superiores de energía, las
cuales todavía no han sido descubiertas por la ciencia, pero que han sido
llamadas «las fuerzas más finas de la naturaleza» y que son puestas en
operación en las manifestaciones de ciertas formas de fenómenos mentales, y por
las que tales fenómenos se vuelven posibles.
7. El plano de
energía (C) comprende siete sub-planos de energía tan elevadamente organizada
que tiene muchas de las características de la “vida”, pero que no es reconocida
por las mentes de los hombres en el plano ordinario de desarrollo, estando
disponible sólo para el uso de seres del plano espiritual.
Tal energía es
inconcebible para el hombre ordinario, y por ello la puede considerar casi como
“un poder divino”, y los seres que la emplean son para el hombre ordinario como
“dioses”, aun comparándolos con el tipo humano más elevado que conozcamos.
Observaciones
Aquí el autor
del Kybalión comete grandes errores y para que me lo comprendan mejor,
permítanme primero enseñarles como la Teosofía divide el plano físico.
Blavatsky, basándose en la antigua
sabiduría india, dio la siguiente clasificación:
ESTADOS
DE LA MATERIA
|
ELEMENTO AL QUE SE LE ASOCIA
|
TATTVAS
(EN SANSKRITO)
|
aún desconocido
en occidente
|
materia primordial
o suprema (aether)
|
adi
|
aún desconocido
en occidente
|
materia “sin padres”
auto-existente
|
anupadaka o
aupapaduka
|
etéreo
|
éter
|
akasha o alaya
|
incandescente
|
fuego
|
taijasa o tejas
|
gaseoso
|
aire
|
vayu
|
liquido
|
agua
|
apas
|
solido
|
tierra
|
prithivi
|
Y como ustedes lo pueden constatar,
en todas las divisiones es la misma materia solo que en estados cada vez más
sublimados. Blavatsky explicó que existen siete estados principales y que actualmente la ciencia solo conoce los cuatro
estados inferiores (sólido, líquido, gaseoso e incandescente) y que en un
futuro todavía muy lejano los tres estados superiores se irán paulatinamente
desarrollando.
En cambio lo
que hizo el autor del Kybalión es un revoltijo tremendo:
1. El plano de materia (A)
En esta primera
división él mete los estados sólido, líquido y gaseoso, pero se le olvida el
incandescente, lo que muestra una enorme ignorancia porque en todas las
tradiciones esotéricas y también en la ciencia se habla de los cuatro elementos
que son: tierra, agua, aire y fuego.
Esta omisión me
hace considerar que el autor del Kybalión se basó en la clasificación que
inventó un embustero Charles Leadbeater, quien para poder incorporar los cuatro
diferentes tipos de éteres que supuestamente él había descubierto por medio de
su clarividencia, eliminó el estado de incandescencia:
Las siete divisiones del plano físico según Leadbeater |
Primer éter Segundo éter Tercer éter Cuarto éter Gaseoso Liquido Sólido |
2. El plano de materia (B)
El autor del Kybalión
afirma que esta segunda división está compuesta por la materia radiante
en sus fases de radio, etc., el cual pertenece a la subdivisión más inferior.
Pero si
bien es cierto que en 1879 el físico William Crookes descubrió el plasma, que
es un estado de la materia superior al incandescente (podemos decir que el
cuarto estado de la materia en la tierra se expresa a través del fuego y en el
universo a través del plasma). Y a ese estado el señor Crookes lo denominó “materia radiante”. Pero aquí el autor del Kybalión comete
el enorme error de confundir “un estado de la materia” con “un elemento de la
materia”.
Porque resulta
que el radio no es un estado de la materia sino que el radio es un elemento
químico que forma parte de la tabla periódica. Y con esto me refiero que
dependiendo de la temperatura en la que se encuentre el radio, éste puede estar
en un estado sólido, líquido, etc.
Lo que en
cambio si caracteriza al radio es que es extremadamente radioactivo, pero la
radiación tampoco es un estado de la materia, sino que es un proceso físico en
donde los átomos de un elemento radiactivo se transforman en un elemento más
estable emanando con ello energía. Y con esto quiero decir que el radio va a
seguir emitiendo radiación sin importar que se encuentre en un estado sólido,
líquido, etc.
Así que el
radio y los otros elementos radioactivos no pertenecen “a la subdivisión más
inferior de la materia radiante”, como lo pretende el autor del Kybalión, ya
que los materiales radioactivos son simplemente otros elementos de la materia,
pero que tienen la particularidad de emitir radiaciones.
3. El plano de materia (C)
El autor del
Kybalión dijo que esta tercera división está compuesta por una materia más
sutil y tenue, pero no precisó cuál es.
4. El plano de sustancia etérea
Luego él
asevera que la cuarta división está constituida por la sustancia etérea, la
cual la ciencia denomina “éter” y que sirve para la transmisión de las ondas de
energía tales como la luz, el calor, la electricidad, etc.
Y aquí otra vez
el autor del Kybalión comete un enorme error porque si bien es cierto que los
científicos desde el siglo XVII habían estado teorizando sobre la hipotética
existencia de un fluido invisible al que ellos llamaron “éter” y el cual ellos
consideraban que llenaba todo el espacio y constituía el medio transmisor de
todas las manifestaciones de la energía.
Pero el
resultado negativo que dio el experimento de Michelson-Morley en 1887 les hizo
considerar que el éter no existía, y la teoría de la relatividad publicada en
1905 por Albert Einstein terminó por convencer a la comunidad científica de
desechar por completo la teoría del éter.
Y esto muestra
lo poco que se informaba el autor del Kybalión porque para cuando él publicó su
libro en 1908, ya habían pasado tres años que los científicos habían rechazado
la existencia del éter.
5. El plano de energía (A)
Luego el autor
del Kybalión dijo que la quinta división está compuesta por las formas
ordinarias de energía conocidas por la ciencia, y que son: calor, luz,
magnetismo, electricidad y atracción (incluyendo gravitación, cohesión,
afinidad química, etc.)
Y aquí una vez
más el autor del Kybalión comete un enorme error porque el plano físico se
divide por los diferentes estados que va tomando la materia, no por las
energías que interactúan con ella.
Y aquí yo
sospecho que el autor del Kybalión se basó en lo que enseñó Rudolf Steiner
quien fue otro embustero que retomó la mentira que había inventado Leadbeater
sobre la existencia de los cuatro diferentes tipos de éteres, y le añadió más
falsedades al asunto ya que él aseguró que:
- Al primer tipo de éter se le llama “éter de vida” porque es el que constituye la vida y es la substancia etérica más sutil.
- Al segundo tipo de éter se le llama “éter químico” porque es el éter que produce la unión de los átomos y es el que conforma la segunda substancia etérica.
- Al tercer tipo de éter se le llama “éter luminoso” porque es el éter que produce la luz y es el que compone a la tercera substancia etérica.
- Y al cuarto tipo de éter se le llama “éter caluroso” porque es el éter portador del calor y es la substancia etérica más densa.
Pero esto que
afirmó Rudolf Steiner, y que el autor del Kybalión a su manera retomó, es falso
porque el calor se transmite a través de todos los estados de la materia
(sólido, liquido, etc.) solo que a diferentes intensidades.
Además que los
científicos descubrieron que la luz se transmite por medio de partículas
elementales a las que ellos llamaron fotones y que no tienen nada que ver con
los éteres que inventó Leadbeater.
Y los
científicos también descubrieron que lo que mantiene unido a los átomos son las
fuerzas intermoleculares, y las cuales tampoco tienen nada que ver con los
éteres inventados por Leadbeater.
Y de la misma
manera el autor del Kybalión se equivocó con las demás fuerzas y energías que
él mencionó.
6. El plano de energía (B)
Luego el autor
del Kybalión dijo que la sexta división está compuesta por las fuerzas más
finas de la naturaleza y que son puestas en operación por cierto fenómenos
mentales, pero no especificó más al respecto.
7. El plano de energía (C)
Y finalmente el
autor del Kybalión dijo que la séptima división está compuesta por una energía
tan elevadamente organizada que tiene muchas de las características de la vida.
Y esto acentúa
mi sospecha que el autor del Kybalión le copió a Rudolf Steiner (o a alguno de
sus seguidores) porque si se fijan arriba, Steiner afirmó que “el éter más
sutil es el que constituye la vida”.
Pero una vez
más eso es falso porque tanto la Teosofía como las enseñanzas orientales
explicaron que la energía portadora de la vida (y a la cual denominan “prana”)
es una energía que pertenece a otro plano de existencia.
Noten además
como el autor del Kybalión comete el error de denominar “planos” a las
diferentes divisiones del plano físico cuando en realidad lo adecuado es
definirlos como los principales diferentes estados de la materia física.
Y esto les muestra a qué punto la explicación que da el
Kybalión acerca de las divisiones del plano físico es errónea porque aunque
se nota que su autor se inspiró en lo que enseña la Teosofía,
desafortunadamente también se basó mucho en lo que enseñaron varios
charlatanes, y para nada esto es una enseñanza hermetista.
LAS
DIVISIONES DEL PLANO MENTAL
El gran plano mental comprende esas
formas de “cosas vivientes” conocidas por la gente en la vida ordinaria, así
como otras formas no tan bien conocidas excepto por los ocultistas.
La
clasificación de los siete planos mentales menores es más o menos satisfactoria
pero también parecerá arbitraria, a no ser que vaya acompañada por
explicaciones que son ajenas al propósito de esta obra. Sin embargo podemos
mencionar un poco sobre esos planos mentales menores, y estos son como sigue:
1. El
plano de mente mineral
2. El
plano de mente elemental (A)
3. El
plano de mente vegetal
4. El
plano de mente elemental (B)
5. El
plano de mente animal
6. El
plano de mente elemental (C)
7. El
plano de mente humana
1. El plano de
mente mineral comprende los estados o condiciones de las unidades o entidades,
o grupos y combinaciones de las mismas, que animan las formas conocidas como:
minerales, substancias químicas, etc.
Estas entidades
no deben de ser confundidas con las moléculas, átomos y corpúsculos, siendo
estos los cuerpos o formas materiales de estas entidades, igual que el cuerpo
de un hombre no es más que su forma material pero no es él mismo.
Y a esas
entidades se las puede llamar en cierto sentido “almas”, y son seres vivientes
de escaso grado de desarrollo, vida y mente; justo un poco más que las unidades
de “energía viviente” que comprenden las subdivisiones superiores del plano físico
más elevado.
El hombre
corriente no suele atribuir mente, alma o vida al reino mineral, pero todos los
ocultistas reconocen la existencia de la misma, y la ciencia moderna se está
encaminando rápidamente hacia ese punto de vista.
(Aquí lo que dice el autor
del Kybalión es en parte falso porque el mineral tiene esos aspectos pero en
un estado latente, y es solo con los siguientes reinos que esos aspectos
comienzan a desarrollarse progresivamente cada vez más.
Para
darles una analogía, es como si él dijera que una semilla tiene raíces, hojas,
etc. Y eso no es cierto, pero en cambio si es cierto que una semilla tiene la
capacidad para desarrollar todo eso. Pues bien, con los minerales sucede lo
mismo.)
Las moléculas, átomos y corpúsculos tienen sus “amores y odios”, “gustos y disgustos”, “atracciones y repulsiones”,
“afinidades y no-afinidades”, etc., y algunas de las más atrevidas mentes
científicas han expresado la opinión de que el deseo y la
voluntad, las emociones y los sentimientos de los átomos difieren sólo en grado
con el de los hombres.
No tenemos
espacio aquí para discutir el asunto, pero todos los ocultistas saben que esto
es un hecho, y otros se refieren a los descubrimientos científicos más
recientes para que se vea su corroboración. Y este plano tiene las siete
subdivisiones habituales.
2. El plano de
mente elemental (A) comprende el estado o condición y grado de desarrollo
mental y vital de una clase de entidades desconocidas para el hombre común,
pero que el ocultista si conoce.
Estas entidades
son invisibles a los sentidos ordinarios del hombre, pero no obstante existen y
desempeñan su papel en el Universo. Y su grado de inteligencia está entre el de las entidades
minerales y químicas
por una parte, y el de las entidades del reino
vegetal por otra parte. Y hay siete subdivisiones en este plano también.
3. El plano de
la mente vegetal y sus siete subdivisiones comprende los estados o condiciones
de las entidades que incorporan el mundo vegetal, y cuyos fenómenos mentales y
vitales son bastante bien conocidos por la personas medianamente inteligentes,
debido a que se han publicado durante la última década muchas nuevas e
interesantes obras científicas concernientes a “la mente y vida de las
plantas”.
Y es que deben
de saber que las plantas tienen vida, mente y alma, tanto como los animales, el
hombre y el superhombre.
4. El plano de
mente elemental (B) y sus siete subdivisiones comprende los estados y
condiciones de una forma de elementales o entidades invisibles que también
hacen su obra en el Universo, y cuya mente y vitalidad forma parte de la escala
entre el plano de mente vegetal y el plano de mente animal, y dichas entidades
elementales participan en ambos reinos.
5. El plano de
mente animal y sus siete subdivisiones comprende los estados y condiciones de
las entidades, seres o almas, que animan los cuerpos vivientes de los animales
y que ya son muy familiares para nosotros, por lo que no es necesario entrar en
detalles concernientes a este reino o plano de vida, ya que el mundo animal nos
es tan familiar como el nuestro propio.
6. El plano de
mente elemental (C) y sus siete subdivisiones comprende las entidades o seres
invisibles que participan en la naturaleza de la vida animal y humana, en determinado
grado y con ciertas combinaciones. Y estas entidades son las formas más
elevadas entre los elementales y son semi-humanas en inteligencia.
7. El plano de
mente humana y sus siete subdivisiones comprende esas manifestaciones de la
vida y mentalidad que son comunes al hombre en sus varios grados y divisiones.
Y en este punto
debemos indicar el hecho de que el hombre común actual ocupa la cuarta
subdivisión del plano de la mente humana, y sólo los más inteligentes han
cruzado los límites de la quinta subdivisión.
Le ha tomado
millones de años a la raza para alcanzar este nivel, y le tomará muchos años
más a la raza para llegar a la sexta y la séptima subdivisiones, y más allá.
Pero debemos recordar que ha habido razas anteriores a las nuestras que han
pasado por esas etapas y después más allá de ellas también.
Nuestra propia
raza es la quinta (con los rezagados de la cuarta) que ha puesto el pie sobre
el sendero. Y también hay unas pocas almas avanzadas de nuestra propia raza que
han sobrepasado a las masas y que ya han llegado a la sexta y hasta la séptima
subdivisión, estando algunas pocas aún más lejos todavía. El hombre de la sexta
subdivisión será el superhombre, y el de la séptima subdivisión será el ultra
hombre.
Observaciones
En su último
comentario percibo que el autor del Kybalión leyó un poco de Teosofía, pero desafortunadamente
él hace un tremendo revoltijo con los conceptos de rondas y razas-raíces. Y eso
me muestra que no estudió con atención y cuidado, y el resultado es una
explicación mal estructurada con varias falsedades.
En cuanto a su
división del plano mental es completamente errónea, y para que comprendan el
motivo por el que es errónea, dividan el plano físico de la misma manera, lo que
les daría:
1. El
plano de materia mineral
2. El
plano de materia elemental (A)
3. El
plano de materia vegetal
4. El
plano de materia elemental (B)
5. El
plano de materia animal
6. El
plano de materia elemental (C)
7. El
plano de materia humana
¿Ven dónde esta la incongruencia?
Sería como si
ustedes estuvieran dividiendo la materia en función de cada reino que habita la
Tierra, pero eso no tiene ningún sentido porque todos los reinos ocupan la
misma materia y solo cambia la manera como cada reino utiliza esa materia para
construir sus cuerpos:
·
Los minerales se crean cuerpos rocosos muy básicos.
·
Las plantas se crean cuerpo vegetales más elaborados.
·
Los animales se crean cuerpos bestiales aún más
avanzados.
·
Y las personas se crean cuerpos humanos todavía más
desarrollados.
(Nota: los
elementales no se crean cuerpos físicos porque ellos todavía no han llegado a
ese estado de la evolución.)
Por consiguiente
todos los seres toman la misma materia y solo varía la capacidad de construir
con ella. Por lo que entonces no tiene ningún sentido clasificar la materia
entre cada reino de la vida que hay en la Tierra. Y no tiene sentido porque los
diferentes reinos utilizan la misma materia para crearse sus respectivos
cuerpos físicos.
O sea que el
cuerpo de un mineral está constituido por el mismo tipo de materia que está
constituido el cuerpo de un vegetal, o el cuerpo de un animal, o el cuerpo de
un humano. Y solo varía el desarrollo que tiene cada uno de esos cuerpos, pero
la materia es completamente la misma. La materia de un humano es la misma que
la materia de un animal o un vegetal, etc.
¿Ahora ven por qué es tan absurdo clasificar de esa
manera a la substancia física?
Pues resulta que eso es justamente lo que hizo el autor
del Kybalión con la substancia mental.
Y en ese caso
resulta la misma aberración porque los diferentes reinos de la vida utilizan la
misma substancia mental y solo varía el desarrollo que tienen en la capacidad
de utilizar esa substancia.
Conclusión: la
división que hizo el autor del Kybalión del plano mental es totalmente falsa.
EL PLANO
ESPIRITUAL
¿Qué es lo que podríamos decir? ¿Cómo
podríamos explicar esos elevados estados del ser, de la vida y de la mentalidad
a mentes que todavía son incapaces de comprender las subdivisiones más elevadas
del plano de la mente humana?
Esa tarea es
imposible, por lo que sólo podemos hablar en los términos más generales. ¿Cómo
podría describirse la luz a un hombre que ha nacido ciego? ¿Cómo podría
explicarle lo que es el azúcar a quien nunca ha probado algo dulce? ¿Cómo
hablar de las melodías armoniosas a un sordo?
Todo lo que
podemos decir es que los siete planos menores del gran plano espiritual
(teniendo cada plano menor sus siete subdivisiones) comprenden seres tan
superiores al hombre actual como este último es superior al gusano y a otras formas
aún más inferiores.
(Esto es falso porque la Teosofía explica que los tres planos menores
del mundo divino corresponden al Devachan donde los humanos descansan entre dos
reencarnaciones.)
La vida de esos
seres trasciende tanto a la nuestra a tal grado que no podemos pensar ni
siquiera en sus detalles. Y sus mentes son tan elevadas, que para ellos,
nuestra forma de pensar es muy rudimentaria, y nuestros procesos mentales les
parecen procesos muy materiales.
Y la materia de
la que están compuestas sus formas es de los
planos más elevados, y algunos dicen que incluso están envueltos de pura energía.
Entonces,
¿Qué puede decirse de tales seres?
Pues bien, se
puede decir también que en los siete planos menores del gran plano espiritual
existen seres a los que se les conoce como ángeles, arcángeles y semi-dioses. Y
en los planos menores inferiores viven aquellos a quienes damos el nombre de
maestros y adeptos.
Por encima de
ellos están las grandes jerarquías de las huestes angélicas, inconcebibles para
el hombre; y por encima de ellas están los que sin irreverencia alguna
podríamos llamar “dioses”, pues su grado de elevación en la escala de la
vibración es tan alto, y su poder e inteligencia son tan grandes, que
sobrepasan a todas las concepciones que el hombre se ha formado sobre la
Deidad.
Estos seres
están más allá incluso de los más elevados vuelos de la imaginación humana,
siendo la palabra “divinidad” la única aplicable hacia ellos. Y muchos de estos
seres, así como la hueste angélica, se toman el más grande interés en los
asuntos del Universo y desempeñan un papel importantísimo en sus procesos.
Esas
divinidades invisibles y auxiliares angelicales extienden su influencia libre y
poderosamente en el proceso de evolución y progreso cósmico. Y su intervención
y asistencia ocasionales en los asuntos humanos han dado origen a muchas
leyendas, creencias, religiones y tradiciones de las razas pasadas y presentes.
Ellos han
superpuesto su conocimiento y poder sobre el mundo, una y otra vez, pero desde
luego todo bajo la ley del TODO.
Sin embargo,
aún esos elevadísimos seres existen meramente como creaciones de la mente del
TODO y están sujetos a los procesos cósmicos y a las leyes universales. Y por
consiguiente ellos son todavía mortales.
Podemos
llamarlos “dioses” si queremos, pero no son más que los Hermanos Mayores de la raza; las almas avanzadas que han
sobrepasado a sus compañeras y que han renunciado temporalmente al éxtasis de
la absorción en el TODO, para así poder ayudar a la raza en su ascendente viaje
por el sendero. Pero ellos también pertenecen al Universo y están sujetos a sus
condiciones — ellos son mortales y su plano es inferior al del Espíritu
Absoluto.
Sólo los
hermetistas más avanzados son capaces de captar las enseñanzas ocultas
concernientes al estado de existencia y los poderes manifestados en los planos
espirituales. Los fenómenos que se producen ahí son tan superiores a los
fenómenos que se producen en los planos mentales, que resultaría con seguridad
una confusión de ideas a partir de un intento por describirlos.
(Esto es incorrecto porque el plano mental es el plano más inferior del
mundo divino.)
Por lo que
solamente aquellos cuyas mentes han sido cuidadosamente entrenadas a lo largo
de las líneas de la filosofía hermética durante años enteros, y los que han traído
consigo de encarnaciones anteriores, el conocimiento adquirido previamente,
pueden comprender adecuadamente lo que significan las enseñanzas referentes a
los planos espirituales.
Observaciones
El Kybalión
llama esta
región sutil “el gran plano espiritual”, pero dado que está hablando del lugar donde viven
los seres divinos, sería más correcto denominarlo el mundo divino. Y desafortunadamente el autor del Kybalión hizo su descripción basándose
en sus creencias católicas en donde:
Abajo en la tierra están los humanos, en medio en el cielo está la jerarquía
angelical y en la parte de arriba están los dioses, que en el Cristianismo son:
Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo
Y el autor del Kybalión habla de los dioses como si se
trataran de seres con forma, ya que él dice que son “los Hermanos Mayores de la
raza humana”.
Pero eso es una visión muy simplista de la Divinidad, ya
que los hermanos mayores de la raza humana son en realidad los Maestros, o sea
humanos que se han adelantado mucho en la evolución.
En cambio a los seres celestiales yo no los llamaría
“hermanos mayores” porque para que lleguemos a su nivel estamos hablando de
miles de millones de años. O sea que aunque efectivamente si son nuestros hermanos
en un sentido muy amplio de la palabra, la diferencia de desarrollo que existe
entre ellos y nosotros es tan descomunal, que sería lo mismo que llamar
hermanos a los minerales.
Y los dioses están a un nivel todavía más elevado, y es
por eso que yo prefiero mejor hablar de Conciencias Cósmicas en vez de hablar
de dioses, porque la palabra “dioses” está muy tergiversada.
Entonces imaginen una Conciencia Cósmica que no tiene
forma, que es pura esencia, pero que abarca a todo un sistema solar con sus planetas,
o a toda una galaxia con sus miles de millones de estrellas, o incluso a todo
el Universo con sus cientos de miles de millones de galaxias.
A esa Conciencia Cósmica para nada yo la llamaría
“Hermano Mayor” porque ya está mucho más allá de nuestra comprensión.
La visión demasiado simplista y con errores en su descripción
que el autor del Kybalión hizo del mundo divino muestra que él no era un gran esoterista
ni tampoco un iniciado hermetista como lo pretendió.
CONCLUSIÓN
Este es un ejemplo más de lo
pésimo que es este libro a causa de las numerosas falsedades que escribió su
autor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario