EL PRINCIPIO DE CORRESPONDENCIA EXPLICADO POR EL KYBALIÓN


 
El Kybalión explica este principio en su capítulo 2 donde dice:
 
« “Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba.” (Axioma del Kybalión)
 
Este principio incorpora la verdad de que hay siempre una correspondencia entre las leyes y fenómenos de los diversos planos de existencia y la vida. El viejo axioma hermético lo ponía en estas palabras: “Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba”. Y la captación de este principio da uno de los medios de solucionar muchas oscuras paradojas y secretos escondidos de la Naturaleza.
 
Hay planos más allá de nuestro conocimiento, pero cuando les aplicamos el principio de correspondencia somos capaces de entender mucho más que de otro modo nos habría sido incognoscible.
 
Este principio es de aplicación y manifestación universal en los diversos planos del Universo material, mental y espiritual; y es una ley universal. Los antiguos hermetistas consideraban este principio como uno de los más importantes instrumentos mentales que el hombre dispone para atisbar a un lado los obstáculos que le ocultan lo desconocido a la vista. Y su uso incluso permite rasgar el velo de Isis hasta el punto de poder ver un vislumbre de la cara de la diosa.
 
Porque al igual que un conocimiento de los principios de la geometría capacita al hombre para medir soles distantes y sus movimientos, mientras está sentado en su observatorio, de la misma manera un conocimiento del principio de correspondencia capacita al hombre para razonar inteligentemente desde lo conocido hacia lo desconocido, ya que estudiando a la mónada se entiende al arcángel»
 
 
 
Y en el capítulo 8 El Kybalión detalla un poco más este principio diciendo:
 
(Nota: en morado añadí mis comentarios.)
 
« El principio de correspondencia incorpora la verdad de que existe una armonía, una concordancia y una correspondencia entre los diversos planos de manifestación de la vida y del ser. Y esta verdad se debe porque todo cuanto hay en el Universo emanó de la misma fuente (No se debe por eso), y las mismas leyes, principios y características se aplican a cada unidad o combinación de unidades de actividad (Si se debe por eso), conforme cada una manifiesta sus propios fenómenos en su propio plano.
. . .
Recordemos que de acuerdo con el principio de correspondencia que incorpora la verdad de que “Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba”, todos los siete principios herméticos están en plena operación en los diversos planos, físicos, mentales y espirituales.
 
  • El principio de la sustancia mental se aplica desde luego a todos los planos, porque todos están en la mente del TODO. (Esto es falso porque la sustancia mental solo es una parte del TODO y por consiguiente no se aplica a todos los planos.)
  • El principio de correspondencia se manifiesta en todos los planos, porque existe analogía, acuerdo, correspondencia y concordancia entre los varios planos.
  • El principio de vibración se manifiesta también en todos los planos, pues las diferencias que los dividen son consecuencia de la vibración, como ya hemos explicado.
  • El principio de polaridad se manifiesta en cada plano, siendo los extremos o polos aparentemente opuestos y contradictorios. (Esto también es falso porque mientras más se asciende más se manifiesta la unidad.)
  • El principio del ritmo se manifiesta en cada plano, como flujo y reflujo, ascenso y descenso, ingreso y egreso. (Esto también es falso porque el ritmo ni siquiera se aplica completamente en el plano físico, debido a que solo es una sucesión repetitiva de eventos que en algunas ocasiones si se manifiesta y en otras ocasiones no.)
  • El principio de causa y efecto se manifiesta en cada plano, teniendo todo efecto su causa y toda causa su efecto.
  • Y el principio de género se manifiesta en cada plano, estando siempre expresada la energía creadora y operando mediante los aspectos masculino y femenino. (Esto también es falso porque los maestros explicaron que el género no existe en los planos sutiles, debido a que el género es solo una forma de procreación que se efectúa en el plano físico.)
 
Como es arriba, es abajo; como es abajo, es arriba”. Los milenarios axiomas herméticos encierran los grandes principios de los fenómenos universales. Y conforme vayamos considerando los restantes principios, veremos cada vez más claramente la verdad que encierra este gran principio de correspondencia en su naturaleza universal. »
 
 
 
 
 
 
 
 
OBSERVACIONES
 
Concuerdo que el principio de correspondencia puede ser muy útil para indagar sobre los secretos del esoterismo, pero desafortunadamente el autor del Kybalión lo utilizó pésimamente.
 
 
En el capítulo 5 el autor del Kybalión trató de expresar el principio de correspondencia diciendo que el Dios creador crea de la misma manera como lo hace el humano:
 
“Observando como el humano crea y siguiendo el principio de correspondencia, estamos justificados a considerar que el TODO creó el universo MENTALMENTE, de una manera semejante al proceso por el que el hombre crea imágenes mentales.”
 
Pero esto es incorrecto. Primero porque el TODO no corresponde a la mente de un humano sino a todos los principios que componen a un humano:


 
 
Y si bien es cierto que la parte de nuestro ser que reencarna crea utilizando su mente, en cambio ni nuestra alma espiritual ni nuestro espíritu divino crean utilizando la mente ya que esos elevados principios de nuestro ser se encuentran en niveles superiores al mental.
 
Y de la misma manera no es el TODO el que creó el universo sino que el Logos Cósmico creó a las jerarquías divinas y estas fueron las que crearon los diferentes planos de existencia y todo lo que existe en esos planos.


 
Y si bien es cierto que las jerarquías divinas que se encuentran en el plano mental fueron las que diseñaron el universo, en realidad fueron las jerarquías que se encuentran en los planos más densos quienes construyeron el universo.
 
Por consiguiente la correspondencia que hace el autor del Kybalión es muy simplista e incompleta.
 
 
 
En el capítulo 8 el autor del Kybalión trató de expresar el principio de correspondencia señalando que existe una estructura septenaria que se repite en los diferentes planos de existencia, pero lo hizo de una manera muy burda ya que seguido se le olvidó.
 
Por ejemplo, comienza diciendo que el Universo puede ser dividido en tres grandes planos (el físico, el mental y el espiritual), y ahí uno se pregunta: si la estructura es septenaria, ¿Por qué el Universo se divide solo en tres y no en siete grandes planos?
 
Y la respuesta es porque el autor del Kybalión se equivocó, ya que en realidad el Universo si se divide en siete grandes planos.
 
Un segundo ejemplo es cuando él dice que “el plano de materia (A) comprende la materia en sus formas sólidas, líquidas y gaseosas, tal como se reconocen generalmente en los libros de texto sobre física”.
 
Y una vez más uno se pregunta: si la estructura es septenaria, ¿Por qué el plano de materia (A) se divide solamente en tres estados y no en siete?
 
Y la respuesta es porque una vez más el autor del Kybalión se equivocó, ya que en realidad la materia si se divide en siete principales estados.
 
Y un tercer ejemplo es cuando él dice que “el plano de energía (A) se subdivide en siete sub-planos que son: calor, luz, magnetismo, electricidad y atracción (incluyendo gravitación, cohesión, afinidad química, etc.) y varias otras formas de energía indicadas por los experimentos científicos, pero que aún no son nombradas o clasificadas.”
 
Pero ahí el autor del Kybalión está dando más de siete divisiones, pero que además corresponden a cosas diferentes porque pregúntenle a cualquier físico y él les dirá que no es lo mismo la fuerza de gravitación que atrae a los cuerpos celestes, que la fuerza de cohesión que mantiene unidos a los átomos, y para empeorar el asunto el autor del Kybalión hace un tremendo revoltijo entre fuerzas, energías y ondas. O sea que de verdad está muy pésima su explicación.
 
 
 
En el capítulo 13 el autor del Kybalión volvió a querer expresar el principio de correspondencia tratando de ponerle género a lo que no tiene.
 
Por ejemplo sobre la composición de los átomos dijo:
 
“Cuando una partícula femenina se une a otra partícula masculina, empieza determinado proceso. Las partículas femeninas vibran más intensamente bajo la influencia de la energía masculina y giran rápidamente en torno de esta última. Y el resultado es el nacimiento de un nuevo átomo.”
 
Pero esto solo es válido para el hidrógeno en su estructura más elemental, mientras que los átomos de todos los otros elementos están constituidos también por neutrones los cuales no son ni masculinos ni femeninos sino neutrales y por consiguiente el principio de género no se les aplica.
 
 
Y en ese mismo capítulo el autor del Kybalión también dijo:
 
¿No es enteramente razonable y lógica la enseñanza hermética que afirma que la misma ley de la gravitación (esa extraña atracción por la cual todas las partículas y cuerpos en el universo tienden unos hacia otros) no es sino otra manera de manifestarse el principio de género, que opera en la dirección de atraer las energías masculinas hacia las femeninas y viceversa?”
 
Pero eso también es falso porque la gravitación no atrae las energías masculinas hacia las femeninas y viceversa, sino que atrae a las masas, y las masas son neutrales ya que no existen masas femeninas ni masculinas.
 
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Y la consecuencia de todo esto es que El Kybalión es un ejemplo muy ilustrativo de como NO se debe de utilizar la ley de correspondencia.
 
 
 
 
 
 
 
REMARCAS
 
Personalmente prefiero llamar este aforismo la ley de correspondencia en vez del principio de correspondencia porque justamente es una ley cósmica, mientras que un principio tiene también otros sentidos, como por ejemplo: el hombre está constituido por siete principios que son sus diferentes envolturas (el cuerpo físico, el cuerpo astral, etc).
 
 
En el capítulo 1 el autor del Kybalión escribió:
 
“Los preceptos que enunciamos en este libro nunca han sido escritos o impresos, hasta donde nosotros sabemos.”
 
Pero eso es falso porque la ley de correspondencia se encuentra inscrita en La Tabla de Esmeralda, y es muy incongruente que alguien que pretende ser un iniciado hermetista no conozca uno de los textos más famosos del hermetismo.
 
 
 
Y también me desconcierta que el autor del Kybalión solo aplicó la ley de correspondencia en las diferentes escalas del Universo (microcosmos, macrocosmos) cuando esa ley es mucho más profunda ya que la estructura septenaria fundamental del Universo se manifiesta en todos los aspectos de la Creación.
 
Por ejemplo en la constitución oculta de los humanos
 
 
 
 
Y también en la evolución cósmica que efectúan los humanos a través de las siete rondas, ya que en cada una de esas rondas se perfecciona uno de sus siete principios.
 
 
 
 
Y también en la evolución que efectúan los humanos al interior de cada una de esas rondas a través de las siete razas raíces.
 
 
 
 
Y esta estructura septenaria también la encuentran:
 
-      en los rayos de la creación,
-      en los planetas sagrados,
-      en los chakras,
-      en los colores,
-      en las notas musicales,
-      en la estructura oculta de los diferentes reinos de la naturaleza,
-   etc.
 
 
¡ESTA ESTRUCTURA SEPTENARIA LA ENCUENTRAN EN TODAS PARTES!
 
Y es por eso que hay una correspondencia con todo lo que existe, porque todo lo que existe en el Cosmos está elaborado en base a la misma estructura septenaria. Y es por eso que en el esoterismo un axioma más completo de la ley de correspondencia dice:
 
“Como es arriba es abajo, como es en lo grande es en lo pequeño, como es en el interior es en el exterior.”
 
 
 
 
 
 
 
CONCLUSIÓN
 
El autor del Kybalión cometió graves errores, dijo varias falsedades, y se quedó muy corto con la explicación que él dio sobre la ley universal de correspondencia.
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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